Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: Promesas

Parte 4

Pero aun así. ¿Había alguna otra razón para todo esto? No podía creer que sólo porque Kirino tenía un hobby raro, Ayase cortaría los lazos con ella.

“Quizás. Pero si tengo que decirlo, tú tampoco entiendes exactamente cómo es el hobby de Kirino, ¿cierto? Estás odiando algo sin siquiera entenderlo.”

Traté de convencer a Ayase con la misma línea de pensamiento que usé con mi padre. Pero…

“Mi madre es la presidente de la PTA.” Ayase dijo de pronto.

“¿PTA?”

Al aparecer una extraña palabra aparentemente fuera de contexto, torcí el cuello.

¿Exactamente qué tenía que ver eso con lo que estábamos hablando?

“Algunas veces ayudo a mi madre cuando asiste a sus reuniones regulares… en esas reuniones, a veces tenemos conferencistas invitados, periodistas que han hablado en televisión antes… lo que nos dijeron es que Japón, como país, es uno de los mayores proveedores de pornografía infantil en el mundo, y que hay productos sospechosos como esos distribuidos sin ser revisados en Akihabara. Es un problema serio de verdad, si me lo

preguntas… La misma persona nos dijo que la Casa de Representantes[10] recientemente recibió una petición para dictar una ley que regule la fabricación y distribución de animes y juegos para adultos que contengan niñas pequeñas.”

“… ¿Adultos… regulación… petición?”

Qué está pasando… Tengo un mal presentimiento de a dónde va esto…

“Sí. En resumen, se trata de un petitorio para la regulación de juegos y animes para adultos. Originalmente fue un pedido presentado por miembros de la Casa de Concejales. Si haces ese tipo de cosas, sin darte cuenta terminarás destruyendo tu mente y perderás tu humanidad.”

Aunque Ayase estaba hablando con bastante disciplina, gradualmente se iba alterando más y más.

“Habían algunos productos mencionados en un folleto que repartieron en la reunión. Había mangas y juegos de computadora en los que corrompían a

niñas pequeñas, se las sometía y disfrutaban haciéndoles cosas pervertidas… No podía creer que existía gente interesada en estas cosas, que jugaría con ellas y se divertiría mientras lo hacían. Ni siquiera quiero recordar lo que pasó en ese incidente… pero ciertamente, las cosas que Kirino tenía esa vez eran ese tipo de cosas, ¿cierto? ¿No es así?”

Enfrentando las olas de desaprobación que venían de Ayase, no supe bien cómo responder.

Entonces, ¿la PTA sen encargaba de cosas como esa también? ¿En serio, peticiones…? ¿Regulaciones…?

Nada más que pensamientos y preguntas sin sentido pasaban por mi cabeza.

“Ese tipo de afición repugnante… si siquiera puedes llamar ‘hobby’ a algo

tan sucio como eso… descubrir que una buena amiga tenía algo como eso…

¿acaso no es obvio que trataría de detenerlo? ¿De verdad una amiga le daría permiso para hacer ese tipo de cosas y aprobarlo? No lo creo, entonces si ella no renuncia en absoluto, no puedo seguir relacionándome con ella.

Incluso si es una mejor amiga.”

Si esto hubiera ocurrido hace algunas semanas, probablemente no hubiera estado en contra de lo que está diciendo, y lo aprobaría como una forma válida de pensamiento.

Quiero decir, incluso ahora, tenía que admitir que el serio razonamiento de Ayase era aceptable…

Incliné la cabeza. Pero no tengo que decirle eso, ¿cierto?

¿Acaso yo estaba actuando así porque ya estaba en camino de convertirme en un otaku? ¿Me había vuelto loco?

Considerando lo que estábamos hablando, no quería reñir con esta chica de secundaria y hacerme quedar como un gran pervertido… pero antes de darme cuenta ya había abierto la boca.

“Bueno, digo, desde tu punto de vista, es probable que parezca repugnante y sucio… si eso es lo que dices que piensas, entonces todo lo que puedo

decir es ‘ah, de acuerdo’. Pero tampoco es como para exagerar tanto… digo, son sólo libros y juegos, ¿cierto?”

