Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: El Caballero Genio y el Caballero Fracasado

Parte 8

– Eso debería hacerlo.

Ikki trató a Stella con el kit de emergencia de su cajón.

– Eres bastante bueno.

– Yo puedo hacer como mínimo esto, al tener que vivir solo desde la secundaria…

…Bien, no es como si alguien me ayudara mientras vivía en esa casa…

Mientras Ikki suspiraba, Stella dijo algo raro.

– …Escuche acerca de ti. Por parte de la directora.

– ¿Sobre mí?

– Acerca como fuiste tratado en la escuela, incluso por tu familia.

– ¿Qué…? ¿Por qué esa persona siempre divulga los asuntos delicados de la familia de alguien más? Disculpa, probablemente no fue una historia agradable.

– Eso no es todo… En lugar, quiero que me lo digas.

– ¿Decirte qué?

– ¿Cómo puedes esperar en convertirte en caballero cuando todos te tratan tan mal?

– … ¿Por qué quieres saberlo?

– No es como, definitivamente no es que quiera saber más acerca de ti. ¡No seas presumido! Solo quiero saber porque un novato con tan poca magia quería aun ser un caballero. Eso es lo que tengo curiosidad por saber.

– Decir algo tan terrible directamente en mi cara… de alguna forma se siente refrescante.

…Bien, su historia no era realmente valiosa para ocultarla. Ikki estaba un poco avergonzado para contarla, pero ya que Stella quería oírla, él no podía rechazarla.

– Hay una persona a la que esto tratando de alcanzar.

– ¿Una persona?… ¿Te refieres al samurái Ryouma?

Un héroe bien conocido, que cualquiera de la Familia Kurogane imitaría… Ikki pensó que ese nombre naturalmente surgiría.

– Sí, tienes toda la razón. Nunca he tenido talento, por ello mis padres y parientes me han rechazado desde que era joven. Mi familia tiene un linaje de héroes que se remonta hace generaciones, donde los niños sin talento son una carga. No fui permitido participar en las clases de magia de mi familia. En vez de un asiento en las fiestas de año nuevo, estuve encerrado fuera de la vista de todos cada año.

«Aquellos quienes no pueden hacer nada, no deberían hacer nada.»

Sus padres dijeron eso en su quinto cumpleaños y el padre de Ikki nunca pronunció una palabra o volteó para mirarlo de nuevo. Dado que la cabeza de la familia determinaba la posición de la familia entera, Kurogane Ikki era tratado como ‘alguien que no existía’ por todos los demás.

…Era lo suficientemente doloroso que el honestamente quería morir.

– Pero en aquel entonces, Ryouma-san me hablo.

Incluso ahora, Kurogane Ikki claramente recordaba ese día. Era Año nuevo y la familia entera estaba reunida, pero el feriado no significaba nada para Ikki. Escuchando las alegres risas a pesar de estar encerrado hizo de su estancia bastante dolorosa, entonces se escabullo a la montaña detrás de la mansión de la familia.

Sin embargo… él se perdió. El sol pronto se ocultó y el aire frio comenzó a resoplar. La suave nevada se convirtió en una tormenta de nieve.

Nadie vino a buscarlo. La razón era obvia, de todas formas ¿Quién ayudaría a un niño que no existía? Incluso si Ikki se congelaba hasta morir ni sus padres ni sus parientes se afligirían.

En esa familia, solo su hermana estaría devastada si el muriera… pero ella era la única persona.

Mientras pensaba eso, no podía dejar de llorar. No porque no tenía talento, sino porque nadie creía en él.

… Fue entonces que Kurogane Ryouma, un hombre de la tercera edad con un largo y blanco bigote imperial, apareció ante Ikki. Él dijo al lloroso Ikki… que debería valorar esas lágrimas.

Esas lágrimas eran prueba que Ikki no había renunciado a sí mismo.

