Youjo Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: Asuntos Internos

Parte 2

EL MISMO DÍA, LOS ESTADOS UNIDOS

En una habitación de la oficina de reclutamiento, el Mayor se presentó como el ocupante de la oficina y el jefe del departamento a cargo del servicio militar obligatorio, y hablaba honestamente mientras le ofrecía un asiento a Mary.

“Señorita Mary Sue, estamos muy felices de recibir su solicitud.” Su voz era tranquila, y la miró directamente a los ojos. “Pero los Estados Unidos ven la doble ciudadanía como un tema extremadamente complicado. Especialmente dadas las leyes de ciudadanía en la Alianza Entente, el voluntariado para el Ejército de los Estados Unidos podría dañar su estatus allí. Así que tengo que advertirte que, a pesar de tu juventud, es muy probable que tenga que tomar una decisión con respecto a su nacionalidad.”

Continuó cortésmente, diciendo que no tenía la intención de presionarla por la difícil decisión, pero que aún respetaba su voluntad. Las amables personas de los Estados Unidos siempre eran tan consideradas de esta manera.

Todos decía las mismas cosas amistosas a los niños refugiados de la Alianza Entente.

“Estamos contentos de que quieran ayudar, pero no necesitan preocuparse por eso ahora.”

 “¿No querría su abuela, su madre y… sí, incluso su fallecido padre que se mantuviese a salvo aquí fuera de peligro? ¿No están todos preocupados por usted?”

“Sí, pero es exactamente por eso que quiero hacer lo que pueda… proteger esta paz. Creo que puedo ayudar.”

Así que Mary explicó seriamente en sus propias palabras por qué se ofrecía como voluntaria. “Creo que debe haber algo que pueda hacer.” Apeló al Mayor para que le permitiera hacer lo que pudiera por los Estados Unidos y por la paz.

“Bueno, tiene un punto. Actualmente el Ejército de los Estados Unidos está reclutando unidades voluntarias que serán enviadas a nuestro aliado, la Mancomunidad. Esa es una forma, como usted mencionó, de proteger esta paz. Pero hay muchas otras tareas útiles y necesarias que los jóvenes pueden emprender dentro de los Estados Unidos.”

La llamada se había enviado con respecto a las Fuerzas Expedicionarias Voluntarias de los Estados Unidos para ser desplegadas en la Mancomunidad. Se dijo que estas tropas, por regla general, no intervendrían en acciones de combate, sino que estarían “estacionadas” en la Mancomunidad. Las tropas se desplegaron nominalmente en relación con las patrullas para garantizar el paso libre y los derechos civiles de acuerdo con el derecho de la guerra.

Pero todos leyeron el movimiento como un punto de inflexión, el primer paso decisivo de los Estados Unidos, por lo que Mary reaccionó de inmediato.

Corrió hacia la oficina más cercana para entregar su solicitud sólo para que le dijeran amablemente: “Es demasiado pronto”, como de costumbre.

“¿Quiere decir como una buena ciudadana de los Estados Unidos?”

“Exactamente. Los niños deben estar protegidos. Nuestra situación no es tan grave que tengamos que enviarlos a la guerra. En realidad, sólo tiene la edad suficiente para ser voluntaria. Sabes, no será demasiado tarde si se toma un tiempo para tomar una decisión.”

“¿No te gustaría intentar ser una buena ciudadana?” Preguntó. Los Estados Unidos eran lo suficientemente generosos como para interpretar la ley de manera flexible y otorgar la doble ciudadanía a los refugiados de la Alianza Entente que tenían parientes cercanos que ya eran residentes.

De esa manera, al ofrecer a los refugiados una vida tranquila y un poco de paz, les hizo un lugar. Mary comprendió que la razón por la que no querían enviar a los jóvenes a la guerra, como le explicó nuevamente, era que esperaban que los que habían acogido estuvieran a salvo.

