Youjo Senki (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Portento

Parte 3

Los submarinos bajo el agua no podían utilizar las comunicaciones inalámbricas. Si no podían utilizar la red inalámbrica, no podían informar de su situación.

La experiencia me ha enseñado lo importante que es esto.

“Creo que tienes suficiente sal en ti para saberlo.”

“Mi trabajo es ir sobre el mar. Podría ser un novato en lo que respecta a sus profundidades.”

Aprender algo nuevo era una experiencia preciosa, siempre y cuando las matrículas no fueran lucrativas.

“Odio que, aunque en el mundo no tengamos nada que temer, el sonido de una hélice de tornillo nos haga saltar. Y estoy harto de sentir que tengo el ojo vigilante de un monitor de dormitorio en mi espalda, incluso cuando no hemos tenido ningún incidente importante en el camino.”

“Sí, incluso sólo el recuerdo de eso es desagradable.”

¿Así que eras un niño malo? Se miraron mutuamente y Drake se rió. Si no había nada que pudiera hacer sobre su situación, tenía que aceptarlo.

“Estoy harto de oír los motores de naves no identificadas.”

Acercarse con un submarino, salir a la superficie y enviar a las unidades de magos eran maniobras que se realizaban suponiendo un ataque furtivo. Si había un solo barco en las inmediaciones cuando salían a la superficie, ya no podían esperar que se mantuviera el secreto. La preocupación por el secreto era constante.

Qué ironía, entonces, que no pudieran ni siquiera vigilar sus propios submarinos y se dieran cuenta en el último segundo de que les faltaban tropas.

“Por cierto, ¿qué vamos a hacer con el batallón desaparecido?”

“Bueno… es imposible llevar a cabo una finta a gran escala, así que ¿qué tal si cambiamos a un golpe y fuga? Si atacamos el almacén de torpedos del enemigo, deberíamos ser capaces de garantizar la seguridad de la ruta del Mar del Norte hasta cierto punto.”

Por el tono de voz de Mikel, no parecía ir tan en serio. Sin embargo, no era una mala idea.

Dos batallones eran más que suficientes para dar un golpe.

Y aunque la gente tiende a olvidarlo, el hecho era que los torpedos eran mucho para tratar. Caen bajo el paraguas de los objetivos extremadamente buenos.

El torpedo submarino medio pesaba más de 1,5 toneladas métricas y medía entre seis y siete metros de largo. Eran enormes, tanto por su tamaño como por su peso, pero lo que realmente los convertía en un auténtico incordio era lo sensibles que eran. Un movimiento descuidado y la mecha se negaba a funcionar correctamente. A diferencia de los proyectiles, no podían fabricarse fácilmente en serie; eran esencialmente grandes conjuntos de maquinaria precisa. Si alcanzaban las reservas de torpedos imperiales, era muy probable que los submarinos y torpederos del Imperio no pudieran funcionar correctamente en un futuro próximo.

“¿Dices que deberíamos atacar las instalaciones de municiones imperiales en el Fiordo de Os? Ojo por ojo, entonces, ¿eh?” A Drake, mientras le sonreía a Mikel, le pareció un plan muy divertido. Golpear los torpedos era el tipo de idea que alguien bien versado en asuntos marítimos podía apoyar. Y sobre todo, no estaba en contra de ese espíritu de venganza.

Sí, le hizo esbozar una sonrisa.

“Suena divertido.” Tristemente, hay que decirlo, tuvo que continuar: “No obstante, por favor, considera nuestra situación. Hablando como miembro de sus fuerzas aliadas, es nuestra primera operación conjunta en este regimiento de magos, y se espera que obtengamos resultados políticos adecuados.”

¿En otras palabras? Preguntó Mikel con los ojos y Drake continuó con amargura.

“Golpear el almacén de torpedos o lo que sea y retirarse no es una buena manera de demostrar nuestra fuerte coordinación con los partisanos en el terreno. Tenemos que tomar esta farsa en serio.”