«Escucha chico. Sigues siendo un mocoso ahora. Cuando crezcas, no te conviertas en un adulto aburrido como esos muchos que glorifican algo tan inútil como el talento. No te conviertas en un adulto débil que se rinde sin intentarlo y lo llama madurez. Conviértete en un adulto que camina muy por delante que ni siquiera pueden rastrear sus pasos. Un hombre puede alcanzar cualquier meta siempre y cuando él no se rinda. Después de todo, La humanidad una vez voló a la luna a pesar de no tener alas.»

El anciano le dijo esas palabras con una sonrisa juvenil, y sacudió la nieve que estaba sobre la cabeza de Ikki.

– …Estaba… contento. Esa fue la primera vez que alguien me dijo que no tenía que renunciar a mí mismo. Sabía que esas eran simplemente palabras y que él no garantizaría nada acerca de mi futuro, pero incluso si eran solo palabras esas me salvaron.

– Entonces decidí en ese momento. Si tengo que crecer, voy a crecer para ser como él. Y si alguna vez encuentro a alguien en la misma situación, entonces a diferencia de mis padres, diría ‘No tienes que rendirte’. Aunque, en este momento no soy tan bueno. Tengo que volverme más fuerte como ese hombre o mis palabras no son más que los clichés de un debilucho. Es por eso que simplemente no puedo rendirme en un lugar como este. Si quiero volverme tan fuerte como Kurogane Ryouma, entonces ganar en el Festival Sword–art, es lo menos que debo hacer.

– … ¿Es así entonces? Entonces ese es el sueño de Ikki.

– ¿Piensas que es inútil?

Dio en el blanco. La expresión de Stella torpemente se confundió. Ella realmente pensaba que el sueño de Ikki era maravilloso, pero para alcanzarlo…

– …No tienes que decirlo, o tampoco hacer esa cara. Sé que no es algo que puedo hacer fácilmente. Pero aun así… Stella san, si tú tienes un sueño tú no puedes solo abandonarlo y si alguien te dice ‘Es imposible para ti, solo ríndete’, entonces…
¿obedecerías tranquilamente?

– Ah…

Los ojos de Stella se abrieron completamente. Sus pupilas color escarlata brillaron, como si finalmente entendieran algo. Como si aceptaran algo.

– Fufufu. Ahahaha.

La Mirada arrepentida de Stella se desvaneció y ella estallo en risas.

– Si, es correcto. No me rendiría. Incluso si estoy quemada gravemente, de ninguna manera me rendiría.

Después de oír las palabras de Ikki, Stella recordó que ella era la misma hace años.

– Entonces esa es la razón. Es verdad, no necesitamos preocuparnos sobre el logro de nuestros sueños. Si mis esfuerzos son inútiles, incluso después de que he dado todo de mí, entonces eso es todo, pero no podemos decidir si vamos a tener éxito antes de que intentemos.

– Exactamente. No importa cuánto talento me falte y cuántas personas me digan que soy un inútil, no voy a renunciar por esas razones. Sobre todo porque no me gusta perder.

– Aunque no pensé que había alguien más que odiaría perder tanto como yo.

Diciendo eso, Stella empezó a reírse de nuevo. Era increíble… pero al mismo tiempo hermoso.

Ella se relajó y alzó sus manos.

– …Aaah, Perdí. Estaba totalmente distraída acerca de nuestras clasificaciones como genio y fracasado y no vi el verdadero tú. Era imposible para mí ganar con esos tímidos e impertinentes en primer lugar. Es mi completa derrota Ikki.

Las palabras de Stella eran de alguna manera librantes. Ella ya no tenía más dudas sobre el consejo de Kurono. Ikki era una persona que compartía el mismo espíritu y era más fuerte… eso era exactamente porque ella podía aprender de él y si ella lo seguía ella seguramente se volvería más fuerte. Con convencimiento honesto, desde el fondo de su corazón, Stella estaba agradecida por conocer a Ikki. ¿Cómo podría no estarlo, cuando ella cruzo el mundo por esto?

