Fire Girl

Volumen 1 – Segundo Volumen: Maga de la Tierra Imaginaria

Capítulo 22

Parte 1

La fría niebla que impregnaba el bosque rozaba las mejillas de Homura, a ras de la tensión, y le quitaba su calidez.

Se sentía como si incluso le hubiera robado lentamente el coraje que había logrado reunir.

-Ellos estaban a punto de llegar al valle de la bruja.

A pesar de que aún no estaban lo suficientemente cerca como para oír el eco de la cascada, su entorno ya se había vuelto un terreno familiar para Homura.

Tres días habían pasado en Nutella desde que  Homura y Misasagi escaparon de esta tierra.

Homura y los demás se habían metido una vez más en el valle de la bruja en una marcha forzada, que ni siquiera le daba tiempo para dormir.

Sólo si en caso de que Touya hubiera logrado escapar con éxito de su captura, se habrían detenido brevemente en el campamento base destruido de la Academia Seiran o en el campamento que Homura y Touya habían hecho en la zona rocosa, dejando atrás mensajes y una cantidad mínima de necesidades como alimentación en cada ubicación mientras estaban en ella. Por desgracia, no habían encontrado las huellas que Touya hubiera dejado en alguno de esos lugares, por lo que habían seguido hacia el valle de la bruja.

“… Se siente como si la lluvia pudiera caer en cualquier momento…”

Homura miró el cielo a través de los espacios entre las hojas de las ramas ancha por encima de ella.

La hora actual debería ser un poco más allá del mediodía, pero ya estaba tan oscuro como si fuera de noche. La niebla, que se había disipado cuando visitó por última vez este lugar, ahora estaba bloqueando todo su campo de visión.

A pesar de que la niebla hizo que Homura y los demás se impacientaran, también era necesaria ya que ayudaba a ocultar su presencia a medida que avanzaban.

Caminando en el frente de su grupo, Kamikoma habló en voz baja.

“A partir de aquí, vamos a hacer exactamente lo que discutimos anoche. Si terminamos en la batalla, no te acerques a Taichi. Escucha, asegúrate de eso no importa qué. Esta es una orden”.

“Me lo has dicho que varias veces ya… Por cierto, ¿qué eres capaz de hacer en una pelea, Koma-senpai?”

Kamikoma sonrió presumidamente.

“Las habilidades de un bardo son básicamente para cualquier proposito, siendo capaces de adaptarse a cualquier situación.”

“Haah.”

“Mi único punto débil es- hacer las cosas en silencio, supongo.”

“¿No es nada bueno en esta situación? Eres completamente inadecuada para actividades encubiertas, ¿verdad?”

“Muh, captaste la idea. Además, me será difícil huir de perseguidores siendo un bardo”.

“¿Puedes realmente llamarte a ti misma una persona para cualquier de esa forma…?”, Preguntó Homura dudosamente.

“No hay problema, Vamos a dejar toda la lucha directa a Taichi de todos modos.”

Inflando su pecho con orgullo, como si se estuviera elogiando a sí misma, Kamikoma lo miró de reojo, y Taga firmemente asintió y sacó su equipo personal del saco en su espalda.

Equipó en sus brazos un par de garras de oso gigantes abrumadoramente gruesas y pesadas- con una forma similar a las excesivas armas también conocidas como guanteletes con garras- que se extendían en un estado de plegamiento con un sonido metálico.

En combinación con los protectores de brazos de metal atados que se extendían hasta los codos, las hacían un par de armas especializadas que combinan ataque y defensa en uno solo.

Estas eran armas dinámicas que, con la contextura gigante de Taga, hacían parecer como si pudiera lanzar muy lejos el cuerpo de Homura de un solo golpe, siendo comprensible la dura advertencia de no acercarse a él.

Homura tragó saliva a la vista de esas extremas garras debidamente brillantes.

“… Sé muy bien que el combate cuerpo a cuerpo es peligroso… pero aun así, tengo magia. ¡Incluso fui capaz de hacer una barrera contra una de las bolas de fuego de la bruja!”

“¿En serio? Pero eso es realmente peligroso, ¿sabes? Acércate a mí tanto como sea posible, y si no puedes, escóndete en la parte trasera detrás de la línea delantera”.

“¡Pero entonces no hay razón para que yo esté aquí!”

“Que solo nos guíes era más que suficiente. Gracias a ti, hemos conseguido llegar hasta aquí sin perdernos. Y trabajaste duro al cocinar nuestro arroz también”.

Llegando a una parada, Kamikoma miró a Homura.

“Escucha bien, Homura. Lo digo en serio; evita cualquier lucha. Nuestra principal prioridad es rescatar a Touya Takumi”.

“P-por supuesto, pero por favor, no te olvides de esa niña tampoco.”

“……”

Homura recordó lo que había oído justo antes de que se hubieran marchado a Nutella:

El informe detallado proporcionado por las autoridades, que Ameno les había contado.

La bebé desaparecida tenía un año y un mes de edad en ese momento. Se inició una investigación bajo la suposición de un secuestro.

