Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 6

Interludio 2: Detrás de la Partida…

Mientras tanto, en Beltrant, la capital de Beltrum; la mañana después de que Rio y Celia visitaron el territorio del Conde Claire…

Al pie de la colina donde se encontraba el castillo real de Beltrum había un gran lago que sostenía el agua de toda la capital. Al lado del lago había un puerto donde se anclaban aeronaves encantadas.

En la actualidad, la aeronave encantada del Gremio Ricca también estaba anclada allí, esperando el embarque de Liselotte, la única hija del gran señor del reino de Galarc, Duque Cretia. En una habitación privada a bordo de la aeronave encantada, Liselotte esperó con impaciencia la partida mientras su sirvienta, Aria, le servía una taza de té. Pero al contrario de su elegante manera de tomar té, Liselotte suspiró con cansancio.

“Dios mío. Finalmente podemos irnos…”

Después de ser invitada a la ceremonia de boda de Celia y Charles, el alboroto por el secuestro había resultado en su contención en la casa de huéspedes del castillo de Beltrum con el pretexto de protección hasta la noche anterior.

“Han pasado cuatro días desde que se suspendió la ceremonia. Dado lo ocupada que está su vida diaria, mi señora, humildemente creo que fue un merecido descanso…” Aria, la íntima confidente y sirvienta principal de Liselotte, le dijo con voz tranquila.

“Pero el trabajo se acumulará cuando regresemos, ¿te das cuenta? Cuando pienso en esa montaña de papeleo…” murmuró Liselotte con una cara sombría. Como gobernadora de Amande, presidenta del Gremio Ricca, y el hecho de que ella hubiera estado ausente una semana para cuando regresara, solo imaginando que la cantidad de trabajo acumulado la había hecho sentir abatida.

“No hay ayuda para eso. Intenta no pensar en eso hasta que regresemos,” dijo Aria sin rodeos.

“… Bueno, supongo que tienes un punto. No es que pueda hacer nada de ese trabajo en mi situación actual”. Liselotte suspiró en voz baja y puso mala cara, sus labios sobresalían lindamente mientras dejaba caer su cansado cuerpo sobre la mesa. Al ver eso, Aria pensó que su expresión era apropiada para una niña normal de quince años en lugar de una noble o comerciante. Aria se rió al ver el verdadero yo de Liselotte.

“Lady Liselotte, ¡es Chloe!” Se escuchó la voz de una joven junto con un golpe en la puerta.

Liselotte inmediatamente se levantó en una postura adecuada y le dio permiso a la niña para entrar en la habitación. “Entra, puedes abrir la puerta”.

Con un golpe, la puerta se abrió. “D-Disculpe. Vine a informar que los preparativos para partir se han completado”. Chloe, una chica linda en su adolescencia, vestida con ropa de asistente, declaró su negocio con un toque de nerviosismo incómodo.

“Entendido. Diles que estoy listo para partir en cualquier momento. Rápido y seguro, eso es”, dijo Liselotte con un movimiento de cabeza, sonriendo suavemente.

“¡Entendido, mi señora! ¡Por favor, discúlpeme!” Chloe se inclinó profundamente y salió de la habitación.

“Ella todavía parece estar bastante nerviosa”, dijo Liselotte con una risita.

“Honestamente. Su período de entrenamiento ha terminado ahora, sin embargo, todavía no tiene conciencia de sí misma como mucama.” Aria suspiró cansada.

“Fufu, eso es un novato para ti. ¿Y no te está asustando?” Liselotte dijo divertida, volviéndose hacia Aria. “Incluso teniendo eso en cuenta, todavía le falta conciencia”, declaró Aria resueltamente.

Liselotte se rio entre dientes. “Dios mío, qué estricto de tu parte.”

Varios minutos después, la aeronave encantada partió del puerto de Beltrant con Liselotte a bordo. Las alas unidas a ambos lados de la aeronave navegaban suavemente, aumentando gradualmente la velocidad del bote a lo largo de la superficie del agua hasta que despegaba en el aire. Su velocidad se aceleró junto con el despegue, haciendo que la nave se elevara suavemente hacia el cielo. A la velocidad normal de operación, la aeronave voló a aproximadamente 50 nudos (aproximadamente noventa kilómetros por hora).

El clima de hoy estaba despejado; la aeronave encantada estaba envuelta en brillantes rayos de sol cuando dejó atrás la ciudad de Beltrant y voló hacia el este hacia el Reino de Galarc.

Entonces supongo que también me iré.

Reiss, el embajador del Imperio Proxia, observó la aeronave. Se paró en la superficie del agua lejos del puerto y miró al cielo sin contemplaciones.