Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: ¿Qué Clase De Cosas Quieres Hacerme Jugar?

Parte 1

Ha pasado una semana desde esa noche en la que entré en terreno minado. Pasaron algunos años desde la última vez que aconsejé a mi hermana, pero eso no significa que nuestra fría relación se haya esfumado.

No hemos hablado desde entonces, como de costumbre.

Bueno, así es como funciona el mundo; las cosas no cambian tan rápido.

—Haré todo lo que esté a mi alcance —, le dije. Hasta ahora no me ha pedido ayuda. Además, no hay mucho que pueda hacer por ella. Tampoco tendría el ánimo como para hacer planes y actuar. Todas mis preguntas y curiosidades sobre el tema ya se han ido, y supongo que está bien que así sea.

Debería olvidar todo sobre ese extraño pasatiempo de mi hermana y seguir viviendo como solía.

Sólo si las cosas continuaran como son ahora…Tendría un poco de esperanza.

Pensando vagamente sobre ese problema, la campana que señala el fin de la clase sonó y luego el ruido se apoderó de toda la sala.

—Oh, ¿A quién le importa?

Me acomodé en mi asiento y relajé mis músculos, tiesos por las aburridas clases.

Entonces, mi amiga de la infancia llegó caminando para posarse ante mí; se inclinó y sus lentes se clavaron en mi rostro.

—Te ves distraído desde hace rato. ¿Estás cansado?

—Sabes que siempre estoy distraído -Respondí algo asqueado de mí mismo mientras me sonaba la nariz.

Aflojándome perezosamente en este pupitre con los ojos entre abiertos, hago un ejemplo perfecto para su estereotipo “Típico estudiante despreocupado de preparatoria”

Mi amiga con gafas sonrió débilmente.

—Seguro. Pero es evidente que te comparo con el Kyou-chan de siempre.

—Bueno, si eso DICES, entonces es mejor que vuelva a ser el de antes.

—Oh, ¡estás muy desmotivado!

—Eso también es normal en mí. ¿Vamos a casa?

—¡Sí!

Agarré mi bolso y me levanté. Junto a mi amiga de la infancia, me dirigí al corredor.

Tamura Mamani. Mi relación con ella, debo decir, es esa relación de amigos de la infancia que uno no es capaz de terminar. Recientemente, ella además se volvió algo así como mi Pseudo-tutor.

Dejando a un lado el hecho de que usa lentes, es muy lista.

Su cuerpo no está nada mal. Su rostro es muy bonito, pero lo que pasa es que es muy sencilla. “Se convierte en una belleza cuando se quita los lentes”

Desafortunadamente, eso tampoco lo hace. Sin sus lentes su rostro sigue siendo sencillo.

Sus calificaciones están al fondo del nivel más alto. No hace parte de ningún Club, y sus pasatiempos son cocinar y coser. Es muy buena persona y tiene unos cuantos amigos, aunque el número se reduce cuando se trata de amigos con los que podría salir después de la escuela.

Nadie más merece títulos como ‘Normal’ ‘usual’ y ‘promedio’ que ella. Ella es  una mujer que parecer estar en el polo opuesto de Kirino.

No es sólo como ella luce, además.

—¿Qué sucede? ¿Porque me miras así?

—No es nada, sólo pensaba que eres completamente normal.

—Oh, haces que me sonroje.

—No es un cumplido, y lo sabes. Además de ser normal ella es algo torpe.

—Pero ser normal está bien, ¿no?

…una chica torpe, común y corriente que dice cosas como esas.

—Bueno, sí —Le respondí.

¡Bendigo a la normalidad! ¡Que viva la vida normal!

Como ese es mi lema, mi larga relación con Manami, que es una chica normal, es una relación agradable. Cuando estoy con ella me siento aliviado. En el sentido en que ella es lo opuesto a Kirino.

Bajamos por el corredor, uno al lado del otro.

—Entonces, ¿Que sucedió?

