Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 1

Capitulo 5: La Batalla Contra El Asesino Serial II

Parte 2

 

 

“Ah, ¿sí?” El chico no parecía en absoluto amenazado. Debió confiar en la incapacidad de su presa para escapar.

Yuichi hizo una mano en un puño. Había dos monedas de 500 yenes entre cada uno de sus dedos: un total de ocho.

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“¡Toma esto!” Desde su postura ligeramente restringida, levantó su brazo derecho, lo llevó hacia atrás lo más que pudo y luego lo lanzó hacia adelante. Sujetando su muñeca, soltó las monedas.

Los pesados discos de metal cayeron sobre el chico.

La arrogancia del chico se desvaneció en un instante y se apresuró a cruzarse de brazos para defenderse del ataque.

Inmediatamente después del lanzamiento, Yuichi se dio la vuelta, corrió hacia la cerca y la subió, con Aiko todavía aferrada a él desde el frente.

“¿Eh?” Aiko estaba confundida, pero solo se aferró a él con más fuerza.

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Yuichi comenzó a correr por la parte superior de la cerca a toda velocidad.

“¡Oye! ¿Qué estás haciendo?” “Saltare. ¡Agárrate fuerte!”

“¿Eh?” Estaban en el techo de un edificio de cuatro pisos. Una caída desde aquí les haría mucho daño, si no los mataría de inmediato. La vacilación de Aiko era comprensible, pero Yuichi tenía una oportunidad de éxito.

Sintiendo que más kunais pasaban a su lado, Yuichi tomó velocidad. Fue la acumulación de un salto de longitud.

Cuando se acercó al borde de la cerca, se endureció, colocó sus pies…

… Y saltó del techo.

La caída fue breve. Tomó sólo unos segundos antes de que golpearan el suelo.

“¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?” Aiko gritaba confundida.

Yuichi dejó que su cuerpo se aflojara mientras golpeaba el suelo, comenzando con las puntas de sus dedos. Dobló las rodillas y se torció para disminuir la fuerza del impacto cuando golpeó su espalda, rodó y luego se puso de pie de un salto.

“¿Uhhh?” Un gemido desorientado escapó de los labios de Aiko.

Yuichi miró hacia abajo para ver cómo estaba. Parecía aturdida, pero no estaba herida.

“Nunca pensé que tendría la oportunidad de usar una rodada de cinco puntos en la escuela…” Yuichi dejó escapar las palabras, aliviado y un poco asombrado.

El nombre propio de la técnica era caída de aterrizaje de paracaídas. Por lo general era empleado por paracaidistas. Naturalmente, fue su hermana mayor quien lo forzó alegremente para que lo aprendiera, habiendo leído sobre eso en un manga de batalla.

Yuichi lanzó una mirada al techo. Tenía la sensación de que el asesino serial estaba mirando hacia abajo y riéndose de él.

***

 

 

Aiko estaba tan tensa, que no podía convencerse a sí misma para moverse. Pareciendo darse cuenta de esto, Yuichi la puso suavemente en el suelo.

Todavía estaba mareada, y su postura era inestable. Se tambaleó, pero antes de que pudiera caer, Yuichi se estiró para apoyarla.

Su corazón latía como loco. No podía respirar, y su garganta estaba cruda por la ansiedad.

“Yo-yo-yo-yo-yo-yo…” “¿Tú…?”

“¡Pensé que íbamos a morir! ¡¿Qué demonios fue eso?!” Aiko no estaba en condiciones de gritar en este momento, pero no pudo evitarlo.

“Sí, fue un poco imprudente. Lo siento.”

“¡¿Un poco?! ¡¿Llamas a eso un poco?!” Hace un minuto él había estado corriendo a lo largo de la parte superior de la cerca. Al siguiente, él estaba saltando. Ella todavía no podía creerlo.

Comenzó a sentirse mareada, y se habría derrumbado si Yuichi no hubiera seguido sosteniéndola. No solo le faltaba el aliento, sino que estaba empezando a hiperventilarse.

