Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 15

Interludio: Los Discursos de Cada Bando

“Ehh… ¡vale! He empezado con el pie izquierdo antes, pero intentad olvidar que escuchasteis esa parte. Porfa.”

“Bien, entonces. A ver, ¿cuál es la idea otra vez? ¿Un discurso?”

“Un discurso. Un discurso, eh…”

“Vale, pero sinceramente, no creo que tenga nada que decir.”

“Quiero decir, tampoco es que esté esperando mucho de la humanidad.”

“¿Podéis culparme? ¿Por qué tendría alguna esperanza por las personas que vivieron sus vidas despreocupadamente hasta que llegamos a esta situación?”

“Lady Sariel puso su vida en riesgo para mantener este mundo en marcha, pero los humanos se olvidaron de esa generosidad hasta este mismo momento.”

“¿Cuántos años os pensáis que han pasado desde entonces? Deberías poder haceros una idea si miráis los registros en el menú de Tabú.”

“Aunque supongo que no ayudó tampoco el hecho de que cierto ‘alguien’ deliberadamente borrara esa parte de la historia para asegurarse de que todo el mundo la olvidaba.”

“Pero aun así, como he estado observando todo este tiempo, ya he superado la ira y he pasado directamente a la decepción.”

“Me mata pensar que Lady Sariel se sacrificó para salvar a estos idiotas.”

“Hace todos estos años, la humanidad tomó la decisión de sacrificarla para salvarse. Así que es bastante obvio que vais a elegir eso mismo otra vez.”

“Así que no espero nada bueno, y no me pienso molestar en intentar convenceros.”

“Pero diré esto.”

“Somos los que ganaremos al final.”

“Si nadie—ni siquiera la propia Lady Sariel, de hecho—va a intentar salvarla, entonces la salvaré yo misma.”

“Incluso si tengo que sacrificar a más de la mitad de la humanidad para hacerlo.”

“Si planeáis sacrificar a Lady Sariel de nuevo, más vale que estéis preparados para que os sacrifiquen a vosotros, ¿de acuerdo?”

“Así que lo diré alto y claro.”

“Yo soy Ariel, el Segundo Señor Demonio.”

“Líder de los demonios, y un verdadero Señor Demonio, no como las farsas que han sido designados por el sistema.”

“Para liberar a Lady Sariel, llevaré a cabo el deseo del Primer Señor Demonio Lord Foduey, quien pretendía borrar a la humanidad. Os declaro la guerra a todos vosotros.”

“Humanos, por favor morid por el bien de vuestra diosa.”

<Pontífice de la Palabra de Dios, Dustin.>

Se pronuncia mi nombre.

Cuando Ariel fue anunciada antes, sospeché que esto podría pasar.

No hay humano más adecuado para representar nuestra facción que un servidor.

Por lo tanto, era inevitable que yo fuera llamado a continuación.

Desde el momento en que predije este resultado, empecé a preparar el discurso en mi mente.

Pero todo eso fue borrado de mi mente por el discurso de Lady Ariel.

No hizo ningún esfuerzo por reunir votos ni por ganarse el favor de los votantes. Simplemente declaró que ella y sus camaradas ganarían solo con su propia fuerza.

Luego incluso declaró la guerra a la humanidad y les dijo que murieran por la diosa.

Su confianza es, francamente, resplandeciente.

“……”

Estoy seguro de que mi voz ya se está retransmitiendo a toda la humanidad ahora.

Pero ya no puedo abrir la boca.

Por unos minutos, permanezco en silencio.

“… Hemos pasado por muchos largos años de dificultades.”

Cuando finalmente me las arreglo para obligar a salir mis palabras, mi voz suena terriblemente débil.

“Hay tanto… que hemos construido en ese tiempo…”

Recuerdo cuando trabajaba junto a mis camaradas para superar el periodo de caos después de que el sistema se pusiera en marcha por primera vez.

Cuando el primer Señor Demonio, Foduey, nos mostró los colmillos, la humanidad estaba realmente en peligro de extinción.

Cuando luché junto al primer héroe, y superamos aquel peligro juntos.

