Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 122: Edificio Objetivo.

Número dos de la Calle Narciso. Dentro de la sala de estar, pintada por el brillo del atardecer.

Klein se paró frente a la ventana del balcón mientras les contaba a Frye y Leonard.

“Mi adivinación reveló algo. Vi un edificio de dos pisos azul grisáceo en mi sueño. Las ventanas del primer piso estaban bien cerradas y las cortinas corridas. Está rodeado por unos pocos metros de tierra marrón sin vegetación ni flores. También tiene un jardín terriblemente lúgubre, como el de una historia de terror.

“La única característica que se puede usar para identificarlo es un río cercano, un río un poco ancho.

“Podría ser el río Tussock o el río Khoy. Solo podemos averiguarlo a través del proceso de eliminación. Ojalá podamos llegar a tiempo”.

El río Tussock era el río más grande del Reino de Loen y bajaba desde el noroeste donde estaba la montaña Mirminsk. Fluyó hacia el sureste, pasando por Midseashire, el condado de Awwa, y luego pasando por la capital, Backlund, y hacia el mar cerca del puerto de Pritz.

Los lugares donde convergia en ciudad Tingen incluían la esquina suroeste del Distrito Oeste y el puerto en el Distrito Sur. La fuente del río Khoy provenía del norte de la montaña York a su paso por el distrito universitario en el distrito Este y se encontraba localmente con el río Tussock.

Esos eran los dos ríos principales alrededor de Tingen. El resto solo podía considerarse arroyos, y ninguno de ellos tenía una superficie de agua considerable.

Al escuchar la descripción de Klein, el pálido y frío Frye asintió levemente en acuerdo.

Como no había otras pistas, el proceso de eliminación era el único método eficiente

En ese momento, Leonard sonrió y dijo: “Tal vez podamos reducir las posibles ubicaciones del objetivo”.

“¿Cómo reducimos las posibilidades?” Klein frunció el ceño y preguntó en respuesta mientras miraba el reloj de bolsillo plateado con hojas de vid.

Leonardo se rió entre dientes.

“Un criminal con un plan y un objetivo medianamente intelogente seleccionaría objetivos en algún lugar lejos de la ubicación de su altar. Este es el resultado de su instinto natural: estar a salvo.

“Solo cuando no queden muchas personas que pronto morirán en las áreas alejadas de su altar, considerará los objetivos más cercanos.

“Entonces, deberíamos leer la información nuevamente, excluir las áreas donde la cantidad de incidentes de muerte aumentó rápidamente por encima de los estándares promedio.

Los ojos de Klein se iluminaron cuando escuchó eso.

¡Brillante conjetura!

Al mismo tiempo, suspiró para sus adentros, realmente no tengo el talento para ser detective…

Frye asintió, recogió los documentos de la mesa de café y empezó a leerlos de nuevo.

Después de unos minutos, profundizó su voz ronca y dijo: “Realmente existe tal región, y solo hay una posibilidad”.

“¿Qué área?” preguntó Klein.

Frye le pasó la gruesa pila de información a Leonard, que estaba a su lado. Frunció sus delgados labios y dijo: “Distrito Oeste”.

¿Es el Distrito Oeste? Klein apretó el puño e inmediatamente sugirió:

“Entonces busquemos en el área suroeste del distrito Oeste. Esa área puede ser cubierta por nosotros.”

“Estoy de acuerdo”, repitió Leonard mientras agitaba los papeles en sus manos, como si no fuera él quien sugirió reducir el alcance de su búsqueda.

…

El carruaje de dos ruedas avanzaba lentamente por el camino fangoso. Junto a ellos, el brillo rojo y naranja de la puesta de sol se reflejaba en un amplio río que estaba coloreado con el resplandor crepuscular de la puesta de sol.

Klein y Frye miraron por las ventanas desde ambos lados del carruaje, inspeccionando una casa tras otra. Estaban buscando una casa azul grisácea con un jardín en ruinas. De ser posible, tomarían nota si las cortinas del primer piso estuvieran corridas.

Leonard se sentó tranquilamente en su lugar original, apoyado contra la pared del carruaje mientras tarareaba una melodía local popular.

El paisaje oscuro pasó volando, y Klein vio un edificio de dos pisos de color azul grisáceo por el rabillo del ojo.

Frente al edificio había un jardín lúgubre que parecía en ruinas.

“¡Lo encontré!” Klein dijo mientras reprimía su emoción.

Antes de que terminara su oración, Frye y Leonard se apretujaron para mirar por la ventana. Casi no había espacio entre ellos.

A medida que el carruaje se acercaba al edificio, las cortinas oscuras que estaban corridas en el primer piso aparecieron ante los ojos de los tres Halcones Nocturnos.

Klein ni siquiera necesitó adivinar si era el edificio correcto; estaba completamente seguro de que era el edificio que vio en su sueño. ¡Ahí es donde se instaló el altar del mal!

Ninguno de ellos detuvo el carruaje, sino que permitieron que el conductor del carruaje siguiera conduciendo. Pasaron su objetivo y continuaron alejándose de él, como si solo estuvieran pasando.

Cuando ya no podían ver el edificio al dar la vuelta, Leonard le dijo al conductor que detuviera el carruaje.

“Klein, regresa a la calle Zouteland en este carruaje y dile al Capitán que venga aquí con ayuda”. Leonard chasqueó los dedos y sonrió a su compañero de equipo.