Tres meses después de la desaparición del bebé, un par de delincuentes que fueron detenidos en un accidente por conducir ebrios en un incidente aparte emergieron como los presuntos secuestradores.

Los sospechosos eran unas personas casadas de edad avanzada, y confesaron el secuestro por desear tener un niño.

Sin embargo, mucho antes de su confesión, cuando se estaban imponiendo restricciones a largo plazo de las noticias sobre el incidente, la información sobre la investigación de la policía logró inesperadamente llegar a Internet a través de las personas que los detectives habían interrogado. Como resultado, la información filtrada llegó a los sospechosos de ello y, por temor a la atención del público, la pareja abandonó a la niña en las montañas durante el invierno.

A pesar de una búsqueda a gran escala llevada a cabo en la región determinada, la niña nunca fue encontrada.

A partir de indicios como mechones de cabello descubiertos en la casa de los sospechosos, se confirmó la certeza de su culpabilidad. Sin embargo, el hombre sospechoso en la pareja, que había sido personalmente responsable de abandonar a la niña en la naturaleza, fue atacado por un trastorno nervioso poco después, y la defensa apeló que el abandono del niño era una afirmación errónea por los sospechosos. Por lo tanto, el caso actualmente estaba siendo tratado como un incidente doble de una persona desaparecida.

La madre del bebé, sin confiar en la confesión de los sospechosos, creía que era una mentira y había comenzado su propia búsqueda independiente.

Si inmediatamente después de que la bebé fue abandonada en las montañas, hubiera sido transportada a través de algunos medios a Nutella, coincidiría con el testimonio de Homura de que la niña ha crecido a la edad de doce o trece años.

Sin embargo, ni Kamikoma ni Taga dieron una respuesta inmediata a las palabras de Homura.

No era como si no comprendían el sincero deseo de Homura de rescatar a la niña desaparecida, pero…

“… El rescate de ella será difícil si toma una acción hostil hacia nosotros. El anillo de transporte no funciona bien si la persona no desea ser transportada. Se reduce en gran medida las probabilidades de éxito de transporte”.

“Ugh…”

Recordando su anterior retorno a la Tierra, que no fue mejor que un aterrizaje de emergencia apresurado, Homura hizo una mueca y se tambaleó.

Aun así, cada vez que se acordaba de esa chica, le traía el recuerdo de esa mujer que seguía esperando en la entrada de la estación, incluso ahora.

“Voy a convencerla. Ella trató las lesiones Senpai. Ella puede ser tosca y salvaje, pero ella no es una chica mala. Si pudiéramos hablar simplemente correctamente con ella-”

Si sólo pudieran hacer que escuche su explicación de los acontecimientos que habían caído sobre ella y la trajeran aquí.

Si finalmente pudieran enseñarle el sentido y las reglas del Japón moderno.

Incluso si sería un montón de trabajo, Homura no se rendiría por esto.

“Aun así, no creo que seas capaz de comunicarte con lobos. Más bien, este chico de aquí probablemente sería más adecuado en eso”.

Kamikoma le dio a su laúd un par de toques fuertes. Homura se preguntaba si el motivo de que estuviera desafinado era porque ella lo trataba de esa forma más o menos.

“E-que es por eso que estoy pidiendo tu ayuda aquí, Koma-senpai.”

“Oye, oye. Y también hay que considerar a la bruja”.

Kamikoma se mantuvo vigilando su entorno, sin nunca bajar la guardia.

“Hablando francamente, la bruja es un oponente que está fuera de nuestra alcance. Nosotras dos hemos tenido experiencia con las batallas mágicas contra bestias hostiles a mucho”.

“Sí, Misasagi-senpai mencionó que había animales raros también.”

“Esta será la primera vez que luchemos contra un ser humano. En realidad, ningún investigador ha luchado nunca antes. Tenemos un manual de cómo hacer un contacto pacífico, pero nadie se imaginó un caso como este”.

“La asesora de mi club es bastante liberal, sin embargo… ¿Qué hay de tu asesor, el profesor Tanakura?”

A esa pregunta, Taga fue el que habló a favor una sola vez.

“No seas impaciente. No pienses en obligar a otros a cambiar. Espera el momento oportuno”.

Kamikoma asintió con la cabeza.

“… Taga-senpai realmente habla como un misionero, ¿verdad?”

“Pero tiene razón. Esto se convertirá en una larga misión que requiere paciencia. Ni siquiera podría terminar en nuestra generación y tomaría varias décadas en completarse”.

“De ninguna manera…”

Homura estaba asombrada por la escala de predicción de Kamikoma.

“Tenemos suerte sólo por el hecho de que podemos comunicarnos con la gente de aquí. Eso por sí solo es bastante asombroso para ser considerado un milagro”.

“Entonces- ¡nosotros nos la arreglaremos para llegar a ellos de alguna manera! ¿Derecha?”

Cuando Homura estuvo acuerdo, Taga hizo una expresión de preocupación.

“… Homura, usted es realmente increíble, ¿sabías eso?”

Las dos senpais rieron con incredulidad.

Al final, fueron más allá del valle sin Homura ser capaz de deshacerse por completo de sus malos sentimientos hacia Misasagi-senpai.