Accel World (NL)

Volumen 25

Capitulo 4: Exhalando Lentamente

Parte 2

 

 

Haruyuki arrastró las almohadillas y la palangana hasta el grifo. Lo primero que hizo fue extender las almohadillas en el suelo, cambiar la boquilla de la manguera, y lavarlas a fondo con un chorro fuerte. Gracias al revestimiento impermeable, se limpiaron rápidamente, así que Haruyuki las dejó secar al sol mientras tomaba una esponja y empezaba a enjabonar la palangana.

Mientras trabajaba, Reina terminó de barrer las hojas y quitar las malas hierbas. Cuando terminaron y pusieron todas las herramientas en el depósito, Utai se puso una manopla de cuero. Hou, en la jaula, agitó sus alas ruidosamente, sintiendo que ahora definitivamente sería alimentado.

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Utai se abrochó la manopla y entró primera en la jaula. Esperando que Reina entrara con un gran recipiente de comida y Haruyuki con todas las almohadillas limpias, Hou saltó de donde estaba. Dio tres vueltas dentro de la jaula y luego aterrizó suavemente sobre la mano extendida de Utai. La niña acarició al búho, que cacareaba su pico con impaciencia.

Reina se puso a su lado, levantó el contenedor a la altura de su pecho y abrió la tapa. Dentro había trozos de carne carmesí en una bolsa de vinilo y un par de pinzas. Utai tomó las pinzas con su mano libre y recogió uno de los trozos de carne con ella. Lo levantó hasta el pico de Hou y este al instante se tragó el bocadillo.

Los búhos se alimentan de carne cruda de ratones, pollos y patos. Utai compraba cadáveres enteros y los cortaba ella misma. Hoy, a juzgar por el color y la forma de los trozos, Hou estaba comiendo carne de pato. Pero, aunque Haruyuki ya había empezado a entender los tipos de carne, todavía no tenía ni el más mínimo deseo de cortarla por su cuenta. Una vez vio a Utai cortando un ratón congelado con un cuchillo pequeño, y le costó todo su esfuerzo no mirar hacia otro lado. Sin embargo, si quería que Utai tuviera al menos un día libre, necesita aprender esto…

Haruyuki estaba observando pensativamente el proceso cuando de repente la voz de Reina se escuchó:

“Uhm, super presi… Utai. ¿Puedo intentarlo?”


Utai se congeló y miró a Reina. Luego sonrió cálidamente y asintió con la cabeza.

La chica tomó las pinzas que le extendió, agarró un pequeño trozo de carne con ellas, y con cuidado lo llevó hasta el pico de Hou.

Hasta el momento, el búho había estado comiendo con gran apetito, pero repentinamente se dio la vuelta. Sus grandes ojos miraron a Reina, sus plumas se erizaron y empezó a silbar amenazadoramente.

El desvergonzado dueño anterior de Hou lo había echado de la casa. Utai había encontrado el búho medio muerto en el patio de la Academia Matsunoki, y cuidado de él desde entonces. No tenían ninguna duda de que Hou no se había escapado solo. Todas las mascotas deben tener chips de identificación subcutáneos debido a la ley de bienestar animal, pero Hou lo tenía recortado.

Hou ya no confiaba en la gente, con excepción de su salvadora Utai. Últimamente había empezado a aceptar comida de las manos de Haruyuki, pero sólo si estaba sobre el brazo de la chica.

“No funcionó, ¿verdad?” susurró Reina, mirando al silbante Hou.

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Estaba a punto de volver a poner la carne en el recipiente, cuando Utai le acarició la espalda para tranquilizarla. Entonces la niña miró a Hou y sus labios temblaron.

Haruyuki se dio cuenta una vez más de lo difícil que era para ella. Incluso ahora, no podía decirle una palabra a Hou ni a Reina. Además, no podía ni siquiera mover los labios lo suficientemente bien para que su interlocutor leyera las palabras en ellos. Las únicas excepciones eran los comandos de aceleración que decía en voz baja.

