Youjo Senki (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Portento

Parte 4

Puede que no estemos ocupados en este momento, pero si se movilizan las reservas estratégicas bajo el mando directo del Estado Mayor, eso es una prueba de que las cosas están lo suficientemente mal como para que se vean obligados a enviarnos.

De todos modos, si vamos a ir, será mejor que nos pongamos en marcha.

“Tenemos nuestras órdenes. Tropas, ¿qué les parecen los deportes de invierno? Vamos al norte de Norden para un buen juego de pilla- pilla.”

Ahhh, maldita sea. 

Tanto como para estar a la espera en el país de origen. 

“Hagámoslo a lo grande con la financiación pública de nuestra querida patria, ¿qué dicen?”

“““¡Entendido!”””

“Bien.” Tanya asiente y comienza a disparar órdenes en rápida sucesión. “Siendo la situación lo que es, dirigiré las fuerzas principales del Kampfgruppe. Mayor Weiss, tome el 203º Batallón de Magos Aéreos y vaya delante de nosotros.”

Es imprescindible recorrer tanto las rutas marítimas como las aéreas para llegar al Norden imperial.

“Dado el alcance de la incursión, probablemente no estén operando en divisiones. Si quieren llevar a cabo algunos ataques a nivel de reconocimiento de fuerzas, eso es cosa suya.”

“Entendido. Seremos la vanguardia.”

Si deja las cosas en manos de su vicecomandante, que asiente, puede confiar en que no habrá errores en los detalles.

“¿Podemos tomar prestado a la Teniente Serebryakov?”

“Lo siento, esta vez no. No habrá suficiente gente en el cuartel general.”

“… Es cierto.”

Independientemente de cómo iría en territorio enemigo, este es un territorio bajo nuestro control, aunque sea un gobierno militar. Teniendo en cuenta el estado de la unidad… Tanya entrega de forma concisa su decisión de que deben priorizar el funcionamiento de su elemento de cuartel general.

Si hay algún problema, es qué ruta deben tomar las fuerzas principales.

“¿Qué debe hacer la artillería?”

Meybert había permanecido en silencio hasta el momento, pero su pregunta llegó a ese punto.

“No puedo prometer nada.”

Justo cuando Tanya está lamentando tener que decir eso, Serebryakov salta para responder a una llamada telefónica del guardia del cuartel de que hay un visitante. En cuanto oye de quién se trata, grita: “Coronel von Degurechaff, el Coronel Uger ha venido a verla.”

“¿Oh?” La voz de Tanya es brillante. “¿Coronel Uger? Eso es genial. Tendremos esto resuelto en poco tiempo.”

Ni siquiera tiene que decirle que le haga pasar. O más bien, él aparece tan rápido, que es más bien como si irrumpiera.

Si el hombre del Estado Mayor encargado de mover las tropas llega al mismo tiempo que la orden de despliegue, es un trabajo rapidísimo.

Encantado, en cuanto llega, se pone manos a la obra.

“Organizaré el transporte terrestre al puerto. Podemos enviar el equipo necesario directamente al norte. Sólo necesito que no cuentes con mucho equipo pesado.”

“¿Quieres decir que porque estamos cazando partisanos?”

“La ruta marítima de Norden es el cuello de botella, y no tenemos capacidad para llevar una tonelada de material pesado por allí.”

Tengo que decir que esta omisión incluso del saludo apropiado para el tiempo es exactamente lo que espero de un miembro de la élite del Estado Mayor. Es tan fácil discutir el trabajo con alguien que lo entiende.

A los negocios directos se les responde de la misma manera.

“Me gustaría al menos enviar las fuerzas blindadas más críticas y la artillería…”

En cuanto la mira, suspira. “El sistema de suministro está preparado para una batalla alpina en Norden.”

Insinúa que es básicamente imposible, lo que lleva a Tanya a preguntar: “… ¿Cómo son las vías al norte de Norden?”

“En resumen, todo lo que tenemos son algunas líneas de preguerra que hemos reabierto parcialmente. Apenas hay capacidad para el material rodante militar.”

