Amagi Brilliant Park

Volumen 2

Capítulo 1: ¡Estamos Faltos de Personal!

Parte 11

Después de discutir entre sí sus horarios para mañana, los dos se separaron.

Isuzu volvió al Castillo de Maple mientras que Seiya se dirigía a la entrada del personal. Él todavía tenía trabajo que hacer, unos pocos de ellos eran sobre correos electrónicos, por lo que decidió llevar los mensajes de correo electrónico a casa para trabajar en ellos.

Seiya salió por la puerta y se dirigió hacia el parque de bicicletas. Había conseguido recientemente el hábito de ir a trabajar en bicicleta porque a menudo tuvo que trabajar mucho después de que el autobús partiera definitivamente.
Afortunadamente, su casa estaba en la misma ciudad, por lo que incluso si él tomara su tiempo, eso ni siquiera le tomaría 30 minutos para hacer el viaje.

–Oh, buenas tardes, Kanie-san.

Un miembro del elenco que se dirigía a la parada de autobús lo saludó. Después de responder con un “Yo”, se subió a su bicicleta y empezó a pedalear.

Era abril, por lo que la noche todavía era considerablemente friolenta. Seiya utilizo una mano para subirse la cremallera de su ropa mientras pedaleaba por las calles. Finalmente entró en un camino montañoso y boscoso que se dirigía directamente al centro de la ciudad.

–Ahora, cómo debo lidiar con esto…

Lo dijo tan bajo que el viento borró cualquier rastro de sus palabras.

Por supuesto, Seiya no era tan estúpido, ni tan denso. Él era muy consciente del mango que se comió Isuzu y sus efectos. Del mismo modo, se acordó de las palabras que Isuzu había dicho antes de cada “mm”. Su análisis de la situación se había vuelto en una sola conclusión:

«Sí, eso debe ser eso…»

«A pesar de que eso es solo una suposición…»

« ¿Ella realmente está interesada en mí como un miembro del sexo opuesto?»

Seiya habría estado agradecido si ella hubiera estado en su habitual personalidad tranquila. Pero debido al mango, Isuzu, que normalmente nunca mostraría ninguna emoción distinta a la de rabia, se vio obligada a hablar sobre sus verdaderos pensamientos.

Y a causa de sus palabras, Seiya tenía una razón suficiente para creer que ella albergaba al menos algún tipo de sentimiento hacia él.

El mayor problema aquí, sin embargo, era que la frecuencia cardíaca de Seiya golpeo a un nivel superior al darse cuenta de esto.

Normalmente Seiya se habría encogió de hombros con un “no otra de estas pretendientes obstinadas de nuevo…”, pero esta vez, ese no fue el caso. Esta fue una de las raras ocasiones en que su corazón latía dolorosamente.

Sin duda, había varios problemas que podrían surgir de esto:

«En primer lugar, soy fundamentalmente su superior directo.»

Nada de esto debería estar sucediendo entre un superior y su subordinado, o en este caso un gerente y su asistenta. Cualquier rastro de afecto sólo nublaría su juicio, y eso podría crear dudas (y otros problemas) entre los otros miembros del personal. Tener una relación vistosa entre una secretaria y un gerente (interino) estaba fuera de cuestión.

«En segundo lugar, ¿qué pasaría con Latifa?»

Por supuesto, Seiya y Latifa no estaban unidos ni nada parecido, pero sí compartieron un beso, y era de verdad la primera vez que Seiya había sentido algún tipo de sentimiento de atracción hacia el sexo opuesto. Lo más probable es que ella se hubiera olvidado probablemente sobre ese evento, pero esa memoria se pegó en la cabeza de Seiya como palos de lápiz labial en la boca. Cualquier nuevo avance con Isuzu se traduciría en… un problema pegajoso.

«Por último, ¿qué pasaría si todo esto era sólo mi imaginación?»

Aunque es muy poco probable que haya una posibilidad de que Seiya haya cometido un descuido fatal y entendió todo mal. Y si ella respondiera con “Pareces estar equivocado…” o “¡Lo siento, pero en realidad eso me parece un poco escalofriante…!” Seiya nunca sería capaz de recuperar la compostura y el orgullo de eso. Él preferiría tirarse de la repisa del castillo de Maple y morir.

«Pero yo no quiero morir…»

–Ugh…

El camino desciende cuesta abajo y una furgoneta superó a Seiya desde su lado, dejando una ráfaga de viento frío a su paso.