Aunque tenía una lógica militar, esta operación estaba limitada por las circunstancias políticas.

Un ataque aéreo a los almacenes de torpedos sería bastante llamativo, pero… no les ayudaría a conseguir su objetivo político de coordinarse con los partisanos.

“Honestamente, es genial tenerlo a lo largo de esta farsa, Coronel Drake. Es difícil ser libre con un collar puesto.”

“Es una mezcla de la situación política y lo que funciona para los militares.”

Mikel asintió con una expresión que decía: Eso está claro. Tenía que ser duro para él. Como alguien en el mismo campo, Drake simpatizó desde el fondo de su corazón.

Luchar contra un grupo tan duro como el Ejército Imperial ya era bastante difícil de por sí. Pero este coronel tenía que luchar contra ellos sin perder de vista a la policía secreta y las conspiraciones a sus espaldas.

“Una operación en dos frentes siempre es difícil.”

“No es la eterna verdad. Y sobre ese punto, mis disculpas, pero me alegro de venir de una nación insular.”

Si su yo de hace unos años le hubiera escuchado, habría cuestionado su cordura, pero lo decía en serio: incluso había encontrado un nuevo aprecio por la grandeza de los políticos de su querida Mancomunidad.

Al menos no tengo que preocuparme de vigilar mi espalda, y no hay forma de que ninguno de nuestros políticos diga que quiere adscribir oficiales políticos a nuestras unidades. Yo lo tengo mejor.

Un oficial político a bordo de un submarino es más insolente que una rata.

“Muy bien, ya está bien de hablar de política.”

Drake asintió a Mikel y mencionó algo que le preocupaba desde hacía tiempo. “Espero que podamos contactar con los partisanos.”

“Supuestamente, llevan una semana en espera… Aunque no lo sabremos hasta que vayamos a ver.”

Drake sólo pudo responder: “Claro.” Pero era increíblemente frustrante para él. El territorio de la Alianza Entente había estado bajo dominio militar imperial desde su derrota.

Había oído que, desde que la Federación era adyacente, el Estado Mayor de su ejército y la administración política central habían prestado bastante apoyo a las actividades de los partisanos desde antes de que comenzaran los combates.

Pero… Drake podía recordar más que unos pocos informes en los registros domésticos de la Mancomunidad que daban indicios desagradables de lo que estaba por venir.

La opinión pública, en pocas palabras, era: Mejor el Imperio que el Comunismo.

“Si los partisanos no tienen suficiente mano de obra, siempre podemos ir a lo loco y retirarnos.”

“En términos de propósitos de propaganda, sería mejor si tuvieran suficiente…”

“Bueno, no esperemos—”

Sucedió justo cuando estaba a punto de terminar con demasiado.

“Atención, todas las unidades. Tenemos contacto con un Wanderer. Los conectaré.”

Al oír la voz orgullosa de la Teniente Sue, Drake intercambió miradas de sorpresa con Mikel.

“Wanderer 03 a todos ustedes. Bienvenidos a casa.”

Debió de ser el lenguaje de la Federación el que siguió al fluido discurso de la Mancomunidad.

“Les hemos estado esperando. Yo seré su guía. Por favor, comiencen su descenso rápidamente.”

***

PRINCIPIOS DE ABRIL, 1927 DEL AÑO UNIFICADO

Los ataques de hostigamiento en el fiordo fueron llevados a cabo como distracción por una compañía voluntaria de magos de la Alianza Entente, magos marinos de la Mancomunidad y un batallón de magos de la Federación. Como operación de comando para apoyar las líneas principales en el este mediante la coordinación con los partisanos, fue típica.

Eso es todo lo que se conoce, mirando hacia atrás en la historia.

Los de esta generación se reirían en retrospectiva de los de las posteriores. ¿No se dieron cuenta de algo tan básico?

Pero eso no tenía nada que ver con la gente de entonces.

“¡¿Qué?! ¡¿Un ataque aéreo?!

