Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: No Hay Forma De Que Mi Hermana Sea Tan Linda.

Parte 3

Aunque el verano ha llegado recientemente, ya empezaba a oscurecer.

Con ropas sencillas, Kirino y yo nos sentamos uno en frente del otro en una mesa a beber café.

Había pocos clientes. Varias personas que aparentaban ser estudiantes de primaria, y otros más con ropa de negocios, como si acabaran de salir del trabajo. A esta hora, no había estudiantes de secundaria o de preparatoria yendo a casa luego de actividades de club.

Tomando en cuenta a los otros clientes, ¿de qué manera nos estarán viendo? Y no hemos dicho palabra desde que llegamos…

Kirino cargaba un aura de enojo, y me miraba con ojos inyectados en sangre…

Una pareja con problemas, y la razón es la infidelidad… espero que la gente no esté pensando eso…

Ya que el silencio estaba matándome, empecé a hablar sin pensar mucho en las palabras.

—Así que, Kirino.

—¿Qué?

—¿Qué vas hacer entonces?

Kirino sorbió su café con su rostro hinchado y murmuró.

—Ni idea.

Claro que no la tienes. Si fuera a casa, se encontraría con mi padre. ¿Cómo iría a saber qué hacer?

Y Kirino preguntó lo obvio.

—¿Qué crees que debería hacer? Segunda vez que te escucho decir eso.

Aunque no me autoproclame un buen hermano, ella todavía depende de mí. Eso demuestra lo limitada y llena de problemas que está. Es como la última vez.

Así que no puedo decir “No hay problema” incluso si creyera que eso en verdad.

La parte en donde papá me ordenó tirar toda su colección, me la guardaré por ahora. Las palabras de mi padre son la regla de oro de la familia. ¿Cómo reaccionaría al saber que su preciada colección fue condenada a muerte?

Vaya, hacer que se enoje sólo traería problemas. Es mejor hablarle  hasta donde lo tenga permitido.

—Antes de empezar, hay algo que quiero preguntarte. ¿Responderás?

—¿Qué cosa…?

—¿Qué te dijo mi padre? Lo de ahora fue una larga charla.

Por cómo me habló mi padre, probablemente no le dijo que tirara todo… Es una pregunta para descubrir en qué estado se encuentra Kirino.

—O-Oye…Kirino.

Mi mente emblanqueció luego de ver la reacción de Kirino.

¿¡…?!

Luego de escuchar mi pregunta, sus mejillas enrojecieron, y empezó a temblar. Con una mano se agarraba del pecho, y la otra era un puño encima de la mesa.

Su linda cara estaba desecha. Rápidamente dejé de mirarla, pero puedo imaginarme claramente cuán grande es el odio que siente por dentro.

Rabia, ira, y un ligero sentimiento de rendición… Mortificada, mortificada, y mucho. Además de triste… Puedo sentir esa emoción sin rumbo alguno.

Lo que pasó en la sala de estar y de lo que hablaron no lo sé todavía. Pero, presentí que hubo algo que pasó que hizo que Kirino se pusiera así.

—Je…

Escuché un susurro en forma de niebla oscura saliendo de su boca al tiempo que mantenía su cabeza agachada.

Iba a preguntarle que había dicho, con mucho miedo, pero lo que hizo ella fue golpear la mesa.

*GOLPE*

—Lo llamó estúpido. ¡A mis juegos y anime favoritos! ¡Incluso a la reunión que tuve hoy! Dijo que no tenían sentido, a todo, ¡a todos ellos! ¡Pero no lo es! ¡No es nada de lo que dijo! Pero yo…no pude…

De allí en adelante, sólo se pudo escuchar cómo lloraba y sollozaba, nada más podía entenderse.

—No fuiste capaz de defenderte, ¿eso quieres decir, no?

—No…

Gotas de agua caían a la mesa.

La entiendo gracias a los consejos que le he dado hasta ahora.

Kirino está enfadada hoy. Alguien insultó sus cosas favoritas, tuve una pista de ello esa vez.

Por eso está enojada. Siente pena y debido a esto llora.

Puedo equivocarme al comparar pero, incluso yo tengo cosas que aprecio.