“¡¿Y si te digo que bajo la influencia de esas cosas que llamas ‘sólo juegos’ la gente cometiera crímenes?! ¡Qué hay de ese incidente antes de las vacaciones de verano, estaba en las noticias… ummm… el ‘Caso del Intento de Homicidio Siscali’!”

“¿E-El Caso… del Intento de Homicidio Siscali?”

“Sí. ¿Lo sabías? Aguarda… un segundo. Sé que lo tengo por aquí…”

Escuché algunos golpeteos al otro lado de la línea. Parece que estaba buscando los documentos.

“… Se trata de un caso donde un hombre trató de electrocutar a una niña hasta la muerte y fue capturado. Ese hombre era parte de ese grupo de potenciales criminales llamados ‘otakus’, y parece que hizo lo que hizo bajo la influencia del juego 18+ ‘Little Sister Wars – Siscalypse’. Él confesó que quería imitar lo que hizo en el propio juego, añorando a los personajes… también confiscaron una gran cantidad de libros y juegos repugnantes de la habitación de ese hombre.”

En su enojo, Ayase me lanzó su fuerte crítica.

“¡Entre los repugnantes libros que se le cayeron a Kirino ese día, habían algunos incluidos en la lista de este documento! Vi ‘Siscalypse’ escrito en alguna parte, ¡¿de acuerdo?! ¡¿No quiere decir eso que Kirino tenía el

mismo juego que el asesino ese?!”

Ya veo… ya veo. Lo veo muy claro… sé exactamente qué está pasando. Puedo entender por qué te volviste histérica tan de repente cuando viste ese doujinshis, y por qué palideciste en ese entonces.

En otras palabras, ella de verdad estaba preocupada por Kirino.

Su importante amiga podría convertirse en una potencial criminal. De esa manera, Kirino podría destruir su mente y perder su humanidad.

… ¿Qué debería hacer? Qué debería hacer… qué debería hacer… ¡¿qué debería hacer?!

Así que la situación se tornó en esto. Ayase continuó su discurso en un tono amargo.

“… ¿Entonces? ¡Cómo puedes justificar algo como eso… esos tipos de juegos y mangas, y todo lo similar a esa clase de cosas… es imperdonable que tales cosas existan en este mundo! Y la gente que busca esas cosas, y la gente que hace esas cosas, todos son lo mismo: ¡potenciales criminales! ¡Estas son cosas que necesitamos regular más de cerca y controlarlas estrictamente!

¡¡Y estas cosas no son cosas con las que Kirino debería involucrarse en lo absoluto!! ¡Devuélveme a mi Kirino! ¡Devuélvemela!”

Click.

Y me cortaron así nada más. Reuní todo mi coraje y volví a marcar el número, pero Ayase una vez más no contestaba.

“… Qué demonios…” Suspiré profundamente.

Esperaba que la conversación fuera dura, pero fue mucho más difícil de lo que me imaginé.

Ayase no hablaba simplemente desde el puro prejuicio contra los otakus que la mayoría de las chicas de secundaria tenían. Ella estaba tratando de detener el hobby de Kirino por el bien de Kirino. Hasta este punto, sus acciones eran idénticas a las de mi padre aquella vez. Pero Ayase había presentado evidencia que fundamentaba su opinión, su repudio contra los otakus. Era una oponente difícil. Probablemente mucho más de lo que lo era mi padre.

Será difícil lograr que cambie de opinión sin hacer todo lo posible.

“… ‘El Caso del Intento de Homicidio Siscali’, huh… pensar que oiría algo como eso en un momento como este…”

Si lo pienso más detenidamente, la razón por la que Kirino se deprimió tanto puede haber sido que se encontró con Ayase mientras Ayase se comportaba así. Era una situación lamentable de verdad.

“… Hm.”

Pero, ¿qué pasó? ¿Qué hay con ese argumento? Por lo que oí (y su tono parcial lleno de genuina preocupación probablemente tenía algo que ver con esto), ella fue bastante convincente, e incluso su argumento se basaba en hechos reales. Pero… cómo debería decirlo… había algo dentro de su línea de razonamiento que no podía aceptar.