Pero Mary podría ser voluntaria. La ciudadanía que le habían otorgado y su habilidad como maga la calificaban. Entonces ella ya había considerado su posición y llegó a su decisión.

“Lo sé. Lo pensé todo, pero efectivamente, me gustaría ser voluntaria.”

La bandera que se exhibía en el centro de la habitación no era la bandera de su patria sino de los Estados Unidos. Para Mary, no era la bandera de su hogar. Era diferente de la bandera de la Alianza Entente que la madre y el padre que amaba y respetaba habían exhibido en su casa.

Pero… era la bandera de su segundo hogar, el país que tuvo la amabilidad de acogerlos. Si mi abuela y mi madre, la familia que debo proteger están aquí… Si hay algo que pueda hacer para ayudar a detener la guerra…

“Señorita Mary Sue. Si va a la batalla, podría lesionarse. Podría morir. Podría preocupar a su abuela y a su madre.”

“… Me siento mal por eso, pero lamentaría no haber podido hecho aún más.” Ella se había preocupado por eso. Era lo único que le preocupaba. Pero obligada por su impulso interno a hacer algo, podría decir positivamente: “Eso podría ser así, pero hay algo que tengo que hacer.”

“… ¿Está segura?”

“Sí, he decidido ser voluntaria.”

En su mente, pensó en su país de origen y en la espalda de la gente mientras rezaban en la iglesia. Dolor, tristeza y un deseo de paz… Ella se entregaría por esas cosas, si eso marcara la diferencia.

Por Dios, por sus familias y por ellos mismos, harían lo que pudieran.

“Muy bien. Entonces necesita hacer un juramento a la bandera. ¿Recuerdas cómo va?”

“Sí, lo memoricé.”

“… Parece que está bastante decidida. Una vez que sea voluntaria, debe hacer lo que sus deberes militares le exijan… ¿Entiende?”

El Mayor insistió en lo que podría llamarse su confirmación final.

Como Mary entendía que él esperaba que ella cambiara de opinión, ella respondió demasiado rápido, sin dejar lugar a objeciones.

“Por supuesto. ¡Haré el juramento!” De pie, levantó una mano e hizo su juramento. Ella se comprometió a los Estados Unidos. “Yo juro lealtad…”

Era sólo una chica, el contrato de Mary Sue con los Estados Unidos. El poder tenía que ser ejercido con justicia, para que ella hiciera lo que pudiera.

“… a los Estados Unidos y sus compatriotas, una nación bajo Dios, indivisible…”

Usaría toda su fuerza para la familia que tenía que proteger, para la gente. Y para llevar a cabo la justicia de Dios.

“… y para defender su República…”

Para crear un mundo en el que nunca más tendría que experimentar la tristeza de perder familia ante el Imperio.

“… en nombre de la libertad y la justicia.”

Ella juró con su propio sentido de justicia en el que creía.

“Que Dios la proteja.”

Querido Dios, por favor, por favor, protégenos.

 Por lo tanto, con una oración sincera, Mary Sue se alistó y fue asignada con los otros magos voluntarios al 1er Regimiento de Magos de la Alianza Entente Libre Unida de los Estados Unidos.

***

24 DE AGOSTO, 1925 DEL AÑO UNIFICADO, OFICINA GENERAL DE PERSONAL DEL EJÉRCITO IMPERIAL, COMEDOR 1

La cafetería de la Oficina del Estado Mayor estableció por sí misma que las comidas que servía deben ser iguales o inferiores en calidad a las de los soldados movilizados en el campo. Debido a la prevalencia de ese conmovedor rumor alrededor del Imperio, el Comedor 1 estaba desierto como de costumbre.

Los únicos que aparecieron en la cafetería fueron los obligados por circunstancias inevitables a comer allí. Las personas, por lo tanto, en el apuro de sorber a regañadientes el horrible pseudo café se quedaron atrapados lavando sus quejas sobre su calidad con agua sin sabor o dicho pseudo café.

