Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 2

Capitulo 9: Guerra

 

 

Por fin, el negocio de venta de pociones que Kaoru siempre había querido iniciar finalmente había comenzado a tomar forma. Cuando los efectos de lo que podían hacer sus pociones comenzaron a extenderse por la rumorología, el mercado para ellas se abrió en un instante.

La Compañía Mercantil Abili actuó como vendedor, enviando su inventario principal a sus sucursales en otras ciudades y consignando existencias más pequeñas a las tiendas locales donde Abili no había operado.

Publicidad G-AR



Aquellos que vivieran en algún lugar cinco o más días fuera de los territorios de envío tendrían que viajar a una ciudad lo suficientemente cerca para obtener las pociones antes de que llegase la fecha de vencimiento. Ahora bien, teniendo en cuenta esto, no era mucho pedir para arreglar ninguna lesión o enfermedad que los afligía. Ni siquiera tenían que ir hasta la capital. También se enviaban caballos expresos todos los días para llevar a aquellos que estaban demasiado enfermos para moverse correctamente o que necesitaban ayuda inmediata. Incluso viajaban a los que vivían en zonas más pobres, y los caballos más rápidos podían llegar a casi cualquier destino del país en cuatro días.

Como puedes imaginar, había muchos aristócratas, ricachones, funcionarios del gobierno y soldados, que estarían dispuestos a desembolsar el dinero en efectivo para mantener a los caballos en funcionamiento, en caso de que algo sucediera. Si no ocurría nada y, después de todo, no necesitaran esa ayuda, podrían vender las pociones adicionales por poco dinero al público, ya que las pociones perderían sus efectos al día siguiente de ser entregadas.

Todas las entregas realizadas por caballos exprés pasaban por estrictas regulaciones:

¿podría la persona en cuestión realmente no llegar a uno de los otros pueblos vendiendo pociones? ¿Había alguna posibilidad de que simplemente trataran de vender las pociones a otra persona?

Si se descubría que el destinatario estaba revendiendo ilegalmente las pociones o que era culpable de algún otro delito, la familia del perpetrador, parientes, incluso sus amigos y conocidos, perderían el privilegio de recibir pociones. Tal prohibición permanecería en vigor durante toda la vida del perpetrador, lo que generalmente daría lugar a que el perpetrador fuera asesinado por uno de sus familiares.

Publicidad M-M3

Si resultaba ser un noble tratando de torcer la distribución de pociones a su favor, ya no recibirían envíos a los territorios que controlaban… también durante toda su vida. Curiosamente, ese tipo de nobles generalmente terminaban muertos después de que les sucedieran horribles accidentes o después de sucumbir a una misteriosa enfermedad, que sería cuando sus hijos se harían cargo de dirigir la familia.

No hace falta decir que los nobles que eran seres humanos más decentes y compartían sus pociones con las masas experimentaban una bendición de buena voluntad.

La cantidad de jóvenes con un futuro prometedor que habían sido cruelmente arrebatados debido a negligencias menores estaba disminuyendo. Los soldados podían dedicarse por completo a su entrenamiento y deberes sin preocuparse por las lesiones, lo que lleva a mejoras importantes en sus capacidades y habilidades.

La gente de la capital real podía adivinar un poco de dónde venían las pociones, pero no se atrevían a indagar en el asunto. Nadie pensaba que podría obtener algún beneficio al intentar involucrarse. Si lo hacían y las cosas iban mal, podría significar perder pociones para siempre. Dado que tendrían que cargar con la totalidad de la culpa por un crimen tan grave, tenían una muy buena razón para controlarse… sin mencionar que pensaban que meter la nariz donde no pertenecían les haría ganar una visita de los soldados del castillo.

* * *

 

 

La cantidad de enfermos y heridos en el Reino de Balmore disminuyó gradualmente, mientras que la tasa de natalidad iba en aumento. Con las personas previamente enfermas y discapacitadas capaces de regresar al trabajo, el presupuesto y el personal necesarios para administrar los centros de atención o proporcionar medicamentos a personas como ellos también disminuyeron.

No obstante, Kaoru estaba segura de advertirles que, en caso de que le sucediera algo, aún necesitaban capacitar a las personas para que se convirtieran en médicos u otro personal médico que normalmente no podrían preparar de inmediato. Tenían que seguir mejorando sus propias técnicas médicas y preparar un presupuesto y otros arreglos necesarios en caso de que sucediera lo peor. Hizo que Roland se asegurara de que el rey entendiera eso, bien claro.

Dado que la capital de Grua se encontraba un poco más al este, se necesitaban unos seis días en carreta para que las pociones llegaran a la frontera entre Brancott y Balmore, o alrededor de dos o tres días en un caballo expreso. Debido a que Aras, la capital de Brancott, se encontraba más al oeste, las pociones podrían entregarse allí si enviaban a un jinete profesional a caballo. De esa manera, el Reino de Brancott apenas podía recibir la prosperidad de las pociones.