Para ser honesto, puede que se deba a que conocí a las amigas de Kirino, e incluso por haber ido a un evento con ellas… y porque había percibido un sentimiento de amistad naciendo con ellas. O mejor dicho, puede que se deba a que jugué a ese juego ‘Siscali’, que motivó a ese crimen, que lo provocó, e incluso lo clarificó… así que probablemente, influyó en mí para estar a favor de él.

No sabía qué era, pero sí sabía que no podía aceptar lo que dijo.

Incluso yo no negaría que existen malas influencias en los juegos, manga, o en Internet. Tu precioso tiempo se consume rápido, no es muy bueno desperdiciar tu juventud viendo anime bishoujo, y que el único lugar en el que puedas hablar con orgullo sobre eroges sea en comunidades muy particulares.

Una vez que sales y lo ves desde la perspectiva del sentido común, no se trataba de algo sobre lo que pondrías el pecho.

Quiero decir, es por eso que Kirino ha tenido tantos problemas cuando no podía encontrar a nadie con quien hablar sobre su hobby.

La gente diría que estas cosas eran una mala influencia para ella.

Pero, sólo por ser un otaku, ¿podría una buena persona realmente convertirse en una mala persona, o alguien que nunca cometió un crimen, de verdad podría transformarse en un criminal?

Por ejemplo… si lees un manga donde matan gente, o participan en un juego mortal, ¿comenzarás a querer matar gente en serio?

Quiero decir, quizás el tipo que mató a otra persona fuera un idiota en primer lugar. Si fuera un humano normal, ¿la gente no tendría ningún problema? Si no fueran los juegos o lo que sea, se trataría en cambio de un problema en su personalidad, ¿o no?

Pero en aras de la discusión, digamos que él cayó bajo la malvada influencia de los videojuegos y se volvió un criminal. Aun si no hubiera jugados videojuegos, ¿acaso no encontraría otra razón para cometer crímenes?

Digan lo que digan, la realidad siempre tendrá una influencia mucho más fuerte en la gente que los videojuegos.

Es imposible crear un juego que sea más real que la realidad.

Es imposible siquiera pensar cómo sería un juego así.

Así que, aun si ella tiene evidencia como esa, simplemente no me convence. Es sólo mi opinión personal, y difícilmente cambiará.

Es imposible que convenza a Ayase sólo con esta opinión. “… ¿Qué debería hacer?”

Kirino y Ayase querían arreglar las cosas entre ambas.

Pero Kirino no tenía intenciones de renunciar a su afición en lo absoluto, y Ayase no tenía intenciones de aprobarlo tampoco. No podían verse a los ojos.

Y… aun si su relación nunca vaya a ser la misma, yo quería verlas reconciliándose. Aunque desde el fondo de mi corazón, no podría preocuparme menos por mi maldita hermanita.

Consejo de vida… es porque ya me había involucrado en algo como eso, así que haré lo que pueda.

Y además, no podía tolerar, ni siquiera digerir el hecho de que cerca de mí, dos buenas amigas estaban separándose. Porque puedo entender cuán dolorosa es esa experiencia. Así que si puedo hacer algo, lo haré.

Incluso si no se tratara de mi hermana, me sentiría igual.

Antes que nada… esa chica dijo que los otakus eran “potenciales criminales”. Eso no sólo me incluía a mí y a Kirino, sino también a Kuroneko y Saori.

Por supuesto, no me importa que hablen mal de los otakus en general…

Pero si alguien habla mal de mis amigos, ¿podría simplemente quedarme en silencio? Obviamente no, ¿cierto?

Luego de eso, pensé sobre la situación en mi cuarto.

Sobre cómo podría lograr que se reconciliaran. Sobre cómo lograr que se retractara de esas palabras que dijo sobre mis amigas. Sobre qué podría hacer y qué no podría.

“………”

Cosas que debería hacer… había algunas cosas que podía hacer.

Primero, le pediré prestada la computadora a Kirino, y buscaré en Internet. Entonces, podría… pedirle ayuda con esta situación… a alguien…

Podría reírme de mí mismo por recurrir tan de repente a otras personas, pero entendía muy bien el poquito poder que yo tenía. Un estudiante de bachillerato de 17 años de edad, extremadamente normal. Eso es lo que era.

