Spy Kyoushitsu (NL)
Volumen 5
Prologo: Longchon
Longchon es una pequeña nación ubicada en una región conocida como Lejano Oriente. Comparado con los países de Occidente-central como Estados Unidos de Mouzaia y el Reino de Lylat, el Lejano Oriente es una tierra subdesarrollada. Durante el medievo, su República de Ryuka gozó de una prosperidad sin igual, pero no pudo resistir a los ejércitos modernizados de los países de Occidente-central. En los tiempos actuales, casi toda la región del Lejano Oriente se encuentra bajo el dominio de estos países.
Longchon que colinda con la República de Ryuka, también fue una de las naciones invadidas. Actualmente es una colonia de la Confederación de Fend. Esta última ha enviado grandes sumas de dinero y tecnología a esta pequeña península para modernizar rápidamente sus ciudades. Se han establecido universidades y bancos, y se ha inculcado el capitalismo en la educación de los ciudadanos utilizando filosofía de Occidente-central.
Como resultado, Longchon es ahora una mezcla peculiar de la cultura de Occidente-central y la cultura de Ryuka, y asumió un nuevo papel como el punto de conexión entre Oriente y Occidente. Allí se congregan no solo personas de la Confederación de Fend, sino también aquellos de los países de Occidente-central que buscan expandir su influencia en Oriente, y desde países del Lejano Oriente que
habían caído bajo el dominio colonial. Personas que deseaban conquistar, personas que querían aprender sobre las instituciones de naciones desarrolladas, y personas que ansiaban romper las cadenas de opresión y control, se congregaban en Longchon con sus diversas ideologías, como si fueran atraídas allí. Entre sus filas se encontraban políticos, periodistas, académicos, comerciantes, refugiados, soldados y revolucionarios. La lista continuaba y continuaba.
Y tras bambalinas, naciones de todo el mundo enviaban espías para llevar a cabo su trabajo.
Se dice que la esencia de Longchon se revela en la noche.
El país estaba compuesto por dos zonas principales. Estaba la metrópoli, y al otro lado del mar, estaba la Isla Longchon.
La zona más próspera del país era el frente marítimo de la Isla Longchon y en las inmediaciones del puerto conocido como Great Harbor, se alzan altos rascacielos que proyectan su luz sobre el tranquilo mar. Filas de restaurantes Ryukenses decorados con coloridas linternas de papel rojas y amarillas se encontraban en la base de los rascacielos. Cada uno de ellos estaba repleto de trabajadores disfrutando de bollos al vapor y fideos wonton, y vino Shaoxing mientras aliviaban el cansancio del día.
Uno de los restaurantes era popular entre los hombres de negocios de Occidente-central, y allí, un hombre estaba bebiendo té oolong. Este hombre era de una belleza excepcional, con una apariencia tan refinada que podía ser confundido con una mujer. Sin embargo, al llevar el cabello largo para ocultar sus elegantes facciones, se mezclaba entre la multitud y pasaba desapercibido. Cuando bebía casualmente de su taza de té bajo la linterna de papel roja, era indistinguible de cualquier otro joven que visitara Longchon por negocios.
Ese hombre era Kagaribi—Klaus, un espía de la República de Din.
Estaba sentado solo, simplemente cenaba cerdo estofado. En el asiento detrás de él, había una mujer sentada de espaldas hacia él, vistiendo una camiseta casual. “Han pasado tres meses desde la Conferencia Económica de Tolfa, y los resultados de cada país ya están siendo visibles”, dijo ella.
La mujer disfrutaba de un vaso de whisky hecho en la Confederación de Fend.
Era una mujer con el cabello exótico teñido de amarillo y rosa, con un grueso maquillaje de sombras en su rostro. Su nombre clave era Uminari 1 , y era una mensajera de la Agencia de Inteligencia de Din. Su función era entregar información confidencial directamente a los espías que operaban fuera de su país.
1 Literalmente: Rugido del mar. Al parecer su nombre clave es por su voz.
Ella, mientras cubría su boca con un vaso de vidrio, comenzó a hablar en voz baja. “En pocas palabras: la situación es más o menos lo que esperábamos”.
Su voz era ronca y resonante. Parecía ser debido al consumo prolongado del alcohol.
“¿Qué quieres decir?”, preguntó Klaus.
“No hubo actividad sospechosa obvia en la Conferencia Económica de Tolfa. Excepto por un detalle”.
Ambos estaban a espaldas el uno del otro. “Ah”, murmuró Klaus.
Lo que estaban discutiendo era la batalla final contra Hebi en los Estados Unidos de Mouzaia.
Al descubrir que Hebi se había infiltrado en una conferencia que se llevaba a cabo en Mouzaia, la superpotencia económica líder mundial, Klaus llevó consigo a sus subordinadas al campo de batalla. Después de una larga y difícil lucha, lograron capturar a uno de los miembros de Hebi, pero mientras estaban ocupados con eso, Hebi había tenido absoluta libertad para llevar a cabo su trabajo encubierto.
La pregunta era si las acciones de Hebi terminarían reconfigurando la situación global ahora que la conferencia había terminado.
Sin embargo, por el momento, no parecían haber ocurrido cambios importantes.
Uminari sonrió ligeramente.