Balmore hacía tiempo que había establecido fuertes lazos con el Reino de Aseed al sur para que pudieran solidarizarse contra el Imperio militarista Alligot que se encontraba al oeste de los dos países. Debido a que tenían la buena suerte de compartir sus fronteras norte y sur entre sí, Aseed también podía recibir la bendición de las pociones.

Las partes más al norte de Balmore miraban al océano, que se extendía desde el noreste del país hasta el centro de la frontera norte.

Al noroeste se encontraba la Tierra Santa de Rueda, un país aproximadamente una décima parte del tamaño de Balmore. Era un país religioso formado hace mucho tiempo alrededor del área de la que la Diosa Celestina había descendido para salvar a la gente. Aunque era un país pequeño, otros países aún le ofrecían sus respetos a Rueda.

Pero como la Diosa no se mostró durante los últimos cincuenta y tres años, el número de peregrinaciones había disminuido, lo que significaba que la cantidad de ofrendas que recibía el país también había disminuido drásticamente. La pesca era la única industria disponible para ellos fuera de su influencia religiosa, y poco a poco estaban perdiendo poder como país.

Con la difusión de rumores sobre los “milagros de la Diosa” ocurriendo en Balmore, Rueda dio la orden de traer ante ellos al ángel que traía esos milagros. Sin embargo, el arzobispo del templo principal de la capital respondió que no podían hacerlo porque ella no era de la misma fe que ellos, mientras que la única respuesta que recibieron del rey fue que no podían cumplir era debido a que Balmore mantenía los asuntos religiosos y gubernamentales separados.

Luego vino la circulación de las pociones curativas. Después de enviar a su propia gente a investigar, se consideró que era como si los distribuidores hubieran embotellado un fragmento de proeza milagrosa de la propia Diosa. Y la fuente de esas pociones: el Reino de Balmore.

Rueda creía que era el único lugar que debía ser bendecido con milagros. A este ritmo, Balmore robaría su título de “tierra santa”.

Con la sensación de peligro inminente que pesaba aún más sobre los altos mandos de Rueda, el país comenzó a inventar una variedad de planes para hacer frente a la situación que se desarrollaba ante ellos.

* * *

 

 

En el borde mismo de la península, que albergaba a todos estos países, se encontraba el Imperio Aligot, un país que centraba sus esfuerzos en fortalecer su poderío militar. Compartía sus fronteras con la Tierra Santa de Rueda en el norte, el Reino de Aseed en el sur, e incluso con el Reino de Balmore a lo largo de sus fronteras centrales. Montañas escarpadas se interponían entre él y los otros países, así pues, esto significaba que la única forma de viajar en carreta era por la costa norte hasta Rueda, o la del sur hasta Aseed. Si alguien de Aligot quería ir directamente a Balmore, tendría que atravesar las traicioneras montañas a pie sin ni siquiera la ayuda de caballos para pasar.

Aligot no tenía mucha industria a su favor, y los tres países que limitaban con el imperio podían extraer los mismos recursos de los océanos y las montañas. Esta era la razón por la que los otros tres países no sentían que tuvieran que obligarse a comerciar con Aligot, o poner la mira en tratar de reclamar su tierra para sí mismos.

Pero no se podía decir lo mismo del Imperio Aligot. Para adaptarse al crecimiento de su propio país, necesitaba seguir expandiéndose hacia la parte principal de la península. Si no pudiera ganar ningún territorio nuevo del otro lado de la cordillera, no podría satisfacer las necesidades de su país con lo que produce por sí mismo. Por eso invertía tanto de su gasto nacional en desarrollar sus fuerzas armadas.

Un país que apenas vería comercio y concentraba todos sus recursos para fortalecer su ejército… La única opción disponible era poner ese poder militar en uso, y pronto.

Fue entonces cuando el Reino de Balmore comenzó a saturar el mercado de pociones. Por algún cruel giro del destino, las pociones sólo funcionarían dentro de los cinco días posteriores a su elaboración. Incluso si el imperio intentara importarlas a través de Rueda, las pociones no llegarían a Aligot antes de que finalizara su fecha de vencimiento.

¡Eso significaba que no podían usarse para la guerra!

Pero si las pociones no podían entregarse en cinco días, entonces Aligot necesitaba hacer sus propias pociones. De esa manera, podría usar todas las pociones que quisiera para realizar sus campañas militares. Obligaría a los otros países a rendirse a su abrumador poder militar,

¡y finalmente podría expandirse al continente principal!

Para que eso sucediera, Aligot tenía que derribar el Reino de Balmore y obtener el secreto de hacer esas pociones para sí mismo.

Así se marcó el comienzo del Imperio Aligot poniendo sus planes en acción…

* * *

 

Publicidad M-M1

 

“Entonces, con eso son cinco…”

“En efecto. Eso haría tres incidentes de Rueda, y dos de Aligot hasta ahora.” Dijo el primer ministro, resumiendo el estado actual de las cosas al rey mientras Roland estaba al lado de Serge.

