Tensei Shitara Ken Deshita (NL)

Volumen 3

Capitulo 3: Fuga de Prision y la Primer Encuentro

Parte 1

Habían pasado cinco minutos desde que me dejaron en el almacén. Usé mis habilidades para asegurarme de que no había nadie alrededor antes de hacer mi movimiento en silencio.

Fran, ¿puedes oírme? Sí. Alto y claro.

Afortunadamente, Fran todavía me tenía equipado ya que el almacén no estaba muy lejos de la celda. El uso compartido de habilidades aún estaba vigente, y pude identificar su ubicación exacta usando Telepatía. Si me concentraba, podría transportarme de vuelta a ella.

¿Cómo estás? ¿Pasó algo mientras no estaba? No. Estamos bien.

Bien… Volveré cuando esté completamente oscuro afuera. Creo que tenemos una hora hasta la puesta del sol.

Entendido.

Mientras tanto, echaré un vistazo al edificio. Ten cuidado.

Lo haré. Tú también.

Mmm.

Y así, salí con cuidado por la ventana del almacén. Necesitaba asegurarme de estar callado. No quería llamar la atención innecesariamente.

La prisión está justo al final de esta esquina, pensé para mí mismo.

Silenciosamente, floté hacia las celdas donde Fran y los demás estaban encerrados. Los miembros de la tripulación se mantuvieron en seis celdas separadas donde un guardia solitario hacía las rondas, asegurándolos. Lo identifiqué. Débil, definitivamente es poca cosa.

La principal amenaza del momento, Valuza, no se veía por ninguna parte.

Fran debería estar libre, entonces. Pensé que era poco probable que cualquiera de los otros guardias pudiera hacerle daño. Aun así, estos bastardos eran viciosos y podían lastimarla de una manera diferente. Podrían obligarla a escucharlos tomando como rehenes a los otros prisioneros. Podría imaginar uno de esos escenarios en este momento:

「”No”.

“¿Qué fue eso? ¿Se niega a cooperar? ¡Si no quieres que matemos a tus amigos, ven aquí!”

“Urgh”.

“Je, je, je. ¿Por qué no nos haces un pequeño striptease y lo dejamos a mano?” “B-Bien…”

“¡Hyahyahya! Oooh, tienes un buen cuerpo, niña”.

“Uf… Mátame” 」

¡Esos sucios bastardos! ¡Los mataré si le hicieron eso a Fran! En realidad, matarlos sería demasiado bondadoso. ¡Haría que desearan haber muerto después de que terminé con ellos!

Por otra parte, estos guardias no deberían ser un problema para Fran. Ella podría derribarlos fácilmente. Aunque, las cosas podrían ponerse molestas si sus amigos los encontraran inconscientes. Ser atacado por prisioneros probablemente sería lo último en lo que pensarían.

Fantasías tontas a un lado, veamos si hay una salida además de la entrada principal.

Una puerta trasera vendría bien para nuestro escape.

Así comenzó mi misión furtiva. Aunque resultó que no necesité escabullirme mucho ya que los guardias eran increíblemente flojos, o carecían de mano de obra.

Eventualmente, descubrí el diseño general de la caseta de vigilancia. Tenían una puerta trasera. Había menos de diez guardias patrullando el lugar, todos ellos débiles. Deberíamos poder escapar fácilmente, siempre que Valuza no regresara. Habiendo completado mi inspección preliminar, regresé al almacén.

Esperé a que cayera la noche antes de volver a contactar con Fran.

Fran, ¿cómo estás por allá?

Todos nos hemos calmado un poco. Ya veo.

Una de las sirvientas gritó cuando vio una cucaracha marina, pero eso es todo. Lamento que tuviera que ver eso, sirvienta-san.

Las cucarachas marinas eran bastante asquerosas cuando lo pensaba. Imaginarlas correteando con sus pequeñas patas me dio escalofríos.

¿Y tú, Fran? ¿Le tuviste miedo a la cucaracha marina? No. ¿Por qué lo tendría?

Fran era el tipo de chica que no se inmutaría por esas cosas. Había visto criaturas peores; imagino que no le importaría comerse una cucaracha marina.

Me alegra saber que estás aguantando bien. De todos modos, escucha esto. Eché un vistazo y escapar de este lugar debería ser más fácil de lo que pensábamos.

Es bueno saberlo.

Sí. De todos modos, volveré contigo. Me preparé para volver al lado de Fran. Debería hacerme más pequeño.

Usé Cambia Formas para convertirme en algo más discreto y suprimí mi presencia para que los otros no pudieran detectarme. No esperaba que nadie pudiera encontrarme ya que estaba envuelto en oscuridad. Incluso si lo hicieran, pensarían que soy algo que imaginaron. Una cucaracha de mar, tal vez.

Rápidamente encontré mi camino a las celdas de la prisión.

Solo necesito encontrar dónde tienen a Fran…

Todos habían visto cómo Fran controlaba su espada durante nuestro encuentro con el Midgardsormr. Ella podría hacer pasar esto como una extensión de ese control. No quería arriesgarme a que esta información se filtrara al enemigo, por supuesto, así que tuve que mantenerme alerta.