Si alguien me lo negara, diciendo que es estúpido, seguramente me pondría igual.

Estoy completamente seguro de ello. Sea mi padre o quien sea, los amenazaré a todos. Sino no quedaría satisfecho.

Ella debe sentir eso también.

—Yo… no pude regresarle las palabras… yo… intenté golpearlo con ese cenicero de cristal, pero no logré hacerlo… qué vergonzoso…

Ah… ¿entonces intentaste atacarlo con un objeto cortante por instinto? Qué violenta. No escuché nada de eso, pero una pelea así estaba llevándose a cabo…

Retiro mis comentarios anteriores, ¡ella no se sentiría igual que yo! Ella no solo golpearía a alguien… también lo mataría, seguramente.

—Toma mi pañuelo, Kirino.

—No, mi maquillaje es un desastre…

Le entregué el pañuelo, y se lo sacudió en la cara. Dejó su asiento, y tomó un descanso.

Tiempo de un re-maquillaje. Nos calmamos un poco, y empezamos de nuevo. Es tanto para mí como para ella…

—Vaya…

Hey chicos, ¿qué creen que están mirando? Miré al rededor, y repelí todos esos ojos llenos de curiosidad.

Es una suerte que sea esta hora. Ninguno de nuestros  compañeros de clase  será testigo de nuestra conversación.

Luego de terminarnos el café que ya se había enfriado, Kirino regresó con menos maquillaje.

Se sentó suavemente en frente de mí.

Definitivamente nunca le diré esto, ¿pero no se ve mucho más linda sin maquillaje?

Y cuando pensaba sobre cosas sin nada que ver como esas,

—Oye…

—¿Uh? ¿Qué?

Me cogió de sorpresa.

Kirino me preguntó con una débil voz.

—¿Soy rara? ¿O está mal…que me gusten esas cosas?

—Kirino…

Con esos ojos hinchados me pregunta eso. ¿Quién soy yo para responderle esa pregunta?

—Por supuesto, papá dice que está mal. No es porque él sea más estricto de lo normal. Un padre común diría eso también.

Es obvio, hasta tú lo sabes, ya que no andas volviendo tus intereses públicos conociendo los prejuicios de la sociedad.

—Pero…ya es público…

—Sí, es muy tarde. No podemos llorar por leche que ya está perdida. Con toda la sinceridad que pude ponerle, dije en voz alta.

—Entonces debes hacer una elección. Paré de hablar, y la miré a los ojos.

—¿Dices que debería dejar mi pasatiempo?

—Si pudieras, todo estaría arreglado. Si dejas de ser una otaku, no habría problemas. Papá ya no estaría enojado, y esa bomba de tiempo no podría explotar para destrozar tu imagen pública.

Escuché varios rumores sobre ti recientemente… sobre la gran persona que eres, en los deportes, en la escuela, en tu trabajo como modelo, y en las actividades de club. Eso es impresionante, eso es lo que creo. Si ya no tuvieras ese pasatiempo, serías perfecta.

¿Sabes a dónde quiero llegar, no?

—Sí… sé muy bien que soy maravillosa. Si ya no fuera más otaku, todo estaría bien… ya lo sabía desde el principio.

Esta vez, Kirino golpeó levemente la mesa con el puño y dijo calmadamente.

—Pero no lo haré. Porque…lo amo… ¡en verdad lo amo! Y retirarme justo cuando lo quiero tanto…no puedo…no podría hacerlo.

—Entiendo, pero a papá no parece importarle lo que sientas. Los errores deben ser corregidos. Te lo dijo centenares de veces.

Sin importar qué tanto lo quieras, papá cree que es un “pasatiempo estúpido e indeseable”. Él te obligará a dejarlo, y no podremos hacer nada para impedirlo.

—Pero aun así yo…—Vociferó con una cara seria. Esa fue la expresión que me conmovió el otro día.

—¡No lo dejaré! ¡No tiraré todas las cosas que me gustan! Te lo dije antes. Son parte de mí. Si perdiera una de ellas… si las abandonara…ya no sería yo misma. Claro que, un niño debe escuchar lo que le dice su padre. Pero así es como se supone que deben ser y resistirse a ello. Pero…tirarlos todos…todos ellos. Eso haría que mi yo hasta ahora nunca hubiera existido. ¡Así que me rehúso a dejar mi amor por ellos!