“Solicitudes para ponerse en contacto con Kaoru, invitaciones para que vaya a su país, e incluso intentos de secuestro…”

“Afortunadamente para nosotros, los espías que la señorita Kaoru nos ha estado entregando han hablado de todo lo que saben. Dado que ya capturamos a los responsables de enviar informes que detallan los eventos después de contactarla, creo que los países que los enviaron no deberían haber recibido ninguna información sobre ella.”

“Pero debe haber otros espías además del grupo que intenta contactar a Kaoru directamente y el equipo que los apoya. Incluso si no informan sobre lo que sucedió después de hacer contacto con ella, ya deberían saber sobre la propia Kaoru. Después de todo, es bastante conocida en la capital…”

“Sé que esperábamos que Aligot hiciera su movimiento pronto, pero nunca pensé que Rueda recurriría a tomar medidas extremas como esta…” Roland habló, agregando a la discusión. “¿No tienen miedo de despertar la ira de la Diosa, o que el castigo divino caiga sobre sus cabezas? Incluso si capturaran a Kaoru, deberían saber que sería prácticamente imposible obligarla a hacer lo que quisieran.”

“¿Quizás sólo piensan en la señorita Kaoru como una chica que puede hacer pociones?” Sugirió el primer ministro.

““¿Eh…?”” Serge y Roland intercambiaron miradas.

“En cualquier caso, podemos asumir que el imperio comenzará su invasión lo suficientemente pronto. Ahora sólo es cuestión de si ocuparán Aseed antes de liderar un asalto a nuestro país, abriéndose paso por Aseed para atacarnos directamente, o si pasarán por Rueda para llegar hasta nosotros, ya que la Tierra Santa es territorio neutral…”

“Pero Rueda nunca permitiría que pasaran los ejércitos de Aligot, ¿correcto? Su neutralidad no permitiría tal cosa.”

“La pregunta entonces es si un país arrinconado realmente respetaría algo así.” “Tienes razón…”

“En cualquier caso, tenemos que enviar un mensajero a Rueda para advertirles de los planes de Aligot y solicitar que se pongan en contacto con nosotros en caso de que ocurra algo. También enviemos allí guardias de nuestro propio país. Después de eso, lo único que nos queda es aumentar nuestras defensas para que los soldados estén listos para salir en cualquier momento.”

“Bien, eso es casi todo lo que podemos hacer…” Roland estuvo de acuerdo.

En ese mismo momento, el sonido de pasos frenéticos se acercaba rápidamente a ellos…

* * * * * *

Las ventas de pociones estaban en auge. Kaoru realmente no quería volverse asquerosamente rica con el negocio de las pociones, pero era cierto que cuanto más dinero tuviese significaba más cosas que podía hacer.

Lo primero que hizo Kaoru fue alquilar una bonita casa con jardín en las afueras del distrito de plebeyos. Estaba un poco desgastada, pero seguía siendo un lugar bastante grande… lo suficientemente grande como para que todos los miembros de los Ojos de la Diosa también permanecieran allí.

Después de conseguirles todos los juegos adecuados de ropa bonita para usar, hizo todo lo posible para conseguirles un trabajo normal: trabajos como meseros en restaurantes, hacer trabajos ocasionales para la gente de la ciudad, trabajar en carritos de comida en la plaza… Había todo tipo de trabajos que ellos podían hacer para que les fuera más fácil recopilar información.

Los carritos de comida hacían un gran negocio vendiendo el pseudo-takoyaki, taiyaki y udon que Kaoru había creado. Los amigos de Kaoru en el taller habían hecho los moldes para el takoyaki y el taiyaki, y ella se había asegurado de pagarles por el trabajo, por supuesto.

Publicidad G-M1



Además del negocio de las pociones, Kaoru también continuaba distribuyendo en secreto su panacea, “lágrimas de la diosa” mágicas… pero para ser honesta, era un secreto bastante público en este momento. Todos siempre tenían la misma reacción cuando aparecía con su máscara: actuaban sorprendidos para ella y exclamaban cosas como: “¡¿Q-Quién eres?!” asegurándose siempre de decir cosas como: “No sé quién eres, ¡pero gracias!” cuando ella se iba.

Para sorpresa de Emile (y de todos los demás,) Kaoru tenía la impresión de que nadie sabía que era ella. Pero nadie iba a dejarse engañar sólo por una máscara, y eso se duplicaría si ya la conocían. Ese tipo de cosas sólo sucedían en los programas de chicas mágicas que Kaoru veía cuando niña en su mundo.

Así era como Kaoru se había ganado la gratitud y la buena voluntad de la gente, asegurando que ningún noble o alguien del templo podría poner un dedo sobre ella sin algún tipo de retribución. El lugar de Kaoru en el reino estaba casi garantizado.

De vez en cuando tenía que lidiar con gente extraña que intentaba acercarse a ella, pero siempre soltaban las tripas y revelaban sus verdaderos planes después de beber un poco del té que les servía. Era entonces cuando les daría una señal a los guardias vestidos de civil (probablemente asignados para vigilarla) que vendrían a llevárselos.