Me arrastré por el techo y me colé a través de las barras de metal. Una vez dentro, me zambullí y me puse en la mano de Fran. Nadie parecía haberse dado cuenta.

Bienvenido.

Estoy en casa. Sin embargo, no creo que pueda mantener esta forma pequeña por mucho más tiempo.

¿Y ahora qué?

Me esconderé en la sombra de Urushi. Urushi, ¿te importa?

¡Woof!

Urushi podía equipar cosas con su boca y llevarlas consigo a las sombras. Sacó su hocico de las sombras, lo suficiente para morderme, pero no lo suficiente para ser visto por otros, y luego regresó.

N-No me muerdas tan fuerte. Arf.

¡Ay Dios, la saliva!

¡Simplemente debo soportarlo! Reprimí mi disgusto por estar cubierto de baba y me hundí en las sombras con Urushi.

Bueno, esto es interesante.

Estar en las sombras era una sensación extraña. Parecía y se sentía como el abismo del océano. Este era probablemente un reino que Urushi había creado usando su magia. Era lo suficientemente grande como para acomodar a Urushi, más 30 centímetros más o menos. Aún podía moverme.

Volví a mi forma original y le envié un mensaje a Fran.

Fran, ¿puedes oírme?

No hubo respuesta. No parecía que mi Telepatía pudiera salir de este lugar. Sin embargo, Urushi podía moverse libremente entre los espacios. Debe haber una manera de conectarse con el mundo exterior.

“¡Woof!” Urushi ladró, creando un pequeño agujero negro frente a nosotros. Podríamos ver y escuchar el mundo exterior a través de él, aunque el mundo exterior no podría vernos.

Nadie podría encontrarnos, y mucho menos detectarnos, si no tuvieran una habilidad como Percibir Maná. Muy útil, también algo tramposo.

¿Fran?

¿Maestro?

Ahora podríamos hablar entre nosotros.

Buen trabajo, Urushi.

“¡Woof!”

Estoy probando para ver si Telepatía podría pasar desde el reino de las sombras. Te estoy escuchando bien.

Bueno. Vamos a ver cómo se desarrolla la situación. Mmm.

Cuando terminamos nuestra breve conversación, sentí que alguien bajaba las escaleras. Se detuvieron frente a la celda de la prisión.

Era Dwight, y había traído consigo a un guardia, uno de sus subordinados. Esperaba que las negociaciones hubieran llegado a una conclusión, pero ese no parecía ser el caso.

“Siervos del Caballero Salut, adelante”. “¿Qué está pasando?”

“¿Han terminado las negociaciones?”

El Capitán Rengill y su tripulación tenían la esperanza de ser liberados pronto. Sin embargo, dudaba que las cosas fueran tan bien.

“Vamos, sácalos”. “Sí, señor”.

Dwight ordenó a su subordinado que dejara salir a los hombres de Salut de la celda. Sin embargo, nos dejaron atrás al resto. Dwight nos dio una sonrisa repugnante, claramente estaba tramando algo. Parecía un matón de patio de escuela que se había fijado en un objetivo y ahora estaba jugando con ellos.

“Preguntaste si hemos llegado a una conclusión, ¿sí?” “S-Sí. ¿No vas a dejarnos ir, ahora?”

“Hemos llegado a una conclusión. Vamos a dejar en libertad a la familia real de Phyllius y a sus sirvientes”.

“¿Y-Y nosotros?”

“A cambio dejarlos libres, vivirán el resto de sus vidas como esclavos”. “¿Q-Qué estás diciendo?”

“Jejejeje. Estoy diciendo que tu príncipe y tu princesa no se preocupan por ti ni un poco. Me rogaban que los dejara ir, incluso si se trataba de vender al resto de ustedes”.

La tripulación se había desesperado mientras la sonrisa de Dwight se volvía más cruel con cada palabra.

Pero simplemente no se comprobó. El príncipe no era el tipo de persona que diría eso.

“Los de Phyllius serán liberados con la condición de que el resto de ustedes sean vendidos como esclavos. ¡Te han vendido!”

“¡N-No!”

“Mira el lado positivo. Mañana podrás volver a ver la luz del día. ¡Como esclavo, claro está! ¡Jajaja!”

Mientras Dwight disfrutaba al ver la desesperación de la tripulación, usé Esencia de Falsedad para verificar sus afirmaciones. Su declaración de que el príncipe nos había vendido era una mentira descarada.

Sin embargo, demostrar su mentira ahora era una mala idea. Y era cierto que íbamos a ser vendidos como esclavos al día siguiente. Sin embargo, no entendí por qué tuvo que inventar esa primera parte. Por otra parte, él era un cabrón desagradable. Probablemente quería vernos sufrir.

Fran, no sé por qué, pero Dwight está mintiendo.

¿El príncipe no nos ha vendido?

No. Pero la parte de ser vendido como esclavo es verdad.

Necesitábamos pensar en un plan para salir de aquí, rápido.

Escapar de la prisión era bastante fácil, salir de la isla, por otro lado, era complicado, en el mejor de los casos. Teníamos la tripulación completa, por lo que podrían operar un barco, pero no estaba seguro de si podríamos superar a una flota naval completa. Sin mencionar que, si comenzaran a disparar sus cañones, nos hundiríamos en el fondo del océano en poco tiempo.