“Oye, cálmate. Toma respiraciones profundas y lentas.” Dijo Yuichi con dulzura.

Sus palabras ayudaron a calmarla, pero fue entonces cuando se dio cuenta de cómo se había estado aferrando a él.

Su cara se puso roja, y su corazón comenzó a acelerarse.

Nadie nos vio, ¿verdad? Aiko miró a su alrededor con fervor. Ella estaba tan fuera de sí, no estaba incluso considerando que ser vista saltando desde un techo sería mucho peor que ser vista en los brazos de un chico.

“¿Estás bien? Sé que probablemente estás agotada, pero no podemos darnos el lujo de quedarnos aquí.” Dijo Yuichi. Él agarró su mano y comenzó a correr.

El edificio de la vieja escuela donde se reunía el club de supervivencia estaba todavía a cierta distancia. Tenía razón, no había tiempo que perder.

“Oye… todavía vamos… a ver a tu hermana, ¿verdad?” Preguntó Aiko entre jadeos para respirar. “Aunque dudo… que ella siquiera pueda ayudarnos…”

“No sé cómo, ¡pero ella probablemente podrá ayudarnos en una situación como esta!” La falta de fundamento de sus palabras no estaba llenando a Aiko de confianza.

***

 

 

El chico se estaba riendo. Miró al suelo a través de la cerca de alambre y se echó a reír.

¿Qué más podría hacer? Era absolutamente absurdo. Desafiaba toda imaginación.

Su ataque inicial había sido esquivado. Había lanzado su kunai, sin palabras, en el instante en que se abrió la puerta. En cambio, Yuichi los había esquivado. Debía ser imposible. Yuichi debería haber muerto en el acto antes de siquiera saber lo que estaba sucediendo.

Entonces, su ola de kunais había sido esquivada. Dejando de lado las docenas de proyectiles que había lanzado en su persecución, Yuichi rompió el vidrio en una ventana del aula para saltar, y luego, sin perder impulso, salió volando por la ventana exterior hacia la siguiente aula.

Pero la verdadera hazaña era la forma en que había escapado. Subiendo la cerca, corriendo a toda velocidad por la parte superior de la barandilla temblorosa, mientras esquivaba aún más kunais, y luego saltando desde el techo…

“Quiero decir, ¿estás bromeando? ¿Es él incluso humano?” Nunca consideró que Yuichi saltase del techo. No solo eso, Yuichi se había levantado de nuevo, ileso, y había vuelto a correr.





Era imposible. Entonces, ¿qué podía hacer él sino reírse?

Una vez que su risa se apagó, el chico recordó sus prioridades.

Yuichi se había escapado mientras se reía. No podía dejarlo ir.

Brinco sobre la cerca en un solo salto. Hubo un ruido terrible cuando golpeó el suelo, aterrizando de lado.

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“¡Ay!”

Se levantó lentamente. Le dolió mucho, pero el daño fue menor… dentro del ámbito de las expectativas.

Pero probar el salto sólo le confirmó lo difícil que era controlar su postura en el aire. Planificar un aterrizaje limpio colocando los pies primero, era casi imposible. ¿Qué tipo de entrenamiento debe haber pasado Yuichi para sobrevivir a una caída desde esa altura?

“Sé lo que están pensando. ‘Y así escapamos exitosamente del asesino, y todos vivieron felices para siempre’. Pero entonces no sería un gran thriller, ¿verdad?” Él comenzó a correr en la dirección en que se habían ido los dos.

***

 

 

De camino a su destino, Yuichi y Aiko corrieron detrás del gimnasio, de manera que incluso si el asesino los atacara nuevamente, reduciría el daño colateral.

Después de pasar el gimnasio, el edificio de la vieja escuela estaba un poco más lejos.

“Si es demasiado difícil seguir corriendo, puedo llevarte, ¿de acuerdo?” Dijo Yuichi con preocupación, al darse cuenta de que Aiko estaba sin aliento.