“¡No seas ridículo! ¡No estamos captando ninguna señal de maná!¡Incluso para una incursión detrás de las líneas, tiene que haber un límite a la distancia desde la que pueden atacar!”

“¡Es cierto que las guarniciones locales están experimentando combates esporádicos!”

Mientras los oficiales se devanaban los sesos con los informes dispersos de enfrentamientos y avistamientos en el estruendo del

cuartel general del Ejército Imperial local, cada vez llegaba más información.

Algunos informes medio chillones incluso decían que estaban recibiendo fuego de cañones navales.

En el cuartel general de la guarnición local, tuvieron que informar urgentemente a sus superiores de la situación, al tiempo que alertaban a todas las unidades a su cargo. Lo único que podían hacer tanto los emisores como los receptores era despreciar la niebla de guerra.

Así, las organizaciones de alto nivel que recibían la información vaga y confusa, mezclada con especulaciones, transmitían resúmenes poco claros a las unidades inferiores.

Ni siquiera el instrumento de precisión de la violencia del Imperio podía funcionar perfectamente para siempre.

Y así, es como probablemente debería decirse…

El vergonzoso asunto de estos informes caóticos que llegaban al núcleo del ejército hizo que algunos oficiales perspicaces se inquietaran de todo corazón.

Entre los oficiales que recibieron el informe urgente y se vieron obligados a suspirar se encontraban la Teniente Coronel Tanya von Degurechaff y los demás oficiales del Salamander Kampfgruppe, una fuerza actualmente estacionada en las afueras de la capital imperial y preparada para una respuesta rápida.

Para bien o para mal, una tripulación acostumbrada al campo de batalla sabe que la inteligencia siempre viene enredada. Tanya tiene pensamientos sobre los tipos del alto mando que no pueden ver las complicaciones.

Pero dejando a un lado sus frustraciones, sólo tarda un momento en poner en marcha su cerebro para comprender la situación.

“… Hay una posibilidad de que nos estén imitando.”

“¿Quieres decir que se infiltraron a través de un submarino?”

“Sí.” Responde a su ayudante, que enseguida comprende lo que quiere decir. “Supongo que podemos considerarlo una represalia de la Federación. Incluso la inactiva Armada de la Federación probablemente podría arreglárselas para transportar algunos magos.”

Lamentablemente, la Armada Imperial no tiene prácticamente ninguna capacidad antisubmarina. Las fuerzas principales de la Flota de Alta Mar tienen una unidad de destructores como escolta, y hacen un trabajo tan bueno como se puede esperar, pero… no había ninguna razón para que la armada entregara a sus preciosos bebés.

Estaban muy ocupados asegurando las aguas entre el continente y Norden.

La flota aérea y los submarinos desplegados en las aguas del norte tenían la misión de destruir la vía marítima del enemigo, por lo que patrullar contra los submarinos era demasiado esperar de ellos.

“Entonces, Coronel von Degurechaff… ¿está diciendo que esto no es un error sino la verdad?”

“Hay una buena posibilidad. Bueno, si los informes son tan confusos, hay una gran posibilidad. ¿Qué están haciendo las unidades locales?”

A Tanya le sorprende más que el cuartel general local haya fallado en la selección de la información. ¿Se debe a que han enviado a todos los cerebros al frente en el este? Es el momento en que su temor de que la calidad de los oficiales esté bajando adquiere cierta realidad.

Pero pronto se da cuenta de que eso era sólo el principio. Ante el flujo de informes que llegan, los oficiales del Salamander Kampfgruppe fruncen el ceño.

Los magos enemigos se han infiltrado en una zona de retaguardia donde hay partisanos activos.

Es una táctica de oro que hemos experimentado suficientes veces en el frente oriental para estar hartos de ella.

Aunque el Consejo de Autogobierno consiguió controlar a los partisanos de la Federación, todos recuerdan los problemas que causaron. Justo en ese momento, los magos de la Federación cruzan la frontera, y no estamos seguros de cómo lidiar con ellos.