“¡Pasen las últimas de sus horas libres en desesperación! ¡Jajajaja!”

Dwight nos dejó entonces, cacareando todo el camino. Los únicos que quedaban ahora eran los miembros de la tripulación y los soldados de Phyllius, ambos grupos lamentando su destino.

“¿R-Realmente nos dejaron atrás?” “Uhh”.

En medio de todo esto, Fran alzó la voz. “No creo que Fult y Satya nos abandonen”. “P-Pero…”

Tiene que estar mintiendo. “¿C-Cómo sabes eso?”

“Fult-sama y Satya-sama son amables y corteses. Tú lo sabes”.

“Claro, ¡pero no me extrañaría que nos vendieran para salvar su propio pellejo!”

Incluso mientras se quejaban, vi un leve destello de esperanza en sus ojos. Ellos tampoco querían creerlo. Querían creer lo que decía Fran, pero tenían miedo decepcionarse y caer en una desesperación más profunda.

“Llámalo la intuición de un aventurero”.

Fran, creo que podrías haberlo expresado un poco mejor.

¿Quizás decirles que Dwight parecía un mentiroso crónico? No pensé que creerían su intuición. “…Ya veo”.

“Tienes razón”.

No importa, supongo que lo creyeron. Todos los presentes conocían a Fran como una excelente aventurera; después de todo, se las había arreglado para defenderse del Midgardsormr. Nadie podía reírse de su ‘intuición de aventurero’ después de ver esa hazaña de primera mano.

Además, los aventureros experimentados estaban por encima de la multitud habitual. Esa era una regla general de este mundo. También se sabía que los hombres del mar dependían en gran medida de la intuición, casi al borde la superstición. Sabían el valor de la experiencia.

El Capitán Rengill asintió, tranquilizando a sus hombres. “Te creo, Fran”. Su respaldo fue suficiente para que el resto de la tripulación le creyera. “T-Tienes razón. No hay forma de que los príncipes nos abandonen”. “¡Sí!”

“¡Tienes toda la razón! ¡Ese asqueroso cerdo es un bastardo mentiroso!”

Ahí tienes. El Capitán Rengill respiró aliviado ahora que la moral había sido restaurada.

Escapar sería difícil si comenzáramos a armar un alboroto; podrían reforzar la seguridad. Aún había guardias alrededor, así que lo único que podíamos hacer ahora era esperar.

Mientras tanto, estaba pasando por algunos planes de escape en mi cabeza. Podría seguir adelante y buscar una nave de tamaño moderado que pudiera almacenar en mi Dimensión de bolsillo. Una vez que todos estuvieran fuera, podríamos viajar en el barco fuera de Seedrun. Muchas cosas podrían salir mal con este plan.

Primero, no sabía si tal barco existía. Incluso si lo hiciera, no sabía cuántos hombres necesitaríamos para operarlo, ni la velocidad máxima del barco. Si consiguiera un barco que se moviera lentamente, la marina de Seedrun nos alcanzaría en un abrir y cerrar de ojos. Sin mencionar la conmoción que estallaría por la desaparición de un barco.

Comandar un barco de pesca en lugar de un barco militar tampoco funcionaría. Cuanto más grande sea el barco, más rápido nos detectarán.

Y también estaba el asunto del príncipe y la princesa. Podían manejar las negociaciones lo suficientemente bien, por lo que no pensé que serían vendidos como esclavos, pero si Fran y los demás escapaban, las cosas podrían empeorar para ellos. Tampoco pensé que nadie aquí estuviera dispuesto a abandonarlos.

Podría comenzar buscando al príncipe yo mismo, pero si fuera demasiado lejos, no estaría equipado con Fran. Esto era lo único que absolutamente no quería que sucediera. Me negué incluso a considerarlo. Si me hubieran llevado más lejos antes, tenía toda la intención de usar todas mis habilidades para escapar.

Y digamos que logramos encontrar al príncipe. ¿Cómo íbamos a sacarlos? Podría crear un clon de mí mismo con mi habilidad, pero eso parecería demasiado sospechoso. También existía el riesgo de que descubrieran que yo era un arma inteligente.

Digamos que logramos asegurar a todos para un escape y hacemos que Fran vaya a buscar al príncipe y la princesa. No había garantía de que los gemelos reales aceptaran irse. Si se iban por su propia voluntad, las ya tensas relaciones entre Seedrun y Phyllius podrían empeorar.

Como puede ver, sacar a todos de Seedrun de una pieza iba a ser un desafío. Podría discutir nuestro plan de escape usando Telepatía, pero no pensé que nadie aquí pudiera sofocar su sorpresa ante una voz repentina en sus cabezas. Por otro lado, si comenzamos a hablar en voz alta durante demasiado tiempo, los guardias podrían sospechar.

Lo único que podíamos hacer ahora era esperar a que cayera la noche. No vi ninguna otra opción.

Medianoche.