Kaoru no tenía ningún interés en involucrarse con ningún país militarista, mucho menos con ningún estado religioso. Pero, sin que ella lo supiera, la situación entre estos países estaba cambiando mucho más rápidamente de lo que jamás hubiera imaginado.

* * *

 

 

“¡Su Majestad, el imperio ha hecho su movimiento!” Exclamó el soldado mientras irrumpía en la habitación.

“¡¿Qué?! ¡¿De dónde están invadiendo, Rueda o Aseed?!”

“E-Ellos…” El soldado vaciló un poco antes de responder al rey. “¡Vinieron por las montañas! ¡Están avanzando directamente sobre Balmore!”

“““Oh no…””

La incredulidad escapó de los labios del rey y sus ministros. ¿Los soldados fuertemente armados habían logrado atravesar un camino tan de mal augurio a través de las montañas?

¿Cómo recibirían suministros si ni siquiera las carretas podían atravesar el traicionero camino? Las preguntas eran interminables, pero no valía la pena preocuparse por ellas ahora si ya habían cruzado las montañas.

“¿Qué tan numerosas son sus fuerzas?”

“Aproximadamente 30.000, señor. Parece que poco menos de 10.000 de ellos son personal de transporte, y la mitad de ellos se están retirando a través de las montañas. Se dice que los

Publicidad M-M2

5.000 restantes están arrastrando carretas que ensamblaron después de cruzar la cordillera.”

“Entonces enviaron de regreso a las personas que no necesitaban después de que terminaron de llevar las armas y los carros desarmados… Eso significa que debemos estar viendo alrededor de 20.000 soldados y 5.000 tropas de transporte…”

Inmediatamente se lanzaron a una reunión de emergencia para decidir cómo manejar los acontecimientos repentinos que tenían ante sí. Aunque el Reino de Balmore se extendía de este a oeste, la capital real de Grua se encontraba más en el lado oriental. Aligot estaba invadiendo el extremo occidental del país, el lugar más alejado de la capital. Todavía había mucho tiempo, pero cuanto más tardaran en responder, mayor sería el daño que recibirían las ciudades del oeste. Como las fuerzas invasoras carecían de suministros, se esperaba que, como resultado, el saqueo y la incautación de bienes serían mucho más despiadados.

Balmore tenía 40.000 soldados y 4.000 tropas de apoyo disponibles para su contraataque. Dado que el conflicto estaba ocurriendo dentro del reino, Balmore tenía la ventaja a la hora de abastecer a sus tropas. De hecho, podían usar caballos, a diferencia de su enemigo, y en términos de fuerza militar pura, tenían el doble de soldados de las fuerzas de Aligot, todos los cuales estaban listos para desplegarse casi de inmediato.

Sin embargo, el énfasis estaba en “casi”. No eran exactamente los ejércitos que encontrarías en la Tierra moderna, y tomaría unos días reunir los recursos necesarios para enviar las tropas.

“Sin tropas montadas y 20.000 soldados… ¿Creen que pueden ganar sólo con eso?” Murmuró uno de los ministros.

“No, todavía puede haber otras dos o tres oleadas de refuerzos cruzando las montañas.

Después de todo, la mitad de sus tropas de transporte regresaron…”

“Cierto. Puede que no se estén preparando para un asalto directo a la capital, sino que planean ganar un bastión ocupando los territorios occidentales antes de avanzar lentamente hacia Grua. También existe la posibilidad de que puedan juntar algo simple usando los carretas y carromatos que se apoderen de los territorios que invadan.”

“En cualquier caso, deberíamos estar agradecidos de tener a Brancott a nuestras espaldas. Podremos enviar todas nuestras fuerzas al oeste sin preocuparnos por lo que hay detrás de nosotros. Brancott y Aseed deberían saber que Aligot vendrá por ellos a continuación si caemos, por lo que es imposible pensar que nos traicionarían.”

“Sí, al menos podemos estar seguros de eso.”

La reunión continuó después de decidir qué curso de acción tomar. El encargado de las operaciones prácticas salió corriendo para llamar a los soldados y preparar las carretas y los suministros para la batalla que se avecinaba.

* * *

 

 

Y así, la guerra se extendió.

No hubo una declaración abierta de hostilidades, sin embargo, el ejército de un país había traspasado las fronteras de otro. Era evidente que ya estaban en guerra.

La capital real estaba repleta de conversaciones al respecto, pero nadie parecía estar particularmente sombrío al respecto. Era de conocimiento común que el Imperio Aligot dedicó la mayor parte de sus esfuerzos a fortalecer sus fuerzas armadas, pero no tenía muchas finanzas debido a las empinadas montañas que medio aislaban al país. Incluso su población era menor en comparación con los otros países que la rodeaban. No sólo eso, sino que cruzar las montañas para invadir significaba que los soldados no podían llevar caballos o una cantidad significativa de armas con ellos, por lo que ni siquiera podrían hacer un buen uso de todo el poder de su ejército.

Todavía existía una gran distancia entre ellos y la capital real. Incluso si por alguna casualidad el enemigo tenía éxito en su avance, había mucho tiempo para que sus ciudadanos escaparan. Mientras las personas no estuvieran presentes cuando estallara la pelea, no tendrían que temer por sus vidas.

