Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 15

Interludio: Dustin

Aquí en el Sagrado Reino de Alleius, la sede de la religión de la Palabra de Dios, la administración está más en caos que nunca.

Hemos movilizado a todos nuestros usuarios de Conversación a Distancia, la versión avanzada de la habilidad Telepatía, para contactar con nuestros usuarios de Conversación a Distancia que están desplegados en otras tierras.

Así es como la Palabra de Dios ha esparcido su red de información alrededor del mundo; generalmente, se usa de tal manera que las noticias llegan a mí si sucede algo, pero hoy es lo contrario.

Mi objetivo esta vez es usar la red para difundir información.

“¡No me importa la argucia que haga falta! ¡Usad todos los medios que sean necesarios! ¡Debemos persuadir a la población para que ofrezca sus oraciones al Lord Dragón Negro, el dios de ébano! ¡Levantad una turba si es necesario, lo que haga falta!”

Los usuarios de Conversación a Distancia gritan estos mensajes con saliva saliendo de sus bocas.

Tenemos a lo que se hace llamar misión del mundo a la que culpar de todo esto.

O tal vez a la que agradecer, supongo.

Cuando la “secuencia 1” distribuyó Tabú a toda la población, me angustié profundamente.

Una vez que vieron esa información, se darían cuenta de lo que estaba haciendo la religión de la Palabra de Dios.

Y entonces seguramente se desilusionarían con la Palabra de Dios.

Hacía tiempo que me había preparado para la posibilidad de que la iglesia perdiera su autoridad.

Basándonos en la razón por la que se fundó, y todo lo que se había hecho hasta ahora, siempre estuvo destinada a caer de una forma u otra.

Pero ahora es demasiado pronto para eso.

No puedo darme el lujo de perder la iglesia, mi mayor poder, todavía no.

La iglesia de la Palabra de Dios debe continuar al menos lo suficiente como para ver el resultado de la lucha del Lord Dragón Negro.

La “misión del mundo secuencia 1” arruinó por completo mis esperanzas de eso.

Pero entonces la “misión del mundo secuencia 2” me mostró una luz al final del túnel.

No puedo hacer nada para detener la caída de la iglesia de la Palabra de Dios.

Pero las masas siguen confundidas.

Todo este tiempo, la Palabra de Dios ha sido una fundación de fe inquebrantable para sus creyentes.

Muy pronto, se opondrán a nosotros, pero ahora mismo todavía están dispuestos a escuchar.

Es una carrera contra el tiempo.

Debo convencer a toda la gente que pueda para que recen por el Lord Dragón Negro antes de que sus corazones se cierren a la iglesia.

Una vez que pase el tiempo suficiente, y la gente calme sus pensamientos, seguramente censurarán a la iglesia por tratar de inducirlos así, pero siempre supe que la iglesia caería algún día.

Solo está sucediendo un poco antes de lo esperado; eso es todo.

Ciertamente, no habría elegido este como el momento ideal para verme forzado a abandonar el activo al que llamo la religión de la Palabra de Dios.

Pero simplemente tendré que hacerlo lo mejor posible.

“¡Su Santidad!”

Uno de los usuarios de Conversación a distancia viene corriendo hacia mí con cara seria.

Está claro a simple vista que no trae buenas noticias.

“¿Hay algún problema?”

“Sí. Me temo que una iglesia ha sido destruida por alguien.”

“Así que una población ya ha recurrido a tales medidas…”

Ya me lo esperaba.

Cuando las personas se sienten traicionadas por algo en lo que confiaban, se ven poseídas por un odio muy poderoso.

Cuanto más fuerte es su apego, más profunda se vuelve su ira.

Así que, ¿qué podría pasar cuando supieran que habían sido traicionados por la iglesia a la que una vez acudieron en busca de consuelo, la base de sus creencias?

Es demasiado fácil de imaginar.

“No, Su Santidad. Parece que no se trataba de que las masas formaran una revuelta.”

“¿Qué?”

Esta respuesta no me la esperaba.

¿Qué narices pasó, entonces?

“Un enorme platillo volador apareció en lo alto, y la iglesia fue destruida al pasar, según me dijeron.”

“… Así que así es como fue.”

Un platillo volante que vuela por los aires.

Solo hay una persona que posee tal cosa.

O al menos, la había, supongo.

Potimas Harrifenas.

Debe ser un arma de su creación.

Y ahora que está muerto, la única personas que podría haber requisado ese arma es quien lo derrotó: Lady Ariel.

Se deduce, entonces, que Lady Ariel es quien destruyó la iglesia.

“¡Su Santidad!”

Otro usuario de Conversación a Distancia me llama.

“¿Tu iglesia también fue destruida por un platillo volador?”