Pensó en hablarle a Hou en su lugar, pero se mordió los labios. A pesar de que Utai estaba en silencio, seguía intentando transmitir sus pensamientos al ave a su manera. No debería intervenir en su conversación silenciosa.

Finalmente…

Las plumas levantadas comenzaron a doblarse y la cabeza se giró hacia atrás. Parpadeando un par de veces, Hou le dio a Reina una mirada evaluadora.

La mano de Utai en la espalda de Reina se movió ligeramente, dándole una señal. La chica levantó su mano tímidamente, ofreciéndole la carne nuevamente.

Esta vez, Hou no se giró ni silbó, pero aun así se tomó su tiempo para picotear. El búho se balanceaba de un lado a otro, dudando en superar sus propios instintos y confiar en Reina. Pero finalmente el pájaro se congeló, sacudió la cabeza… tomó la carne con el pico y se la tragó.

Utai movió su mano derecha de nuevo. Reina enderezó su espalda como si hubiera recobrado el sentido y tomó una nueva pieza con sus pinzas. Esta vez Hou se la comió sin dudarlo.

Haruyuki exhaló con alivio y miró desconcertado la cara de Reina.

Una pequeña lágrima bajaba por su mejilla, brillando intensamente por la luz del exterior. La chica lloraba de alegría.

Accel World Volumen 25 Capitulo 4 Parte 2 Novela Ligera

 

 

 

Mirándola en silencio, de repente pensó:

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‘Deberíamos invitar a Izeki.’

Todavía les faltaba una cuarta persona para postularse para las elecciones del consejo estudiantil. Por supuesto, esta idea aún debía discutirse con Ikuzawa Mayu, y todavía no se sabía si la propia Reina aceptaría tal propuesta, pero Haruyuki aún quería luchar por los votos hombro a hombro con esta chica… y en caso de victoria, trabajar en algo en común con ella en el consejo estudiantil.

Cuando él y Mayu discutieron el cuarto candidato, ella dijo:

“Quiero una persona astuta como ustedes, Arita-kun, Mayuzumi-kun.”

Haruyuki estaba muy sorprendido por tal calificativo y objetó:

“Puedo entender que lo digas por Taku, pero esa descripción no se aplica a mí…”

Sin embargo, Mayu explicó sin siquiera levantar una ceja:

“De hecho, creo que todos tienen algo que los hace diferentes a los demás. Pero es muy difícil para ti mostrar tus diferencias. Trabajas tan duro como puedes, sin ocultar tus fortalezas y actividades favoritas.”

Izeki Reina también era de mente abierta. Haruyuki estaba convencido de esto, a pesar de que había trabajado con ella sólo un mes en el comité y casi nunca hablaban de temas triviales.

Finalmente, Hou completamente lleno voló de la mano de Utai, dio una vuelta y regresó a la jaula. Reina de repente notó sus propias lágrimas, se las secó con el puño izquierdo, miró a Utai y a Haruyuki y sonrió avergonzada.

Finalmente se hizo la una de la tarde.

Los miembros del comité terminaron su trabajo y bebieron por completo la botella de té. Con eso concluyó la reunión de hoy.

Haruyuki vio a Reina alejarse hacia el vestuario, miró al cielo despejado de verano y suspiró mentalmente…

“[UI>: Arita, ¿seguro que todo está bien?]” un mensaje apareció repentinamente ante sus ojos, obligándolo a recobrar el sentido y girar la cabeza hacia la izquierda.

Utai lo miraba atentamente desde debajo de su sombrero de ala ancha. Sus ojos negros brillaban por la intriga.

“Sí, todo está bien. Te lo aseguro. No he perdido ni siquiera un solo punto aún,” respondió apresuradamente Haruyuki, pero su rostro permaneció sombrío.

Los dedos delgados de la niña bailaron en el aire.