Oh, por el amor de…

Incluso si tiraran su colección, incluso si hicieran lo mismo con su teléfono celular y su computadora, o si perdiera su conexión a internet…

Todavía demanda seguir siendo una otaku. Nunca va a dejarlo, porque lo ama… Si desapareciera una cosa o la otra, ya no sería ella misma.

—Bien…

Eres una idiota. De verdad eres una. No puedo creer cuánto lo eres. Idiota.

¿Son el anime y el manga tan importantes? ¿Por qué eres tan terca como para defenderlos? No te entiendo. No del todo.

Todavía sabiendo que no es un pasatiempo como para estar orgulloso, le das mucha importancia, lo disfrutas, te reúnes con amigos, y se divierten…

Dios… ¿son todos los otakus como ella…? Todo luce previsible.

—No está mal.

—¿Cómo?

Cuando me miró con expresión confusa, sonreí pícaramente, y le dije.

—Ya lo he dicho. No está mal. Eso te respondo a lo que me preguntaste antes.

¿Qué pasa conmigo? Estoy actuando raro hoy…uhhh…además de que últimamente he estado…si fuera mi yo usual, como en el mes pasado, no habría chance de que hubiera optado por detener a mi padre de esa forma.

Tampoco podría imaginarme que iría en busca de mi hermana la cual ni siquiera me importa.

Y luego de haber escuchado su declaración, tampoco me habría sentido de  esta manera.

Chasqueé la lengua, y me levanté con un extraño y claro sentimiento.

—Kirino.

La miré a la cara, y con el pulgar, señalé la mía.

—Déjamelo a mí.

En mis 17 años de vida, nunca había dicho algo tan fuera de lugar. Es como si fuera su hermano.

¿Pero qué carajos digo? ¿Soy idiota o qué?

Cuando iba a casa con prisa, desarrollaba un sentimiento de auto-odio.

Dejé a Kirino en la tienda, diciéndole que volvería en una hora. Sólo se lo dije sin esperar respuesta, así que no sé si obedecerá mis órdenes.

Y cualquiera que sea su elección, no vendrá a casa hasta que se siente lista para hacerlo.

Antes de que lo haga, hablaré con mi padre.

Je. Son libres para burlarse de mí. Soy un idiota, lo admito. Realmente soy uno. ¿Cómo fue que dije “déjamelo a mí”? ¡Qué vergüenza! Me dejé llevar por la situación…

Puedo sentir mi rostro sonrojado. ¡Gente común como yo no debería intentar parecer guay! Ahora tendré una pelea desigual con mi padre.

Lo único que puedo ver en el futuro es a mí siendo derribado fácilmente y rasurado en la cabeza*29.

¡Pero, demonios! ¡No tengo más elección!

“Tira todo lo que está en tu cuarto. ¡Deja de ser una otaku!” ¿Cómo podría decírselo?

²⁹ Es una forma de demostrar arrepentimiento y pedir perdón.

Luego de saber lo que siente, ¡no permitiré que alguien le diga eso! ¡Incluso si es mi padre!

Pero lo seguro es que, odio a mí jodida hermana más que a nadie.

No necesito personajes extraordinarios en mi vida. Y ya que ella parece odiarme también, podemos arreglarlo todo tan sólo volviéndonos a ignorar.

Esa idea no ha cambiado.

Para mí Kirino no significada nada. Es insignificante.

¿Ves algo raro? ¿Crees que me contradigo?

¿Quién sabe? Ni yo sé lo que estoy haciendo.

Estoy siendo sincero completamente, pero hay algo en lo que no he caído en cuenta…no conozco la identidad de este sentimiento que sale de mi corazón…

Pero, hay sólo una cosa que entiendo.

Aunque nunca me haya llamado por lo que soy… Su hermano mayor.

Aún y cuando la odio y me importa una mierda, y se la pase molestándome… Tengo que ayudarla.

¿No crees eso también?