Isekai Meikyū de Harem o (NL)
Volumen 1
Capítulo 3: Roxanne
Parte 1
Nombre del Jugador: Kaga Michio
Información y Equipamiento del Personaje:
Clase: Aldeano Nivel 3, Héroe Nivel 1, Ladron Nivel 3
Accesorios: Anillo de Determinación, Sandalias
Vender con éxito todas las cosas a los mercaderes significa que he conseguido hacer todo lo que me he propuesto en el pueblo de Veil. Esto significa que a partir de este momento, soy libre.
Cuando se me ocurrió ese pensamiento, me sentí a la vez feliz y algo vacío por dentro. Claro, puedo hacer lo que quiera sin que nadie me mande y me diga lo que tengo que hacer, pero ahora que el señor Picker y yo tomamos caminos separados, no había nadie aquí que me conociera.
La realidad de que ahora estaba solo en este mundo extraño me golpeó como un camión-kun golpea a un protagonista en una historia Isekai. Ese solo pensamiento casi me provoca un ataque de ansiedad, hasta que recordé que, técnicamente, no estaba solo después de todo. Así es, hay otra persona a la que he conocido hace muy poco, no hace ni dos horas.
¡El Mercader de Esclavos! ¡Debe estar esperando a que vuelva con él para transmitirme la información sobre el llamado ‘Laberinto’! Ya que se ofreció a darme esa información él mismo sin que yo lo molestara por eso, sería realmente estúpido de mi parte no ir y escuchar lo que tiene que decir, ¿verdad? Pero primero…
Me adentré en las sombras de los callejones tras la tienda de armaduras con mi nuevo equipo a cuestas. Decidí que probablemente lo mejor sería llevar la Armadura de Cuero sobre la camiseta para tener algo más de protección, pero volví a meter los Zapatos de Cuero y la Bandana del Bandido en la mochila. Esa bandana es diferente de las normales, así que siempre existe la posibilidad de que los conocedores la reconozcan enseguida, así que si la llevo en público, podrían acabar confundiéndome con un bandido de verdad, y eso es lo último a lo que quiero enfrentarme. Por último, llevaba la Espada de Cobre a la espalda y dos Cimitarras en la cintura. Es lo más cerca que puedo estar de ser un samurái en este momento.
Me aseguré de que nadie caminaba cerca de mí ni me miraba y abrí la bolsa con el dinero del premio. Contenía un total de 16 monedas de oro y un montón de monedas de plata, ¡lo que significaba que el premio total era de más de 160.000 Nar! Es estupendo que ahora tenga tanto dinero, pero la enorme cantidad de monedas que pesaban sobre mi bolsa con cordón empezaba a parecerme un gran inconveniente. Para alguien como yo, acostumbrado a usar las monedas de 5 o 10 yenes, cambiar de repente a la moneda de este mundo que parece subir cada 100 monedas puede requerir un tiempo de adaptación. Además, si no recuerdo mal, el jefe de la aldea me dio 15 monedas de oro en total justo antes de que partiéramos de la aldea. No sé si tienen el mismo valor exacto, pero debería ser casi tanto como el dinero del premio por los Bandidos derrotados. Muy bien, ¡es hora de hacer cuentas rápidas!
15 monedas de oro del Jefe más 16 monedas de oro de la recompensa por los Bandidos más las dos monedas de oro de todas las compras y ventas que he hecho con el señor Picker… así que deberían ser 33 monedas de oro en total. Además, también tengo un montón de monedas de plata y cobre. Como las de oro son las que más valen, meteré sólo esas en la bolsa con cordón, y luego la pondré en el fondo de la mochila para no perderlas. Bien, ahora debería estar listo para seguir adelante.
Salí de los callejones traseros y volví a la calle principal de la ciudad, que seguía tan concurrida como cuando llegamos. Mirando más de cerca los puestos, me di cuenta de que, aparte de humanos, al parecer también había razas no humanas, y en una variedad sorprendentemente grande. Altos, bajos, cubiertos de pelo, de escamas, incluso con orejas puntiagudas… ¿Orejas puntiagudas? ¡Elfos! ¡¿Así que incluso hay elfos en este mundo?! Y vaya, hay muchas más mujeres que hombres, y… y… y ¡Dios mío, son incluso más bonitas que las que aparecen en los mangas, anime y libros de mi propio mundo!
Ahora bien, mirar fijamente a las dependientas como un pervertido probablemente me metería en problemas con las autoridades, así que lo mejor será fingir que estoy interesado en comprar los productos que ofrecen y echarles un vistazo mientras miro los escaparates.
Una de ellas era especialmente guapa y tenía unos pechos grandes y bien formados, así que pasé la mayor parte del tiempo en su puesto de joyas. Ahora bien, sé que cuando se trata de la edad, las apariencias engañan, así que intenté comprobarla con Identificar, y el resultado fue… ¿Edad: 37? ¿No debería ser 370 o algo así, ya que es una elfa y todo eso? O sea, está bien, mientras parezca que acaba de pasar la veintena (en otras palabras: perfectamente machacable) me parece bien. Ah y por cierto, cuando intenté Identificarme para ver si aparecía mi edad, sólo aparecía mi nombre y sexo.
