Isekai Mokushiroku Mynoghra: Hametsu no Bunmei de Hajimeru Sekai Seifuku (NL)
Volumen 1
Capítulo 8: Asuntos Internos
Parte 2
«¡¡¡Es hora de divertirse construyendo!!!»
La entusiasta voz de Atou resonó en el bosque de la Tierra Maldita.
Mynoghra ya contaba con ciudadanos y personal asignados a importantes funciones de gestión del imperio, aunque sólo fuera de nombre. Una vez establecidos los cimientos básicos de un imperio, por fin había llegado el momento de pasar a la parte que Takuto y Atou más disfrutaban: Asuntos Internos.
«El imperio del poderoso rey Takuto aún está en pañales. Ahora debe fortificarse y expandirse para llegar a ser lo bastante influyente como para gobernar toda la tierra y lo bastante poderoso como para alcanzar los cielos. Contamos con la ayuda de todos ustedes para dar los primeros pasos hacia ese objetivo».
El trono de piedra que se había convertido en la base de Takuto desde su llegada a este mundo había cambiado drásticamente de aspecto.
Ahora estaba reforzado con el trono que los Elfos Oscuros se habían esforzado en fabricar para él, una colcha tejida con hierba cubría el suelo, y a su alrededor se había construido un sencillo edificio con tejado. Aunque el edificio era un diseño sencillo que consistía en unir varios árboles cercanos con tablones de madera, aun así hizo que el ánimo de Takuto se disparara.
La cereza del pastel era su ropa nueva. Takuto había dejado a un lado su monótona bata de hospital para ponerse el singular atuendo que los Elfos Oscuros habían confeccionado para él. El hecho de que las cosas se estuvieran desarrollando sin problemas, junto con la ropa de buen gusto que llevaba ahora, le satisfacía.
En ese momento se estaba celebrando una reunión en la sencilla mesa de madera colocada ante el trono. Sólo Atou y el anciano Moltar asistían a la reunión, pero algún día la mesa se llenaría de los miembros de confianza de su consejo.
Takuto temblaba de alegría al soñar con ese futuro.
Todo marchaba según lo previsto.
Takuto cerró suavemente los ojos y redirigió su atención hacia la información que tenía sobre el estado interno de su imperio.
El suministro total de Maná de Mynoghra aumentaba constantemente.
El maná puede producirse en instalaciones especializadas o en el terreno, pero la fuente más común procede de la cantidad fija que se recauda mensualmente de los ciudadanos de un imperio como una especie de impuesto. El porcentaje recaudado se basa en la felicidad de los ciudadanos.
El jugador puede emplear dos estrategias inhumanas: recaudar impuestos a la fuerza sin tener en cuenta el bienestar de los ciudadanos o vaciar a la gente de su maná. Pero al final, dirigir un imperio lleno de ciudadanos felices es la mejor manera de conseguir la mayor cantidad de Maná.
¡Guiaré a todos hacia la felicidad definitiva con mis propias manos!
Dicho de otro modo, la felicidad de los ciudadanos era esencial para el crecimiento de Mynoghra.
Rebosante del tipo de determinación impropia del gobernante de una civilización malvada, Takuto acarició satisfecho su trono y disfrutó de los frutos del trabajo de su pueblo.
La reunión transcurrió con él siendo poco más que una figurita acariciando el trono en segundo plano, ya que hablar no era lo suyo.
«Una vez aclarado esto, ¿qué tipo de estructuras deberíamos construir primero, señorita Atou?».
«Hmm, buena pregunta».
Atou se frotó la barbilla pensativa.
Takuto había discutido sus planes con ella de antemano, así que podía dejar la explicación en sus capaces manos. Ella sólo se tomó esa pausa pensativa para repasar las políticas económicas que ya habían cubierto. Asintió rápidamente para sí misma y repitió lo que Takuto quería que se hiciera.
«En primer lugar, construiremos instalaciones para producir alimentos. Después de todo, no se puede luchar con el estómago vacío. Tampoco es que vayamos a luchar con el estómago lleno».
«La comida es realmente muy importante. ¿Pero no puede Su Majestad simplemente producir un suministro infinito de ella?»
«Claro que puede, pero ¿por qué debe nuestro rey perder su precioso tiempo en algo tan trivial? Y además, se convertirá en un problema logístico a medida que nuestro territorio se expanda».
