Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 102: Mercader de Telas

Cuanto más lo pensaba Klein, más probable parecía. De lo contrario, ¿quién habría tomado prestados esos números aleatorios de revistas sin ningún motivo?

Sí, la investigación sobre el pico principal de la cordillera de Hornacis es un campo bastante impopular. Aparte de los correspondientes catedráticos y profesores asociados, el aficionado común nunca habría oído hablar de él. Incluso el Klein original, que se graduó en historia, solo lo sabía por el cuaderno de la familia Antigonus… Aunque Tingen es una ciudad universitaria, no habría tanta gente interesada en el tema. E incluso si hay alguien interesado, la mayoría de ellos permanecería dentro de los recintos de la universidad. No habría necesidad de pedir prestado el libro de la Biblioteca de Deweyville.

El punto más importante es que el libro fue prestado recientemente…

Al analizarlo de esa manera, realmente hay un problema. No fui lo suficientemente inteligente y no me di cuenta… *Suspiro*, parece que no tengo talento para ser un detective o actuar como Sherlock Holmes…

Mientras esos pensamientos corrían por su mente, el jefe del Bar, Swain preguntó confundido: “¿Hay algún problema?”

Como había clientes y cantineros alrededor, solo podía preguntar indirectamente.

“Nada en absoluto. Me pregunto cómo puedo investigar a este caballero. Como debe saber, Hanass Vincent murió en su casa.” Klein había preparado su excusa con antelación.

No quería que los Castigadores Imperativos se interesaran por las antiguas reliquias del pico principal de la cordillera de Hornacis.

“Vincent era un adivino bastante famoso en Ciudad Tingen. Venía aquí a menudo.” De hecho, Swain había dado una respuesta superficial, pero recordando, dijo: “Ahora que lo pienso, el caballero del retrato se reunió con Vincent hace un tiempo…”.

“Eso es exactamente lo que quería saber. ¿Recuerda su nombre?” Klein presionó inmediatamente.

Swain negó con la cabeza y se rió entre dientes.

“No sé los nombres o las identidades de mis clientes a menos que los conozca desde hace mucho, como al viejo Neil”.

“Bien entonces.” Klein reveló deliberadamente una mirada triste.

Para él, no importaba si Swain lo sabía, porque podía consultar la Biblioteca de Deweyville.

Para tomar prestados libros de una biblioteca privada, tuvo que dejar información personal, ¡y su identificación debe haber tenido suficiente credibilidad!

Después de todo, Klein se había basado en una carta de presentación de un profesor asociado principal antes de obtener una tarjeta de biblioteca.

Incluso si el caballero hubiera falsificado su información, es muy probable que haya dejado algunas pistas que pueden ser útiles para mi adivinación…  Klein observó a Swain mientras volvía a la barra del bar antes de entrar en la sala de billar pensativo.

No tenía prisa por ir a la biblioteca de Deweyville para sus investigaciones. Planeaba completar sus compras primero. Después de todo, no se sabía si se encontraría en peligro y le sería necesario usar magia ritual en alguna situación de emergencia.

Después de pasar por algunas habitaciones, Klein llegó al mercado subterráneo. Había solo algunos puestos y clientes, una clara indicación de que aún no era la hora pico.

Justo cuando dio un paso adelante, vio al monstruo, Ademisaul, que podía oler el olor de la muerte, parado en una esquina.

El joven estaba pálido, y sus ojos despedían un dejo de terror y locura. También había notado a Klein cuando miró por encima.

Cuando hicieron contacto visual, Ademisaul extendió sus manos rápidamente para cubrirse la cara. Se movió hacia la esquina de la pared en un estado de pánico.

Pronto, se movió hacia una puerta lateral a su lado y se tambaleó mientras salía corriendo.

¿Es eso necesario? Casi lo dejé ciego la última vez… Pero no hice nada… En serio, es como si yo fuera el diablo. La expresión facial de Klein era algo rígida.

Sacudió la cabeza y sonrió. Dejó de pensar en el monstruo y llegó a un puesto. Comenzó a comprar con un objetivo en mente.

Después de aproximadamente media hora, Klein gastó algunas libras, que era la mayor parte de su dinero ahorrado.

Contó las tres libras y diecisiete soles que le quedaban y sintió que le dolía el corazón. Sin embargo, tocó las pequeñas botellas de metal en el bolsillo interior de su cazadora negra una.

Esta es la esencia floral, Amantha, que Madam Daly usó anteriormente.

Esto es polvo mezclado con corteza de árbol de drago y hojas.

Aceite esencial que se extrae de las flores del sueño.

Pétalos de manzanilla secos.

Este es Polvo de nochebuena que yo mismo produje anteriormente.

…

Klein recordó los artículos almacenados en cada pequeño bolsillo suyo y los repitió. Lo hizo para no dejar de encontrar el ingrediente que necesitaría en un momento crucial.

Confiando en sus rasgos únicos en el misticismo, rápidamente terminó de memorizarlos y caminó hacia la puerta.

De repente, vio una figura algo familiar con el rabillo del ojo.