“Supongo que es una recompensa por la victoria. Tú y yo hemos sido promovidos. Felicitaciones, Teniente General von Zettour.”

“Gracias, Teniente General von Rudersdorf. Ahora volvamos a los negocios.”

“En efecto. En cualquier caso, este no es el lugar para una celebración.”

Y así, el horrible café ersatz puso un freno a la celebración de sus respectivas promociones a Teniente General. Cuando Zettour hizo la sugerencia práctica de volver a los negocios, Rudersdorf tampoco sintió que la atmósfera fuera adecuada para una celebración. Esa era, en pocas palabras, la cafetería de la Oficina del Estado Mayor.

“En ese caso, de acuerdo.”

Así que Rudersdorf cambió de rumbo y planteó la cuestión pendiente ante ellos, la siguiente etapa de sus operaciones.

Aunque el Ejército Republicano en el continente estaba completamente bajo control, los restos de las fuerzas que se autodenominaban Ejército Republicano Libre se mantenían en las colonias de la República. La Mancomunidad se había unido a la lucha, y la Flota Imperial de Alta Mar se enfrentaba a su armada, pero desafortunadamente todavía había una brecha bastante grande entre las dos en términos de fuerza.

Incluso si el Imperio enviara toda su flota, sólo equivaldría a la mitad del tamaño de la Mancomunidad.

Aunque el público y algunos del Alto Mando estaban entusiasmados con una invasión de la parte continental de la Mancomunidad, Zettour y Rudersdorf estaban al borde de las pocas opciones que tenían de manera realista, dado el poder de combate de su ejército.

“Dadas las circunstancias, creo que tiene sentido lanzar operaciones en el sur con el objetivo de bloquear el Mar Interior y derrotar a las últimas fuerzas Republicanas.”

Por esa razón, como parte de su plan para manejar la situación de guerra, primero consideraron una campaña en el sur contra los restos del Ejército Republicano.

Ellos demostrarían que el Imperio era capaz de enviar tropas a las colonias. Tal realidad podría inspirar al menos al Ejército Republicano y a las colonias a hacer las paces.

Para el Estado Mayor del Ejército Imperial, que ya no podía encontrar ningún punto en la guerra, esa especulación era un plan realista de compromiso para terminar la lucha rápidamente. Si pudieran arreglar las cosas sin ocupar hasta el último país hostil y simplemente negociar, eso sería más fácil.

“Permíteme hacer un punto. Entiendo lo que estás diciendo, pero nuestra nación tiene capacidades limitadas de proyección de poder, y nuestras fuerzas marítimas en el Mar Interior son igualmente estrictas.”

“Tienes toda la razón, Zettour. Por eso te pregunto.”

Mientras Zettour señalaba las dificultades y Rudersdorf aceptaba a regañadientes, ni la fuerza de la flota ni el poder de proyección del Imperio suponían siquiera una invasión en el extranjero a escala limitada. Incluso la supresión de los países vecinos era una tensión para el Ejército Imperial, ya que se creó para operaciones de líneas interiores nacionales.

“En estas circunstancias, lo máximo que podríamos hacer en el frente sur sería combatir en una escala limitada con fines principalmente políticos. ¿Eso funcionará?”

Por eso Zettour enfatizó que no podrían esperar mucho de los militares en el frente sur, diciendo que no importa cuán efectivo fuera, desde una perspectiva puramente militar, no podían esperar tener el mando del Mar Interior y poder cortar las rutas de transporte.

“Eso no es un problema. Nuestro principal objetivo es atraer al Reino de Ildoa a nuestro lado apoyándolos allí. Entiendo de dónde vienes, y no negaré una idea sólo porque no es puramente de naturaleza militar.”

En respuesta a la advertencia, Rudersdorf sonrió y dijo que aceptaría fácilmente la política como un factor limitante.