“[UI>: Pero como fuiste desconectado desde el exterior, no lograste escapar del secuestro, ¿verdad?]”

La chica hizo una pausa por un momento y continuó:

“[UI>: Fu ya dijo que todos los detalles se dirán en la reunión de las tres. Entiendo que si lo explicas todo ahora tendrás que repetirlo. Pero francamente, no puedo evitar sentirme ansiosa. Siento que en algún lugar ahí afuera están pasando cosas terribles, cosas irreversibles…]”

Haruyuki se mordió el labio, sin poder encontrar una respuesta de inmediato.

No le costaba nada explicar lo mismo dos veces, si eso apaciguaba a Utai. Excepto que no tenía mucha idea de cómo determinar su situación por su cuenta.

De hecho, definitivamente se encontraba en el Exterminio Infinito, pero la certeza terminaba ahí. La pregunta principal era: ¿por qué la Reina Blanca secuestró a Haruyuki y le contó tanto? El comportamiento de White Cosmos no era un buen presagio para él, porque ninguna palabra convencería a Haruyuki de traicionar a ⌠Nega Nebulus⌡ y a la Reina Negra. Pero si la Reina Blanca fuera a privarlo de todos sus puntos, entonces lo aceptaría sin más preámbulos.

“Lamento que tengas que preocuparte tanto por mí, Shinomiya,” dijo Haruyuki, sacudiendo la cabeza. “Pero la Reina Blanca simplemente me llevó a Great Castle y no me hizo nada allí. No tengo idea de si puedo escapar, pero por lo demás, no hay ninguna amenaza que se cierna sobre mí.”

Utai levantó las cejas.

“[UI>: ¿A Tokyo Great Castle? ¿Exactamente por qué allí?]”

“No lo sé… Parece ser una especie de base de ⌠Oscillatory Universe⌡…” respondió Haruyuki, recordando el enorme castillo en su mente.

De repente se oyeron pasos rápidos de alguien viniendo desde detrás. Pensando que Reina había olvidado algo en el patio trasero, Haruyuki se dio la vuelta…

“¡Urg!” El aire se escapó de su boca debido al fuerte golpe que recibió en el estómago.

Permaneciendo milagrosamente de pie, miró hacia abajo y se dio cuenta de que una pequeña figura se había estrellado contra él, con dos coletas de cabello rojo rebotando en su cabeza unidas con lazos negros. Tal combinación de colores sólo podía ser elegida por una persona.

“¡¿N-Niko?!” exclamó Haruyuki.

La chica inmediatamente levantó la cara y lo miró.

Lágrimas brillaban en sus ojos, los cuales eran verdes o marrones, dependiendo la iluminación.

“Onii-chan… ¡Estaba muy preocupada por ti!” “¿E-eh?, ah, o-oh…”

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Haruyuki se había topado con el modo angelical de Niko, o mejor dicho Kozuki Yuniko, lo que hizo que su cerebro se reiniciara por la sorpresa. La chica lo miró fijamente con los ojos húmedos durante otros tres segundos… hasta que la sonrisa sarcástica que apareció en sus labios hizo que la impresión de ella cambiara completamente.

Niko dio un paso atrás, puso las manos sobre su cadera y habló en un tono más grave, como si se convirtiera en una persona completamente diferente:

“Tal parece que estás vivo y bien.”

“Oh…” Haruyuki suspiró y respondió: “No sólo yo, sino también mi avatar. Pero mejor respóndeme, Niko, ¿qué estás haciendo aquí?”

“¿A qué te refieres? Tú mismo me enviaste un mensaje de texto,” Niko se encogió de hombros y fue hacia a Utai. “Hola Maiden. ¡Gracias por la ayuda!”

“[UI>: De nada. Y muchas gracias.]”

“¿Dormiste bien? Todavía tengo un poco de sueño.”

“[UI>: Para ser honesta, yo también. Pero estaba preocupada por Ku.]”