Era una joven con un vestido verde informal. Su cabello negro era suave y brillante. Tenía una cara redonda con ojos largos. Le daban una mirada dulce y un porte refinado.

¿Es la chica que temblaba extrañamente en el vagón público? Parece estar bien… Nunca esperé que fuera una entusiasta del misticismo…  Klein redujo la velocidad y pensó durante unos segundos antes de finalmente recordar quién era.

Tenía que admitir que, además de Justicia, a quien nunca había visto claramente, la joven era la chica más hermosa que había visto desde que transmigró a este mundo.

La dulce y refinada joven se paró frente a un puesto que vendía libros de misticismo y, totalmente falta de etiqueta, se arrodilló para frotar sus dedos contra un libro antiguo.

El antiguo libro estaba encuadernado con una tapa dura negra. La portada del libro tenía las palabras ‘El Libro de las brujas’ en Hermes.

“Registra la magia negra de las brujas. Aunque no me he atrevido a probarlo, alguien que conozco lo hizo y realmente funcionó.” El vendedor aprovechó la oportunidad para promocionar el libro.

La bella dama pensó y preguntó: “En tu mente, ¿cómo es una bruja?”

“¿Una bruja? Una persona malvada que trae calamidades, enfermedades y dolor”, respondió el vendedor después de pensarlo un poco.

Klein no escuchó su conversación porque había salido rápidamente por la entrada principal. Corría a la biblioteca de Deweyville para arreglar todo antes de regresar a casa para preparar la cena para su hermano y hermana. La sopa de rabo de buey con tomate estaba en el menú.

***

Club verde de la Corona, Backlund.

Audrey Hall lucia un vestido largo blanco con encajes y volantes en los bordes, así como encaje alrededor del pecho. Se paró en una sala VIP y vio galopar a los caballos.

Llevaba un sombrero con velo decorado con cintas azules y flores de seda, y un par de guantes de color claro. Su mirada fría y distante parecía fuera de lugar en el bullicioso lugar.

Justo cuando el caballo de carreras cortó la cinta, su amigo, el vizconde Glaint, se acercó y dijo con voz contenida: “Audrey, cada vez que te veo, te ves hermosa de una manera diferente”.

“¿Le puedo ayudar en algo?” En el pasado, Audrey podría haber disfrutado del cumplido del joven, pero ahora podía ver los motivos ocultos de Glaint a través de su forma de hablar y su actitud.

Debido al fallecimiento prematuro del padre de Glaint, había heredado su título de nobleza a la edad de veinte años. Era un joven un poco flaco. Miró a izquierda y derecha, luego se rió suavemente y dijo: “Audrey, conozco a un Beyonder real, un Beyonder que no pertenece a la familia real”.

Me decepciona cada vez que dice eso…  Audrey miró hacia adelante y respondió con elegancia: “¿En verdad?”.

“Lo juro por el nombre de mi padre. He visto sus poderes de Beyonder”, respondió Glaint con un susurro.

Audrey ya no era la misma de antes por lo que debería estar emocionada con la noticia. Ahora era una Beyonder, pero para evitar que Glaint sospechara, abrió mucho los ojos y fingió una sonrisa de sorpresa. Ella preguntó con su voz temblorosa: “¿Cuándo puedo verlo?”

Sí, sería genial conocer a otros Beyonders. No puedo resolver todos mis problemas a través del Club de Tarot… Además, debo reunir mis propios recursos para intercambiarlos con el Sr. Loco y el Sr. Colgado… No todo se puede resolver con dinero… *Suspiro*, ahora que he gastado mil libras, tendré que ser más austera…

Glaint quedó muy satisfecho con la respuesta de Audrey. Miró hacia el hipódromo y dijo: “Mañana por la tarde habrá una tertulia de literatura y música en mi casa”.

***

Dentro de la biblioteca de Deweyville.

Klein sacó su documento de identidad y placa de su bolsillo y se los mostró a los pocos bibliotecarios.

“Soy un inspector del Departamento de Operaciones Especiales de la Policía del Condado de Awwa. Necesito su cooperación en una investigación”, dijo con voz profunda, recordando las películas policiales que solía ver.

Los bibliotecarios miraron la tarjeta de identidad y la placa antes de intercambiar miradas y asentir con la cabeza.

“Continúe y pregunte, oficial”.

Klein recitó los nombres de las revistas como Nueva Arqueología y, al terminar, dijo: “Quiero los registros de préstamo de la revista de los últimos dos meses”.

Se dio cuenta de que uno de los bibliotecarios lo había atendido antes, pero era obvio que el hombre no lo reconoció.

“Está bien. Espere un momento.” Los bibliotecarios comenzaron a buscar y rápidamente encontraron los registros de préstamos recientes.

Klein hojeó los registros con seriedad, buscando al hombre que había tomado prestado el mismo diario que él.

Solo había un nombre. Había tomado prestada la revista varias veces, incluido el número que conocía Klein. La primera entrada fue a finales de mayo, y la más reciente fue el sábado, un día antes de la muerte de Hanass Vincent.

Klein pasó el dedo por la información del prestatario y la memorizó.

Sirius Arapis, comerciante de telas, con domicilio en el número 19 de la calle Howes…