“Estoy bien, ¡así que no lo hagas!” La cara de Aiko se sonrojó al responder.

“Oye, ¿sabes el número de celular de Takeuchi?” La pregunta se le había ocurrido de repente mientras corrían.

“¿Qué?” Aiko jadeó. “Sí, intercambiamos números. ¿Por qué?”

“Si se llama Asesino Serial II, podrían estar conectados. Lo que significa que quizás ella podría ayudarnos…”

Natsuki había dicho que no mataría en la escuela, lo que significaba que probablemente no era responsable de esto. Siendo ese el caso, era una cuestión de interés mutuo: Natsuki no quería que ocurrieran asesinatos en la escuela, y Yuichi no quería que lo mataran.

Aiko sacó su teléfono celular del bolsillo de su chaqueta. Yuichi se lo arrebató y abrió su libreta de direcciones, preparándose para hacer la llamada.

“¡Espera! ¿La llamarás con mi teléfono?” “¿Eh? Oh, cierto… eso sería un problema, ¿eh?”

Natsuki había amenazado con matar a todos si se lo contaba a alguien. No podía hacerle saber que Aiko sabía. Entonces, en cambio, Yuichi la llamó con su propio teléfono celular.

Ella respondió de inmediato.

“Es Sakaki.” Dijo. “¿Qué está pasando?”

“¿Sakaki? No recuerdo intercambiar números contigo. Y no sé de qué estás hablando.”

“No te hagas la tonta conmigo.” Replicó. “¡Un asesino serial me persigue! ¡No trates de fingir que no sabes nada al respecto!”

“¿Dónde estás ahora, Sakaki?” Preguntó ella. “En la escuela.”

“Ese idiota…” Ella chasqueó la lengua con molestia. “¡Así que tienes algo que ver con esto!”

“Sí. Quería usar mis terrenos de caza, así que le ofrecí un intercambio si terminaba con alguien que conocía mi identidad.”

“¡Oye!”

“Pensé que estaría bien siempre y cuando tuviera una coartada hermética. No puedo creer que te persiguiera en la escuela.”

“¿Qué clase de respuesta es esa? ¡Llámalo ya!”

“Hmm. Pero no puedo. Es una especie de tipo que nunca se da por vencido, del que te sigue hasta los fines de la tierra.”

“¡Oh, vamos!” Eso fue todo lo que se le ocurrió para replicar.

Nada más efectivo le venía a la mente.

“Estoy yendo para allá. No puedo tener asesinatos ocurriendo en mi escuela. No mueras, ¿de acuerdo? Sigue corriendo.” Entonces ella colgó.

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“Takeuchi dice que vendrá… pero creo que ella también estará de nuestro lado…”

“¿Q-Qué hacemos?”

“Bueno, estoy seguro de que mi hermana puede manejarlo… al menos, espero que ella pueda…” Yuichi trató de ocultar su ansiedad.

Habían estado corriendo todo el tiempo que estuvo hablando por teléfono. Ahora llegaron a la entrada del edificio de la vieja escuela.

Subieron corriendo la primera escalera que vieron dentro, dirigiéndose a la sala de reuniones del club de supervivencia. Era al final del pasillo en el segundo piso.

Yuichi corrió hacia allí con todas sus fuerzas. Justo cuando llegó a la puerta, se abrió.

Mutsuko salió, mirando un poco sorprendido al ver a Yuichi. “¿Yu? ¿Qué pasa? Dije que no tenías que venir hoy. Realmente quieres pasar debajo de una escalera mecánica, ¿eh?”

“¡No!” Gritó.

Al cerrar la puerta de la habitación del club detrás de ella, debía haber sido la última en salir. Quizás los otros ya se habían ido en su viaje de campo.

“¿Qué hay de ti, Noro? Realmente quieres ir a entrenarnos para sobrevivir, ¿eh? Te conseguiré un formulario de inscripción…” Mutsuko comenzó a buscar en su maletín.