Las tensiones iban en aumento en nuestra pequeña celda. Nos habían trasladado a una celda más pequeña sin tanta comida, por lo que nuestras posibilidades de salvación parecían más escasas por segundos. Todos estaban frustrados y comprendí su irritación. Afortunadamente, nadie había comenzado a gritar o discutir entre sí todavía, pero de todos modos era una bomba de tiempo. La conversación amistosa era cosa del pasado.

El ambiente en nuestra pequeña celda se acercaba al de un funeral cuando escuché el sonido de pasos que bajaban las escaleras.

“¿Eh? ¿Ya es hora de cambiar de patrulla?”

El guardia a cargo esperaba a su sustituto. Pero sentí algo extraño en el sonido de los pasos. Eran demasiado rápidos, como si estuvieran corriendo por las escaleras. Los pasos pertenecían a una figura con una larga capa negra. Una que cubría su cuerpo alto. Parecía sospechoso por decir lo menos.

La figura encapuchada luego procedió a dejar inconsciente al guardia. “¡Gah…!”

El golpe en la cabeza del guardia sucedió tan rápido que apenas tuvo tiempo de gritar de sorpresa. “¿Eh?”

“¿Qué?”

Nos encargamos de ser sorprendidos en su lugar. Incluso Fran no pudo reprimir su sorpresa por el acto de violencia que acababa de ocurrir. Más aún porque fue protagonizada por una mujer. Su figura era difícil de ver debajo de su capa, pero definitivamente tenía una figura femenina. Tenía una altura de 180 centímetros. Los trozos de piel que pude ver debajo de su capa eran de un tono marrón cobrizo; ella era nativa de la isla.

¿Quién era ella? ¿Era una aliada? No quería saltar a tales conclusiones, no cuando no sabíamos cuál era su objetivo. Ella era una enemiga de nuestro enemigo, al menos, y bastante fuerte también, según la forma en que noqueó al guardia con un solo golpe.

Nombre: Miriam Seedrun. Raza: Humano.

Clase: Piquero⁵. Nivel: 28/99.

PV: 177; Magia: 111; Fuerza: 123; Agilidad: 153

Habilidad: Percibir Fuerza 5; Respiración 3; Comando 3; Dominio de patadas 3;

Nadar 7; Zancudo acuático 2; Espadachín 4; Pesca 2; Resistencia al Veneno 4; Equilibrio 5; Artes de Lucha 5; Dominio de Pica 8; Manipulación de espíritus.

Título: Princesa.

Equipo: Pica Narval; Armadura de cuero de Dragón Acuático; Sandalias de cuero de ballena azul; Capa de ocultación; Anillo de Resistencia al Agua; Brazalete de fuerza aumentada. 

Terminé identificándola de inmediato por costumbre. Era decentemente fuerte, tan fuerte como un aventurero de rango D.

Sin embargo, hubo un detalle que me llamó la atención: su título de princesa. Tenía Seedrun como apellido, así que tenía que ser verdad. Pero, ¿por qué atacaría a uno de sus soldados? No tenía sentido para mí.

Una simple orden hubiera sido suficiente si él se hubiera interpuesto en su camino…

¿Maestro, amigo o enemigo?

No sé. Ella es una princesa de Seedrun, eso es seguro…

La mujer se acercó a nuestra celda mientras me devanaba los sesos en busca de respuestas. Empezó a hablar con nuestro miembro más antiguo de la tripulación.

⁵ La pica es un arma de asta de más de 3 metros – normalmente 4 metros en sus versiones más extendidas. Referencia.

“¿Son ustedes los afiliados a la realeza de Phyllius?” “S-Sí, eso es correcto”.

“Ya veo. Estoy aquí para salvarlos”. “¿Qué?”

“Estoy aquí para sacarlos. Vamos”.

Su oferta fue tan repentina e inesperada que todos se quedaron estupefactos. “Espera. ¿De qué estás hablando?”

“Los voy a sacar de la cárcel”. “P-Por qué tú…”

Nunca habían visto a esta persona antes, por lo que la confusión leve era necesaria. Incluso nosotros estábamos confundidos a pesar de haberla identificado antes. ¿Qué quería esta mujer? No vi ninguna razón por la que la familia real de Seedrun quisiera ayudarnos.

“Vamos”.

La mujer rebuscó en los bolsillos del guardia, que todavía estaba cómodamente inconsciente, encontró una llave y la arrojó a nuestra celda. La mujer dijo algo impactante mientras los miembros de la tripulación todavía estaban tratando de procesar lo que acababa de suceder. “Van a ser vendidos como esclavos si se quedan aquí”.

“¿Qué?”

“Uhhh”.

Al principio, nadie podía entender lo que estaba diciendo. La realidad de sus palabras pronto se hundió y comenzaron a pedirle aclaraciones.

“¿Q-Qué quieres decir?”

“Exactamente lo que dije. Si permanecen en prisión, vendrán y los venderán a todos como esclavos”.

La mujer hizo su declaración con tanta convicción que las miradas de preocupación comenzaron a extenderse entre los miembros de la tripulación. Ciertamente no parecía que estuviera mintiendo.

El capitán Rengill se encargó de hacer preguntas al resto de su tripulación. “¿E-Estás segura de esto?”

“Sí”.