Si los dejamos, nuestra frágil red de transporte será atacada. Pero enviar a los magos de excelente movilidad tras ellos causará sus propios problemas. Jugar al pilla-pilla a lo largo del vasto frente oriental a menudo simplemente agota al bando contrario.

“… ¿Chispas volando desde el este?”

“No podemos descartarlo. Así es como hace las cosas la Federación. Tendría sentido militarmente lógico que expandieran su alcance al frente norte para aprovechar nuestra fatiga.”

Las cosas parecían tranquilas en el antiguo territorio de la Alianza Entente. Si saltan chispas, puede que no sigan tranquilas por más tiempo.

“¿Qué hacen la Feldgendarmerie y la guarnición local?”

Tanya resiste el deseo de asentir ante la queja del Mayor Weiss y le insta a comprender la gravedad de la situación antes de denigrar a los demás. “Si su objetivo es golpearnos donde estamos agotados, han hecho una elección bastante astuta.”

Una vez que te encuentras en el lado receptor de las cosas, entiendes la naturaleza de las mismas.

A Tanya le preocupaba en secreto que los Tenientes Primeros Grantz y Tospan no tuvieran una idea adecuada de la crisis, pero incluso ellos han empezado a fruncir el ceño.

La experiencia es realmente un gran maestro.

“… Los comunistas sí que saben lo que la gente odia.” Refunfuña Tospan en voz baja, y el comentario es sorprendentemente acertado para él. Tanya tiene ganas de celebrar el crecimiento de su subordinado.

Lamentablemente, antes de que pueda elogiarlo, termina advirtiéndole.

“Probablemente merecen nuestro respeto.”

“¿Eh?”

“Todo el mundo tiene sus puntos fuertes. Un talento para el acoso probablemente debería ser apreciado.”

Las experiencias de Tanya en el Este le han enseñado que no hay que subestimar a los comunistas.

Entre su eficacia a la hora de arrebatarnos nuestra causa y su maquinación para atraer al Ejército Imperial a una guerra de desgaste, en el ámbito de la malicia, el Partido Comunista de la Federación no es en absoluto estúpido. Tengo que admitir que están empleando bien el principio de la competencia.

Tanya no puede perder contra los comunistas en materia de competencia, la base misma del mercado ideal. Incluso si la mercancía es la mala voluntad, la competencia es la competencia. Tengo que dar un paso adelante como lo haría con cualquier otro.

“… Es momento de reunir algunos registros de actividades partidistas.”

“¿Su estado general no es suficiente?”

Los datos asimétricos son un problema, pero por eso se trabaja duro para borrar la asimetría. Poner el esfuerzo en descubrir la verdad es siempre crucial.

Respondiendo a la perpleja pregunta de su ayudante, Tanya da una orden imbuida de su poderosa voluntad. “Parece que operan de forma diferente a los partisanos del este. Quiero compararlos. Ah, y una vez que hayas recogido los materiales, comprueba con el Estado Mayor lo que está pasando.”

“Entendido.” Dice la Teniente Primero Serebryakov, dejando los papeles que había recogido y corriendo para ponerse en contacto con el Estado Mayor. Tanya la ve partir y luego revisa los documentos.

Ocurre justo después de que ella reparta copias a todos los oficiales presentes y les inste a leer con atención. “¿Puedo decir algo?” Es la persona que menos esperaba. “Esto es malo. No tenemos a los partisanos de raíz.”

Ella hace una doble toma a pesar de sí misma, es lo que se diría. “¿Oh?” Está más que impresionada por el comentario de Tospan. Por lo visto, incluso un teniente primero que no parece tener ni idea de cómo aplicar los conocimientos puede tener una idea decente una vez que tiene algo de experiencia. Siente que está viendo otra cara de sus subordinados, ya sea el Teniente Primero Tospan o el Capitán Meybert.

No está mal que puedan comparar las batallas de contrainsurgencia en el este y el norte y reconocer las diferencias. Hay que reconocer los avances.

“¿Podrían ser signos de un levantamiento general?”