—¿Qué quieres decir?

—Como ya dije, me gustaría saber la razón por la cual has estado tan cansado últimamente.

—Oh, claro, la razón por la cual he estado tan distraído.

Ella puede sentir anomalías en mi más de lo que yo puedo. Yo no me he dado cuenta de nada, pero si ella lo dice, entonces es verdad que estado cansado por días, y sólo hay una razón para eso.

—No tiene nada que ver contigo, así que no te preocupes. —Le dije suavemente mientras me arrojaba mi mochila al hombro. Pero Manami no es la clase de chica que se satisface con una respuesta como esa.

Me fulminó con la mirada.

—Tiene que ver mucho conmigo, ¡demasiado!

—¿Y por qué?

—Oh, eres muy malo. Entonces, supongamos que estoy enferma. Kyou-chan, ¿creerías que ‘No tiene nada que ver contigo’ y me ignorarías?

Con esa mirada confusa, sonríe débilmente. Eso fue una astuta forma de hacerlo entender.

Fruncí el ceño y murmuré, —No podrías abandonar a los demás, ¿O sí? Manami sólo sonrió. ¿Por qué está feliz? Suspiré y puse una cara de rendición.

—Tú tienes más de Madre que mi mamá.

—Oh, ¿Quieres decir que me quieres mucho?

—Quiero decir que eres como una vieja criada.

—Auu…

Golpeada por mis palabras, Manami paró en seco como si el bolso que sostiene con ambas manos se hubiese vuelto mil veces más pesado.

Yo caminaba sólo un paso adelante de ella, y cuando miré atrás vi lágrimas en sus ojos.

—Eso fue malo.

Ya veo, así que eso pareció afectarla un poco. Me sentí culpable, así que pensé en que debería responderle a su pregunta cómo me sea posible. La advertí de que no podría entrar mucho en detalles, y le hablé de Kirino. Eso fue como un golpe para ella: ya que sacudió la cabeza.

—¿Tu hermana menor?

Asentí mientras prestaba atención al camino.

—¿Que ha pasado con tu hermana?

—Ermm, bueno, como ves, ella quería que charláramos sobre la vida…Supongo. Le hablé ambiguamente mientras ella parpadeaba sorprendida.

—¿Quería que la aconsejaras sobre la vida? ¿Tú?

—¿Y? ¿Acaso es muy extraño que sea yo?

No me mires como si me dijeras ‘Fallo en el Departamento de recursos humanos’

Manami pareció darse cuenta de que la miraba fijamente y rápidamente levantó sus brazos en señal de negación.

—Bueno, no creo que ella haya hecho “algo indebido”, ¡por supuesto que no!

—Mientes terriblemente.

Con una sonrisa, le quité sus lentes tan rápido como pude. Me los puse, y el mundo se volvió borroso de repente.

—¡D-devuélveme mis lentes!

—¡Mis lentes, mis lentes!

Ésta chica ahora actúa como si estuviera en un Manga, así que me divertí un rato antes de regresar al tema anterior.

—Aunque ella dijo que la aconsejara, sólo la escuché debido a ciertas circunstancias

—¡Oh!, ¡Oh!

Manami se puso sus lentes desesperadamente, los cuales ya se los había devuelto.

Me adelanté, y luego Manami me alcanzó enojada. Luego de comprobar que estaba a mi lado, continué con lo que iba.

—…Ella parece muy preocupada, pero aparte de dejarla sola no puedo hacer nada más.

—Ya veo…

La charla terminó mientras caminábamos por el corredor en silencio.

Durante ese tiempo, Manami tenía su dedo índice sobre sus labios mientras caminaba, pero…

De repente, soltó una carcajada.

—¡Kyou-chan es muy bondadoso!

—… ¡¿Que hizo que pensaras eso?! Deja de mirarme, ¡Cuatro ojos!

Lo dije malvadamente y miré a mi lado. Admito que no soy bueno en eso de esconder la vergüenza. Soy muy infantil.