Después de un corto paseo volví a la tienda del Mercader de Esclavos, a la que los clientes iban y venían como si estuvieran comprando comida. Bueno, entiendo que este es un mundo totalmente diferente al mío, pero honestamente, esperaba que al menos una persona actuara sospechosamente o mirara nerviosamente a su alrededor como si hubieran robado algo. ¿Soy yo el raro aquí, o toda esa gente no está bien de la cabeza? Probablemente sea lo primero. También como nota al margen: mientras paseaba por los puestos mirando a las señoritas de aspecto agradable, intenté escuchar las conversaciones de los demás con la esperanza de obtener información sobre el precio de mercado típico de los esclavos, pero ese plan se fue al traste bastante rápido porque la mayoría de ellos no hablaban en brahim, así que sencillamente no pude entender ni una palabra de lo que decían.
«¿Hola? ¿Es un buen momento? ¿No te molesto?» pregunté cuando por fin reuní el valor suficiente para entrar en la tienda.
«Ah, el joven de antes. Por supuesto, pase.»
El que me recibió fue el mismo aprendiz de antes.
«¿Está aquí el señor Alan? Me gustaría hablar con él sobre el asunto que discutimos antes.»
«Por supuesto. Venga y tome asiento mientras voy a buscar al señor por usted. Le atenderá en un momento.»
Me indicaron la habitación que había junto a la entrada de la tienda, no la del fondo. ¿Será que el tal Alan tiene distintas habitaciones para distintos ‘negocios’? ¿Ahora me iban a tratar como a un cliente oficial?
Esta sala estaba literalmente repleta de muebles de aspecto caro, con alfombras mullidas, sofás de cuero, cuadros en todas las paredes y una gran mesa y un par de sillas hechas de lo que parecía ser un roble oscuro. Debía de ser una recepción de clientes o algo por el estilo.
«¡Bienvenido de nuevo a mi elegante establecimiento, señor Michio! Le estaba esperando.»
El dueño, Alan, vino a verme enseguida. Aún no me he sentado.
«S-Sí, claro.»
«Pero, ¿dónde están mis modales? Por favor, siéntese donde quiera. Siéntase como en casa.»
Seguí su consejo y me senté en uno de los sofás. Era incluso más cómodo que en el que me senté cuando estuve aquí con el señor Picker.
«Antes de seguir adelante, hay algo que me gustaría que supiera sobre el hombre que me ha vendido hoy.»
«¿Sí? ¿Qué es?»
«He tenido una pequeña… charla amistosa con él para conocerle mejor, como es habitual en mi negocio, y me ha revelado información que podría interesarle. Ese hombre se convirtió en esclavo porque cometió el delito de robar la Bandana del Bandido, que estaba entre tu botín de batalla, ¿verdad? Pues resulta que no cometió ese robo solo. En realidad tuvo un cómplice, por desgracia, no quiso compartir su nombre por muy …amablemente… que se lo pedí. ¿Entiende a lo que voy, señor Michio?
«Sí, lo entiendo. Gracias por decírmelo, tendré cuidado.»
La Bandana del Bandido es un objeto que aumenta las estadísticas de cualquiera que tenga un trabajo de Bandido o Ladrón, así que los criminales estaban dispuestos a pagar un alto precio por ella. Si ese tipo quería robármela, significa que probablemente tenía a alguien dispuesto a comprársela. No sé quién podría ser ese alguien, pero creo que podemos descartar con seguridad al Jefe de la Aldea y a su mujer, ya que fueron muy serviciales conmigo después de que les ayudara a detener el ataque a la aldea y nada en su comportamiento apuntaba a que tuvieran algún tipo de motivo oculto. ¿Quizás fue el señor Picker? Al fin y al cabo es un mercader, y la mayoría de ellos sólo tienen un principio en su negocio: vender al mejor postor. Por otra parte, tratar con bandidos era probablemente demasiado arriesgado para alguien como él. Por lo que sé, cuando la transacción se hubiera completado, podrían haber acabado con él para llevarse tanto el objeto como el dinero. Entonces, ¿quién podría ser ese supuesto cómplice?
Pero eso es un asunto para más adelante. Por ahora, centrémonos en la tarea que nos ocupa.
«Cuando vine aquí antes, mencionaste algo sobre un Laberinto, ¿verdad? Me gustaría saber más detalles, pero primero, ¿dónde se encuentra exactamente?»
Sería mejor preguntarle sobre todo lo que quiero saber antes de ponernos manos a la obra.
«Ha sido descubierto en el bosque justo al oeste de la ciudad.»
«Al lado opuesto de donde llegamos.»
«Así es.»