“Recuerdo que había equipo pesado en Norden al principio de la guerra…”

“Sí, enviamos algunos. Y aprendimos la lección, Coronel. Es muy difícil abastecer a las tropas blindadas allá arriba.”

“Lo siento, ¿pero las armas son un problema?”

“Tienen equipo de repuesto ahí arriba, así que estarás bien. De verdad.” Hizo una mueca. “El mayor problema es que una vez que enviamos a todos, no es tan fácil sacarlos.”

Cuando lanzamos tropas a la Alianza Entente después de vernos envueltos en los problemas de Norden, la República nos golpeó en el flanco.

Para el Imperio y el Estado Mayor del Ejército Imperial, pasar por ese trauma una vez era suficiente. Por eso el Kampfgruppe se formó como una unidad compacta para el despliegue estratégico.

Todo fue por un deseo de flexibilidad estratégica.

Pero los que están sobre el terreno tienen sus propias ideas. Como comandante, Tanya tiene que exponer sus preocupaciones.

“Entiendo la situación; sin embargo… aunque tengamos artillería, quitar nuestras fuerzas blindadas está fuera de discusión. ¿Está diciendo que tomemos todas nuestras tripulaciones de tanques y las convirtamos en infantería?”

El objetivo de tener una unidad de armas combinadas es tener una combinación de armas.

Si sacas a las tripulaciones de los tanques y las haces luchar, eso es lo que llamas “infantería”. Y los tanquistas sin tanques son poco más que aficionados.

“… Hmm. Ese es un buen punto…” Pero después de pensarlo, la respuesta que da Uger es inesperada. “Oh, ¿y si los convertimos en tropas de motos?”

“¿Tropas en moto?”

“Si te preocupa sobre todo la movilidad, sin duda te serán útiles. Y contra partisanos como estos, no son una mala idea. Bueno, he oído que tu enemigo está invadiendo con magos de la Federación, pero ¿qué te parece?” Es terriblemente perceptivo. Aun así, aunque sea un buen plan, un oficial necesita saber de dónde vienen sus suministros.

“Cuéntame más sobre las motos.”

“Fueron incautadas al Ejército Republicano, pero el Departamento de Ferrocarriles ha conseguido algunas en buen estado.”

Si fueron incautadas, eso significa que están fuera del recuento oficial. Así que sí, sería posible ser flexible con ellas. Pero además, como no son de emisión oficial, podrían no coincidir.

Realmente no importa si un grupo de individuos tiene diferentes vehículos. Pero lo que Tanya necesita son vehículos para una unidad.

“Tendrá que disculpar que le pregunte, pero ¿puede conseguir suficientes del mismo modelo para equipar una unidad entera?”

La respuesta de Uger es un silencioso movimiento de cabeza. Continúa con su segura afirmación verbal: “Si una compañía vale la pena, la tendré preparada de inmediato bajo mi autoridad.”

“¿No se nos estropearán? Sólo espero que no se conviertan en adornos mientras esperamos piezas de repuesto que nunca llegan.”

Uger se ríe de su preocupación. “Es una gran pregunta, Coronel von Degurechaff. Es importante mantener una actitud cuestionadora ante ese tipo de suposiciones operativas. Pero espero que recuerde a quién le pregunta.”

El hombre que hincha el pecho con orgullo es un experto en logística.

Esto es lo que significa tener un frente interno al que dar las gracias, uno que entienda el campo de operaciones y pueda ofrecer el apoyo adecuado. Qué tranquilizador es que un amigo te diga que no hay problema. Todo el mundo necesita conexiones en las que pueda confiar. ¡Viva el capital social!

“… Qué cosa más grosera para mí preguntar a un experto en logística. Espero que me perdone.”

Ya sean taxis, vehículos de empresa o, sí, incluso vehículos militares, se supone que para su funcionamiento estarán estandarizados y serán uniformes. Si descartamos el detalle de que son máquinas incautadas, el hecho de que haya suficientes para todos es bueno.

Tanya mueve la cabeza en señal de disculpa.

Si se pueden garantizar las reparaciones y el suministro de piezas de repuesto, Tanya personalmente no tiene ninguna queja.