—No crees que seas capaz de hacer algo, pero aun así quieres hacer algo por ella, ¿No?

—De ninguna manera.

Me encogí de hombros y suspiré profundamente. Pero la sonrisa de Manami prácticamente decía: “Conozco tus verdaderas intenciones, Kyou-chan.”

Menudo lío. Así es como son los amigos de la infancia…

No respondí nada y dejamos de caminar para poder prepararnos para salir.

Cambiamos nuestros zapatos en la entrada y salimos de la Escuela. De aquí a mi casa hay aproximadamente un kilómetro.

Manami vive cerca de casa, ya que vivimos en el mismo barrio, así que siempre nos vamos juntos.

Luego de pasar por las rejas de salida, Manami rompió el silencio.

—A propósito, ¿Cómo van tus estudios?

—Más o menos.

—Eso está mal. Déjame ayudarte hoy en tus estudios.

—Eso sería genial. Parece que no puedo concentrarme en mis estudios cuando estoy solo.

—¿Has estado leyendo mangas, no?

—¿Qué acaso tienes visión de rayos X?

Me observó, seguía sonriendo aparentemente.

Estudiar para los exámenes de admisión…Es un tema normal entre dos estudiantes de preparatoria.

A propósito, al igual que Manami yo quiero entrar en la Universidad local.

Algunos llegarían a pensar que la razón es un poco femenina, pero la decisión fue tomada porque quiero ir a la misma Universidad que ella. No es que esté enamorado o algo, es sólo que quiero que ésta cómoda relación ‘estar-juntos-por-siempre’ dure cuanto como sea posible. Y si estoy siempre al lado de la ‘señorita normal Manami’, puede que consiga esa vida normal que tanto anhelo. Eso es lo que yo creía.

—Mis enseñanzas para la esperanza. —Dijo Manami.

—Está bien. Encontrémonos en mi casa para ir a la biblioteca. Oh, y una nueva clase de sabor ya salió así que ¿querrías conocerlo no?

—¿De verdad? Gracias.

La familia de Manami dirige una tienda de dulces japoneses, así que tiene que llevar nuevos sabores con frecuencia.

Siempre me burlo de ella por actuar como una vieja, pero creo que los dulces de su tienda no están nada mal. Debe ser porque me he acostumbrado al sabor del Rakugan y el Manjuu desde joven.

Eso es lo que llaman un “Manjar de tu amigo de la infancia”, en vez del usual

—Manjar de mamá.

—Seguro. No creo que yo pueda ser capaz de ayudar a aconsejar a tu hermana, así que estará bien que sea Kyou-chan.

—Eres muy buena persona.

Manami sonrió ante mi comentario sarcástico. Asintió con una feliz cara y empezó a balancear su bolso en frente de su camisa. Esto es una señal que sólo funciona entre amigos de la infancia. Es el equivalente al cachorro sacudiendo su cola. Significa ‘Halágame más’.

—Serás muy buena abuelita. Tus nietos seguramente serán bendecidos.

—Erm, ese halago… ¿No dirías normalmente “Seguramente serías tan buena esposa que tu marido sería un hombre muy afortunado?”

—No, dije ‘Abuelita’ precisamente, ya que cada que hablamos siento la misma sensación que como cuando hablaba con mi abuela en la azotea mientras bebíamos una taza de té.

—¿No me estás halagando, no es así? ¡Eso no era un halago! Seguro. Yo no soy sexy. Kyou-chan.

—¡De todas formas tienes esa cara de ‘No me interesa’!

—Eras la última persona de la que esperaría escuchar eso.

No sé si ambos pensamos de nosotros de una forma como ésta. Supongo que somos un poco parecidos después de todo.

Y mientras hablábamos sobre eso, estábamos ya cerca de mi casa. Si me dirijo hasta la siguiente esquina, llegaría a mi hogar.

