Isekai Meikyū de Harem o (NL)

Volumen 1

Capítulo 5: Dinero de la Recompensa

Parte 3

Después de comer y volver a mi habitación para descansar un poco, había un pensamiento que se me quedó grabado en la cabeza y no quería irse por mucho que intentara desviar mi atención de él.

Ya sea mi muerte o la muerte de un Bandido común o incluso un ciudadano común o miembros de la nobleza, este mundo es aquel donde la muerte es increíblemente barata y fácil de encontrar. Y me guste o no, ahora tengo que vivir en un mundo así. Esto es algo que se parece a mi antiguo mundo: si alguien se interpone en tu camino, todo lo que tienes que hacer para arruinar la vida de ese alguien es convertirlo en un criminal a los ojos del público, y eso bastaría para que su reputación quedara destruida. Por mucho que quiera decir que es agradable ver que algunas cosas no cambian ni siquiera en mundos diferentes, esto es algo de lo que me habría deshecho gustosamente.

Y hablando de criminales, parece que no me queda más remedio que adentrarme en la zona de los barrios bajos si quiero encontrar dónde se esconden los Bandidos. ¿Cómo era ese viejo dicho? ‘No atraparás al cachorro del tigre si no entras en su guarida’, ¿o algo así? ¿O era más bien: ‘No obtendrás un feto si no lo metes en el agujero’? (Baikus: ¿Qué le pasa a este traductor? está medio loquito….)

En cualquier caso, después de salir de la posada me dirigí a los barrios bajos, pero en lugar de merodear por sus bordes esta vez me adentré en ellos, dirigiéndome hacia el norte por la ‘calle principal’ de los barrios bajos.

Por el camino, vi que una de las esquinas de la calle estaba especialmente iluminada y animada. Era un edificio como cualquier otro, de un piso de altura con la entrada y las ventanas mirando a la calle, pero aquello era sin duda un burdel. ¿Cómo podía estar tan seguro de ello? Bueno, para empezar, la mujer que estaba de pie frente al edificio sólo llevaba lo mínimo de ropa que cubría su cuerpo, y las otras mujeres vestidas de forma similar se asomaban por las ventanas del primer piso, haciendo señas seductoras a cualquier hombre que pasara por allí para que entrara. Tengo que admitir que todo parecía muy atrayente, totalmente diferente a como era durante el día, y si no me hubieran advertido antes de los peligros de tales establecimientos, tal vez me habría dejado engullir por aquella atmósfera y también por mis deseos adolescentes…

¡No! ¡No he venido aquí a visitar burdeles! Tengo una misión mucho más importante. No voy a entrar, pero tal vez, sólo tal vez podría mirar a las chicas un poco más… oh vaya, esto es emocionante. Solo de verlas prácticamente mostrando toda su mercancía al aire libre mi corazón se acelera como loco…

Espera. Amigo, detente, respira profundo y cálmate. Recuerda la advertencia que decías haber escuchado no hace ni un minuto. Si vas allí, lo más seguro es que contraigas alguna enfermedad desagradable. También podrías acabar estafado y robado. Entonces, ¿cuál es la solución obvia a todos esos problemas? Una muy sencilla: ¡NO ENTRAR! Además, puede que esas prostitutas sean atractivas, pero si las miras bien ninguna es tan guapa como Roxanne, así que aunque entrara en el burdel no creo que quedara satisfecho con ninguna de las chicas que hay allí. Así que, en lugar de eso, decidí mantener las distancias y espiar a las prostitutas frente al edificio. Quién sabe, ¿quizá pueda enterarme de algo interesante? Suponiendo que el bullicio de la calle principal me permita oír una maldita cosa.