Publicidad G-M3



Ahora bien, no era como si los soldados fueran conquistadores sedientos de sangre que querían masacrar a todos en los territorios que ocuparían ni nada por el estilo. Las fuerzas invasoras simplemente tratarían a las personas que vivieran allí como nuevos ciudadanos de los que recaudar ingresos. Para los residentes, parecería que cambiaron de recaudador de impuestos… siempre y cuando sus ocupantes no los saquearan primero, claro.

* * *

 

 

Apenas unos días después de conocer los planes de los enemigos, los soldados aliados que se reunieron de los territorios nobles circundantes se unieron a las fuerzas principales en la capital real antes de salir a la batalla. Se reunirían con las otras tropas en el frente occidental mientras avanzaban hacia el ejército invasor. La pregunta que quedaba era si se encontrarían con el enemigo en el camino o si tendrían que atravesar los simples campamentos fortificados que los soldados enemigos habían reunido.

Llevaba tiempo transmitir mensajes en este mundo, por lo que era casi imposible obtener una lectura precisa de lo que estaba haciendo el enemigo. Los generales estaban a cargo de dar órdenes a los soldados en el campo, mientras que el propio rey nunca aparecería en las líneas del frente. Todo lo que tenía que hacer era mantenerse fuertemente fortificado en el castillo real. Claro está, si perdieran la guerra, él sería el que se ofrecería por la vida de la gente. Ese era su trabajo y el precio que pagaba por el inmenso poder que tenía.

* * *

 

 

Habían pasado siete días desde que los ejércitos habían abandonado la capital real para interceptar a las fuerzas invasoras. El rey Serge y su hermano Roland se encontraban actualmente en medio de una reunión con sus ministros.

“Teniendo en cuenta cuántos días tardaron en llegar las noticias de la invasión del enemigo, los días necesarios para preparar a nuestros soldados y la semana desde que enviamos a nuestro ejército… si el enemigo no eligió quedarse, nuestras fuerzas deberían estar haciendo contacto con ellos ahora mismo.” Murmuró el rey para sí mismo.

“Sí, eso es correcto.” Respondió uno de los consejeros del rey. “El enemigo debería moverse a paso de tortuga debido a la falta de caballos. Incluso si nuestras fuerzas están evitando las marchas forzadas para no agotar a nuestros soldados, sólo debería ser cuestión de tiempo.”

“Pero aun así nos llevará varios días saber incluso eso…”

Teniendo en cuenta el tiempo que les llevó enviar sus fuerzas, los soldados deberían haber tardado entre seis y siete días en finalmente enfrentarse al enemigo. Pero tal como estaba, no había forma de que supieran si eso era cierto o no en este momento.

El campo de batalla de esta escaramuza estaba muy lejos de las fronteras del Imperio Aligot. Incluso si usaban los caballos más rápidos que tenían, su ejército aún tenía que lidiar con la cordillera que separaba al imperio de todo lo demás. Pasarían al menos diez días antes de que Aligot se enterara de cuándo había comenzado la lucha.

Justo cuando estaban a punto de concluir la reunión, un mensajero entró corriendo en la sala.

“¡Noticias urgentes! Las fuerzas de Aligot han invadido Balmore a través de las fronteras de Rueda, ¡alrededor de 20.000 hombres!”

“¡¿QUÉ?!”

La sala de reuniones estaba alborotada. No era que no hubieran considerado la posibilidad de que Aligot invadiera en múltiples frentes, ya que esa era exactamente la razón por la que habían mantenido a los soldados detrás para proteger la capital real. Más tropas de los rincones más orientales de Balmore no habían llegado a tiempo para salir con la fuerza principal, por lo que los soldados adicionales estaban estacionados alrededor de la capital para aumentar sus fuerzas cerca de Grua. En total, su número ascendía a unos 15.000, menos que los soldados que avanzaban hacia ellos desde Rueda.

Publicidad G-M2



Tener menos soldados no sería un gran problema si estuvieran librando una batalla defensiva. Estarían en una situación difícil si el enemigo los superara en número más de tres a uno, pero aún deberían tener la ventaja si fuera 20.000 contra 15.000. Aunque, incluso entonces, eso significaría que tendrían que refugiarse en la capital y luchar usando tácticas de guerra de asedio para que tuvieran la oportunidad de ganar. Si se reducía a eso, todas las ciudades en el camino del enemigo serían víctimas de saqueos y pillajes, y tratar de luchar contra un asedio prolongado y extenso también llevaría a los soldados a sufrir todo tipo de pérdidas.

Añadiendo más a la pila de asuntos con los que ya tenían que lidiar, el nuevo problema era si Rueda también se había convertido en su enemigo. La única forma en que las fuerzas de Aligot podían invadir Rueda era a través de la costa noroeste, lo que significaba que Rueda debería haber podido enviar un informe a Balmore sobre las fuerzas invasoras de inmediato.