Si alguien más confiable que yo pudiera darme su fuerza, y ayudarme a alcanzar mis objetivos de manera efectiva, eso sería grandioso. Llámame mala onda si quieres, dime patético si quieres, pero haré lo que crea que sea de ayuda.

Haré lo que pueda. Así que, tenía que agotar toda la fuerza que tenga.

¿Pero a quién debería preguntarle exactamente…? La persona con la que me sentiría más cómodo hablando sobre esto, la persona que mejor informada estaba sobre este tipo de situaciones, era Saori… pero quería dejar de lado esa opción por ahora. A Kuroneko también. Dije que agotaría toda mi fuerza… pero no quería preocupar a esas dos con esto. Ya nos han ayudado más que suficiente… No quería pedirles encima que me ayuden con esta situación desastrosa.

Bueno, ciertamente, Saori diría algo como “no hay necesidad de agradecerme”…

Es por esto que pedirles ayuda a Saori y Kuroneko, para mí, era la última opción.

Hablando de Kirino, probablemente ya haya hecho lo que estuviera en su poder para resolver esta situación. Puede que haya agotado todas las posibilidades en su haber. E incluso si se redujo a un estado tan penoso, aun si voy a pedirle consejo a estas alturas, ninguna buena idea saldría de ello.

En lugar eso, es probable que terminemos discutiendo otra vez.

Entonces… el candidato que quedaba era… “… ”

Lo medité durante un minuto, pero finalmente abrí los ojos, mi mente seguía alborotada.

… había alguien. Si de verdad quería continuar, solamente quedaba una persona…

Alguien que en serio me aconsejaría, alguien increíblemente bien informado sobre cosas como “El Caso del Intento de Homicidio Siscali” o las “Reuniones PTA” o las “regulaciones de material bishoujo para adultos”, alguien que nunca se lo contaría a otros, y de quien esperaría un consejo efectivo…

P-Pero… esa persona era… esa persona era…… ugh… Esto no podía estar pasando…

Mientras pensaba en la persona que podría ayudarme, mi determinación vacilaba…

Arrugas aparecieron en mi frente, y rezongué. “D-De acuerdo…”

Finalmente aclarando mi mente, colapsé en mi cama, mi rostro palideció.

Maldición. No estaba enfermo, pero sentía un punzante dolor en mi mejilla…

Era de noche ese mismo día. Decidiendo que era el momento indicado, caminé hacia el living.

Allí estaba mi papa sentado en el sofá y disfrutando de su bebida como de costumbre. Afortunadamente, mi madre no se encontraba cerca. Puede que esté tomando un baño.

“P-Papá…”

“… Oh, Kyousuke. ¿Qué necesitas?”

La mirada de mi padre daba la impresión de algún temible yakuta, y si tuviera que compararlo con un animal, diría que se parecía a la de un gorila. Era increíblemente rudo. De hecho, trabajaba como oficial de policía. Con esa mirada feroz que he visto varias veces en Kirino, probablemente infundía miedo en el corazón de los criminales.

Antes de las vacaciones de verano, enfrenté a esta persona. Para lograr que aceptara la afición de Kirino.

Rememorándolo, fue bastante increíble cómo resultaron las cosas esa vez. De alguna manera todo marchó milagrosamente bien, pero si hubiera fallado, en verdad tendría que haberme rapado la cabeza y en estos momentos ya me hubiera unido al templo Budista. Para ser franco, iría tan lejos como para decir que es extraño que haya escapado de ese episodio casi ileso.

Y… honestamente, desde entonces, raramente he hablado con mi padre.

Mi padre nunca rompía las promesas que hacía, así que no había razón para creer que seguiría estando de mal humor por lo que pasó, pero desde entonces las cosas se volvieron extrañamente incómodas. En ese momento, dije enojado cosas que no encajaban con mi persona, así que me

preguntaba cómo interpretó él la situación… ¿sabes a qué me refiero no?

Umm… bueno. Podrías preguntarme, si me siento tan incómodo y débil por esto, ¿por qué recurro voluntariamente a él? … Bueno, la verdad es difícil de explicar…

“Kyousuke, te pregunté qué necesitas, ¿no? Quieres hablarme de algo,

¿cierto?”

