Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 9

Bonus 3: Querer Algo

Era el año 996 de la era santa.

Ubicado en Beltrant, la capital del Reino de Beltrum, fue el laboratorio subterráneo de investigación de Celia, ubicado debajo de la torre de la biblioteca de la Real Academia.

“Felicitaciones por subir de grado, Río”.

“Muchas gracias profesora.”

Rio había alcanzado un nuevo año escolar, por lo que estaban celebrando su ingreso al sexto grado de la división primaria.

“Ya tienes doce años, eh… El tiempo vuela”, dijo Celia con un tono emocional.

“Si. Estos últimos cinco años pasaron rápidamente”.

“Ha pasado tanto tiempo desde que nos conocimos…”

“Finalmente llegué a la misma edad que tú cuando nos conocimos”.

“Lo que me hace diecisiete… Ugh, solo tres años más hasta que tenga veinte”.

La edad ideal para el matrimonio de las mujeres nobles era desde la adolescencia hasta los veinte años. Recordando eso, la cara de Celia se oscureció ligeramente con el ceño fruncido.

“Todavía eres joven, profesora”, se rio Rio.

“¡Hmph! ¡Esto no es cosa de risa!” Celia hizo un puchero, mirando a Río con una mirada de reproche.

“Lo siento. Te preocupa algo de lo que no tienes que preocuparte, así que no pude evitarlo”.

“…Eso no es cierto. Las chicas de la misma edad que yo ya se han casado, y he pasado estos últimos años en mi laboratorio de investigación cada vez que no estoy enseñando. Incluso sé que mi vida de investigación es bastante aburrida”, dijo Celia, riéndose de sí misma con desprecio.

“Así es como eres. ¿Qué está mal con eso? Además, me divertí mucho en el tiempo que pasé contigo en tu laboratorio de investigación. ¿Estás diciendo que no lo hiciste?”

“Ponerlo de esa manera no es justo. Por supuesto lo hice…”

Por supuesto que se había divertido. Celia se sonrojó y evitó la mirada de Rio.

“¿Por supuesto?”

“P-Por supuesto que me he divertido. Me estoy divirtiendo en este momento”, respondió Celia con timidez.

“Gracias a dios. Si estuvieras toda seca y marchita, entonces yo sería lo mismo”.

Rio sonrió con una sonrisa feliz. Fuera de su tiempo estudiando y entrenando, prácticamente siempre estaba bajo tierra con Celia en su laboratorio.

“… Creo que podrías actuar un poco más según tu edad, Rio. Tienes una visión extrañamente filosófica sobre las cosas cuando deberías parecerte más a otros niños de tu edad”.

“Incluso si me dices que actúe como los otros chicos…”

“Por ejemplo, ¿hay algo que quieras? Quería darte un regalo para celebrar el nuevo año escolar, pero no sabía lo que te gustaría”, dijo Celia.

“No, pero aprecio el pensamiento”, Rio se negó reflexivamente.

“¿Ves? Eso es lo que quiero decir. Los niños normales estarían aprovechando esta oportunidad para rogar por algo… No es necesario que te detengas. Intenta decir lo que quieres honestamente, solo por hoy. Si puedo conseguírtelo, lo haré. Siempre me estás cuidando, así que también será gracias por eso”, insistió Celia.

“Aun así…” Río todavía intentó negarse, pero no parecía que Celia estuviera dispuesta a aceptar eso en este momento. Rio pensó en lo que quería en su situación actual.

Entonces, después de un momento… “… En ese caso”, comenzó.

“¿En ese caso?” Celia miraba la cara de Rio expectante.

“¿Podría darme algo de su tiempo en el futuro, profesora? Para gastarlo así, beber té y conversar “, solicitó Rio, devolviendo la mirada a la cara de Celia. Celia parpadeó sin expresión por varios momentos.

“… ¡P-Pero eso es lo que siempre hacemos! ¡Pedirlo en el futuro es…!” ella gritó estridentemente, las mejillas se pusieron rojas.

“Entonces, por favor, dame aún más de tu tiempo. Quiero que este tiempo sea de rutina para nosotros… porque considero que es un gran lujo. ¿Eso está bien?” Rio dijo, mirando de cerca la cara de Celia.

“Uh…”

Fue casi como una confesión, pero el propio Rio no se dio cuenta. A pesar de comprender que no era así como lo había querido decir, Celia no pudo evitar sonrojarse.

“… M-Muy bien. Si estás de acuerdo con algo así, entonces te daré mi tiempo”. Con su orgullo y dignidad como mujer mayor, Celia se mordió el labio y mantuvo una disposición tranquila mientras asentía.

“Muchas gracias.” Rio se veía bastante feliz mientras le daba una sonrisa brillante.