Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 8

Extra 4: Entrenamiento Mágico De Neruneh

“Okaaay, Maestrooo, lo tengooooo”. “Entendido”.

Neruneh tomó el Golem Recorder de Keima después de que grabó un canto mágico en él. Para aprender un hechizo sin desplazamiento, tenías que golpear el encantamiento adecuado en tu cabeza y memorizar los efectos exactos del hechizo. Neruneh eventualmente podría pasar de ser una bruja aprendiz a una bruja completa aprendiendo suficiente magia. La ruta más rápida para convertirse en Bruja sería aprender una gran cantidad de hechizos, pero Keune estaba entrenando a Neruneh, y se especializó en dominar a fondo un pequeño conjunto de hechizos particulares. Neruneh había determinado que ella se convertiría en una Bruja más fuerte un día siguiendo sus pasos. Una verdadera bruja era un maestro de la magia, no un gato de todos los oficios.

El canto que le estaban enseñando era {Bola de fuego}, pero a diferencia del canto normal de {Bola de fuego}, este enviaría quince bolas de fuego a la vez. Ella había visto a Keima haciendo eso mismo.

“Jejejeje. Apuesto a que un aprendiz normal de Brujaaaa nunca pensaría que la magia es flexible.”

“Bueno, la mayoría de los lanzadores de hechizos en realidad no pueden cambiar hechizos como este, por lo que realmente no estarían equivocados”. Solo aquellos que conocían el lenguaje de la magia como Keima podrían modificar los encantamientos de hechizos a voluntad. Keima podía modificar hechizos sin necesidad de cantar nada. Eso era algo que uno aprendiendo magia declararía inmediatamente imposible. Pero en cualquier caso, el encantamiento se registró en el golem.

“¿Puedo intentar escucharlooooo?”

“Haz lo que quieras, lo grabé para ti. Solo, uhhh, no dejes que ningún humano fuera de nuestro círculo te atrape”.

“¡Yaaay!” Con el permiso de Keima, ella inmediatamente levantó el Golem Recorder a su oído y reprodujo la grabación.

“■■■■■■■■■, ■■■■■■ – {Fireball}”.

“Aaaah… ¡Qué bueno! ¡Hay palabras que nunca había escuchado antes de este cantooooo! ”

El lenguaje mágico A pesar de ser llamado un idioma, apenas parecía ser coherente o estructurado en absoluto. Cada canto sonaba como un ruido blanco que no contenía palabras de ningún tipo. Al comparar un canto modificado por Kemia con el original, era casi imposible saber qué era lo mismo y qué era diferente. No importa cuántos cantos escuchara, todo sonaba igual. Pero Keima le aseguró que lo escuchó como palabras, por lo que probablemente había una estructura consistente que Neruneh y otros científicos mágicos simplemente no podían comprender. De lo contrario, no podría modificar los hechizos.

“Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… Esto solo me dio más preguntas… ”

“Solo estoy  cambiando el número en el medio. ¿Son realmente tan diferentes?”

“Uh-huuuuh”. Neruneh presionó el botón de reproducción nuevamente, escuchando el encantamiento grabado repetidamente. Ella estaba experimentando pura felicidad al aprender más sobre la magia. Lo que obligó a Keima a hacer una pregunta.

“Por cierto, Neruneh, ¿qué tan buena eres en magia?”

“¿Qué?” La pregunta la confundió. Naturalmente, ella había memorizado cada uno de los hechizos que  Keima le había enseñado hasta ese momento. Podía usarlos a todos, y era difícil de creer que Keima no lo supiera.

“Quiero decir, como una aprendiz de Bruja. ¿Cómo se compara con una bruja aprendiz promedio? ¿Tienes más maná o…?”

“Aaah… Realmente no sé cómo es la bruja aprendiz promedio… Pero, bueno, probablemente estoy allí”. Neruneh había dejado de ser normal cuando comenzó a tomar lecciones de Keima, que no era normal él mismo. Después de todo, una bruja aprendiz normal no podía lanzar catorce bolas de fuego a la vez. Le pagaban DP por su trabajo y lo usaba para comprar tantas pociones de maná como quisiera, lo que aumentaba su maná total a un ritmo rápido. Ser capaz de escuchar tantos cantos como quisiera a través de Recorder Golems también ayudó.

Sin embargo, no solo era conocimiento de hechizos. También tenía una gran cantidad de conocimiento relacionado con los círculos mágicos, gracias a los materiales de investigación que le trajeron Wataru y el herrero local Kantara. Teniendo en cuenta todos los hechizos que conocía, y no solo las variaciones de un hechizo, probablemente sería seguro decir que ya era lo suficientemente fuerte como para llamarse Bruja.

“O al menos, lo creoooo”.

“Ya veo. Tal vez debería comprar más  pergaminos  mágicos  para ti, entonces.”

“Aaah… Acerca de esooooo. Según la investigación mágica más reciente de la que me habló Wataru, la magia es realmente más fuerte cuando trabajas duro y lo aprendes tú mismo en lugar de usar un scroooll”.

“¿Huh? Bueno, sí, supongo que tiene sentido”. ¿Por qué la comida casera no sabría mejor que la comida congelada?, pensó Keima encogiéndose de hombros.

“Parece que memorizarlo tú mismo profundiza tu comprensión del discurso. Y probablemente por eso también eres tan fuerte, Maestroooo. Entonces, quiero seguir aprendiendo hechizos de ti, creo.”

Keima asintió y pensó en la magia.

“Muy bien, supongo que te enseñaré {Invocar gárgola} a continuación. Un hechizo que convoca a diez gárgolas a la vez debería ser bastante útil. Serán un buen muro si se trata de eso”.

“Probablemente no tengo suficiente maná para eso”.

En cualquier caso, un hechizo a la vez. Neruneh siguió adelante y aprendió primero el hechizo de quince bolas de fuego.