«Tiene toda la razón. Por favor, perdone mi falta de perspicacia».
«No hay por qué. De todos modos, por el momento, vamos a crear una instalación que produzca Iconos Alimenticios». Atou ignoró sus disculpas y sacó algo de su bolsillo.
Aunque a veces al anciano Moltar le costaba entender las peculiares palabras de Atou, comprendió perfectamente sus intenciones y aceptó el extraño objeto -una especie de arbolito-.
«Por favor, planta y haz crecer este árbol. Después, tenemos que construir un Puesto de Administración, un Almacén y una torre de almacenamiento, y ya estaremos listos. Más tarde te daré más detalles».
«¿Qué tipo de árbol es?»
Era un poco más grande que la palma de su mano y tenía raíces y ramas extrañamente constreñidas. Por desgracia, el anciano Moltar no tenía conocimientos sobre este arbolito, así que no sabía cómo maduraría ni qué fruto daría.
Lo que sí sabía era que había recibido órdenes directas de plantarlo, a diferencia de la vez que Emle plantó las semillas de uva sin permiso. Evidentemente, esta planta no era como las demás. En más de un sentido.
«Es un árbol de carne.»
«¿Perdón?»
«¡Un árbol de carne!»
De hecho, esto era muy diferente de cualquier otra planta.
Atou había repetido su nombre como si presumiera de lo increíble que era. Estaba orgullosa de ello.
Mientras tanto, el Anciano Moltar no tenía ni idea de cómo reaccionar. Todo lo que sabía era que esta planta no era de su mundo. En realidad, esperaba que una planta tan perturbadora nunca existiera en este mundo.
«Perdóneme, señorita Atou… pero podría, bueno, por favor, explicarme con más detalle…»
«Es una de las instalaciones de producción de Alimentos exclusivas de nuestra civilización. Lo llamé Árbol de Carne, pero para ser precisos, es un árbol que produce una misteriosa fruta-carne que sabe a carne humana».
«Suena malvado, ¿no?» Takuto intervino, ahora aburrido de acariciar su trono.
Fue una reacción bastante sosa, siendo honestos. Evidentemente, este árbol no les sorprendió a los dos.
El anciano Moltar gimió.
La comida era esencial y la carne podía mantener y fortalecer a más gente que los granos y las verduras por sí solos. Pero el hecho de que su alineamiento hubiera cambiado hacia el mal no significaba que sus preferencias alimentarias también lo hubieran hecho.
De hecho, el anciano Moltar seguía prefiriendo el pescado a comer ganado. Inevitablemente le preocupaba el obstáculo que supondría esta fuente de alimento. Su gente no sería capaz de engullir carne humana tan fácilmente…
«Seguiré sus órdenes. Sin embargo, creo que llevará tiempo que la gente se adapte a comer carne humana. Cómo decirlo… hay algunos entre nosotros que tienen recuerdos desagradables».
«Bueno, esta instalación no proporcionará todas las comidas, así que la gente podrá elegir», tranquilizó Atou.
«Cada uno tiene comidas que le gustan y otras que no«, añadió Takuto.
El anciano Moltar suspiró aliviado.
Dejando a un lado las fuentes de alimentos que daban escalofríos, el problema de la comida parecía resuelto. Los elfos oscuros comprendían mejor que nadie el sufrimiento de la inanición.
El anciano Moltar estaba agradecido al Rey por haber eliminado la necesidad de hacer que los miembros de su clan eligieran quién se moría de hambre y quién comía. Pero era irónico que la solución a su sufrimiento fuera comer fruta que sabía a carne humana.
MENSAJE DEL SISTEMA
La instalación a construir ha sido seleccionada.
En construcción: (Árbol de Carne)
OK
Eterpedia
Árbol de carne – Edificio
Comida +1
Producción de Alimentos +10% SIN IMAGEN
Regeneración de Unidades ‘Bestias Mágicas’ + 10%
Unidades con ‘Gusto por la Carne Humana’ Regeneración + 50%
Descripción:
El Árbol de Carne es un edificio exclusivo de Mynoghra que ocupa el lugar de un Granero. Además de sus beneficios alimenticios, también aumenta la tasa de regeneración de las unidades de Bestias Mágicas. También aumenta en gran medida la tasa de Regeneración de las unidades con el rasgo: <Gusto por la Carne Humana>.