“En lo que respecta a la conferencia en sí, terminó con una simple negociación para compartir los recursos de Tolfa entre los países miembros de la alianza. Todo parece bastante normal. Vaya, tu chica se siente un poco decepcionada”.
Por alguna razón, a Unimari le gustaba referirse a sí misma como tu chica. La relación entre Klaus y ella era reciente, y él aún no había entendido completamente quién era ella realmente o de dónde venía.
“No es de extrañar, ya que hablamos de espías”, dijo Uminari con una risa. “Sinceramente, da miedo lo buenos que son esos tipos de Hebi cuando hacen las cosas en secreto”.
“¿Así que lo que me estás diciendo es que todavía no tenemos ni idea de lo que Hebi estaba buscando?”, preguntó Klaus con una pizca de irritación. Para él, Hebi era su enemigo mortal. Homura era su familia y Hebi los aniquiló. “¿Y qué hay de los datos que obtuve de JJJ?”, preguntó. “¿Ya terminaron el análisis?”.
“Eso va a llevar un poco más de tiempo”. Uminari encogió los hombros. “No creo que JJJ haya proporcionado toda la información en bandeja de plata. No pienso que te hayan engañado, pero es necesario investigar más a fondo”.
“Entiendo. ¿Y…?”.
“¿Hmm?”.
“¿Cuál fue ese detalle que mencionaste antes?”.
“Oh, sí. De eso ya estás al tanto”, respondió Uminari con un tono sombrío. “Me refería a las grandes pérdidas que sufrieron todas las agencias de inteligencia… debido a la masacre de Murasakiari”.
“Ah, eso”, respondió Klaus.
Murasakiari era un espía que trabajaba para el Imperio Galgad y también era miembro de Hebi.
“Tengo que decir que tu chica quedó conmocionada”, dijo Uminari con una voz inusualmente sombría. “Lo que hizo no se parece en nada a las acciones de un espía. Mató y masacró a más de cien espías con sus propias manos y convirtió toda una ciudad en un campo de caza usando tácticas de guerrilla. No hay ninguna agencia de inteligencia que no esté en caos en este momento. Todos perdieron a muchos de sus mejores agentes”.
Murasakiari no era poca cosa. Era un hombre que usaba la tortura para doblegar a civiles comunes y convertirlos en asesinos. Su misión era asesinar a cualquier agente de inteligencia que encontrara operando en Mitario, y en caso de fallar, los obligaba a suicidarse. El hombre era como el mismísimo demonio y se autoproclamaba rey de Mitario.
Muchos espías de diferentes nacionalidades perdieron la vida. Se habían extendido rumores sobre espías ejemplares de cada nación habidos y por haber que habían encontrado un fin prematuro, y una de las víctimas fue la mujer que crio a Klaus como su hijo, Kouro.
“Fue una masacre, no hay otra palabra. Cuando te pones a pensar que todo esto sucedió a manos de un solo hombre me pone los pelos de punta. Eso no es algo que deba siquiera ser posible”.
“…..”.
“En todo caso, Hebi podrá operar libremente por el momento”, dijo Uminari. “Murasakiari logró lo que se propuso, y ahora el mundo está sumido en el caos. Probablemente no pasará mucho tiempo antes de que Hebi haga un movimiento importante, y si les permitimos comenzar, ya será demasiado tarde”.
“……”
“Esperamos grandes cosas de ti, Kagaribi. ¿O debería decir… Mejor Espía del Mundo?”.
Cuando ella se dirigió a él por su título, Klaus no le ofreció ninguna negación ni modestia.
No era arrogancia. Era confianza y sentido del deber. Se sentía orgulloso de ser el mejor, gracias a sus excepcionales compañeros que todos quisieran pedir, y el apodo era un símbolo de su orgullo como espía.
Con Homura desaparecido, era su responsabilidad proteger su país.
Uminari se puso de pie y comenzó a prepararse para salir.
“Tengo un mensaje que viene de arriba”. El olor empalagoso del perfume flotaba mientras hacía su último comentario. “Pronto descubriremos dónde se encuentra Hebi. Hasta entonces, aguanta y encárgate de esa otra misión como te pedimos”.
“Por supuesto. Lo haré lo más rápido posible”.
“No olvides que también es una petición de tu chica. En este momento, eres la única persona en la que la República puede confiar. Ah, y asegúrate de recordar tu otro papel, ¿de acuerdo?”.
“Recuérdamelo”.
“Este es bastante urgente. Murasakiari mató a muchos espías, y todas las agencias de inteligencia del mundo están cortas de personal en este momento. Como resultado, están enviando a nuevos reclutas al frente de batalla, lo que podría cambiar el equilibrio de poder drásticamente”.
“….. ”.
“Una nueva Era está por venir. Una más joven”. Después de compartir algunas otras piezas de información con él, se marchó.
Klaus ahora estaba solo, y volvió a saborear su té mientras contemplaba el mar nocturno. Varios ferris estaban haciendo el viaje entre la isla Longchon y tierra firme. Tal vez uno de esos ferris estaba llevando subordinados en ese mismo momento.
“Una Era más joven, ¿eh?”, murmuró para sí mismo. “Espero que puedan encontrar su lugar”.