“P-Pero, ¿no pondríamos al príncipe en peligro si escapamos?” “¿Preferirías ser vendido como esclavo?”

“¡N-No, pero!”

“No hay tiempo. Sé rápido. Si vienes conmigo, es posible que podamos salvar al príncipe también”.

“¿C-Cómo planeas hacer eso?”

“Podemos discutir el asunto más tarde. Me iré si no desean escapar”.

Los miembros de la tripulación intercambiaron miradas inquietas entre ellos. No podían decidir si escapar era la decisión correcta. Salir de la prisión los convertiría en criminales, y podrían dañar al príncipe y la princesa. Agrega eso al hecho de que no conocían la identidad de su salvador y tenía una receta para la incertidumbre.

Ni siquiera nosotros sabíamos qué hacer con esta situación. Tendríamos que sacar alguna información de esta mujer.

Fran, vas a tener que hacerle algunas preguntas. De acuerdo.

Veamos qué responde a esto. “¿Por qué quieres salvarnos?” “Es la voluntad de mi maestro”.

¿Maestro? El maestro de una princesa tendría que ser el rey. “¿Y quién sería?”

“No puedo decirlo”.

“Alguien que tendría algo que ganar al dejarnos escapar… ¿El rey?” “¿Q-Qué? ¡¿Qué te hace decir eso?!”

Bueno, te identifiqué antes. Sin embargo, no quería que supiera que teníamos Identificar. Íbamos a tener que seguir insistiendo en nuestra fachada.

“Hacernos escapar estaría a su favor”.

“¡¿Por qué?! ¡No veo por qué eso beneficiaría al rey en absoluto!”

¿Maestro?

Ehh, espera.

El reino de Phyllius, al que pertenecían Fult y Satya, estaba actualmente involucrado en disputas comerciales con el reino de Seedrun. Quizás Seedrun estaba en el proceso de hacer una moneda de cambio. Un escándalo que involucre a los subordinados fugitivos del príncipe sería una carta poderosa. Y si nos recapturaran, podrían usarnos para presionar más a Fult.

Eh. Me inventé esa historia a medida que avanzaba, pero sonaba bastante convincente.

Nuestros reclusos comenzaron a murmurar después de escuchar la especulación de Fran; supusieron que podríamos estar caminando directamente hacia una trampa. Sin embargo, será mejor que lo mantengan bajo, o alguien de afuera podría escucharnos.

Miriam hizo una mueca ante la conjetura de Fran. ¿Teníamos razón? ¿Dimos en el blanco?

Sin embargo, ese no parecía ser el caso.

“¡Nunca serviría al rey, ese tonto hermano mío! ¡Mi única maestra es mi amada hermana, Sellimea!” No hay mentiras aquí.

Miriam seguía las órdenes de otro miembro de la familia real, Sellimea. Ella se oponía al rey actual, considerando cómo hablaba de él. Ahora que lo mencionaba, recuerdo vagamente que el capitán pirata mencionó el nombre de Sellimea cuando lo interrogamos. ¿No era ella la princesa primogénita que se rumoreaba que había sido asesinada?

“Entonces, ¿por qué quieres salvarnos?”

“Nuestro objetivo es salvar a la realeza de Phyllius. Para ese fin, necesitaremos toda la ayuda que podamos obtener”.

“¿Quieres salvar a Fult y Satya? ¿Por qué?”

Sabíamos muy bien el peligro que corríamos al permanecer cautivos; Después de todo, íbamos a ser vendidos como esclavos. ¿Pero no iban a estar bien el príncipe y la princesa? Necesitaban mantenerse con vida si Seedrun iba a negociar con Phyllius. Tan corrupto como era el rey actual, dudaba que fuera violento con los gemelos.

“La realeza de Phyllius no será liberada a este ritmo. Les han mentido”.

Supongo que el rey era más cabrón de lo que creía. Bueno, podríamos hablar de él más tarde.

Por el momento, todo lo que Miriam había dicho hasta ese momento era cierto. Incluso el hecho de que ella quería salvar al príncipe y el hecho de que el príncipe había sido engañado.

“¿Mentir? ¿Por qué?”

“¡Eso es—¿hm?!”

De repente, Miriam se giró para mirar detrás de ella. La razón era obvia para nosotros. Alguien bajaba las escaleras. Si nos demoramos más, el enemigo podría notar las señales de un intruso.

“¡No hay tiempo! ¡Decídanse!” “No sé… ¡Fran, por favor!”

Rengill y su tripulación se giraron hacia Fran en busca de orientación. No pudieron tomar una decisión por sí mismos, por lo que decidieron recurrir a Fran, que era la más fuerte aquí.

Maestro, creo que deberíamos irnos.

Sí, adelante. Miriam parece digna de confianza, y tarde o temprano íbamos a salir de este lugar.

“Está bien. Iremos contigo”.

Fran asintió a Miriam mientras el resto de la celda la esperaba con gran expectación. “Bueno. ¿Qué hay de ustedes?”

“…Yo también voy”.

“¡Yo también!”

“¡Je, seguro que no quiero que me vendan como esclavo!”

Todos los presentes siguieron el ejemplo de Fran, incluso los niños. Aunque, si los niños se hubieran opuesto, Fran los habría arrastrado de todos modos.