Eso necesita corrección, susurra internamente Tanya. No se opone a reconocer los notables progresos de Tospan, pero parece que aún le falta capacidad para pensar en una situación por sí mismo.

“Teniente Tospan, me resulta difícil de imaginar.”

“¿Por qué, señora?”

Esa cara de tonto con la boca abierta. Pero hay que responder a las preguntas.

Después de todo, la capacidad de admitir que no se sabe algo es una virtud. Los idiotas conscientes de su inutilidad son un trillón de veces mejores que los torpes convencidos de su sabiduría.

A Tanya no le disgusta apreciar la naturaleza honesta de Tospan; sin duda es mejor que si finge saber lo que no sabe.

“Puede que estén dispersos, pero tenemos bastantes tropas allí vigilando ese territorio. No hay manera en este momento de que los partisanos puedan esperar capturar rápidamente la zona urbana.”

Es generoso por su parte explicarle las cosas, si no con cuidado, al menos con detalle.

“Tendríamos mucha suerte si los partisanos empezaran a cagar sin perspectivas de éxito. Nuestro problema en este momento es que, lamentablemente, las posibilidades de que eso ocurra son escasas.”

Cuando todos preguntan con la mirada, ¿Cómo es eso? ella declara: “Francamente, las unidades de magos enemigas que cayeron allí son comandos que han venido a causar un disturbio. Mientras no reciban refuerzos, mantener el centro de la ciudad no debería ser un problema para nuestras fuerzas.”

Por lo que ve Tanya, los comandos son guerrilleros. En otras palabras, son los mejores en las cosas que la gente odia. Teniendo en cuenta que la división del Grupo del Ejército del Norte está preparada para proteger contra un desembarco en la costa, no hace falta decir que el enemigo tendría como objetivo la ciudad.

“La cuestión es si la guarnición puede perseguir a unidades tan móviles como las de los magos.”

Seamos sinceros. Las guarniciones son lentas, así que lo mejor que pueden hacer es defender un punto. Es cuestionable que una división lenta y de segunda categoría sea capaz de mantener la línea.

“… Se trata menos de mantener una posición que de buscar y destruir.”

“Exactamente. Por eso…” Tanya está en medio de decir lo que todos suponen que dirá, aquí es donde entramos nosotros, cuando un golpe en la puerta la interrumpe.

“Teniente Serebryakov, entrando.”

“Bienvenida, teniente. ¿Qué tenía que decir el Estado Mayor?”

“Se nos ha ordenado ayudar a la limpieza. Han evaluado la

situación como una incursión de un número de comandos de la Federación con fuerza de regimiento y están dando la orden de que se desplieguen múltiples unidades de reserva estratégica, incluido nuestro Kampfgruppe.”

“Hmm… entendido.”

Basta con echar un vistazo a las órdenes escritas para que quede claro lo que dicen los altos mandos. Probablemente pensaron que esto sería demasiado para la guarnición local, con su falta de movilidad, para manejar.

Es una orden para ir a golpearles fuera de los arbustos.

Este trabajo es siempre el mismo cuando se trata de ser enviado a algún lugar por una sola hoja de papel.

“Caramba, seguro que se pusieron encima de eso más rápido de lo que esperaba.”

“¿Y?”

“Sí, Mayor Weiss. Probablemente ya lo sabe.”

Naturalmente, las órdenes que tiene en su mano son las de salir.

Como siempre, el juicio del Estado Mayor fue rápido y decisivo.

Pero las implicaciones de que este juicio en particular sea tan rápido son terriblemente graves.

El Grupo de Ejércitos del Norte se ha convertido en una panda de ermitaños perezosos si necesitan confiar en el país de origen para que les cace unos cuantos comandos. El hecho de que el Estado Mayor haya tomado una decisión tan rápida significa que la situación es peor de lo previsto… Es una prueba de que las unidades con energía para tolerar las batallas de maniobra son escasas. ¿O tal vez que las únicas tropas del norte son novatos sin experiencia?