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“Sí-sí. Me pregunto qué habrá pasado con él, a pesar de que dijo que todo está bien.”

Haruyuki miró en silencio el diálogo texto-voz.

Niko, al igual que Utai, vino con uniforme escolar, aunque consistía en una blusa blanca de manga corta y una falda plisada azul oscuro. En general, estas chicas tenían mucho en común. Ambas estaban en la escuela primaria, aunque en diferentes grados, ambas eran Burst Linkers, ambas poseían avatares de color rojo puro. Nunca las había visto pelear entre ellas, pero un duelo seguramente se vería como un complicado tiroteo de ataques de largo alcance.

‘Y de todos modos, Mei es nivel siete y Niko nivel nueve. No existe razón para que peleen entre ellas…’ pensó Haruyuki.

Niko, mientras tanto, terminó de hablar con Utai y se giró hacia él.

“¡Muy bien, vamos!”

“Uh… ¿Ir a dónde?”

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“¡¿Qué te sucede?! Ya lo he dicho, tú mismo me enviaste un mensaje de texto.”

“Oh, sí, yo te escribí…”

De hecho, de camino a la escuela, Haruyuki le había enviado un mensaje a Niko que decía: “[Las semillas de cereza han brotado, trataré de plantarlas en la escuela.]”. Pero lo que quiso decir era…

“Era sólo para informar. No te pedí que vinieras en absoluto…”

“¡¿Qué?! ¡Fui yo quien sugirió que cultiváramos las semillas de cereza! ¡Tal evento no puede prescindir de mí!”

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“P-puede ser…” murmuró y miró a Utai.

La personificación de la conciencia de todo el escuadrón y legionaria más joven de ⌠Nega Nebulus⌡ sonrió y escribió a toda velocidad:

“[UI>: No entiendo completamente lo que está pasando, ¡pero siempre es más divertido estar juntos!]”

“¡Exactamente! ¡Démonos prisa y decidamos dónde vamos a plantarlas!”

Niko golpeó a Haruyuki en el estómago y todo lo que pudo hacer fue asentir.

Al ver los tres huesos de cereza en el contenedor térmico, Niko exclamó feliz:

“¡Vaya, raíces!”

Luego fueron junto con Haruyuki a buscar un lugar adecuado. Como la omnisciente Internet había dicho, una bandeja especial con un montón de celdas llenas de tierra especial se utilizaba generalmente para germinar semillas. Pero ese método se usaba normalmente para los brotes de hortalizas, y no era seguro que esa tierra fuera adecuada para las cerezas, por lo que decidió plantar las semillas en el suelo por ahora y ver qué pasaría.

Haruyuki miró pensativamente al suelo hasta que un mensaje apareció frente a sus ojos:

“[UI>: ¿Por qué no aquí, Arita?]”

Miró hacia adelante y vio que Utai estaba apuntando hacia el muro de hormigón que se elevaba desde el lado oeste de la jaula. Al acercarse, Haruyuki notó por primera vez los varios canteros12 de unos cincuenta por ochenta

12 Espacio delimitado para flores y plantas en un jardín, parque o avenida.

Nuevamente aclaro porque no sé cómo los llamen ustedes. centímetros cada uno. Estaban densamente cubiertos de maleza, por lo que no les había prestado atención hasta ahora.

Haruyuki se detuvo frente a los canteros y miró al cielo. El muro estaba al oeste y bloqueaba el sol por la tarde, pero debería haber suficiente luz por la mañana y al mediodía. Y esta no era la época del año en la que las plantas necesitaban estar iluminadas constantemente, el suelo podría terminar calentándose demasiado.

“Sí, es un buen lugar. Sólo necesitamos limpiarlo.”

“¡Nosotros tres podemos hacerlo rápidamente!” exclamó Niko a su lado, sin darse cuenta el momento en el que había llegado, puesto en cuclillas y comenzando a tirar de las hierbas con ambas manos.