Con la neutralidad de Rueda pisoteada, Rueda debería haber hecho todo lo posible para detener a Aligot mientras solicitaba ayuda a los otros países… y, aun así, Balmore no había recibido tal solicitud.

De esa constatación sólo se podía sacar una conclusión: Rueda se había alineado con el Imperio Aligot.

“Cualquier orden que enviemos a nuestras fuerzas principales ahora no llegará a tiempo. Incluso si logran repeler al enemigo frente a ellos, terminarán sufriendo pérdidas masivas si son atacados por detrás. Nuestra única opción ahora es enviar un mensajero para informarles de la situación y hacer que regresen inmediatamente después de defenderse de las fuerzas enemigas con las que están lidiando actualmente. Nos cerraremos en la capital y nuestras fuerzas principales los atacarán por la retaguardia cuando regresen.”

“Pero si su objetivo es distraer a nuestras fuerzas principales para que sus ejércitos puedan simplemente evitar pelear y retirarse, este conflicto nunca se resolverá, ¿no están de acuerdo?”

Todos los ministros expresaron sus opiniones uno tras otro. Todos haciendo puntos válidos, pero las opciones actualmente disponibles para ellos eran limitadas.

Al final, decidieron informar de la situación a sus fuerzas principales y ordenar una retirada, y luego hacer que los soldados en la capital se prepararan para la guerra de asedio.

* * *

 

 

Al día siguiente llegó al palacio un enviado de Rueda. Se presentó como un cardenal, viajando en un coche extravagante junto con sus asistentes. Llegaron con una carta escrita a mano del Papa, expresando su deseo de tomar a la niña que recibió la bendición de la Diosa bajo su cuidado antes de que la ciudad se viera envuelta en la guerra.

Todo era una gran farsa, y el rey y todos los demás lo sabían. Los ministros estaban expresando firmemente su deseo de rechazarlo y mostrarle la puerta al cardenal, pero Roland tenía otros planes.

“No, hagamos que se reúnan con Kaoru y que ella los persuada en cambio.”

Los ministros se sorprendieron y expresaron con vehemencia su oposición a la idea. El rey Serge, por otro lado, conocía bien a su hermano y, por alguna razón, una sonrisa se mostraba en sus labios.

“Pero.” Continuó Roland. “Eso es sólo después de que nos aseguremos de explicarle con precisión lo que le está sucediendo… y pueden estar seguro de que le diremos todo.”

Mientras los ministros pensaban en lo que había hecho Kaoru y las palizas verbales que había dado en el pasado, las sonrisas se deslizaron lentamente por sus rasgos. Se decidió por unanimidad que aceptarían la propuesta de Roland.

* * *

 

 

Después de recibir un mensaje de Francette, Kaoru se encontró yendo a la residencia Adán por primera vez en mucho tiempo. El hecho de que no se reunieran en la casa de Lyodart significaba que no se trataba de una reunión pública.

Cuando llegó, Roland procedió a ponerla al corriente de todo tipo de asuntos: la situación entre los países, cómo el imperio se había arrinconado, la guerra, e incluso lo que Rueda había estado tramando.

“¿Eso significa que… esta guerra es culpa mía?” Kaoru le preguntó a Roland.

“No, no lo es.” Fue su pronta respuesta. “Desde el punto de vista geopolítico, Aligot tenía que invadir otros países por estar atrapado en la esquina de la península. Luego se centraron demasiado en desarrollar su destreza militar además de eso. Después de todo, las guerras no son algo para lo que puedas estar listo con sólo unos meses de preparación, que es exactamente la razón por la que se han estado preparando todo este tiempo. A lo sumo, es posible que simplemente hayan decidido incluirle en su larga lista de razones para comenzar esta guerra.”

Kaoru se sintió un poco aliviada al escuchar a Roland decir eso. La idea de iniciar una guerra por ella le había hecho un nudo en el estómago… Pero más que eso, estaba enojada por lo que estaba haciendo Rueda.

“Está bien, entiendo.” Respondió Kaoru. “Entonces hablaremos con ellos aquí mañana por la tarde.”

“Entendido. Lo dejaremos en sus hábiles manos.”

Mientras envolvían las cosas, las comisuras de sus bocas se habían deslizado hacia arriba ligeramente… todo debido a las dos sonrisas diabólicas que ahora tenían en sus caras.

* * *

 

 

Cuando Kaoru regresó al taller, estudió detenidamente todo lo que acababa de escuchar en su cabeza. Esta vez, en cambio, no era para encontrar una salida a esta situación. Quería golpear al enemigo con todo lo que tenía y exprimiría hasta la última gota de lo que sabía para que sucediera.

Ella no iba a reprimirse más en usar sus poderes. Ya había tanta gente que pensaba que ella ya era una especie de diosa, y muchos más pensaban que se había ganado el favor de Celes, por lo que nada cambiaría realmente de que ella obtuviera algunos poderes más misteriosos. Ahora era mucho más importante asegurarse de que nadie, además de los malos y los soldados, perdiera la vida en vano.

… Así es, incluso los soldados, buenos o malos. Era su trabajo y habían elegido ese camino por su propia voluntad.