Sería un campo de batalla desgarrador, pero… incluso si fuera tan indirecta como Ábrete Sésamo en el frente del Rhine, Rudersdorf y Zettour estaban interesados en cualquier operación que fuera efectiva. Supusieron que valía la pena intentar algo útil.

“Incluso en el peor de los casos, tener un Reino de Ildoa comprensivamente neutral les diría a la República y a la Mancomunidad que podríamos amenazar sus líneas de suministro. Especialmente en las colonias. En realidad, eso es algo que necesitamos, pero…”

“¿Los problemas logísticos de siempre?” Rudersdorf preguntó con una expresión perpleja. Zettour siempre hablaba con confianza, como si estuviera leyendo una fórmula o una teoría, por lo que era raro que se desvaneciera. ¿Nuestras líneas de suministro y comunicaciones son realmente tan tensas?

“No, esos problemas los puedo superar. Simplemente no puedo evitar la sensación de que sería esencialmente un despliegue inútil. ¿Es imposible una paz limitada?”

“No pretendo devolverte tus palabras, pero ¿por qué sería imposible una paz limitada?

Simplemente hacemos lo que el Alto Mando quiere.”

Un breve silencio cayó entre ellos. Y después de meditar sobre la pregunta, ¿por qué no podemos terminar la guerra? sólo había una respuesta.

“En última instancia, supongo que el problema es que no hemos derrotado completamente al enemigo.”

Fue todo lo que pudo hacer para expresar las palabras.

No derrotar completamente al enemigo fue un error muy lamentable. Su oportunidad se les había escapado de las manos mientras estaban borrachos para celebrar su triunfo. Por supuesto, su victoria seguía siendo una victoria. Cerco, aniquilación, avance, ocupación. Todo procedió según el plan, y el Ejército Imperial había eliminado a todos sus enemigos.

Pero faltaba un elemento en su celebración: el fin de la guerra y la restauración de la paz. Ahora que la Flota Republicana que dejaron escapar se había convertido en un dolor de cabeza, gritando sobre la resistencia hasta el amargo final, la paz parecía terriblemente lejana.

Por lo tanto, los dos generales sintieron la necesidad de poner el último clavo en el ataúd.

“Si debemos hacerlo, entonces todo lo que tenemos que hacer es vencerlos. En ese sentido, si piensas en enviar tropas al continente sur como un movimiento por el bien de la paz, no es una mala idea.”

Por eso Rudersdorf declaró que no cometerían el mismo error dos veces. Simplemente derrotarían a cualquiera que se interpusiera en su camino.

“Entendido. Luego organizaré las tropas y comandantes correctos.” Las mejillas de Zettour se relajaron en una sonrisa cuando asintió en respuesta a esa respuesta segura. Aun así, algo en su rostro decía que aún algo no le sentaba bien, y repitió su comentario anterior. “Pero me gustaría que tuvieras una cosa en mente, o más bien, quiero re-confirmarlo contigo. Somos una nación con un ejército terrestre, y hemos priorizado la estrategia de líneas interiores.”

“Como usted dice. Lo has señalado muchas veces.”

El Ejército Imperial fue diseñado y equipado para moverse dentro del país. Lamentablemente, el Imperio estaba apurado por darles una capacidad expedicionaria, pero el brazo logístico del ejército había trabajado demasiado desde que comenzó la guerra, y ya había informes de obstáculos complicados.

“Así es. Es probable que ir a la guerra en un país extranjero ejerza una gran presión sobre los servicios de apoyo del ejército. Incluso si la situación del mando marítimo es diferente a la de las aguas cercanas a la parte continental de la Mancomunidad, una operación en el continente sur sigue siendo una operación en el extranjero. Tendremos que estar preparados para algunas pérdidas.” Zettour dudó, luego continuó: “Pero… por eso tengo la intención de desplegar principalmente divisiones ligeras. No planeo enviar unidades muy grandes. Has dicho que entiendes eso, así que no debería haber ningún problema.”