Nos quedaremos en las sombras por ahora. Woof.

Fran abrió la puerta de la celda y siguió a Miriam. “Por aquí”.

Miriam no volvió por donde vino. En cambio, fue más abajo, a las profundidades del subsuelo. “P-Pensé que estábamos escapando”.

“Lo estamos. Solo vengan aquí”.

Miriam se quitó de encima a los miembros de la tripulación preocupados y continuó. Finalmente nos detuvimos frente a una celda vacía.

“Estaban aquí. Esperen”.

Abrió la puerta y entró. Empezó a palpar las paredes como si buscara algo.

¿Eran necesarios todos los clichés de fantasía en este mundo?

Seguí mirando, expectante, hasta que de repente escuché un clic y la pared comenzó a abrirse por sí sola.

“Una escotilla de escape para la familia real”.

¡Aquí vamos! ¡No puedes tener una prisión sin una ruta de escape oculta! Hombre, eso es genial. Me hizo olvidar el peligro en el que estábamos por un segundo.

“¿Estás segura?” “¿Acerca de?”

“Sería fácil averiguar quién fue la última persona que usó esta escotilla de escape”.

No sabía cuántos miembros de la realeza se oponían al rey actual, pero Miriam estaría incluida en la lista de sospechosos.

“No importa”. Miriam ya había tomado eso en consideración, y entró por la estrecha abertura sin dudarlo.

Las paredes eran estrechas y el techo bajo. Fran no tuvo que ajustar su forma de andar para atravesarlo, pero los demás tuvieron que agacharse para avanzar. También estaba completamente oscuro. Nuestro principal objetivo era no perder de vista a la persona que teníamos delante.

“Por aquí”.

El suelo se inclinaba hacia abajo, en un ángulo bastante pronunciado. Ir más profundo bajo tierra desde los sótanos de las mazmorras me ponía nervioso.

Había una bifurcación en el camino, pero Miriam la tomó sin dudarlo un momento.

Nos llevó otros 30 minutos caminar a tientas en la oscuridad total, pero parecía que habíamos llegado al final del camino. Parecía un callejón sin salida a primera vista, pero una inspección más cercana mostró algo que parecía una manija. Miriam giró la manija y la pared se abrió a un lugar que se parecía a la prisión en la que estábamos.

“¿Dónde nos encontramos ahora?” “Cuiden sus pasos”.

“Mmm”.

Seguimos a Miriam a donde nos llevó. Realmente estábamos en un sótano de algún tipo. Subimos una escalera, abrimos una escotilla y descubrimos que estábamos en un monasterio decrépito dentro de un bosque. Era como las rutas de escape que solía leer en mis historias.

“Te he estado esperando”, dijo una caballera de contextura pequeña que esperaba afuera. “Carla. ¿Cómo va la misión?”

“Señora. Las otras vías ya están operativas. Incluso las hemos modificado para que más personas puedan pasar por ellas a la vez”.

Ya veo. Habían anticipado la posibilidad de que los siguieran, solo que, en lugar de cubrir sus huellas, abrieron otras rutas para despistar a sus perseguidores.

“De esta manera”.

La contramedida de Miriam no era infalible, por supuesto, y mantuvo su cautela mientras continuaba guiándonos. Los miembros de la tripulación anteriormente nerviosos se enderezaron bajo la dirección de Miriam. Había algo en la mirada severa en el rostro de la princesa que llamaba la atención; como Fult y Satya. Supongo que era algo que venía con el título de realeza.

Miriam nos condujo fuera del bosque a una aldea discreta. Allí nos esperaba un carruaje y nos metimos dentro. Estaba algo apretado, pero todos logramos entrar.

Estábamos a 30 minutos de nuestro destino, pero estaba empezando a preocuparme. Éramos el único carruaje en este camino desierto. ¿No sospecharían los guardias si nos vieran?

Miriam lo tenía cubierto, por supuesto. Sobornaba a todos los guardias que se nos acercaban y les pedía que cambiaran de rumbo. ¡Dios, las naciones corruptas son las mejores! Aunque no estaríamos en esta situación si este país no hubiera sido tan corrupto. ¡No, los gobiernos corruptos eran absolutamente detestables! ¡Vota por funcionarios transparentes y moralmente rectos!

El resto de nuestro viaje transcurrió sin incidentes ya que nadie cuestionó quiénes éramos. Finalmente, llegamos a nuestro destino, un pueblo de aspecto lúgubre con casas de madera a lo largo de las calles. Estoy siendo educado, por supuesto. Honestamente, se parecía más a un barrio pobre con lo apretadas que estaban construidas las pequeñas chozas una al lado de la otra. El hedor era suficiente para que incluso Fran se estremeciera. Era un escondite decente, pero recordé que Miriam estaba siguiendo las instrucciones de su hermana, la primera princesa. Era difícil imaginar a un miembro de la realeza aquí.

Miriam nos llevó más adentro de los barrios marginales, doblando una esquina en cada callejón que pudo encontrar. Estábamos atrayendo la atención de los habitantes del barrio bajo, y me preguntaba si estaríamos bien. No es por ser un estereotipo, pero las personas que vivían en lugares como estos parecía como que nos venderían por cualquier moneda.