Pero en éste preciso momento, divisamos a Kirino en su camino de regreso de la escuela.

—Uh, ¡Oh!

Me detuve antes de llegar a la esquina.

A la derecha de la esquina, la gran modelo de revistas para adolescentes caminaba llevando puesto su uniforme escolar. Venía junto a sus amigas de clase. Todas esas chicas que iban hablando con mi hermana eran bien parecidas. Eran únicas y bellas a su modo.

Bueno, ¿Conocen esos grupos de ídolos famosos llenos de chicas adolescentes? Imagínate uno de esos pero en uniformes escolares y hablando fuertemente por  la calle.

—…

Nos quedamos en silencio allí parados.

Detrás de nosotros, las estudiantes de secundaria pasaron dejando su encantadora aura a su paso.

—Je…

Manami observó con admiración a esas penetrantes chicas.

—Ellas eran de verdad lindas. Debe ser bueno ser joven.

—Abuelita, recuerda que eres una estudiante de preparatoria. Has olvidado demasiadas cosas últimamente.

No se puede hacer nada. Habla como una vieja.

—Abuelo, eso ya lo sé. Pero aunque sea una estudiante de secundaria, no sería tan orgullosa como ellas. Los estudiantes de secundaria son aún niños………………………….. Pero aún con eso

son más maduras que yo. Oh, cómo las envidio… Probablemente deba trabajar con más

empeño.

—..Estás bien…Estás bien cómo eres ahora…

Si te volvieras como Kirino, entonces ya no quedarían santuarios para mí. Preferiría ser una chica sencilla y normal, que ser brillante y penetrante. Yo y Manami vivimos en un mundo totalmente distinto al que viven ellas. Entiendo. Dios bendito.

Unos días después, tuve la oportunidad de volver a hablar con mi hermana. Era Domingo, ese día me dirigí a la Biblioteca con Manami. Luego, en la noche, envié a Manami a su casa, y cuando llegué a la mía Kirino me estaba esperando en el vestíbulo.

Estaba apoyada contra la pared y con ambos brazos cruzados.  Su malvada  mirada hirió mi corazón.

Ermm….. ¿He hecho algo malo?

—…Ven un momento.

—¿P-Por qué?

Le pregunté, ocultando mi miedo. Kirino mantuvo su vil mirada.

—Consejo de vida, la continuación. Murmuró eso y no dijo nada más.

Entiendo que quieres decir, ¿Pero por qué estás tan enojada?

¿Es esa la actitud que asumes cuando requieres la ayuda de alguien?

—Pero ya sabes que…

—Sólo ven, y rápido.

Kirino tiró de mi manga incluso antes de que me quitara los zapatos. Lo que me ofendió fue que se acordara de no tomar de mi mano directamente.

—Geez. ¿No me dejas otra elección, no?

Soy tan bueno que no pude resistir esa situación y humildemente subí las escaleras. Y así, fui forzado a entrar en la habitación de mi hermana.

Olía igual que antes. Y apropósito, la habitación de Manami huele a incienso, justo como la de una abuelita. Supongo que el olor depende de verdad en la persona.

Kirino, que entró en la habitación antes que yo, acercó una silla para computadoras y me la señaló con su dedo índice.

¿Y qué pasa con ella? ¿No quería un consejo de vida?

Estaba preocupado, así que no pude entender sus intenciones.

—Aquí, siéntate.

—Ajá

Obedecí sus órdenes. Kirino que se hallaba a mi lado, retiró su brazo que descansaba sobre el escritorio de la computadora, y la encendió, luego de iniciarse, apareció la pantalla del escritorio.

La imagen de fondo eran un grupo de chicas Nekomimi11 relajándose en una sala de estar.

En la esquina del lindo escritorio había un ícono de un gato SD asomándose desde un balde para basura.  En la  esquina superior izquierda  había  un calendario,  mientras que en la parte superior había una ventana abierta de estilo Nekomimi con íconos para Messenger y navegadores de Internet alienados cuidadosamente.