Continuó pensando en las cosas mientras preparaba la cena para todos en el taller, e incluso mientras después limpiaba todo. Cuando finalmente decidió su próximo curso de acción, Kaoru se fue a la cama para prepararse para el día siguiente.

* * *

 


 

Al día siguiente, en la residencia Adán, el Conde Adán, Roland, Francette, Kaoru y el grupo de Rueda estaban todos reunidos en la misma habitación. Había guardias apostados fuera de la habitación y alrededor del perímetro de la mansión.

“¡Es un honor encontrarme con usted, Lady Ángel!” El Cardenal, como se llame, saludó a Kaoru con una sonrisa en el rostro. Estaba acompañado por dos obispos y también varios sacerdotes.

El cardenal era completamente calvo y lucía un largo bigote, y la redondez de su estómago decía todo lo que uno necesitaba saber sobre el lujoso estilo de vida que vivía. Kaoru había dejado en claro que no quería que la llamaran “ángel” ni nada por el estilo, así que o el cardenal no había hecho su investigación de antemano, o lo estaba haciendo a propósito para intentar ponerla en un pedestal.

“No, no soy la chica de los recados de Celes ni nada por el estilo, y todo el mundo por aquí lo sabe. En realidad, no saben nada de mí, ¿verdad?”

El cardenal comenzó a sudar un poco ante la fría respuesta de Kaoru.

“¡Pero cualquiera que transmita la palabra de Celestine-sama debe ser un ángel enviado por la Diosa misma!” Parecía que el cardenal estaba completamente decidido a convertir a Kaoru en una mensajera de la Diosa.

“Hmph, ya veo… Entonces, ¿por qué pidieron verme?”

El cardenal se lanzó a su explicación, haciendo todo lo posible para persuadir a Kaoru después de la reacción menos que tibia que ella le dio. “Bueno, como ya sabrá, los ejércitos del Imperio Aligot están de camino hacia Grua. Por eso queríamos llevarle a un lugar seguro antes de que llegaran. No hay lugar más seguro que la Tierra Santa de Rueda, donde queremos ofrecerle protección en nuestro Gran Templo…”

“¿Pero eso no sucedió porque Rueda permitió que esto sucediera en primer lugar?” “¿Eh…?” El cardenal se encontró repentinamente sin palabras.

“Rueda fue invadida desde el noroeste, entonces, ¿por qué no enviaron un mensaje a Balmore? ¿Cómo es que aparecieron aquí en su carruaje chillón y no se enviaron caballos expresos para advertir a esta ciudad sobre lo que sucedió? Teniendo en cuenta que debieron marcharse inmediatamente después de la invasión, ¿no creen que llegaron aquí un poco demasiado rápido? El hecho de que el ejército de Aligot invadiera así de rápido significa que Rueda ni siquiera movió un dedo para detenerlos, entonces, ¿por qué los dejaron pasar sin ninguna resistencia? ¿Y por qué no han intentado ponerse en contacto con otros países para pedirles ayuda?”

“B-Bueno… E-Eso es…” El cardenal parecía no poder obtener una respuesta después del inesperado ataque verbal de Kaoru.

“… En resumen, eso significa que Rueda está trabajando con las fuerzas de Aligot.” “Ngh…”

Ignorando al ahora intimidado cardenal, Kaoru se volvió hacia Roland. “Roland-sama,

¿cree que podría enviar un mensaje a los demás países? Debería decir algo como: ‘Rueda ha traicionado a la Diosa Celestine y ha violado su neutralidad al aliarse con el Imperio Aligot’.”

“¡Q-Qué falsedades! ¡Mentiras! ¡Engaño y calumnia!” Gritó el cardenal, con la cara enrojecida.

“¿Oh? ¿Pero no se supone que soy un ángel santo que transmite la palabra de la diosa misma?” Fue la fría respuesta de Kaoru.

“¡Ir contra la Tierra Santa significa enfrentarse a la excomunión!” Gritó el cardenal frenéticamente. “¡¿Están diciendo que están de acuerdo con que el Reino de Balmore esté prohibido en la religión de la Diosa?!”

“El único lugar en peligro de eso sería Rueda.” Dijo fríamente Kaoru. “La Diosa Celestine se dijo a sí misma que nunca perdonaría a ningún país corrupto que cometiera actos malvados en su nombre. Ella está harta de eso, así que no quiere que sigan usando su nombre.”

Una mirada de terror cruzó el rostro del cardenal. “E-Eso no puede ser… ¡Rueda es una tierra santa bendecida por la Diosa! ¡Es un país de aquellos que han recibido directamente los milagros de la Diosa!”

“No, en realidad entendieron mal esa parte.” “““¿Eh?”””

El grupo de Rueda miró fijamente a Kaoru.