Por suerte, el ruido del entorno no era el menor problema, pero otro obstáculo se ha presentado ante mí: No entiendo ni una palabra de lo que decía esa prostituta. La oí hablar sin ningún problema, pero no hablaba en brahim. Utilizaba una lengua que me era totalmente desconocida. De hecho, ¡ninguna de las personas que estaban en el burdel parecía hablar en brahim! Supongo que hasta ese momento no había prestado atención a ese pequeño detalle, porque podía comunicarme perfectamente con el posadero y los trabajadores de los gremios, pero parece que la situación lingüística es la misma aquí que en la aldea: las personas capaces de hablar brahim parecen ser una estricta minoría. En cambio, deben de estar hablando con una lengua, o tal vez un dialecto, que sólo utilizan los lugareños. Bueno, si busco un poco más, quizá pueda encontrar una prostituta que hable brahim, así que quizá valga la pena intentarlo.

Deambulé por los barrios bajos hasta que se apagó la luz de la linterna que había alquilado, y entonces decidí volver a la posada utilizando Portal. Podría haber regresado a pie, pero tras llegar a la conclusión de que pasear por los barrios bajos sin luz a esas horas no sería la mejor idea, decidí no hacerlo. Además, aunque tuviera que volver a pie, no sé si podría orientarme por los barrios bajos en completa oscuridad. Probablemente podría volver a la zona del burdel porque no estaba tan lejos de la parte principal de la ciudad, pero cualquier otra cosa sería simplemente arriesgada.

Para no llamar la atención de nadie, aparecí detrás de la posada y luego ingresé despreocupadamente por la puerta del frente. Después de devolver la linterna al posadero, volví a mi habitación para dormir un poco.

Me desperté hacia medianoche, fui al vestíbulo, dejé la llave en el mostrador y me dirigí a los barrios bajos una vez más. El posadero me echó una mirada, pero no hizo más preguntas. Las calles estaban oscuras como el infierno, pero conseguí volver a la zona del burdel sin mucha dificultad. Quería volver a espiar a las prostitutas, pero parece que todas se han ido a dormir o se han retirado a las habitaciones del burdel con los clientes que han conseguido. Bueno, en ese caso, vamos a escanear los alrededores con Identificar, tal vez eso me de algunos resultados.

La información de una sola persona apareció ante mis ojos. Así que hay alguien aquí después de todo. Además, ya lo sabía más o menos de mis excursiones al Laberinto, pero parece que la capacidad de Identificar algo no depende de la luz de tu entorno inmediato, ya que Identificar también funcionaba en la penumbra de las cavernas.

La persona que detecté era una aldeana solitaria de 26 años. Parecía que estaba a cierta distancia de mí, pero en esta oscuridad no podía saber exactamente a qué distancia estaba realmente. Pero eso no es importante ahora. La pregunta más importante que hay que responder ahora mismo es: ¿qué demonios está haciendo sola en un lugar así a una hora tan extraña?

Intenté seguirla haciendo el menor ruido posible, pero a los pocos pasos tuve que esconderme detrás de una de las paredes de una casa cercana porque la esquina del edificio del otro lado de la calle se había iluminado mucho de repente. Parecía que alguien que llevaba una antorcha venía en dirección a la mujer.

Eran tres hombres en total. Y su descripción… ¡Bandidos! ¡Los tres están etiquetados como Bandidos! Es la primera vez que encuentro bandidos desde que llegué a esta ciudad hace unos días. Pero sus niveles son bastante bajos. Todos ellos tenían un solo dígito. De todos los Bandidos que atacaron el pueblo, sólo dos de ellos tenían premios decentes por sus cabezas: el Líder de los Bandidos y el tipo que parecía su segundo al mando, en otras palabras, los únicos Bandidos que tenían sus niveles consistentes en dos dígitos. Por lo que parece, si el Bandido no tiene un Nivel de al menos dos dígitos, es decir, Nivel 10 como mínimo, el premio por matarlo será tan ridículamente minúsculo que cazarlos casi parece una pérdida de tiempo.