—Esta de verdad…muy personalizado.

—Para nada. Sólo lo vestí cambiándole el Skin y usé un launcher. ¿No es eso sólo lo básico?

Kirino sonrió.

¹¹ Personajes que presentan algunas características de gato; como orejas, cola, etc.

¿Piel (Humana), y (un disparador de) misiles para vestirlo…? ¿Qué carajos? ¿Por qué usa esa jerga tecnológica? No entiendo nada de eso, pero supongo que personaliza su PC a su gusto.

…Así que deduzco que los otakus y los estudiantes de secundaria son la misma cosa cuando se trata de mostrar algo como esto.

—¿Y? ¿Que querías al mostrarme esto?

—Oh, eres un idiota. ¿No lo entiendes? Kirino me miró con reproche.

¡Como si supiera! Agarró el mouse y dijo,

—…El juego, ¿Ya entiendes? Jugaremos juntos ahora.

—¿Uh? ¿Jugar juntos?

—S-sí.

Respondió, evitando mi mirada. Parece que ella entiende que me pide algo muy loco ya que vaciló al sólo mencionarlo.

No entiendo después de todo.

¿Por qué debo jugar un juego al lado de mi hermana, quién soy yo incluso para hacerlo bajo esas condiciones? Incluso si es un juego entre dos personas, no sería divertido.

Kirino al parecer notó mi confusa expresión, e intentó aliviarme un poco.

—Te dijiste a ti mismo, qué harías cualquier cosa con tal de ayudarme, o algo así…

—Cuando te dije que te ayudaría, me refería a que nuestros padres no lo descubrieran. Pero yo lo dije como un consejo de vida. ¿Por qué debemos jugar juntos a un juego de repente?

—¡Es necesario! ¡Sólo aguántalo!

—¡O-Oye!

Me obligó a tomar el mouse. Normalmente ella odiaría tener contacto físico conmigo, pero ésta vez cubrió mi mano con la suya y empezó a mover el Mouse. Hizo doble Clic en un ícono que estaba en la esquina.

Empezó a excitarse de repente.

¿Dónde está ahora su fría actitud? Asumiré que ésta es ella misma pero cuando está más viva.

Fría, despreocupada, torpe, irresistible…

Luciendo las mejores ropas de moda, hablando con finura, yendo a Karaoke con sus amigas y cosas como esas…

¿Es ese el modelo a seguir de las estudiantes de secundaria hoy en día? No creo que tenga que decir que eso es malo o bueno.

Pero conoces a Kirino, ¿Preferirías jugar juegos junto a tus amigos?

—… ¿Qué estás mirando? Te estás volviendo molesto.

—Nada.

Bueno, supongo que tendré que lidiar con esto por ella.

Entré en modo ‘hermano mayor’ y miré a la pantalla, que mostraba el juego.

¡Ring! un elegante título me saluda junto con la voz de una chica Loli. “Sister Makers X Volumen 4!”

“¡Bienvenido de vuelta, hermano! ¡Hagamos el amor con tu…hermana menor!”

—¿Qué clase de cosas quieres hacerme jugar?

Debí enloquecer. O se supone que ya estoy loco. Debí de prever esto cuando me invitó a jugar  en su mismísimo cuarto en vez de en el Televisor de la sala de estar.  ¡Esta Perra!

¿En dónde has visto tú un hermano que quiera jugar a ‘haz el amor con su hermana’ al lado de su hermana real? ¿Acaso tengo cara de pervertido? ¿Uh?

“Estoy segura de que ya lo sabes, hermano…Todas tus hermanas mejores en éste juego ya tienen más de 18 años.”

Cállate, deberías guardar silencio por un momento. Dirigí mi dolida cabeza a donde estaba Kirino.

—T-Tú sabes que…

—¿Por qué escupes eso de repente? ¡Me sorprendiste! ¡Oye, no acerques tanto tu cara a la mía!