E Ikki, después de ver su refrescada expresión, sintió que Stella había comenzado a entenderlo. Ella parecía satisfecha con sus respuestas. En ese caso…

– Entonces, ya que pareces lo suficientemente convencida… ¿podríamos discutir otro asunto importante?

– ¿Huh? Importante, ¿Cuál?

– Bien, lo que quiero decir… Yo gané el duelo, ¿verdad?

– Claro. Aunque odio perder, No soy tan terca para negarlo cuando sucede.

– Entonces eso significa que Stella es mi esclava desde ahora en adelante, ¿verdad?

– ¿…Eh?

Los ojos de Stella de repente se hicieron más grandes, como una paloma disparada con una bolita.

– ¿No recuerdas que hicimos una apuesta? El perdedor se someterá al ganador de por vida y obedecerá cualquier tipo de orden.

– ¿¡…!?

Al instante, la tez de Stella se puso roja, luego palideció al blanco azulado. Parecía que se olvidó completamente de la apuesta debido a que muchas cosas habían sucedido.

– Ya que gané, la primera orden es…

– Fu, eso eso eso fue, eso… un decir y como, me emocione demasiado, y…

– Nn… me pregunto qué voy a ordenar primero. Vas a obedecer todo, ¿verdad?

– ¿Todo? N-No, eso es, e-e-eso es, dije que voy a hacer todo, pero ¡Todo no está bien! Totalmente no, ¿verdad?

Stella se sumergió en la esquina de su cama y se cubrió con las cobijas, como si tratara de ocultarse de Ikki. ¿Qué dijo acerca de no ser irrazonablemente terca?

– ¿Eh? Entonces Stella-san, ¿te vas a retractar de tu palabra?

– Ugh…

– Si tú estás indispuesta, entonces está bien. Ahh, esta princesa Vermillion no puede mantener sus promesas.

– Aa. Ugh…

– Que decepción.

-¡Es-espera un minuto!

Como se esperaba, Stella reaccionó a la burla desvergonzada de Ikki. Quitándose lentamente las cobijas, ella miro a Ikki con ojos a medio llorar.

– ¿Quién dijo que no las mantengo? ¡Está bien! Voy a convertirme en tu esclava. Voy a hacer todo lo que quieras. ¡También voy a hacer cosas indecentes! ¡Pervertido, Idiota! Te odio.

– ¿Estás enojada?

…Bien, quizás fui un poco lejos.

Ikki quería enseñar a Stella que una chica no debería apostarse a sí misma tan fácilmente, pero parecía que se le había pasado la mano. En primer lugar, Ikki nunca intento hacerla su esclava. Si tenía que solicitar algo, entonces…

– Entonces aquí va una orden, Stella-san, se mi compañera de cuarto.

…Esto sería para ellos vivir en esta habitación juntos.

– Eh… eso es… ¿eso es todo?

– Si. Estaba pensando mientras peleábamos que podíamos ser capaces de llevar una relación pacífica y también quería volverme amigo de Stella-san. Más que una orden, es una solicitud.

Ikki quería saber mucho más de esta chica cuyo espíritu se parecía al de él. A sus palabras…

– Fuah…

La chica que estaba pensando en cosas extrañas sintió que su cerebro se derramaba.

– T-Tu, justo… me estas… llamando bonita… y quieres que seamos amigos… a una princesa soltera como si no fuera nada. En serio, realmente no tienes delicadeza en lo absoluto…

Quizás ella ya no podía mirar directamente a Ikki. Incluso sus orejas se hicieron rojas mientras desviaba su mirada. Por otro lado, Ikki tomo esa reacción como enfado.

– Ah, ¿entonces no quieres? Vivir juntos con un chico, lo siento por decir algo tan grosero. Vamos a buscar a la directora. Si preguntamos, ella probablemente te dará al menos otra habitación…

– ¡Es-Espera!

Stella agarro a Ikki quien estaba a punto de irse.

– … Está… bien.

– ¿Eh?

– Di-Dije que… no me importaba.

– ¿Eh? ¿En serio? ¿Entonces está bien?

