Amagi Brilliant Park

Volumen 8

Capítulo 5: Justo A Tiempo

Parte 4

La visión otorgada por el reloj de Bacross terminó allí.

“……” Seiya se derrumbó en el suelo. Sintió náuseas. Soltó un par de veces en seco y luego tragó saliva.

“Impactante, ¿eh, Baku? También me enfermó un poco, baku.”

“Ese era… ¿yo?” Preguntó Seiya, horrorizado.

“Parece que sí, Baku. Y esto está casi completamente encerrado, baku.”

“¡Eso es ridículo!” Seiya estalló. “Esa… esa impotencia… ¡No soy tan incompetente! ¡Esto es ridículo!”

Bacross se desplomó mientras le gritaba. “No sé lo que quieres que diga, baku. Este futuro es tuyo, Baku. Es así porque elegiste que fuera así”.

“Eso no puede ser cierto”, protestó Seiya. “Si el negocio del nuevo parque fuera tan malo, habría salido de allí antes”.

“Piensas eso ahora… pero no sabes lo que pensarías dentro de años”, señaló Bacross. “Tal vez hubo otras circunstancias en juego que la visión no te mostró”.

“¡No puede ser un problema de dinero! ¡Si pongo mi magia en la tarea, podría cambiar toda la economía japonesa!” Esa declaración no fue solo un farol; Puede ser realmente cierto. Seiya sabía lo que podían hacer sus poderes: tenía el poder de leer los pensamientos de los demás. También podía obligar a las respuestas, y hacerlo tantas veces como quisiera. Podía leer la mente del Ministro de Hacienda o del presidente del Banco de Japón, si quisiera. E incluso sin llegar tan lejos, podría hacer una matanza en el mercado de valores; lo había planeado todo, y estaba listo para ponerlo en práctica si las finanzas del parque alguna vez comenzaran a sufrir.

Por ahora, sin embargo, no había usado su magia para ganar dinero. Era estrictamente una cuestión de conciencia y orgullo. Bueno… y una cosa más.

“No sé la naturaleza de tu magia, baku”, le dijo Bacross. “¿Pero estás seguro de que siempre estará disponible para ti?”

“Yo…” Seiya no estaba segura de qué decir. Bacross tenía razón; no tenía ninguna garantía de poder usar su magia para siempre. ¿Estaría con él toda su vida? ¿O se iría mañana? No tenía forma de saberlo.

Seiya le había preguntado a Isuzu sobre eso antes, pero los registros no ofrecían mucha información. Algunos perdieron sus poderes en unas pocas semanas, mientras que otros los conservaron durante una década o más. Sin embargo, casi no quedaban casos de tal magia para toda la vida. Incluso podría tener un número establecido de usos…

Esa era una posibilidad que había comenzado a considerar últimamente. Desde que supo que podía obligar a las personas a responder, comenzó a preguntarse si podría haber algún otro precio por el uso de su magia. Por eso se había vuelto más cauteloso sobre el uso de su magia últimamente, y era la otra razón por la que no estaba usando su magia para ganar dinero. Por supuesto, tenía toda la intención de usarlo si tenía que…

“Es cierto que no… sé cuánto tiempo podré usarlo”, admitió Seiya con cierta dificultad.

“Tal vez resulte que en el futuro, ya no puedes confiar en tu magia, baku”.

“¡Incluso entonces, no sería tan estúpido! ¡Si mi negocio estaba fallando, me ocuparía mejor de las cosas!” Insistió Seiya. “¡No haría trabajar a Moffle hasta la muerte! ¡Iría a trabajar yo mismo y me aseguraría de que al menos Latifah e Isuzu pudieran vivir cómodamente! Si no pudiera hacer eso aquí,
¡me mudaría de regreso a la ciudad! ¡No tiene sentido!”. Podría alquilar una tienda en la ciudad y abrir un club. Traería gente; Todos serían felices. También obtendría muchos ánimos de esa manera. Necesitaría solo unos pocos empleados, pero organizaban espectáculos todos los días y a la gente le encantaría. Eso debería ser suficiente para mantener a Latifah con buena salud. Seiya siempre había archivado ese plan como último recurso.

Pero Bacross le habló a Seiya con ojos tranquilos. “Realmente eres un mortal, baku”.

“¿Qué?”

“¿Sabes qué es animus, baku?”

“Creo que sí”, respondió Seiya. “Son sentimientos humanos de alegría, ¿verdad? Ustedes, tipos de hadas, se alimentan de eso, y eso los sostiene.”

“Sí, pero no es tan simple como eso, baku. Hay muchos tipos diferentes de ánimos. ¿Tú lo sabes?”

“Sí, sé un poco…” Parecía, al menos, que había muchas formas de alegría: la alegría de ver una historia de amor y la alegría de ver una película de terror eran similares, pero no idénticas.

“Hay muchos tipos de animus, baku. Tantos tipos como elementos nutricionales como proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas, hierro y sodio en los alimentos, baku”.

“Eso tiene sentido”, dijo Seiya.

“Lo que significa que también hay requisitos para el animus, es decir, la nutrición, que tu princesa necesita. Es el enojo que has estado tratando de mantener en el negocio lo que lo produce, ¿verdad? Lo que significa…”

“……” Fue fácil para Seiya ver a lo que Bacross se refería, y sintió un escalofrío recorriendo su columna vertebral. Un club no funcionaría; Tenía que ser un parque de diversiones. Tenía que ser la alegría de los invitados que entraban por la puerta, que veían algo realmente maravilloso, con los ojos muy abiertos, gritando de alegría. Tenía que ser el tipo de sentimiento que podría hacer que incluso un joven cínico, sí, un joven como Seiya, lo mirara con asombro cuando entrara. Eso es lo que se necesitaba.

No sabía cuál era ese sentimiento, en términos de animus. ¿Fue proteína? ¿Carbohidratos? Bueno, no importaba… clubes, salas de juego, cines, jaulas de bateo, todo eso traía alegría, pero no eran lo mismo. El ánimo que Latifah necesitaba tenía que venir de un parque de diversiones.

Por eso el viejo se quedó allí, ¿verdad? Seiya se preguntó. ¿Por qué se quedó, indefenso encerrado en ese futuro? “No”, negó en voz alta, sin dejar de discutir. “¡Esa no es razón para pasar décadas deambulando sin rumbo, sin un plan!” ¡Tendría toneladas de opciones! ¡Podría comenzar otro parque de diversiones en otro lugar! ¡También encontraría una forma de obtener dinero! Soy una persona extremadamente ingeniosa…

“Ahora lo estás, baku”, dijo Bacross con una voz que parecía haber envejecido décadas en un instante. “El Seiya de diecisiete años. El Seiya que está bien con solo cuatro horas de sueño. El Seiya que puede comprender fácilmente cómo funcionan las nuevas aplicaciones. El Seiya que puede comer diariamente en tiendas sin efectos adversos.”

“……” Seiya no había considerado estos factores.

“El Seiya que cree que pase lo que pase, mañana puede ser mejor que hoy”, continuó Bacross. “El Seiya con un cuerpo y una mente sanos, con un mundo que siempre ha estado de su lado, que nunca ha conocido lesiones o enfermedades graves… ese Seiya”. No hubo burlas en la voz de Bacross, y gradualmente, comenzó a sonar como si estuviera leyendo un guion. “Algún día, sus poderes también disminuirán. No sabes cuánto tiempo podrás usar tu magia. Y con el tiempo, perderás a todos los aliados en los que confíes, baku”.

Seiya pensó en las quejas del ‘viejo contador de tiempo’ de Moffle y los demás: dormirían toda la noche y aún se levantarían cansados. Les costó mucho memorizar un guion. No podían comer cosas grasas, como la barbacoa coreana, como solían… y otras cosas. Lo había descartado todo como irrelevante para él, suponiendo que fueran simplemente patéticos e inferiores. ¿Pero dónde estaba la garantía de que él no terminaría así, él mismo?

“No hay manera…” murmuró Seiya, sintiéndose enfermo. Su cabeza estaba nadando. Respiró hondo, pero no ayudó mucho; su respiración todavía era desigual.

Espera espera espera. Ese hada, Bacross… ¿podría ser en realidad un agente de Kurisu, del mago Idina? Seiya se volvió hacia Bacross y usó su magia. “¿Qué… qué estás planeando?”

“¿Planeando? Qué pregunta más grosera, baku”. Al mismo tiempo, los pensamientos de Bacross vinieron a él: no estoy planeando nada, baku. Simplemente no quiero ver que la tragedia se repita en el parque de diversiones donde hice mi hogar, Bakú. Era la primera vez que Seiya usaba su magia en Bacross, por lo que no perdió ningún recuerdo importante sobre él.

“… Está bien, lo entiendo.” Seiya tomó otra respiración profunda. Estaba empezando a calmarse un poco. “Supongamos… supongamos… que ese era mi verdadero futuro. ¿Hay alguna forma de evitar esa tragedia?”

“No sé”, admitió Bacross. “Ese es el problema, baku”.

“Ahora que he visto el futuro”, preguntó Seiya, “¿puedo usar lo que he aprendido para cambiarlo?”

“Normalmente, podrías. Es por eso que solo muestro a la gente sueños del futuro cercano, baku. Pero eres diferente. Es posible que pueda cambiar muchos pequeños detalles, pero igual saldrá más o menos igual, baku”.

“¿Qué pasa si no me mudo aquí? ¿Evitaré ese futuro entonces?”

Bacross tristemente sacudió la cabeza. “Terminarías con un destino similar. Incluso si no te mudas, tu parque de atracciones cerrará algún día. Se cerrará incluso si encuentra una nueva parcela de tierra para trasladarla”.

Seiya recordó el correo electrónico que había recibido del otro agente de bienes raíces la otra noche; no había otras propiedades realmente buenas disponibles. Esa escasez de opciones fue la única razón por la que Sanami Lake incluso parecía aceptable. Tomar uno de los otros candidatos podría terminar llevándolos a un destino aún más triste.

“Entonces, ¿qué debo hacer?” Seiya se preguntó.

“Te lo digo, no sé, Bakú”.

“Entonces, ¿por qué me enseñaste esto?”

“Si alguien estaba enfermo y no se daba cuenta, se lo dirías, baku. Creo que tu maná y mi habilidad resonaron y causaron un futuro lejano que normalmente no vería manifestar, baku”.

“¿Está escrito en piedra?” Seiya quería saber.

“Las partes que has visto más o menos lo son, baku”.

“¿Más o menos?”

“Sí. Más o menos.”

“¿Es ese el…‘puedes hacer pequeños cambios ’más o menos’?” Preguntó Seiya.

“No, baku. Es el ‘más o menos’ que permite que diferentes acciones conduzcan a un resultado totalmente diferente, baku”.

“Pero entonces cómo-”

“Sigo diciéndote, no lo sé, ¡Bakú! Realmente eres estúpido, ¿no? ”

Seiya ya no tenía la energía para la ira, así que en cambio, cruzó los brazos y se sacudió el cerebro lo más fuerte que pudo. No tenía pruebas de que este futuro fuera real. Si Kurisu, también conocido como Idina, podría manipular sus propios recuerdos, entonces ¿no podría plantar recuerdos falsos en Bacross, causándole que muestre un futuro falso?

Nuestros enemigos no querrían que nos mudáramos al lago Sanami, después de todo, razonó. No sería sorprendente verlos para tratar de detenernos. Por otro lado, ¿qué pasaría si esta no fuera una de las tramas de Idina? Eso aumentaría la credibilidad de la visión futura. El Seiya de hace seis meses, de una época anterior a AmaBri, lo descartaría como una alucinación, pero las cosas eran diferentes ahora.

Seiya acababa de usar su magia para aprender la motivación de Bacross. Sabía que el tapir no estaba haciendo esto para atormentarlo, ahora, lo que también significaba que podía poner cierto grado de fe en la explicación de Bacross. ¿Fue falso? ¿Cierto? No había forma de estar seguro, en este momento, lo que significaba que efectivamente no sabía nada. La visión del futuro no fue de ninguna ayuda.

“Pareces preocupado, baku”, observó Bacross.

“…… Lo estoy. También tuve una noche difícil anoche, así que de todos modos estoy realmente cansado”.

“¿Mi ayuda no fue bienvenida, Baku?”

“Si no. No lo sé”. Seiya escuchó una campana sonando cerca; sonaba como un despertador.

“Ahh. Es hora, bakú”. Bacross, que había estado sentado en un banco, ahora se puso de pie.

“¿Hora?” Preguntó Seiya confundido.

“Sí. Hora de mi monos, bakú.”

Seiya estaba en shock. “¿Qué dijiste?”

“Soy parte del elenco aquí en Sanami Amusement Park, Bakú. Me quedé aquí incluso después de que cerró, baku”, explicó Bacross. “Doy sueños a los exploradores urbanos y a los hombres de mantenimiento que vienen de vez en cuando y se las arreglan para obtener algo de ánimo de esa manera, pero estoy al final de mi cuerda, Baku”.

“Pero… ¿no hay algo que podamos hacer? Ven a mi parque,” ofreció Seiya. “Podemos permitirnos contratar a una persona más y-”

“Gracias, baku. Pero si pudiera hacer eso, me habrían contratado en otro lugar hace mucho tiempo. No puedo dejar este lugar, baku”.

“¿Por qué no?”

“He hecho demasiados recuerdos con los invitados”, le dijo Bacross. “Si me voy, desapareceré en el acto, Bakú”.

“Espera”, protestó Seiya, “no entiendo”.

“Es lo que sucede cuando nos quedamos en un lugar durante mucho tiempo, baku. ‘Rooteamos’, como dirías”.

“Eso es ridículo, ¡hey!”

La forma de Bacross comenzó a volverse translúcida, y las chispas de luz comenzaron a desprenderse de él. “Está bien. Hice muchos recuerdos alegres y pude ser útil por última vez, baku. No tengo excusas.”

“¡Oye! ¡Espere! Necesitas-”

“Creo que puedes cambiar tu futuro, baku. Pelea —le aconsejó el tapir. “No huyas”.

“¡Hey!”

“Adiós”. Cuando Bacross se desvaneció, su reloj Rolex aterrizó con fuerza en el suelo. Ese fue el final. El parque de atracciones estaba vacío, y Seiya estaba solo en sus ruinas azotadas por el viento.

***

A pesar de su promesa, Seiya no había contactado a Isuzu en todo el día. Para cuando se estaba poniendo el sol, ella se rindió, le explicó las cosas en privado a Moffle y le pidió que la sacara después del cierre del parque. Incluso en uno de los autos de la compañía del parque, podrían llegar al sitio en poco más de una hora.

Mientras conducían por la autopista Chuo por la noche, Moffle dijo: “Nos mudamos… al lago Sanami, ¿fumo?”

“Sí”, suspiró. “Estoy seguro de que estarás en contra”.

“Bueno, en realidad… podría ser lo que necesitamos, fumo”. La respuesta de Moffle la sorprendió. “Si eso es lo que quiere hacer, lo aceptaré, fumo. No hay mucho más que podamos hacer, ¿verdad?”

“Sí… estoy de acuerdo contigo”, dijo Isuzu.

“Por ahora, debemos asegurarnos de que Seiya esté bien, fumo. ¿Todavía no te ha contactado? ”

“No… aunque le dije que tuviera cuidado. Estoy preocupada…”

Realmente debería haberme dado la vuelta y haber ido con él, pensó Isuzu. Si algo le sucedió, lo lamentaré por el resto de mi vida. No le había contado a Moffle sobre los eventos de la noche anterior. Había falsificado la línea de tiempo para decir que habían regresado al último tren la noche anterior, y que Seiya había regresado al Lago Sanami esa mañana. No estaba segura de sí Moffle creía su mentira o no; después de todo, le había dicho a Latifah descuidadamente que pasarían la noche allí. Si Latifah hubiera mencionado ese hecho a Moffle, la línea de tiempo de Isuzu se demostraría falsa. Un error descuidado, pensó Isuzu tristemente.

“Moffu. Eso me recuerda. Anoche…”

Isuzu comenzó a temblar. “¿Q-Qué?”

“…? ¿Qué pasa, fumo? ”

“Nada…” ella le dijo torpemente. “¿Qué hay de anoche?”

“Correcto”, dijo Moffle. “Anoche fui a un salón de mahjong con Macaron, Tiramii y Kodain, fumo”.

“Ya… ya veo”.

“Kodain es un verdadero estafador, ver. No lo creerías. Nos limpió a todos, fumo.”

Isuzu no podía imaginar a Kodain como una estatua, incluso jugando mahjong. “No sabía que jugabas mahjong, Lord Moffle”.

“Solo un poco, fumo. Macaron es horrible en eso. Es horrible, pero lo ama, fumo. Tiramii es el tipo de pisar minas terrestres”.

“Todavía es difícil de imaginar”, dijo Isuzu.

“¿Quieres jugar con nosotros la próxima vez? Te enseñaré, fumo”.

“No gracias.”

“Pensé que no”, se rio Moffle.

Justo entonces, el teléfono inteligente de Isuzu vibró; fue un mensaje de Seiya. 《Estoy en la entrada de las ruinas. Lamento preocuparte》, llegó la breve respuesta.