Miriam se rio de mis preocupaciones. Los exploradores del rey habían sido enviados aquí antes, y aún no se había descubierto su base de operaciones.

Bueno, si se sentía confiada al respecto, preferiría su juicio.

Doblamos otra esquina y llegamos a una pequeña casa escondida en las callejuelas de los barrios bajos. La casa era diminuta. No importa que la realeza se escondiera aquí, estaba más preocupado de si todos cabríamos en esta casa.

¿Podemos realmente confiar en ella?

“Adelante”. “De acuerdo”.

La casa era tan pequeña por dentro como parecía por fuera, 1.7 metros cuadrados como máximo. Se llenó con dos veces más de su capacidad prevista, y me sentí como si estuviera dentro de un tren japonés durante la hora pico con la forma en que todos nos vimos obligados a pararnos…

Apreciaba la ayuda y el refugio de Miriam, pero meternos a todos en un espacio tan cerrado era demasiado.

Afortunadamente, la pared del otro lado se abrió para revelar una habitación oculta. Esta área secreta era mucho más espaciosa y tenía suficiente espacio interior para que nuestra tripulación se acostara.

“Deberíamos estar a salvo ahora que estamos aquí”.

Miriam se relajó por primera vez desde que la conocimos y se quitó la capa que cubría todo su cuerpo. Su rostro tenía un aire masculino, su cabello muy corto era rojo con mechones grises corriendo a través de él. Era bastante guapa.

Llevaba una armadura de cuero color vino. Parecía ligera, pero en realidad estaba hecha del mismo material que la armadura de Dragón Acuático de Valuza y, por lo tanto, más fuerte que la armadura de placas promedio.

Miriam todavía no me parecía realeza, ciertamente no como una princesa. Parecía más una aventurera dura y varonil que podía dirigir su propia tripulación.

“A mi maestra le gustaría verte ahora”. “¿Tan pronto?”

“Sí”.

“Mencionaste que ella era parte de la familia real”.

“Lo es. No podrá verlos a todos a la vez, así que elijan cinco personas para representar a su tripulación”, dijo Miriam, lo que provocó un intercambio de miradas entre nuestros miembros. Estaba claro por las miradas en sus rostros que ninguno de ellos quería ir. Se habían acostumbrado a estar cerca de Miriam en el transcurso de nuestro escape, pero una audiencia con otro miembro de la familia real era algo que preferían pasar.

“Tú, niña, vienes conmigo”. Miriam señaló a Fran. “¿Yo?”

“Eres fuerte, e incluso los adultos buscaban tu apoyo. También has demostrado que eres sabia”. Miriam tenía buen ojo. La felicité por poder ver el talento de Fran tan fácilmente.

“Está bien”.

“Iré contigo”. El capitán Rengill era una elección obvia. “¿Qué pasa con el resto?”

“Oh…”

“Quiero decir, no sé…”

Todos se quedaron mirándose unos a otros, incapaces de llegar a una conclusión y no dispuestos a presentarse por su propia voluntad. Las peleas irritaron a Miriam, y ella los regañó para que siguieran adelante. Parecía impaciente, especialmente cuando nos estaba sacando de prisión.

“¡Apresúrense!” “¡S-sí, señora!”

“¡Lo haremos ahora mismo!”

El primer oficial del capitán fue otra elección fácil, pero no nos quedaba ninguno de los peces gordos del lado de Phyllius. Después de más peleas, se decidió que irían el soldado mayor y la sirvienta. Bueno, siempre y cuando no se sintieran resentidos por ello. La discusión se puso bastante acalorada.

Una vez que los cinco estuvimos listos, Miriam fue a un rincón de la habitación y comenzó a palpar las paredes. Había otra habitación oculta ubicada dentro de la habitación oculta.

“Síganme”.

Avanzamos por un pasillo estrecho con caminos que se bifurcaban diseñados para que los intrusos se perdieran.

“Wow. Hay muchas habitaciones ocultas”.

“Toda una hazaña, ¿no es así? Esta fue una casa segura de emergencia construida por el rey anterior. Los documentos que detallan la existencia de este lugar se han perdido; mi hermana y yo simplemente la encontramos por accidente”.

Ya veo. Entonces, incluso el rey actual no conoce este lugar.

Miriam continuó, sin una pizca de vacilación en sus pasos. Una pequeña habitación estaba ubicada al final del camino. El rey anterior no se arriesgó cuando diseñó esta casa segura.

“Hermana, he regresado”.

“Miriam. Estoy tan contenta de ver que estás a salvo”.

Una mujer de veintitantos años nos esperaba en la habitación. Su cabello era largo y rubio con mechones morados atravesándolo. Su flequillo estaba perfectamente partido por la mitad. Una tiara del mismo color que su cabello adornaba su frente. Sus ojos eran de color púrpura, exudando suavidad y calidez, a diferencia de los agudos ojos almendrados de Miriam, que parecían casi felinos. Tenía unos 165 centímetros de altura, lo que la hacía más alta que la mujer promedio. Aunque todavía era más baja que Miriam, por supuesto.