Cuando terminó mi primera vida, y durante mi segunda vida, vi que los tiempos comenzaban a cambiar con mis propios ojos.

Cuando sentí la soledad de ser dejado atrás cuando una nueva generación tomaba el control, y cada vez menos personas conocían el mundo antes del sistema.

Cuando creé la organización llamada la Palabra de Dios, para darle a las masas algo a lo que acudir en sus momentos de desesperación.

En todos y cada uno de esos momentos, siempre hice lo que pensé que era lo mejor.

Pero cuando miro atrás, siento un enorme arrepentimiento y me pregunto si podría haber hecho las cosas mejor.

Me han recordado innumerables veces que tan solo soy un mero humano.

Una y otra vez.

Por más que intento hacer lo que es mejor, siempre me quedo muy corto.

Pero sigo avanzando, paso a paso.

He construido mucho.

Buenas acciones, malas acciones, y todo lo que hay entremedias.

Todo fue por el bien de salvar a la humanidad.

“Creo en todo lo que he construido hasta ahora. Y por eso… no hay necesidad de decir demasiado.”

Seguramente podría haber dado un discurso mejor.

Después del discurso que dio Lady Ariel, habría sido un juego de niños jugar a usar sus palabras para hacer que los corazones y las mentes de las personas se dirigieran hacia mis objetivos.

Y sin embargo, no me atreví a decir tales cosas.

“Soy Dustin, el último presidente de Daztrudia, y el primer pontífice de la religión de la Palabra de Dios. Todo este tiempo, he devuelto desvergonzadamente nuestra deuda de gratitud hacia Lady Sariel, la Diosa, con solo actos y palabras de odio.”

La parte racional de mi cerebro me advierte de que si digo tales cosas, la gente se volverá en mi contra.

Y sin embargo, en este momento final, desearía expresar mis verdaderos sentimientos sin ostentación.

Ha sido muy doloroso todo este tiempo.

Sentí que mi nombre debía vivir en la infamia para la eternidad.

… Sí, es cierto.

Yo mismo despreciaba mis propias acciones.

“Y, no obstante, hice mi elección. De que salvaría a la humanidad, incluso si eso significaba devolver un favor con despecho. Lo cual es precisamente el por qué tengo que cumplir con mi papel hasta el final.”

Como hice mi elección, debo llevarlo a cabo, incluso aunque me odie por ello.

“Salvaré a la humanidad. Sin importar lo que cueste. Y así…”

Tomo una profunda respiración.

Las últimas palabras son realmente contundentes.

“Dioses, por favor morid por el bien de la humanidad.”

Una declaración opuesta al discurso de Lady Ariel.

Seguramente había un discurso mejor que podría haber dado.

Pero esto es lo que elegí.

Ahora que lo he dicho, no puedo retractarme.

Tampoco es que lo quiera hacer.

Salvaré a la humanidad, a todos los humanos, incluso si debo sacrificar dioses para hacerlo.

<Esto concluye los discursos de cada bando.>

Tan pronto como termino de hablar, la Palabra de Dios resuena otra vez.

Como siempre, es la voz de Lady Sariel, con la que me he familiarizado tanto.

<Y bien, entonces…>

Pero las siguientes palabras son de una voz que nunca había oído hasta ahora.

<Ya está listo el escenario. Gente de este mundo, ha llegado vuestro momento. Haced vuestra elección. Tomad acciones. Esta es la secuencia final de la misión del mundo. ¿Conseguirá el dios malvado cumplir sus objetivos o no?>

A diferencia de los anuncios de Lady Sariel, que siempre son mecánicos y desprovistos de emoción, este te helaba la sangre.

Las palabras de este orador desconocido podrían ponerte la piel de gallina.

Solo puedo pensar en una teoría.

El dios al que Lord Dragón Negro pidió ayuda, quien creó el sistema para nosotros.

<Bueno, entonces, haced lo que podáis para entretenerme.>

Las palabras del dios señalan en principio del fin.

El inicio de la batalla para determinar el destino de este mundo.