– Voy a decirte esto, pero es solo porque es una orden. Voy a estar preocupada si tú piensas que una princesa de Vermillion es una mentirosa… ¡Eso es todo! No estoy haciendo esto porque quiera ser tu amiga.

Stella se levantó lanzando miradas por todo el lugar. Ella realmente se expresó con rodeos…. Pero Ikki entendió a lo que ella estaba accediendo. Eso lo hizo muy feliz.

– Entonces llevémonos bien desde ahora en adelante, Stella-san.

– …No se puede evitar, entonces estaré bajo tu cuidado… hmph.

Stella apretó su mano mientras miraba hacia el otro lado. Su mano era mucho más pequeña de lo que él había imaginado y mucho más cálida.

Justo cuando ellos finalmente resolvieron el asunto del compañero de cuarto, la campana del dormitorio sonó. Era la señal para las ocho en punto.

– Maldición. Parece que me dormí un poco. Esto es un problema.

– ¿hay algo mal acerca de que sea las ocho en punto?

– Aquí los comedores, cierran a las ocho. ¿Qué voy a hacer con la cena…?

«El toque de queda es a las nueve, entonces debería ir al supermercado y comprar algo. Pero me duele mi cuerpo después de usar el Ittou Shura, así que realmente no quiero cocinar…»

Ikki se encontró a sí mismo en un dilema. Era miedoso al pensar, que pasaría si él se cortaba un dedo.

Stella propuso una solución con una voz extrañamente excitada.

– Si eso es todo, entonces voy a preparar algo.

– ¿Eh? ¿Eso está bien?

– Lo que quiero decir es, Ikki es… de cierto modo… a la fuerza, mi amo… y cocinar cuando el amo quiere una cena es el deber de una sirvienta.

– …Mmm, ¿podemos olvidarnos de esa conversación acerca de ser una esclava?

– ¡Es-Eso no está bien! ¡La realeza nunca se retracta de lo prometido! En-Entonces, deja de ser reacio y déjame que te sirva.

Ella era una gran escandalosa sirvienta. Y para ser honesto, Ikki estaba en la edad cuando la cocina casera de una chica era bastante atractiva.

– Entiendo. Entonces vamos juntos al supermercado más cercano. Voy a hacer al menos las compras, Stella-san.

– Mu…

… ¿Huh? ¿Por qué está haciendo pucheros este momento?

– …Eso no está permitido.

– ¿Qué cosa?

– Lo de ‘Stella-san’. Ikki es el amo aquí y encima de eso eres mayor, entonces no es raro para ti añadir un ‘-san’. Para de hacer eso.

– Eh… no debería. Quiero decir, Stella-san es realmente una princesa…

– ¿Y quién es el que quiere ser amigo de esta princesa?

– Uh…

– ¿No es raro para los amigos ser tan formales?

Bien, eso es de hecho el caso, pero…

– ¿No es raro también para los amigos ser amo y esclavo…?

– Este es un problema… ese es otro.

– ¿¡Eeeehhh!?

– ¡De todos modos!

Stella señaló la punta de la nariz de Ikki con un dedo.

– Ya no voy a hablarte si no me llamas Stella.

Ella declaró eso en una forma adorablemente enojada, pero al mismo tiempo ella sonaba avergonzada. Ikki no podía hablar a una princesa tan casualmente… pero era verdad que ellos deberían volverse amigos, entonces negarse a ella ahora sería malo también.

– … Lo entiendo, Stella.

Al final, Ikki se dio por vencido. O más bien, Stella había estado guiándolo a través de la conversación por un tiempo. ¡Que grandiosa sirvienta era!

Pero…

– Si, entonces vámonos, Ikki. Aun no se mucho sobre Japón, entonces asegúrate de escoltarme apropiadamente.

– Si, sí.

…Pero aunque él dijo su nombre sin ninguna formalidad en lo absoluto, si eso la hacía tan feliz, él tendría que llamarla de esa forma de ahora en adelante. Cautivado por la sonrisa de Stella, Ikki sonrió e hizo esa elección.