¿Está pensando en mí como un novato y que no debería estar involucrado en una misión tan peligrosa? Este tipo sigue siendo tan agradable como siempre…  Klein se quedó atónito al darse cuenta de lo que quería decir Leonard.

Frye asintió con la cabeza.

“Acabas de comenzar el entrenamiento de combate y tu trabajo es un rol de apoyo”.

Lo sé, y una persona que podría matar a tantos para realizar un ritual no será un oponente fácil. Solo el Capitán podría hacer que esta situación fuera menos aterradora…  Klein respiró hondo y asintió racionalmente.

Miró a Leonard, luego a Frye antes de forzar una sonrisa y dijo: “Tengan cuidado”.

“No te preocupes, valoro mucho mi vida. Hasta que llegue el Capitán, solo haremos guardia y no nos acercaremos. Leonardo sonrió.

Frye no dijo nada, solo recogió su maleta.

Klein se quedó callado por un momento, luego sacó un centavo de cobre y dijo: “Déjame adivinar una vez para ti”.

Dijo: “Lo que sucederá aquí conducirá a un buen resultado”. Lanzó la moneda al mismo tiempo que sus ojos se oscurecían.

¡Dang!

La moneda voló por los aires y luego aterrizó con firmeza en la palma de Klein.

Klein miró y vio que era la cabeza del Rey. Inmediatamente dejó escapar un suspiro de alivio.

“Es solo un símbolo borroso, así que hay otras interpretaciones. Lo más importante es ser cuidadoso y prudente en todo momento”, explicó a Frye y Leonard como lo haría un Vidente.

Leonard ya se había dado la vuelta. Saludó y saltó del carruaje.

“Tan fastidioso como mi abuela de ochenta años…”

Frye asintió con seriedad y se bajó con su maleta.

Al ver a sus dos compañeros de equipo dirigirse hacia el edificio objetivo, Klein tocó el revólver en la funda de su axila y le dijo al conductor: “A la calle Zouteland”.

El conductor, que había sido contratado por horas, no se opuso y permitió que los caballos continuaran el viaje.

…

Calle Zouteland, número 36.

Cuando Klein ingresó a la Compañía de Seguridad Blackthorn, Rozanne, la Sra. Orianna y los demás ya habían salido del trabajo. Estaba inusualmente silencioso y oscuro.

Dunn estaba sentado en el sofá del área de invitados. La lámpara de gas estaba apagada y él parecía confundirse con la oscuridad con su cazadora negra.

“¿Encontraste alguna pista?” Klein, que estaba buscando al Capitán, se sorprendió por la voz profunda de Dunn.

Klein se dio la vuelta rápidamente y miró a los ojos grises de Dunn mientras decía: “Sí, nosotros…”.

Rápidamente le contó sobre la audaz hipótesis de Leonard, su confirmación a través de la adivinación y el posterior descubrimiento de la casa.

En cuanto a la confianza de Leonard y la singularidad que Leonard había discutido, no eran importantes y obviamente no valía la pena mencionarlas.

Dunn intervino de vez en cuando. Cuando terminó la sesión informativa, se levantó abruptamente y caminó hacia la puerta.

Cuando casi había bajado las escaleras, se dio la vuelta y dijo: “Casi lo olvido; te quedas aquí en caso de que haya alguna emergencia aquí.

“Está bien.” Klein asintió solemnemente.

En ese mismo momento, además de Kenley, que estaba de guardia en la puerta de Chanis, los otros Halcones Nocturnos estaban ocupados en el campo.

Dunn Smith bajó corriendo unos escalones y se detuvo de repente. Mientras se ponía el sombrero, le gritó a Klein a través de la puerta: “Cierra la puerta con llave y sígueme. Je, no necesitaremos que te unas a la batalla. En primer lugar, puede hacerse una idea de la atmósfera y, en segundo lugar, es posible que necesitemos la ayuda de la magia ritual durante la búsqueda o inspección final. Recuerda, hasta que todo acabe, tienes que estar al menos a cincuenta metros de distancia. ¡No puedes acercarte al edificio!”

Klein se quedó atónito y asintió con firmeza.

“¡Está bien!”

…

El sol se hundió en el horizonte, y el creciente río Tussock se veía espeluznante y oscuro.

Las nubes oscurecían la luna carmesí, haciendo que el edificio de dos pisos azul grisáceo pareciera un monstruo escondido en las sombras.

El jardín frente al edificio estaba extremadamente silencioso. Era como si no tuviera insectos, ni ninguna otra forma de vida.

Klein miró la escena desde la distancia, sus palmas sudaban y su cuerpo temblaba.

Sintió que había innumerables cosas aterradoras escondidas, esperando hambrientas por un festín sangriento.

Observó a Dunn, Leonard y Frye moverse con cuidado hacia el edificio objetivo, mezclándose con la oscuridad.

…

En el segundo piso del edificio azul grisáceo, en un dormitorio sin luces.

Una joven doncella gentil y dulce con una cara redonda estaba sentada frente a su tocador, mirándose cuidadosamente la cara después de la complicada rutina de cuidado de la piel que acababa de completar.

Había un espejo plateado junto a su mano derecha, su superficie toscamente pulida, casi incapaz de reflejar una figura.

De repente, un chorro de sangre salió del espejo.

La expresión de la gentil y dulce Trissy se volvió grave. Se puso de pie, se acercó a la ventana y miró en silencio.