Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 6

Bonus 1: ¡Elemental Maestra, Profesora Celia! (¡Edición de Feliz Año Nuevo!)

En algún lugar de la Tierra…

Celia Claire era una maestra extranjera que se había reubicado para trabajar como maestra sustituta en una escuela secundaria japonesa.

Sin embargo, era el 1 de enero, el día de Año Nuevo. Las escuelas secundarias en Japón estaban en receso, por lo que Celia decidió ir y adquirir experiencia intercultural a través del Año Nuevo japonés.

En la actualidad, estaba esperando en el lecho seco de un río a que aparecieran dos de sus estudiantes de secundaria.

“Hola, Suzune. ¿Estás seguro de que no me veo raro? “, Le preguntó a Endo Suzune, la niña de la escuela primaria que estaba a su lado. Suzune también estaba esperando a los dos estudiantes de secundaria que aún no habían llegado.

“Estás bien. ¡Incluso mi madre estaba hablando de lo bien que te queda!” Suzune le dio su sello de aprobación con una amplia y radiante sonrisa.

“Si estás segura, entonces…” Celia revisó su atuendo inquieta. Actualmente llevaba puesto lo que se consideraría el orgullo de la ropa tradicional de Japón: un kimono de manga larga. Además de eso, ella sostenía una hagoita con un lindo diseño en la mano. Junto a ella, Suzune también llevaba un kimono y sostenía una hagoita de diferentes diseños.

Los hagoita eran paletas de madera para usar en un juego de hanetsuki, similar al bádminton, y estaban a punto de encontrarse con las otras dos personas para jugarlo. La madre de Suzune había recomendado usar kimono para hanetsuki, por lo que pasaron mucho tiempo hurgando en el armario antes de llegar a este punto.

“¡Ah! ¡Haruto onii-chan, Miharu onee-chan!” Cuando Suzune notó la llegada de las dos personas que estaban esperando, corrió hacia ellos enérgicamente.

“Feliz año nuevo, Suzune. Ten cuidado de no correr con ropa tan bonita “, le advirtió Amakawa Haruto con una leve sonrisa. A su lado estaba otro estudiante de secundaria, Ayase Miharu, que sonreía gratamente a Suzune.

“¡H-Heh! ¡Feliz año nuevo!” Suzune se sonrojó mientras inclinaba su cabeza hacia Haruto. En ese momento, Celia los había alcanzado.

“Feliz año nuevo, profesora Celia. El kimono te queda muy bonito “, dijo Haruto a modo de saludo.

“O-Oh, sí. Gracias. Y feliz año nuevo… Tú también, Miharu”. Las mejillas de Celia se enrojecieron de vergüenza.

“Feliz año nuevo para usted, profesora Celia, Suzune”, Miharu le devolvió el saludo con una elegante reverencia.

Por cierto, Haruto estaba en su ropa casual mientras Miharu estaba vestida con un kimono de manga larga, hagoita lista.

“Eres tan hermosa, Miharu… Esto debe ser lo que llaman un Yamato Nadeshiko”, dijo Celia, completamente cautivada por la belleza de Miharu. En realidad, su cabello negro brillante y su aura delicada hicieron la pareja perfecta para la ropa japonesa.

“N-No, para nada. En todo caso, tu cabello blanco se adapta tan bien a tu kimono que te ves como una hermosa ilusión, profesora Celia,” dijo Miharu con voz aguda, sonrojada con timidez.

“Ajaja, gracias. ¡Me gustaría creer que… y Suzune, ya puedes dejar eso!” Celia le agradeció con una leve sonrisa antes de notar que Suzune actuaba de manera extraña a su lado.

“Ehe, ehehe, Haruto onii-chan me llamó guapa…” Estaba extremadamente complacida de que su amado Haruto la felicitara.

Celia suspiró cansada. “Caray…” Pero las comisuras de su boca se crisparon en una sonrisa.

Miharu se rió divertida. “Ajaja, ¿comenzamos pronto?”

“Sí, pero no conozco muy bien las reglas del hanetsuki…”

“Las reglas son que básicamente no hay reglas. Golpea el volante hacia otra persona y continúa haciéndolo hasta que se detiene. ¿Quieres probarlo primero conmigo?”

“Sí por favor.”

Por lo tanto, se decidió que Miharu y Celia jugarían primero la una contra la otra.

“Bueno. Suzune, ¿qué tal si nos paramos un poco más atrás y los observamos?”

Haruto tomó a Suzune de la mano y la instó a alejarse un poco.

“¡¿Fweh?! ¡B-Bien!”

Con una cara roja brillante, Suzune estuvo de acuerdo. Y mirándolos a los dos…

“Hmph…”

…estaban Miharu y Celia, ambas un poco envidiosas.