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“¡No tenemos tiempo para eso! ¡Hay un asesino serial detrás de mí!”

“¿Huh?” La cara de Mutsuko se iluminó de alegría. “¡De ninguna manera! ¡Eso es increíble!”

“Claro, esa es la palabra que usaría para describirlo…”

“Hmm, pero tener al asesino apareciendo después de la escuela no es lo mejor. ¡Debería aparecer en el medio de la clase, como el Alíen Enano, o Shimada cubierto de ácido!”

“¡Eso sería un desastre! ¡Un desastre al nivel de traumatizar una vida!”

“Entonces, ¿cuál es el problema? Dilo ya.” Dijo Mutsuko con ligereza.

“¡¿Sólo decirlo?! ¡No creo que sea ni siquiera humano! ¡No hay manera de que pueda vencerlo!”

“¡Espera un momento! ¡¿Acabas de decir que no es humano?!” Mutsuko agarró los hombros de Yuichi y lo sacudió.

“¡No te emociones! Tiene cuerno y abofeteó un montón de escritorios con una mano. ¡Eso está mucho más allá del nivel humano!”

“Cuerno… ¿exactamente cuántos?” “Solo uno.”

“¡Oh, estarás bien!” “¿Cómo?”

“¡Un cuerno significa que probablemente sea débil!”

No pudo imaginar en qué se estaba basando. Un escalofrío comenzaba a extenderse por todo su cuerpo.

“¿Qué debo hacer?” Gritó.

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“Supongo que sólo tienes que vencerlo.” Dijo ella.


Era exactamente lo que él había temido. Iba a ser obligado a luchar.

“¿Ves? Encontramos a tu hermana, ¡pero no ha cambiado nada!” Dijo Aiko con fiereza. Pero detrás de su recriminación, su expresión era nerviosa.

“No lo digas así… sólo estaba pensando que…”

“¡Oye! ¿Es ese el asesino serial?” Mutsuko señaló el otro extremo del pasillo, donde estaba un chico rubio, vestido con un uniforme de cuello alto.

Fueron acorralados. Yuichi miró a su alrededor en pánico.

La escalera más cercana a ellos estaba cerrada debido al deterioro. Sería peligroso usarla. El chico se dirigió hacia ellos con tanta tranquilidad como siempre. Estaba sonriendo, como si estuviera esperando con ansias lo que Yuichi pudiera mostrarle a continuación.

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“Hmm, tengo que decir…” Mutsuko miró al chico asesino serial, su mirada estaba inusualmente enfocada. “Que hay algo descortés en la forma en que camina. No creo que él conozca su centro de gravedad. Típico de aquellos que confían en su fuerza muscular, no usa su cerebro. Y ha recibido daño en su lado derecho. No creo que esté consciente de ello, pero la forma en que lo está compensando sugiere daño a los órganos internos. En otras palabras, un buen puñetazo podría hacer mucho daño. ¿Y dime, por qué pensaste que no podías vencerlo?”

“¡¿Estás bromeando?!”

“Yu, debes comenzar a evaluar a estos tipos por tu cuenta.” “¡No tuve tiempo! ¡Me tendió una emboscada!” Gritó.

Pero ella tenía razón. Ahora que se estaba calmando, podía más o menos juzgar al asesino.

Aunque obviamente sin el nivel de precisión de su hermana…

“Correcto. ¡Bueno! ¡Yu, es hora de que pierdas tu virginidad!” Exclamó.

“¿M-Mi virginidad?” Él tartamudeó.

La abrupta referencia inapropiada hizo que la cara de Aiko se pusiera escarlata.

“¡No quiero matar gente!” Agregó.

“No te preocupes, ¡él no es gente! Sólo un accesorio útil para que pierdas tu virginidad.” Afirmó Mutsuko, repitiendo la metáfora embarazosa. Debe referirse al acto de matar a alguien, un término utilizado por los soldados para referirse a su primer asesinato. Por supuesto, el conocimiento de Mutsuko provenía del manga.

