Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 101: Pista Inesperada

Calle Howes, Club de Adivinación.

Klein sostuvo su sombrero de media copa y caminó por la escalera hacia la puerta principal.

No estaba vestido con su ropa formal habitual. Hoy, vestía una camisa blanca y un chaleco de color claro, combinado con un fino cortavientos negro, haciéndolo lucir más animado que de costumbre.

Este conjunto de ropa era más adecuado para el combate y solo le había costado una libra, incluida la tarifa del pequeño bolsillo que había cosido en el chaleco. Comparado con el traje que había comprado, era muy barato.

Acarició el revólver en su funda, así como las botellas de metal en su pequeño bolsillo interior. Luego, Klein sacó el retrato y entró en el Club de Adivinación.

Sin ninguna sorpresa, encontró a la hermosa asistente, Angélica.

“Buenas tardes, Sr. Moretti. No pensé que vendría en estos días.” Angélica se sorprendió al principio antes de revelar inmediatamente una brillante sonrisa.

Klein se quitó el sombrero y suspiró.

“Buenas tardes, señorita Angélica. Tuve un sueño al mediodía. Soñé con el Sr. Hanass Vincent y asuntos relacionados con él. Sabe que, como adivino, no puedo pasar por alto ningún sueño. Podría ser una revelación de lo divino”.

Confundida por sus palabras de charlatán, Angélica asintió pensativa y preguntó con curiosidad: “¿Con qué soñó?”

“Vi a Hanass Vincent discutiendo con alguien”. Klein le pasó el papel doblado que tenía en la mano.

Mientras Angélica desplegaba el retrato, él golpeó su entrecejo y observó el color de sus emociones.

“Esta persona…” Angélica miró el retrato realista y se sumergió en un pensamiento profundo.

Klein vio que sus emociones se convertían en un ‘pensamiento azul’, una reacción normal.

“Esta persona…” Angélica murmuró una vez más. Lentamente levantó la vista y dijo: “Lo he visto antes”.

La mente de Klein dio vueltas e inmediatamente preguntó: “¿Cuándo fue?”

“No puedo recordar la fecha exacta. ¿Quizás hace un mes? Lo vi enviar al Sr. Vincent a la puerta y estaban discutiendo algo en voz baja. Tengo una profunda impresión de él por sus cejas pobladas y desordenadas, así como por la rara sonrisa del señor Vincent”, describió Angélica al recordar. “Sí, tenía un par de ojos azul grisáceos y, como la mayoría de los hombres de su edad, tenía poco pelo en la cabeza”.

“¿Lo volvió a ver antes o después de eso?” preguntó Klein suavemente.

Angélica negó con la cabeza.

“No, estoy segura de eso. Ni siquiera sé su nombre. Para ser honesta, si no fuera por usted, habría sospechado que cualquier persona que me mostrara un retrato como este es un policía que investiga la muerte del Sr. Vincent. Je, no me parece extraño, no importa qué revelación reciba, porque usted es un verdadero vidente”.

Mis disculpas, soy policía…  Klein replicó en silencio mientras suspiraba y decía: “Un verdadero vidente debe entender cuán minúsculo es en comparación con la inmensidad del destino. Solo podemos ver un rincón nebuloso, siempre recibiendo revelaciones, pero nunca respuestas. Debemos reflexionar sobre ellas constantemente y mantener nuestro respeto y temor. Debemos descifrar estas pistas con cautela y no vernos como seres inteligentes que han tomado el control del destino”.

Al resumir lo que había descubierto en las últimas semanas, Klein se dio cuenta de que su visión espiritual se volvió más clara. Incluso podía distinguir débilmente los detalles dentro del aura de Angélica.

En ese instante, se sintió como un hombre miope que usaba anteojos que le quedaban bien.

Esto… ¿Mi poción de vidente ha comenzado a producir signos claros de digestión? Klein estaba atónito.

“Nunca imaginé que un vidente como usted todavía mantiene tanto miedo y respeto hacia el destino. Es realmente admirable”, dijo Angélica con seriedad.

Había visto a demasiadas personas en el Club de Adivinación que afirmaban ver a través de la verdad y cambiar el destino después de aprender algunos métodos de adivinación.

Klein retractó su mirada y se rió entre dientes.

“Cuanto más se sabe, mejor se comprende lo pequeños que somos en realidad”.