‘Ella es incluso más impaciente que yo’, pensó Haruyuki, uniéndose a ella. Utai se sentó frente a ambos y también se puso a trabajar.

Unos minutos más tarde, la tierra negra del cantero fue limpiada del exceso de hierbas. La tierra parecía moderadamente húmeda y fértil. Cavó tres agujeros con una separación de unos quince centímetros entre sí y giró la cabeza.

“Muy bien, Niko. Plántalas.”

“Somos tres. Plantemos una cada uno,” respondió la niña con una sonrisa, tomó una semilla del recipiente y la plantó en el agujero de la derecha.

Haruyuki eligió el agujero del medio y Utai el de la izquierda. Cubrieron cuidadosamente las semillas con tierra, luego tomaron una regadera del depósito y regaron cuidadosamente el cantero. Olía a tierra húmeda. El Mundo Acelerado tenía escenarios del tipo forestal como “Primeval Forest” y “Swamp”, pero ni siquiera ellos tenían este intenso espíritu de vida.

Haruyuki dirigió su mirada a Niko, quien estaba admirando en silencio el cantero, y dijo en voz baja:

“Lo siento si estropeo el estado de ánimo, pero cultivar cerezas es en realidad muy difícil. Incluso sólo brotaron tres semillas de doce. Es mejor tratarlo como una prueba.”

“Lo sé,” murmuró amargamente Niko.

“[UI>: Entonces, vertamos Encarnación sobre ellas]”, tecleó Utai en respuesta.

Haruyuki miró a la chica con asombro, quien le sonrió en respuesta y continuó:

“[UI>: Estoy segura de que la Encarnación de tres Burst Linkers de alto nivel será más que suficiente para que broten las semillas.]”

“Pero… yo sólo estoy en el nivel seis…”

“Deja de ser tan modesto,” respondió Niko burlonamente, y cuando él volvió a negar con la cabeza, ella le dio un golpe en el estómago.

“Haruyuki, ya posees el mismo nivel de Encarnación que los Reyes… no, eso probablemente es demasiado. Similar a un oficial de las Grandes Legiones.”

Por oficiales de las Grandes Legiones se entiende, por ejemplo, a “Tríplex” de ⌠Prominence⌡, “Six Layered Armor” de ⌠Great Wall⌡ y los “Four Elements” de ⌠Nega Nebulus⌡. Siempre había pensado en ellos como verdaderos seres celestiales y no creía que pudiera derrotarlos siquiera en un duelo normal, mucho menos en una batalla de Encarnación.

“Imposible…” Haruyuki sacudió la cabeza. “Pero me alegraré si brotan las semillas… por lo que pondré en ellas tanta Encarnación como sea posible.”

“¡Excelente!” Niko le extendió la mano izquierda con la que acababa de darle un golpecito en la barriga.

Haruyuki tomó su mano y le ofreció a Utai la otra.

Al unirse en una sola cadena, cerraron los ojos frente al cantero y rezaron juntos.

‘Levántate, pequeño cerezo, crece y conviértete en un gran árbol… para que algún día podamos reunirnos todos aquí y comer tus bayas.’

Como era la primera vez que Niko visitaba el patio trasero del campus de la escuela, fue a encontrarse con Hou. Mientras tanto, Haruyuki abrió el diario del comité, tomó nota del trabajo realizado (sin escribir sobre Niko, por supuesto) y lo cargó al servidor de la escuela.

Recogieron sus cosas y regresaron al patio delantero. Faltaban veinte minutos para las dos. Y ochenta minutos para la reunión de la Legión.

“Por cierto, Niko, ¿cómo llegaste aquí? ¿Pard te trajo en su motocicleta?” Preguntó Haruyuki.