Se estaba acercando a un cruce. Seiya aplicó los frenos y se detuvo frente al semáforo que se había vuelto color ámbar.

En ese momento, un enorme camión tanque llegó rugiendo desde el lado del campo de visión de Seiya. Su velocidad no era una broma; cosas que daban miedo podrían haber sucedido si no se hubiera frenado tan repentinamente.

« ¿Y si esto era una señal?»

Seiya pensó mientras apretaba sus frenos.

«Esto está decidido, entonces.»

«Ámbar, está claro.»

«Ámbar, el color de la moderación. Vamos a pretender que no escuché nada hoy. Sí, voy a jugar al tipo denso e insensible que no es consciente de los efectos secundarios del mango, y no interprete mucho en eso.»

Seiya decidió seguir con ese plan por el momento.

Su mente se tranquilizó en el momento en que llegó a esa decisión. Hubiera sido genial si tuviera a alguien en quien confiar, pero desafortunadamente Seiya era un solitario.

En ese momento, Seiya sintió una vibración en el bolsillo de atrás. Era más probable que fuera un correo electrónico.

–¡……!

Pensando que era otro correo spam, Seiya sacó su teléfono y comprobó el contenido. Si bien no era algo digno de ser sorprendente otra vez, la respiración de Seiya se detuvo por un breve momento desconcertado. Era un mensaje de Isuzu.

Hizo click en el icono.

–……… Lo sabía.

Otro mensaje relacionado con el trabajo.

El correo era un informe del cronograma para mañana, vinculado a un correo electrónico de disculpas a Chuujou Shiina y dio detalles adicionales de los entrevistados de hoy, Adachi Eiko y Bandou Biino. Los contenidos eran grises y concisos.

Seiya escribió una breve respuesta.

–Anotado. Hasta mañana.

El semáforo se puso en verde, y Seiya continuó haciendo su camino por la carretera de dos carriles. Justo en ese momento, otra vibración se pudo sentir. Dejó su bicicleta y comprobó su teléfono.

–Siento lo de hoy. Como siempre, gracias.

¿Cómo se suponía que Seiya interpretara su mensaje que ni siquiera ocupan 10 palabras? Pasó el resto de la noche reflexionando sobre este mensaje, pero nunca llegó a una conclusión.

*

Isuzu entró en el jardín celestial, se arrodilló en el suelo de piedra y dijo:

–Su Alteza. La Primera Guardia Real Isuzuruha Centollusia ha regresado.

–Gracias por tu duro trabajo, Isuzu-san.

Latifa cambió su atención de los pájaros en el árbol que estaban cantando con ella y sonrió.

El jardín celestial se encuentra en el piso más alto del castillo de Maple y se quedó fiel a su nombre. Sus arbustos y flores florecieron y bailaban al ritmo de los vientos suaves y luz de la luna en forma de disco.

Y en la esquina de este mismo jardín había una joven doncella. Tenía el pelo rubio y piel blanca transparente que hacía juego con su vestido largo.

–Por favor, ven. He preparado un poco de té.

–Entendido.

Sento Isuzu… o más bien, Isuzuruha Centollusia tenían una relación bastante complicada con Latifa.

Latifa Fleuranza era la Reina de Maple Land a quien había jurado lealtad y respeto. No había nada de malo en eso.

El problema era que ella había estado sirviendo a la Latifa de 14 años de edad durante más de 10 años.

Isuzu recordó su propia edad de 3-4 años cuando tuvo su primera audiencia con su alteza en el jardín imperial, donde ella se balanceaba con una reverencia diciendo “Encantada de conocerte, Isuzu-san.” Latifa tenía 14 en ese entonces.

La próxima vez que se vieron fue mucho más tarde, cuando Isuzu tenía 16 años.

Ella había crecido mucho más que Latifa, y esta vez su “Encantada de conocerte, Isuzu- san” sonaba como si estuviera frente a un mayor.

No hacía falta decirlo, su lealtad se mantuvo firme, pero sí debería ser tratada como una hermana más joven o una hermana mayor estaba matándola. ¿Cómo debe comportarse cuando tuvieron la oportunidad de hablar en situaciones informales?

Además, los eventos de hoy le habían dado a Isuzu un nuevo dilema.

– (Su Alteza…)

«Si, puedo preguntarte…»

« ¿Qué opinas de Kanie Seiya?»