Mientras decía esto, revisó la condición de su cuerpo y reflexionó sobre sus experiencias pasadas. Básicamente, podría limitar la esencia de la técnica de ‘actuación’ a ‘acciones correspondientes al nombre de la poción, comprender las leyes ocultas que rigen el papel, así como cumplir estrictamente con estas leyes’.

Solo al hacerlo podría cambiar el estado de su cuerpo, corazón y alma, acercándose a la psique remanente en la poción, para digerirla gradualmente.

El reconocimiento de la identidad de un vidente era solo un factor en la superficie. La razón por la que hizo que la espiritualidad de uno se sintiera más fuerte tenía que ver con cómo la retroalimentación fortalecía la afirmación de uno de las acciones adivinatorias particulares. Y estas acciones colectivamente formaron las reglas para digerir la poción Vidente.

Un vidente está para ayudar a otros a interpretar las revelaciones y guiarlos en una mejor dirección; sin embargo, debe mantener constantemente el miedo y el respeto hacia el destino. Uno no puede ser demasiado egoísta, demasiado orgulloso o creer ciegamente en sus interpretaciones… Estas son las leyes en las que puedo pensar por el momento, así como la esencia de la técnica de ‘actuación’ que me guiará hacia el futuro. Si sigue teniendo tanto éxito, no necesitaré medio año. Tal vez en dos o tres meses, o incluso en dos o tres semanas, estaré listo para digerir completamente la poción.

… Esa señal era muy obvia. No es de extrañar que el misterioso Sr. Zaratul dijera que un Beyonder lo sentirá claramente cuando la poción esté completamente digerida. No hay necesidad de que nadie les enseñe. Es lo que es… Al igual que ahora, aunque mi Visión Espiritual ha mejorado un poco, sé muy bien que esto es solo un progreso en el proceso de digestión y no el destino final.

Con eso en mente, Klein no pudo evitar agradecer al payaso de traje por enseñarle con su vida.

Si no fuera por él, probablemente pasaría meses en el Club de Adivinación, resumiendo las reglas de un Vidente a través de numerosos intentos, para bien o para mal, antes de comenzar a ‘actuar’ estrictamente.

“Señor. Moretti, a veces incluso pienso en usted como un filósofo”, dijo Angélica con una sonrisa al escuchar la respuesta de Klein.

“En mi círculo de amigos, el término ‘filósofo’ se usa para reprender a alguien”. Klein estaba de buen humor.

Dicho esto, hizo una reverencia, se puso el sombrero y se fue después de despedirse.

Aunque Angélica desconocía el nombre o la identidad del caballero, Klein no estaba deprimido de ninguna manera. Lo que aprendió fue suficiente para que él participara en la siguiente fase de su plan.

…

Calle Zouteland, 36. Dentro de la compañía de seguridad Blackthorn.

Dunn miró el retrato en sus manos con sus profundos ojos grises.

“¿Deseas llevar a cabo una búsqueda de esta persona?”

“Sí.” Klein había preparado durante mucho tiempo una razón para esto. “Capitán, ¿no mencioné que me dirigiría al Club de Adivinación para observar las reacciones de sus miembros ante la repentina muerte de Hanass Vincent? No descubrí nada ayer, pero accidentalmente descubrí hoy que la persona en el retrato había estado una vez con Hanass Vincent y estaba discutiendo algo en secreto con él. Revisé el informe de investigación de nuestro equipo hace un momento, pero no descubrí a ninguna persona que se pareciera a él en el informe”.

No había lagunas en su descripción. Incluso si Dunn Smith llevara este retrato al Club de Adivinación, recibiría la misma respuesta de Angélica.

Dunn apartó la mirada del retrato y se rió.

“Por lo que parece, los fondos de compensación no fueron un desperdicio”.

… Capitán, ¿no tiene mala memoria? ¿Por qué mencionaría la compensación en este momento?  Klein mantuvo una sonrisa y no dijo una palabra.

“¿Esto fue dibujado por ti?” preguntó Dunn al pasar.

“Sí. Lo dibujé con la ayuda de magia ritual”, respondió Klein, completamente honesto.

Por supuesto, decir la verdad y revelar toda la verdad eran dos asuntos diferentes.

Dunn asintió levemente y dijo: “Pídele al viejo Neil que haga algunas copias más. Haré que Kenley y Royale investiguen y busquen la cooperación del departamento de policía. Si esta pista es de alguna utilidad, habrías contribuido en gran medida una vez más”.

“Que la Diosa nos bendiga”. Klein golpeó cuatro puntos en su pecho, pareciendo  anormalmente devoto.