“S-sí…”

“¿Y la ubicación?”

Confirmo los pueblos donde las iglesias fueron destruidas, y comparo sus ubicaciones en un mapa.

Mientras lo hago, surgen más y más informes de la misma naturaleza.

Se mueve bastante rápido, entonces.

No podría esperar menos de un arma creada por Potimas.

Aunque me duela admitirlo, tenía un talento excepcional.

“… Así que se dirige directamente al Gran Laberinto de Elroe, ¿verdad?”

Al calcular su trayectoria, descubro que el platillo volador se dirige directamente al laberinto más grande del mundo.

Parece estar destruyendo cualquier iglesia que aparezca en el proceso.

Sí, solo si eso pasa.

Destruir las iglesias no es su objetivo principal, solo un medio para incomodarme de alguna manera.

La intención real de Ariel es llegar al Gran Laberinto de Elroe antes de que mi gente pueda hacerlo.

Aparte de la batalla entre los dioses el menú de la Misión del Mundo describía otro método para prevenir la ruina del sistema.

<La destrucción del sistema solo puede llevarse a cabo a través de la sala central del sistema en lo más profundo del Gran Laberinto de Elroe. El dios de marfil ya ha empezado los preparativos para esta destrucción; el único modo de prevenirlo es derrotar al dios de marfil, o que aquellos que tienen los privilegios de gobernante accedan a las claves de seguridad dentro del núcleo del sistema e implementen un apagado de emergencia.>

En otras palabras, alguien con una habilidad de gobernante debe viajar personalmente a las profundidades del Gran Laberinto de Elroe.

Yo tengo una de esas habilidades de gobernante.

La forma más segura sería ir yo mismo.

Parece que Lady Ariel también entiende eso.

Esa debe ser la razón por la que se dirige hacia allí, para prepararse para interceptarme.

Debe haber determinado que yo estaba geográficamente más cerca.

A este ritmo, Lady Ariel y su séquito sin duda llegarán primero al Gran Laberinto de Elroe.

Supongo que fue un fallo por mi parte el retrasar mi partida porque Lord Dragón Negro está ahora mismo ocupándose de Lady Blanca, que conoce todos los trucos de la teletransportación.

… No, tal vez no.

En ese momento aún no entendía el verdadero objetivo de Lady Ariel.

Si bien tenía mis sospechas, no podía darme el lujo de traicionarla mientras seguíamos cooperando para derrotar a Potimas juntos.

Ya no tiene sentido arrepentirse ahora.

En este punto, está muy claro que Lady Ariel llegará al Gran Laberinto de Elroe antes que yo y tomará posiciones allí para interceptar mis fuerzas.

Debo lidiar con la situación que tengo entre manos primero.

“¿Cuál es la situación en las zonas donde alguna iglesia ha sido destruida?”

“Parece que hay murmullos de sospechas de que podría ser un acto de castigo de voluntad divina.”

Sí, sospechaba algo así.

Difícilmente puedo culpar a las masas por llegar a tales conclusiones al presencial algo más allá de la comprensión humana, como un platillo volante destruyendo una iglesia en un momento como este.

Lady Ariel está acelerando la decadencia de su confianza en la Palabra de Dios, aunque solo sea para atormentarme.

“¿Qué deberíamos hacer? A este ritmo…”

“… Haz que los sacerdotes en esas localidades declaren que están dando apoyo al dios de marfil.”

“¿Disculpe?”

Los usuarios de Conversación a Distancia me miran con incredulidad.

Pero es la única opción disponible.

No estamos como para ponernos escrupulosos, aunque algunos podrían pensar que soy malvado por ello.

En las zonas donde la gente está perdiendo la fe en la religión  de la Palabra de Dios más rápido, ¿qué pasará cuando los sacerdotes declaren su fe en Lady Blanca?

Seguramente muchos de ellos se rebelarán rezando por Lord Dragón Negro en su lugar.

“Pídeles que pronuncien discursos, que inciten a las masas al furor. Y haz que digan el nombre del dios de marfil mientras lo hacen.”

¿Qué pasará con los sacerdotes que den tales discursos…?

Pero no, debe hacerse.

Tal vez, sintiendo mi determinación, los usuarios de Conversación a Distancia empiezan a transmitir mi mensaje.

… Lo siento.

La culpa es toda mía.

Sin embargo, esa es precisamente la razón por la que debo cumplir con mi deber hasta el final.

Si Lady Ariel va a llegar primero al Gran Laberinto de Elroe, que así sea.

Presionaré para que se le den tantas oraciones a Lord Dragón Negro como sean posibles, aunque no pueda superarla.

Después de todo, me presenté a unas elecciones presidenciales y gané, hace mucho tiempo.

Nadie puede superarme cuando se trata de conseguir votos.