“A-Ahh… sí, así es…”

“Hm… ¿es sobre tu futuro?” “No…”

Lo siento, no es sobre eso, papá… de verdad, de verdad lo siento, me siento muy mal por esto…

Por favor, escucha…

“Necesito consejo sobre algo… sobre el asunto de los juegos 18+…”

“…………………………………………………………………………………………………………………………………….”

N-No dice nada. ¿P-Papá?

“… Ah creo que oí mal. Lo siento Kyosuke, por favor dilo de nuevo.”

En un inusual buen humor, mi padre sonrió y vació su copa de sake.

Él todavía creía que Kirino no tenía juegos 18+… así que tenía que pretender que la persona en cuestión sería yo mismo.

Umm… ¿qué debería decir? Intentemos avanzar despacio y con cuidado…

“Papa… la verdad es que… hace poco, dejé caer accidentalmente un artículo 18+ en el camino, y una de mis amigas, una chica, ahora me odia. ¿Qué

debería hacer?”

¡Tos! ¡Tos! ¡Tos! ¡Tos!

Derramó algo de sake en su cara. ¡Tos! ¡Tos! ¡Tos…! Mi padre lucía como si estuviera sufriendo un ataque de asma. Puso una mano en su pecho, mientras sacudía al azar la otra en el aire.

¡M-Mierda! Hasta yo me quedé sin palabras. Me precipité y le pregunté directamente.

“¡¿P-Papá, estás bien…?! ¡Toma un poco de agua!”

Le di un vaso lleno de agua, y mi papá lo bebió completamente. “Haah Hah, hah…”

Se levantó, empapado en sudor, y moviendo sus hombros de arriba abajo. Posó de un golpe el vaso en la mesa.

“¡¡Hijo idiota!! De entre todas las cosas, ¡¿de qué rayos me pides consejo?!”

¡Un gran disparo! En medio de esa atmósfera eléctricamente cargada, extendí mis manos en frente de mí y hablé excusándome.

“Bueno, quiero decir, en un evento compré muchos mangas eróticos, y me topé con ella en el camino de regreso a casa…”

“¡¿Quién demonios te preguntó por los detalles?! ¡Eso no es lo que quise decir!”

“L-Lo sé…”

… Ohh… papá… aun estando enojado, puedes replicar apropiadamente…

“¡¿Entonces, qué pasa?! ¡¿Ese tema ya había quedado en el olvido, o no?!

¡¡Si hay una razón para traerlo de vuelta, dímela por favor!!”

“¡H-Hay algo que quiero confirmar contigo! ¡Contigo papá! ¡Por favor… escúchame! ¡Te lo suplico! ¡Ayúdame con esto!”

Me postré y le rogué. “… ¿Qué dijiste?”

Sí. Tenía una buena razón para algo tan escandaloso como esto. Todo era para encontrar una manera de convencer a Ayase.

Incluso si me manda a volar, lo necesito a él en este tema. Y entonces… “… Continúa.”

“Aah hay algo que oí el otro día, me preguntaba si tú sabías sobre ello…”

Con una tensa expresión, mi padre escuchó mi historia de principio a fin. Después de la escuela, al siguiente día.

“¿Entonces? Dijiste que tenías algo que decirme. ¿De qué se trata?”

Estaba al lado de la escuela a la que asistía Kirino, cara a cara con Aragaki Ayase.

En su camino de regreso a casa, Ayase llevaba el mismo uniforme que había visto hace un tiempo, y sostenía su mochila con fuerza.

Sus ojos daban la impresión de que estaba esperando para entrar a un duelo en cualquier segundo.

Estaba claramente a la defensiva. Era de esperarse, pero todavía así, era una situación indeseable.

No reunimos en una pequeña plaza de juegos para niños. Era un lugar en donde solía jugar a menudo con Manami de pequeños, pero ahora, el tobogán, el pasamanos e incluso los columpios habían sido demolidos, quedando nada más que una caja de arena. No había ni un niño jugando aquí, en este solitario lugar.

Pero considerando la conversación que yace en frente de mí, por el contrario, este era un lugar conveniente.

Invité a Ayase a este lugar con un mensaje de texto. Ella no contestó, así que estaba no me sorprendería que el mensaje fuera ignorado. Pero aquí estábamos.