“Por supuesto que no, vine en autobús,” la Reina Roja se encogió de hombros. “Pard está trabajando en el café…

pero dijo que se tomaría un descanso durante la reunión.” “Entiendo…”

Blood Leopard, apodada “Bloody Kitty”, era considerada la persona número dos en ⌠Prominence⌡. En el mundo real, su nombre era Kakei Mihaya y trabajaba como camarera, e incluso empezó a hacerse cargo de elaboración de dulces en “Pâtisserie La Plage”, una cafetería de dulces de estilo europeo en Nerima. Mihaya también se encontraba de vacaciones de verano, pero la cafetería estaba abierta casi los siete días de la semana. Una vez había recogido a Haruyuki con su motocicleta, vestida con su uniforme de camarera, pero no podía ausentarse tan fácilmente en medio de la jornada laboral, incluso durante un descanso.

“¿También vas a tomar el autobús de regreso? Déjame acompañarte a la parada del autobús entonces,” ofreció Haruyuki, pero Niko hizo una mueca.

“¿Qué, no puedo ir a visitarte? Incluso conseguí permiso para pasar la noche en tu casa.”

“¡¿Eh?! ¿Por qué no lo dijiste antes…? Mi madre estará en mi casa hasta la hora del almuerzo de mañana…”

“Oh…” respondió Niko con tristeza, y luego se quedó en silencio por la frustración.

Nunca antes había conocido a la madre de Haruyuki, por lo que ni siquiera la Reina Roja tenía la determinación de pedir una visita. Y él no tenía idea de cómo explicar su relación con Niko.

Mientras reflexionaban sobre qué hacer a continuación, Utai inclinó la cabeza desconcertada y escribió.

“[UI>: ¿Por qué no pasas la noche en mi casa, Niko?]”

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“¿Eh?” Niko y Haruyuki dejaron escapar al mismo tiempo.

La niña pelirroja parpadeó un par de veces y luego entendió, llevando con cautela su cabeza hacia sus hombros, respondió:

“Pero… Maiden, probablemente tus padres estén en tu casa.”

“[UI>: No. Mi abuelo, papá, mamá y hermano están en una gira local, no estarán por mucho tiempo. Actualmente estoy viviendo con nuestra ama de llaves, pero a ella no le importará que un amigo se quede a dormir.]”

“Con que es así…”


Niko había interactuado con Utai varias veces en el mundo real y sabía que pertenecía a una familia de actores del teatro de Noh. Sin embargo, la Reina Roja seguía siendo claramente tímida y sólo se movía de un lado a otro. Utai la miró fijamente durante un largo tiempo, y luego dirigió su mirada hacia Haruyuki.

“[UI>: Arita, ya que estamos, ¿por qué no vienes con nosotras?]”

“¡¿Eh?! ¡¿Yo?!”

“[UI>: Digamos que se trata de una reunión del comité de cuidado de animales. Especialmente porque realmente necesitamos hablar de Hou.]”

Lo único que podía hacer era maravillarse por la forma en la que Utai elaboraba hábilmente las respuestas. Sin embargo, ella había escrito la pura verdad, e incluso Haruyuki dejó de pensar que iba a visitarla sólo por diversión. ‘¡No me sorprende que ella sea la compañera de la impredecible y letal Fūko!’, pensó y asintió.

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“Sí. Si ese es el caso, estoy de acuerdo… ¿Pero estás segura?”

“[UI>: Por supuesto. Además, a Niko probablemente le gustará más esa opción.]”

Tan pronto como Utai escribió el mensaje, la Reina Roja abofeteó a Haruyuki en la espalda con todas sus fuerzas.

“¡No-no, lo has entendido todo mal! Sólo es más divertido para mi cuando tenemos más compañía… ¡Y de todos modos ya está todo decidido, así que vamos!”

Niko colgó su mochila roja en su espalda y caminó rápidamente hacia la puerta. Haruyuki y Utai intercambiaron sonrisas y se apresuraron a seguirla, admirando las coletas saltarinas de su cabello rojo.

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