Si hay algo… Tanya lanza la pelota a su subordinado presente que había estado sentado en silencio.

“Capitán Ahrens, ¿qué le parece?”

“Estaremos encantados de tenerlas.”

“¿Te parece bien?”

Lo preguntó porque quiere honrar la opinión de la gente que realmente los va a utilizar, pero la respuesta que le llega al instante es algo inesperada. Ella no pensaba que él estaría de acuerdo tan fácilmente en ser convertido de tropas blindadas en tanques a tropas mucho más vulnerables en motocicletas.

“Definitivamente es mejor que estar atrapado en los cuarteles en el país de origen. Nuestros tanques pueden recibir una revisión total, y podemos volver a ser niños corriendo por los campos y las montañas.”

“Ya veo.” Tanya lo entiende. Ella tampoco quiere dejar a sus tropas atrás si no tiene que hacerlo.

No tiene que ver específicamente con Ahrens. Los lazos de todas las tropas con su unidad son tremendamente fuertes, más aún cuando se es comandante de una unidad blindada a cargo de tripulaciones de tanques muy unidas.

“Sin embargo, hay una cosa.” Ahrens habla con seriedad en un tono ansioso. “Todo esto es sólo hasta que recuperemos nuestros tanques después de arreglarlos, ¿verdad?”

“Es una preocupación muy razonable.” Tengo la seguridad de que odiarían tener que cambiar sus tanques por motocicletas. Su pensamiento tiene mucho sentido, así que Tanya interviene: “Coronel Uger, odio forzar esto en un gran experto en logística como usted, pero… ¿podemos ponerlo por escrito?”

Cuando ella le mira, él parece medio comprensivo, medio decepcionado… Realmente tienes que mantener tu ingenio con esto.

Si no hubiéramos dicho nada, ¡quién sabe a dónde habría enviado nuestro equipo! Decir que una élite del Estado Mayor tiene una personalidad desagradable es un cumplido, pero seguramente tiene que haber algún límite.

“En fin, no puedo conseguir nada de ti. Haré que no sea sólo algo de mi parte, sino órdenes adecuadas negociadas a través del Cuerpo de Servicio.”

“Te lo agradezco.”

“Bueno, lo entiendo. Ustedes eran los que habrían perdido la marcha.”

Por un momento, Tanya está a punto de replicar con reproche, pero inmediatamente cierra la boca.

Ella entiende cómo se siente.

Cuando les faltaban suministros, exigía una cosa tras otra. Naturalmente, los receptores de las peticiones eran los chicos de la retaguardia. Dado que Uger se llevó la peor parte, probablemente tenga que ver sus “trucos” con un poco más de tolerancia.

Despreciar al ahorrador es la encarnación misma del seccionalismo insensato que desprecia a la organización en su conjunto.

Presumir de que se puede planificar absolutamente todo como lo hacen los comunistas es una idiotez, pero sin un genio de su lado, nadie puede evitar la selección y la concentración.

“Es un montón de malabares, ¿eh?”

¿Para el que se asegura de que los limitados recursos lleguen a donde tienen que llegar? Por supuesto que sí.

“Eso es seguro. Bueno, será mejor que me vaya.”

Mientras se levanta con la gorra bajo el brazo, sonríe torpemente. Probablemente debería agradecer el tipo de amistad que hace que alguien salga a esta hora cuando se le llama.

Ambos somos profesionales.

 Así que hagamos lo que tenemos que hacer.

 “Bueno, te deseo suerte.” “Puedes contar conmigo.”

***

PRINCIPIOS DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO, ANTIGUO TERRITORIO DE LA ALIANZA ENTENTE, CERCA DEL FIORDO DE OS

 Mirando al cielo, he vuelto… El viento soplaba en su cabello y el aire que respiraba olía a hogar.

Llevo mucho tiempo fuera de estas costas, pero parece que ha pasado poco tiempo.

Padre, estoy en casa. 

He vuelto al país que todos intentamos proteger.

 Incluso el suelo bajo mis pies se siente diferente. Aquí es donde yo, nosotros, mi gente, nacimos y crecimos, y es donde murieron.