“Como responsable de la operación, no tengo problemas con las divisiones ligeras. ¿Qué opinas de ello?”

“No, no debería haber ningún problema.”

Sabían que sería una expedición difícil, por eso eligieron divisiones ligeras. Pero la forma en que Zettour dijo: “No debería haber ningún problema”, Rudersdorf no pudo evitar escuchar algunas dudas.

“… Mi amigo, ¿qué es lo que quieres decir?” “Debemos haber cometido un error, ¿no crees?”

La forma en que la Mayor von Degurechaff se había presentado en la Oficina del Estado Mayor, aparentemente queriendo decir algo, había permanecido extrañamente en el fondo de su mente. Él supo de inmediato que ella había dudado y regresó a su base, incapaz de decir lo que fuera.

Ahora sólo podía especular, pero casi tenía la sensación de que en ese entonces ella había querido gritarle: ¡Está cometiendo un error! Ya era demasiado tarde, pero deseaba haberla escuchado. Por eso le preguntó a su hermano de armas: ¿Nos equivocamos?

Rudersdorf, por su parte, sentía lo mismo que Zettour. ¿Nos hemos equivocado? Era un sentimiento extraño. Pero ahora que lo mencionaba, sí, era cierto.

“Estoy seguro de que lo hicimos. Recuerda que, en la guerra, tenemos un oponente, por lo que las cosas no siempre saldrán como nos gustaría. No es raro que un enemigo responda de manera inesperada, ¿verdad? ¡Eres tan bueno leyéndolos que no te equivocas lo suficiente!”

Pero, aunque Rudersdorf no negaba el error, iba a reducir sus pérdidas y no quedar demasiado atrapado en él. En la niebla de guerra, no todos los disparos podían dar en el blanco. Todo lo que podían hacer era dar lo mejor de sí, y si obtenían los segundos mejores resultados, entonces esperar algo más era demasiado.

“… Si tú lo dices. De todos modos, mantengamos la carga al mínimo.”

“Muy bien. Francamente, me gustaría tener tantas unidades de reserva disponibles en casa como pueda, por lo que sería mejor si pudieras conformarte con la menor cantidad posible.”

Zettour estaba especialmente preocupado por mantener la carga ligera, y Rudersdorf asintió con la cabeza. Ciertamente era deseable minimizar la presión sobre la logística.

“Entonces.” Continuó.

“Está bien, ¿qué tal si otra vez me das a esos tipos? Tu unidad, el 203° Batallón de Magos Aéreos.” Agregó. “Son sólo una carga de cincuenta hombres en logística, pero tienen más fuerza que el batallón aumentado habitual, por lo que sería muy eficiente.”

Como responsable de la operación, también señaló que tener una fuerza de combate móvil fácil de desplegar produciría la ventaja de un rango de uso extendido.

“… Necesito que eliminen a otros magos aéreos. Además, si la desatas sin pensar, ¡no se sabe cuánto avanzará!”

Pero cualquiera querría tener a mano un activo tan preciado. Zettour no estaba dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente.

“Ella liderará la carga. Necesito que los arruine allí abajo.”

Déjame tenerlos. No. Vamos, déjame tenerlos. El intercambio entre los dos generales casi continuó para siempre, pero finalmente la terquedad de Rudersdorf valió la pena.

“Bien. Lo arreglaré. Ahora bien, me voy a la próxima reunión para dar una notificación formal de esto. ¿Qué hay de ti?”

Mientras Zettour se quejaba de más arreglos que eran un dolor de cabeza por hacer, Rudersdorf lo dejó entrar por un oído y salir por el otro y pasó al siguiente tema.

“Lo siento, te dejo esto a ti. Me gustaría inspeccionar nuestras tropas, suponiendo que nos dirigimos a una pelea con la Mancomunidad.”

“Entendido. Déjame saber lo que descubres.”

“No hay problema.”

“Excelente. Entonces, ambos hagamos que esto suceda.”