Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 10

Bonus 2: Una Escena Del Banquete

En la primera noche del banquete organizado por el Reino de Galarc, cuando se presentó por primera vez a Satsuki, Miharu se paró junto a Río con Liselotte, los tres moviéndose juntos.

Había un flujo constante de nobleza que los recibía, por lo que aún no se habían movido desde el comienzo del banquete, recibiendo a un noble tras otro en el piso superior.

El invitado principal de la noche era el héroe, Satsuki, por lo que había estado captando la mayor atención, pero Miharu había captado casi tanta atención de los nobles. Si bien parte de la razón fue porque era amiga de Satsuki, su elegante belleza también jugó un papel importante.

“Dios mío, qué vista tan maravillosa. Ese pelo negro de tal doncella…”

“En efecto. Tanto el resplandor de Lady Satsuki como la elegancia de Lady Miharu: debe haber muchos jóvenes que se enamoran de ellas”.

Los nobles de mediana edad con familias elogiaron a Miharu con asombro. Muchos de los nobles se habían enamorado de su belleza exótica, que rara vez se veía en la región de Strahl, y la miraban con miradas ardientes. Pero al mismo tiempo, Río estaba generando envidia por ser atendido tanto por Miharu como por Liselotte, una de las solteras más bellas del Reino de Galarc.

Las miradas que puedo sentir… probablemente no sean solo mi imaginación.

Rio pudo adivinar la razón detrás de la mayoría de esas miradas y esbozó una sonrisa de dolor. Liselotte también debe haberlo notado, pero estaba acostumbrada a tales situaciones y se veía perfectamente tranquila. Mientras tanto, Miharu todavía no parecía notar las miradas calientes.

“¿Qué pasa, Haruto?” Miharu inmediatamente notó que Rio la miraba y habló. Estaba un poco sorprendido de lo consciente que Miharu había estado de su mirada, pero sonrió de todos modos.

“No es nada. ¿Estás cansada?”

“Estoy bien”, respondió Miharu con una sonrisa. Verla sonreír de cerca hizo que una emoción indescriptible creciera dentro de Río. Si era Amakawa Haruto o Rio, no lo sabía.

“Es bueno escuchar eso”, respondió Rio con una sonrisa, ocultando los sentimientos que residen en su corazón.