Los tres bandidos comenzaron a alejarse unos de otros, pero lo suficientemente cerca como para permanecer a la luz de sus antorchas y saltar sobre la presa potencial en caso de necesidad. Caray, ya siento lástima por quien vaya a tropezar con ellos. Estaba considerando seriamente si debía largarme de allí usando Portal cuando oí gritar a alguien. Alertados, los tres Bandidos giraron bruscamente la cabeza y se dirigieron a la fuente del grito. Pero quién podría haber sido…

Oh no. Oh carajo. Oh, carajo, no.

A medida que los tres bandidos avanzaban, la luz de sus antorchas acabó por revelarles la presencia de la aldeana. Intentó huir, pero tropezó con sus propias piernas y se golpeó con fuerza contra el suelo a los pocos metros.

[ ¡X X X! ¡X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X!]

[¡X X X! X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X]

Los bandidos la alcanzaron enseguida. La rodearon lentamente mientras le gritaban. No podía distinguir las palabras exactas, pero estaba seguro de que se burlaban de ella.

[¡¡¡X X X X X X!!!]

Tras otro grito, uno de los Bandidos pateó a la mujer en el estómago con tanta fuerza que acabó tosiendo sangre. Los otros dos le siguieron y se unieron a la ‘diversión’, aunque la mujer ya estaba a punto de perder el conocimiento tras la primera patada. Finalmente, el que empezó la paliza, el tipo que parecía ser el jefe de los otros dos la agarró por el pelo y empezó a arrastrarla hacia uno de los callejones traseros.

«Ahora vamos a divertirnos. Y puedes estar segura de que nos tomaremos nuestro tiempo contigo».

El hombre, un Bandido de Nivel 9, habló en Brahim. Él y sus camaradas arrastraron a la mujer detrás de otra esquina, y entonces la luz de sus antorchas desapareció lentamente mientras se alejaban cada vez más.

Tras aquel incidente, la zona volvió a quedar en silencio. Casi inquietantemente.

Los bandidos ya se han ido, así que probablemente pueda abandonar mi escondite. Ya no hay nadie aquí que se alerte por mi presencia, así que puedo dejar de preocuparme por eso. Pero lo que he presenciado ahora mismo… ha sido una experiencia bastante desagradable. No me gustó ni un poco, y no estoy feliz de haberlo visto. Aunque fue un poco culpa suya por andar sola por un barrio tan peligroso a estas horas de la noche, no creo que esa chica fuera una prostituta. Probablemente era una ciudadana normal que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Si no era una prostituta que volvía a su burdel después de visitar a un cliente, tal vez estaba visitando a un amigo y acabó quedándose en su casa demasiado tarde. Sean cuales fueran sus motivos, ahora no importan. Lo que importa es que, debido a su mala suerte, recibió una paliza y ahora probablemente se convertirá en un juguete para esos tipos.

Por supuesto, no estoy orgulloso de no haberla ayudado, pero aunque lo hubiera intentado, atacar a esos tres a ciegas habría sido una mala idea. Ese grupo sólo estaba formado por tres Bandidos, pero quién sabe si no hay otros grupos más grandes cerca. Es cierto que quiero encontrar Bandidos para poder acabar con ellos y cobrar la recompensa, pero de nada me serviría empezar temerariamente una guerra con ellos sin tener ninguna información sobre ellos.

Como mínimo, ese encuentro me demostró que son un grupo violento. ¿Quizás esas tendencias violentas fueron una de las razones de su destierro de la ciudad? También confirmé prácticamente que están presentes en los barrios bajos, y que muy posiblemente los gobiernan desde las sombras con un férreo control de la violencia.

Con los conocimientos que he obtenido de este encuentro fortuito, mi plan de acción actual será el siguiente: esperar a mañana por la noche e ir a la parte de los barrios bajos donde hay burdeles (llamémosle barrio de los burdeles) sobre la misma hora que hoy. Si he podido encontrarme con tres Bandidos por un completo accidente, entonces si juego bien mis Tarjetas puede que sea capaz de encontrar a los Bandidos que estoy buscando.