… Este es el hogar. 

Es lo que yo, lo que todos nosotros, necesitamos proteger. 

Es lo que juramos a nuestros amigos que cayeron en el camino, lo que juré a mi padre, que recuperaremos.

En ese caso. Mary se unió con entusiasmo a sus amigos partidarios que salieron a su encuentro con desparpajo, y regresaron al cuartel general conjunto paso a paso.

Como se trataba de una lucha para liberar a su patria, estaba especialmente entusiasmada.

Los partisanos, que básicamente habían estado luchando solos todo este tiempo, intercambiaron cigarrillos con los magos de la Mancomunidad y la Federación que habían llegado corriendo desde el otro lado del mar, y comenzaron a charlar relajadamente.

Cuando los líderes partisanos se encontraron con el Teniente Coronel Drake y el Coronel Mikel, se abrazaron apasionadamente como si estuvieran en una fiesta, mientras el cuerpo de propaganda aparecía con cámaras y sus obturadores se ocupaban de disparar.

La visión de los hermanos de armas intercambiando firmes apretones de manos fue un emocionante testimonio de su solidaridad.

Al menos eso es lo que le pareció a alguien con ojos puros.

Pero había algo que la chica que estaba dispuesta a luchar con sus amigos para recuperar su país no sabía. Antes de ponerse manos a la obra, los partisanos y los soldados sólo eran conscientes de cómo salían en la foto porque sabían que necesitaban esas instantáneas.

Y así su espíritu puro y noble se estrelló contra la realidad.

En el momento en que empezaron a hablar del tema en cuestión, los partisanos empezaron a expresar su desaprobación del ataque de guerrilla a gran escala que proponían Drake y Mikel.

“… ¿Quieres apuntar a los torpedos imperiales? ¡No seas estúpido!”

La respuesta que el partisano de la Alianza Entente prácticamente escupió fue una que Mary nunca imaginó.

“¿Q-Qué se supone que significa eso?”

“Ustedes se irán enseguida. Pero nosotros tenemos que quedarnos aquí y luchar. Si llamamos su atención así…”

Fue bastante injusto.

Mary quería atacar con tenacidad, pero los líderes partidistas intentaron disuadirla, con expresiones agrias.

Este es nuestro campo de batalla, dijeron. Pero Mary no podía creerlo cuando escuchó eso. Ella había venido hasta aquí para luchar.

“Estamos todos en el mismo barco, ¿no? Luchando por los mismos objetivos.”

“Ser partidario significa saber que luchar de frente no es la única manera de luchar en una guerra. ¿No es así, señorita?”

“¡Pero tenemos esa capacidad de luchar contra el Ejército Imperial de frente!”

Se había entrenado y había perdido amigos por el camino. El objetivo era liberar su país de origen. Todos querían ser una fuerza para su patria.

¿Y por qué?

 “¡Haremos lo que podamos, poco a poco, para expulsar al Imperio! ¿Qué hay de malo en eso?”

¿Por qué no lo entienden? 

“… Eres muy joven. Tranquilízate. El problema no son las armas y el poder.”

“¿Entonces cuál es el problema?”

Se sorprendió de que suspiraran por ella. ¿Por qué no puedo comunicarme con ellos?

“Alguien como tú que huyó no lo entendería.”

“¡He vuelto!”

“Hay que tener mucho valor.” El hombre mayor, riéndose, ni siquiera trató de ocultar el asco en su retorcida expresión.

Los partisanos deberían ser nuestros aliados en la lucha contra el Imperio, ¿por qué nos miran así? ¿Como si fuéramos forasteros?

No tiene sentido que no nos acepten.

 ¿Nos equivocamos al considerarlos amigos? ¿Por qué la gente de casa dice algo tan horrible?

Las comisuras de su boca, tensas, estuvieron a punto de soltar esa pregunta. Si las cosas hubieran seguido así, definitivamente habría escupido algunas palabras duras.

La única razón por la que logró evitarlo fue el destello en los ojos de Drake. “¡Teniente Sue! Es suficiente.”