“Da la casualidad de que había una distorsión allí y Celes se encargó de ello. No es que el país esté bendecido ni nada; simplemente tomó algo que se había corrompido y lo volvió a la normalidad. No era como si estuviera bendiciendo esa área en particular más que las otras tierras. Los antepasados de la gente del templo no recibieron nada, milagros ni nada. Celes les había dicho que se estaban interponiendo en su camino para limpiar el desorden, pero no escucharon. Sólo se quedaron y la vieron trabajar desde la distancia. Celes se quejó conmigo de lo difícil que le resultaba hacer todo.”

“N-No… Eso no puede ser correcto…”

Kaoru ignoró al cardenal estupefacto y se volvió hacia Roland de nuevo.

“Roland-sama, ¿cree que podría seguir adelante y hacerle llegar algunas cosas a los otros países? Principalmente sobre lo que Rueda ha estado tramando, cómo nunca fueron un país bendecido por nadie en primer lugar, y son simplemente los descendientes de un grupo que no causó más que problemas a la Diosa. Ah, y también asegúrese de informar a los ciudadanos de Rueda.”

“Hecho y hecho. Enviaré a nuestros mensajeros más rápidos de inmediato.” “¡E-Esperen! ¡Deténganse, se lo ruego! Si hacen eso, entonces…”

“Ustedes mismos se hicieron esto, ¿no es así?” Respondió Kaoru, rechazando rotundamente al cardenal. “Oh, ¿cómo lo llamarían aquí cuando invaden otro país y difundes información falsa antes de intentar arrastrar a alguien que se supone que es una figura clave…

¿Espionaje? ¿Sabotaje? De cualquier manera, supongo que el curso de acción más apropiado sería arrestarlos y hacer que digan todo lo que saben, ¿no estarías de acuerdo?”

A las órdenes de Roland, los guardias que esperaban fuera de la habitación entraron y detuvieron a los enviados de Rueda antes de llevarlos al palacio.

* * *

 

 

“Sé que fui yo quien le dijo todo eso, pero realmente no se reprimió en lo absoluto,

¿verdad…?” Comentó Roland, impresionado.

“Oh no, no sea tonto… sólo estoy comenzando.” Kaoru tenía una sonrisa maliciosa en su rostro.

¿Por qué las sonrisas malvadas parecen encajar con ella tan perfectamente…? Roland pensó para sí mismo.

“Entonces contaré con usted para hacer llegar el mensaje a esos otros países. Tengo un pequeño recado del que debo ocuparme ahora mismo.”


“Espere, ¿qué va a hacer?” Roland tenía un mal presentimiento sobre hacia dónde iba esto…

“Estoy pensando en salir un poco… Escuché que hay un ejército invasor que está listo para que alguien se haga cargo de ellos…”

“¡¿Qué?!”

Proclamó que eliminaría toda la fuerza que venía de Rueda… ella sola.

Roland trató desesperadamente de detenerla, pero Kaoru insistió en ir a enfrentarlos sola. Sabiendo que estaba librando una batalla perdida contra ella, Roland se comprometió a regañadientes al obligarla a llevar algunos soldados como escoltas. Todo lo que podía hacer entonces era creer en el poder de la Diosa. En ese punto, podía haber sido una buena idea para ellos reconsiderar sus planes para proteger la capital…

* * *

 

 

“… Así que por eso saldré un rato. Si se pone fea la cosa, tomen estos y todo el dinero que ahorraron trabajando y aléjense de aquí.”

Kaoru terminó su sencilla explicación de lo que estaba pasando, entregando una serie de pociones curativas al grupo de siete ex-pilluelos callejeros que componían los Ojos de la Diosa. Estas pociones no eran como las producidas en masa en el mercado, tenían efectos similares a las lágrimas de la diosa. Tampoco tenían fechas de vencimiento.

Cuando Kaoru se iba a ir, de repente se encontró rodeada por los niños. “““También iremos.”””

“De ninguna manera. Hay 20.000 soldados que se dirigen directamente hacia nosotros.

Podrían morir, ¿saben?” “““También iremos.”””

Emile, el líder del grupo, habló.

Publicidad G-AB



“Si no nos hubiera ayudado cuando lo hizo, dos o tres de nosotros ya estaríamos muertos y otros dos o tres muertos en un par de años. El resto de nosotros habríamos sido asesinados en guerras territoriales entre otros matones, o capturados por los guardias por robar y hubiésemos sido ahorcados… Pero ahora mismo, tenemos un techo sobre nuestras cabezas y una casa que no gotea cuando llueve o deja entrar el viento. Todos llevamos ropa limpia y tenemos suficiente comida para saciarnos. De hecho, ahora podemos hablar sobre el futuro. Tenemos que pagarle por esto de alguna manera. Y además…”

“Además… ¿qué?” Preguntó Kaoru.

“¡Somos los ojos de la diosa!” Emile respondió sacando el pecho. “¡Nuestro trabajo no es sólo salir y recopilar información para la diosa, sino también mantenerla a salvo!”

Los otros seis niños siguieron su ejemplo, hinchando el pecho y asintiendo. No había ni la más mínima posibilidad de que se retractaran de esto.

Potion Danomi De Ikinobimasu Volumen 2 Capitulo 9 Novela Ligera

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

1 Comentario
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios