Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 10

Historia Corta (SS) de Horikita Suzune: Vecino

Pasó junto a mí y se paró frente a Kouenji-kun. Parece que conversan de algo en voz baja. Sin embargo, no escuché lo que decían.

Lo vi salir del aula, al ver su espalda sentí algo que no podía expresar dentro de mí.

Antes de darme cuenta, me levanté de mi asiento y lo seguí.

Ayanokouji-kun caminaba por el pasillo. Su ritmo al caminar no era especialmente rápido, pero sentía como si nunca lo fuera a alcanzar, sin importar lo que pasara.

Apresuradamente, tomé su mano sin siquiera pensarlo.

No tenía confianza en que mis palabras pudieran detenerlo de algún modo.

Se dio la vuelta. Sus pupilas no tenían color.

Era alguien que no mostraba sus emociones en absoluto, ni blanco ni negro. Durante el lapso de un año a su lado, no pude ver nada.

—Ayanokouji-kun. Tú… ¿desde cuándo y cuánto sabes?

Así que le pregunté. Lo que quería saber. Lo que necesitaba saber. No pareció preocuparse, ni cambió sus expresiones faciales cuando respondió.

—¿No lo dije antes? No participé en este examen especial en el sentido literal.

Por mucho que llamara a su puerta, la respuesta fue la misma de siempre. Por eso me he distanciado un poco de él últimamente. Ya que temo acercarme a él.

—… Pero…

No lo sé.

No puedo ver a la persona que está detrás de Ayanokouji Kiyotaka-kun.

—Entonces me iré.

Después de su respuesta, no pude retenerlo más tiempo. Sólo pude verlo alejarse más.

Sentí que me las arreglé para crecer un poco durante este examen. Pero al final, no pude captar su existencia en sí misma.

—Por cierto.

Escuché una voz que venía detrás de mí, que me sorprendió, antes de que me diera la vuelta.

Es mi compañera de clase Karuizawa-san.

—…¿Qué pasa?

—Nada. Sólo me preguntaba de qué estabas hablando.

—No mucho. Parece que no confía en mí, eso es todo.

—Hmm…

Luego miró una vez a Ayanokouji-kun como yo lo hice momentos antes.

—Parece que él confía en ti, mucho más que en mí.

—¿Qué te hace decir eso?

Por supuesto que no tenía ninguna prueba.

Pero, de alguna manera lo supe al ver los ojos de Karuizawa.

—Ya que por lo visto confías en él, ¿quizás? Parece que no puedo confiar en él sin importar lo que pase.

Esa fue la única respuesta que se me ocurrió. Me pregunto qué dirá después de oír eso.

—No puedes confiar en alguien que no confía en ti, ¿verdad?

—¡…!

Me estremecí por las inesperadas, pero precisas y obvias palabras dirigidas a mí.

—Si realmente empiezo a confiar en él… Siento que un día seré testigo de algo aterrador. Siento que seré traicionada.

—Ah, ¿es así? No puedo entenderlo porque ya no tengo nada que temer.

Karuizawa no parecía asustada en absoluto.

—Ayer me pareció que estuviste realmente increíble. Tienes un poco de mi respeto, al verte tomar la iniciativa por la clase. Pero Kiyotaka es un asunto totalmente diferente. Si estás tan asustada, tu relación con él nunca comenzará.

Karuizawa respondió antes de regresar y reunirse con sus amigas.

Sus palabras permanecerán en lo más profundo de mi corazón por siempre. Junto con la existencia de un vecino invisible.