Para él, todo lo que necesitaba de Dunn y compañía era averiguar el nombre y la identidad del hombre del retrato. ¡Él podía adivinar su ubicación sobre la niebla gris!

…

A pesar de que era su día libre, Klein no regresó inmediatamente a casa después de dejarla compañía de seguridad Blackthorn. En cambio, tomó el carruaje público hasta el puerto y llegó frente a la entrada del Dragón Travieso.

En sus consideraciones, aunque un Vidente carecía de los medios para entablar combate directamente con un enemigo o los medios para lanzar hechizos rápidamente, el combate podría clasificarse de muchas maneras. No todas las batallas fueron encuentros fortuitos. Siempre que tuviera suficiente tiempo para prepararse, un Vidente podría lidiar de manera similar con un enemigo usando magia ritual. Fue exactamente como resolvió el incidente de adivinación del espejo mágico en la casa de Selena.

Y esto también significaba que era mejor si un vidente traía los aceites esenciales, las hierbas y las velas diminutas para evitar estar en una situación en la que no estuvieran disponibles cuando más se necesitaban, lo que resultaría en una inevitable muerte. Después de todo, no todos eran como Selena, que tenía toda una variedad de elementos de misticismo que podían usarse.

En cuanto a los que solicitó, como Klein había practicado con frecuencia, había usado la mayoría de ellos. Guardó lo que quedaba en su diminuto bolsillo interior.

Dio unas palmaditas al billete en efectivo en su bolsillo y abrió la puerta del bar y entró.

Era mediodía y no había muchos clientes en el bar. Tampoco hubo combates de boxeo o cebos de ratas. Era tranquilo y no lo suficientemente animado.

Klein observó a los invitados bebiendo cerveza y jugando a las cartas mientras caminaba hacia la sala de billar que conducía al mercado subterráneo.

En ese momento, vio a un anciano musculoso salir con una chaqueta de almirante rota sobre sus hombros.

“¿Era usted el amigo que trajo el viejo Neil la última vez?” Apestando con el olor a alcohol, el anciano de ojos azules y cabello castaño desordenado evaluó a Klein y se rió.

Klein adivinó su identidad, se quitó el sombrero e hizo una reverencia.

“Sí, ¿cómo podría dirigirme a usted?”

“El viejo Neil me ha hablado mucho de usted. Soy el jefe aquí, Swain.” Los brazos del anciano de ojos azules eran gruesos y musculosos. Tenía músculos firmes y el porte de un oficial militar.

Ex capitán de los Castigadores bajo mandato de Tingen… Se rumorea que una vez formó parte de la Marina Real…  Klein respondió cortésmente: “Sí”.

“Si necesita dinero, no dude en acercarse a mí”. Swain se rió mientras mencionaba antes de caminar hacia la barra del bar.

En ese momento, el corazón de Klein se aceleró y gritó de inmediato: “Espere un momento, Sr. Swain. Tengo algo que me gustaría pedirle.”

Swain se detuvo en sus pasos, dio media vuelta y dijo con una sonrisa: “Ja jaja, se parecen, Dunn y usted”.

No, no tengo problemas de memoria…  La comisura de los labios de Klein se torció mientras señalaba el retrato que dibujó y preguntó: “¿Ha visto a este caballero antes?”

De repente se dio cuenta de que Selena probablemente había sido llevada por Hanass Vincent al mercado clandestino. Esto resultó en el conocimiento de Elizabeth de el bar del Dragón Travieso también. Entonces, ¿podría haber venido aquí antes el hombre del retrato que tenía alguna relación con Hanass Vincent?

Swain miró atentamente y respondió afirmativamente: “Lo recuerdo. Me preguntó si tenía documentos u objetos relacionados con el pico principal de la cordillera de Hornacis”.

¿Documentos u objetos relacionados con el pico principal de la cordillera de Hornacis? Klein se sorprendió e inmediatamente conectó eso con otro asunto.

Cuando estaba tomando prestado el ejemplar del diario relacionado con el pico principal de la cordillera de Hornacis en la biblioteca de Deweyville, el bibliotecario mencionó casualmente que alguien acababa de devolverlo. Por lo tanto, todavía lo recordaba muy bien y no necesitaba hojear sus tarjetas de identificación para determinar si el hombre existía.

¿Podría el caballero que tomó prestado el número del diario antes que yo ser el del retrato?

El caballero que había presenciado el intercambio del cuaderno de la familia Antigonus.