“Eso es obvio, ¿no? Es sobre Kirino.” “Ese tema está terminado.”

Ayase se rehusó rotundamente.

“Si era todo lo que querías, entonces me voy yendo.”

“Espera, espera, aguarda un momento. ¿Por qué llegas a conclusiones de esa manera? Por favor, sólo escucha lo que tengo para decir.”

“¿Es necesario? Mi opinión y conclusiones son las mismas que te dije ayer… Si puedo, me gustaría lograr que Kirino vuelva al camino correcto. Detener ese hobby, y que vuelva a ser cómo era antes. Pero…”

Ayase declaró con calma, y se mordió el labio.

No tenía que ir tan lejos para hacerme saber esas cosas, ya que Kirino jamás tiraría su hobby a la basura. Aun si su imagen pública se viera comprometida, o si sus padres lo desaprobaban firmemente, a ella siempre le gustará lo que le gusta.

He visto de primera mano su ridícula y obstinada determinación.

“Por qué ella iría… tan lejos…”

Eso era… algo que Ayase no puede entender, creo.

¿Cómo es que, aun cuando fue advertida tan seriamente por su mejor amiga, tales advertencias le entraron por un oído y le salieron por el otro? Incluso cuando Ayase no había dicho nada que fuera incorrecto… ya sea que la afición que Kirino tenía era asquerosa y repulsiva, o que alguien como Kirino no debería involucrarse tanto con esas cosas.

… ¿Podría ser que, me equivoqué al pensar que eran amigas muy cercanas…?

… Era normal que pensara algo como eso…

Esta chica odiaba a los otakus incluso más que mi padre. Se dejó llevar por esa mala reputación que existe en el mundo sobre los otakus, y adoptó ese prejuicio contra ellos. Por supuesto, en ese prejuicio puede que haya algunas cosas que no estén totalmente equivocadas. En cuanto a Ayase, más allá de su prejuicio, había una parte en la psicología de los otakus que no sería capaz de aceptar. Al verla, ella era una chica orgullosa de su pureza.

“¿Qué tipo de personas crees que son las que tienen más prejuicios contra los otakus?” me dijo Kirino. La respuesta era chicas de escuela secundaria… probablemente lo dijo teniendo a su mejor amiga en mente.

Ella era una persona bastante seria, pura, bondadosa, honesta, y un poco prejuiciosa.

Mi evaluación de Ayase no estaba equivocada.

Definitivamente no era una mala persona. En cambio, diría que es una persona extremadamente buena.

… ¿Cuántos amigos míos podría contar que se enojarían así por mi bien?

“… Onii-san. Tengo algo que pedirte.” “… ¿Qué es?”

“¿Podrías hablar con ella también? De verdad quiero que se detenga.”

Ayase todavía tenía la impresión de que yo era un otaku. Pensaba que era repulsivo y asqueroso, que mi mente se había destruido y que era un potencial criminal. Y aun así…

“Por favor, ayúdame. Mis… mis propias palabras parecen no alcanzarla… entonces…”

Pensar que haría una reverencia hacia alguien que odia tanto como a mí.

Puede que esa sea la razón por la que incluso accedió a encontrarse conmigo hoy.

Porque quería a su amiga más importante de vuelta. Quería salvarla de tomar el mal camino.

… En cierta manera, ¿no parece que soy el tipo malo aquí? Tampoco es como si pudiera pretender que soy el bueno en esta situación…

“No puedo. De verdad, no puedo.” “¿De ninguna manera?”

Ayase preguntó mientras se inclinaba. “No, de ninguna manera.”

Aun si hablara con Kirino, no es como si pudiera lograr que se detuviera. En primer lugar, eso no es de lo que vine a hablar.

Al haberme negado de manera cortante, Ayase levantó la cabeza.

¿Soy sólo yo, o parece que la luz de sus ojos desapareció?

“Su reputación quedará arruinada, ¿lo sabes? … ¿Y si digo eso?” “… Creo que tú no harías algo así.”

“¿Cómo puedes saber que es lo que haría o lo que no haría?” “Porque Kirino me lo dijo.”

No di ninguna otra respuesta más que esa. Ayase abrió los ojos de par en par, y vi cómo la luz volvía a sus ojos.