Puede que no se pareciera a Miriam en muchos aspectos, pero su tono de piel era el inconfundible bronceado cobrizo de Seedrun. Pero a diferencia del hombre común y de Miriam, cuya piel estaba aún más quemada por el sol, la de ella era de color más claro. Parecía una mujer japonesa bronceada.

Su atuendo era sencillo pero llamativo. Era una armadura de gala, teñida de azul y blanco. Se parecía vagamente a un uniforme de marinero. A pesar de su apariencia, su armadura todavía se creó con el mismo cuero de Dragón Acuático que Miriam, proporcionando una amplia defensa para la princesa.

Ella tenía dominio de espada, y tampoco parecía que fuera solo para mostrar. Su armadura le proporcionaba una gran movilidad, teniendo en cuenta la competencia en batalla de la princesa, por lo que no tenía mangas y tenía algo que parecía una minifalda. Parecía demasiado aburrido para ser algo que usaría la realeza. Este equipo liviano se adaptaba a las condiciones locales de clima templado y aire húmedo del mar, por supuesto. Seedrun no era un lugar para estar corriendo con una pesada armadura de placas.

A diferencia de Miriam, que parecía una guerrera ordinaria, tenía un aire de nobleza y elegancia a su alrededor.

Esta era Sellimea Vellmelio Seedrun, la hermana y maestra de Miriam. “Estaba preocupada por ti”.

“Fue una simple operación furtiva realizada al amparo de la noche. Nada que temer”.

“Siempre has tenido la habilidad de causar problemas… como esa vez que te peleaste con los perros guardianes en el palacio real—”

“¡E-Eso fue en el pasado!”

“Y luego montaste ese caballo para—” “¡Nee-san, por favor!”

No estaba seguro de si ‘causar problemas’ era suficiente para describir infiltrarse en una caseta de vigilancia, noquear a un vigilante y sacar a treinta personas de la prisión. Sellimea era magnánima o no sabía el riesgo que implicaba. Tal vez solo confiaba en su hermana. Demonios, podría ser todo lo anterior. Definitivamente no parecía una mala persona.

“Ejem. Podemos hablar todo lo que quieras más tarde. ¿Puedo presentarte primero a nuestros invitados?” Miriam cortó la charla de su hermana aclarándose la garganta. Estaba sonrojada, avergonzada por las viejas historias de travesuras que había contado su hermana.

“Oh Dios, ¿dónde están mis modales? Lamento mucho haberlos llamado a todos aquí”. “No hay problema”.

Fran tenía la capacidad de hablar con todos exactamente de la misma manera, realeza o no. Era uno de sus puntos fuertes… aunque a veces deseaba que aprendiera modales.

Rengill y los demás palidecieron cuando vieron lo grosera que estaba siendo Fran con la princesa de Seedrun. Dirigí mi mirada a Sellimea y no vi rastro de ira. De hecho, miró a Fran como la linda chica bestia que era. Gracias a Dios que era tan magnánima como lo era.

“Ya veo, gracias”.

Desafortunadamente, Miriam no lo aprobó. “Chica, ¿sabes a quién te estás dirigiendo?”

Sus palabras sonaban vagamente a las del teniente con el que nos encontramos antes. Sin embargo, Sellimea nos cubrió.

“Mírate, poniéndote quisquillosa por las palabras de una niña. ¿Qué voy a hacer contigo?” “¡P-Pero!”

“Sin mencionar que es extranjera. Solo soy una mujer común para esta chica”. “He hecho mención de tu puesto. ¡Ella sabe que eres realeza!”

“Claro, soy realeza, pero soy realeza que tiene que esconderse en la habitación oculta de una casa segura. Además, discriminar a otros en función de su linaje es algo que nuestro hermano haría”.

“Ughh…”

Esta dama no era muy parecida a una princesa, ¡pero eso es exactamente lo que me gustaba de ella!

Me recordó a Fult y Satya. Estaba seguro de que se llevarían bien si se conocieran.

Miriam admiraba esto de su hermana, y si Sellimea no tenía ningún problema con el comportamiento de Fran, ese era el final de esa discusión. Ella suspiró, habiendo renunciado a la situación. “Oh… supongo que tienes razón”.

“Jeje. Gracias Miriam”.

Menos mal que evitamos esa discusión innecesaria.

“Esta chica puede ser joven, pero tengo motivos para creer que es más fuerte que yo”. “¿En serio? ¿Más fuerte que tú?”

“Sí. Ella está en un nivel más alto por lo menos. Ella es muy hábil a juzgar por cómo se mueve. No estoy segura de poder vencerla de frente…”

Miriam poseía ‘Percibir Fuerza’ que usaba para analizar con calma la fuerza de Fran. Mantuvo su orgullo como guerrera al decir que no estaba segura de poder vencerla en lugar decir lo obvio.

“Debes ser muy fuerte, entonces”.

Sellimea tomó la palabra de Miriam sin siquiera una pregunta. Realmente confiaba en su hermana. No pensé que ella creería fácilmente que Fran era mucho más fuerte que Miriam. Pero ahí estaba ella, mirando a Fran con mucha admiración.

“Mmm”.

“Parece que estamos obteniendo potencia de fuego adicional”.