“¡Oh, olvídalo! Lo que importa es que puedo vencerlo, ¿verdad?

¡Así que te encargas del resto!”

“¡Lo tengo! ¡Si terminas como un montón de espasmos en el suelo, te llevaré a casa en mi hombro!”

“No sobre el hombro, por favor. Eso sería un poco demasiado patético.” Yuichi se volvió hacia el asesino serial y comenzó a caminar. El asesino notó que venía, pero no alteró su ritmo.

Estaban justo al borde del rango cuerpo a cuerpo cuando ambos se detuvieron.

“¿Qué? Tenía ganas de ver cómo te escaparías de esta. Pensé que tal vez harías otra huida a través de una ventana.”

“Lamento decepcionarte, pero he terminado de escapar. Es hora de detenerte.”

Incapaz de decidir qué hacer contra el asesino, Yuichi había estado huyendo. Después de todo, esto no era solo una pelea de escuela secundaria. Para luchar contra un asesino serial, tenías que estar preparado para ciertas cosas. No había forma de ganar sin contenerse. Era matar o morir.

No había podido comprometerse a eso antes, pero ahora, su hermana mayor había dicho que podía vencerlo. Eso significaba que él podía. También dijo que se encargaría de las consecuencias, así que, pasara lo que pasara, saldrían bien.

Yuichi tomó una decisión. “Furukami.” Susurró.

Dio un puntapié con el pie izquierdo, estirando los músculos de esa pierna más allá de sus límites. Su pierna izquierda ahora era inútil.

Saltó de la pared a la derecha del asesino, volando más alto en el aire, y luego se reorientó instantáneamente a través de la corta distancia para enfrentar al asesino y derribar su talón.

Para el asesino, Yuichi pareció desaparecer, antes de reaparecer como un águila descendiendo desde el aire.

El asesino apenas tuvo tiempo de reaccionar. Se las arregló para esquivar el talón izquierdo que bajaba hacia él. Pero no pudo esquivar el talón derecho que siguió justo después. Le rompió la cabeza, y eso fue todo.

Yuichi aterrizó, presionó más en el espacio personal del asesino y lo golpeó fuerte en la espalda con el puño. Un sonido de crujido bajo hizo eco en el pasillo.

En un instante, la lucha había terminado.

***

 

 

“¿Gwuh?” Gritó Aiko.

Yuichi se había detenido, y lo siguiente que supo fue que el asesino estaba en el suelo. Ella no tenía idea de lo que acababa de suceder.

“¡Eso es furukami! ¡Es una técnica que ves mucho en las artes marciales antiguas! ¡Te permite superar temporalmente las limitaciones humanas! Secreción de dopamina, inhibición de la percepción del dolor, liberación de limitadores, etcétera, etcétera. Yu empujó los músculos de su pierna izquierda más allá de sus límites, impulsándola más rápido de lo que el ojo de su oponente podía percibir. ¡Luego usó una patada doble hacha! Si la pierna izquierda lo hubiera golpeado, sólo le habría causado dolor, ¡así que la usó como un señuelo para el hacha real, la pierna derecha!”


“A-Ah.” Aiko no estaba siguiendo una palabra de eso. Pero Mutsuko no pareció notarlo, y ella seguía hablando.

“La siguiente parte es aún más simple. Concentró todo el poder de su cuerpo en su puño, ¡luego lo soltó! ¡Es similar, aunque no del todo, al concepto del arte marcial chino fa jin! ¡Hice que Yu lo practicara hasta que pudiera hacer un golpe de una pulgada a través de los futones mientras se estaban secando al sol! ¡Oh, cómo solía llorar! ¡Qué lindo!”

“U-Um… ¿Qué has estado haciendo con Sakaki?”

“¡Entrenándolo! ¡Un hombre debería ser fuerte!” Mutsuko sonrió con orgullo.

Aiko se sintió muy mal por Yuichi.

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