Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Al llegar a Lunatear, Mia fue a ver a su padre y a anunciar su regreso. Mientras tanto, Lynsha y Bel fueron con Anne y se quedaron en su casa. Como sirvienta de Mia, Anne regresaría más tarde al Palacio Whitemoon, pero primero tenía que dejar a Bel; llevar a la niña con ella al palacio provocaría demasiadas preguntas.

Mia, después de cambiarse de ropa en su propia habitación, se dirigió rápidamente a la sala de audiencias. A medida que caminaba, sus pasos comenzaron a hacerse más pesados.

Esto me recuerda… La última vez armó un gran alboroto sobre cómo tengo que llamarlo “papá”, ¿no?

La comprensión se abalanzó sobre ella con un peso visceral. Parecía que había pasado mucho tiempo… pero sin embargo era la razón por la que había partido temprano a Saint-Noel y había rechazado todas las oportunidades de volver durante las vacaciones.

Seguramente, no puede estar todavía obsesionado de eso…

No se convenció de ello, y sus ansiedades la arrastraron hasta el salón del trono, donde descubrió un emperador sorprendentemente tranquilo.

“Oh, Mia, has regresado. Bien, bien. Ruego que tengas buena salud.”

“Gracias por su preocupación, Su Majestad Imperial. Llegué no hace mucho tiempo y estoy en perfecto estado de salud.”

“Como he instruido en innumerables ocasiones, debes dirigirte a mí como ‘Padre’, si no puedes llamarme ‘Papá’.”

“Sí, Padre. Me alegra ver que también tienes buena salud.”

Estas eran las bromas habituales. Se sintió aliviada al ver que él ya no insistía en que le llamara “papá”.

“Entiendo… ¿Te estás divirtiendo en Saint-Noel?”

“Sí. Recientemente he conocido muy bien a figuras como la Srta. Rafina, el Príncipe Sion y el Príncipe Abel. Hablar con nobles de otras naciones amplía mi perspectiva, y mis días con ellos en Saint-Noel han sido muy agradables.”

El emperador, que había estado asintiendo con la cabeza al relato de Mia sobre su vida escolar, frunció el ceño de repente cuando se le ocurrió algo.

“Esto me recuerda… Ese tipo al que has estado delegando muchos asuntos importantes… ¿Cómo se llamaba? ¿Ludwig? Parece que necesitaré tener una palabra firme con él…”

“…¿Eh?”

Parpadeó confundida ante sus palabras.

“¡Cómo se atreve a interponerse en el camino del disfrute de mi querida hija! La estabas pasando muy bien en la escuela, ¿y él tuvo el descaro de llamarte? ¡Inaceptable! Dadas sus contribuciones durante el incidente de Remno hace algún tiempo, le ahorraré la horca, pero quizás ordene que sea desterrado a alguna colonia penal en los alrededores al amanecer…”

“Padre, por favor, deténgase. En todo caso, me alegro de volver a casa en Tearmoon. Además, he vuelto porque me necesitan aquí. Como la Princesa de Tearmoon, es natural que cumpla con estos deberes”, dijo en un tono que sugería que no iba a discutir más el tema.

Perder a Ludwig ahora mismo sería un desastre absoluto, así que rápidamente cortó esta inquietante corriente de pensamiento que su padre había estado teniendo.

“¿Lo dices en serio? ¿Realmente crees que no hay necesidad de castigarlo?”

“Sí, eso es exactamente lo que creo.”

Al oír la finalidad de su tono, el emperador se desplomó un poco y soltó un largo aliento.

“Entiendo. Bien, bien… Ahora que sus intenciones están claras, por fin soy libre de recompensarle sin reservas.”

“…¿Eh?”

“Ven ahora. ¿Por qué esa mirada desconcertada? Puede que no pienses mucho en ello, pero soy el emperador, ¿sabes? Soy, por supuesto, tu padre, pero al mismo tiempo, también soy el gobernante de este imperio. A menudo son dos papeles inmiscibles, y me veo obligado a elegir cuál asumir para cada interacción. No hace falta decir que habrá momentos en los que mi opinión como padre deberá ceder a mi opinión como emperador.”

Mia se tomó un momento para analizar lo que acababa de escuchar. A medida que se iba asimilando, se encontró ligeramente impresionada.

Siempre he pensado en mi padre como un emperador irremediablemente incompetente, pero cuando se trata de las cosas que importan…

Un pequeño goteo de admiración comenzó a brotar dentro de ella…

“Por lo tanto, en mi papel de Emperador de Tearmoon, le recompensaré generosamente por esta decisión.”

…Sólo para ser superada por una explosión de diversión repentina en la proclamación de su padre que culminó en un ataque de risa involuntaria.

“Oh, dulces lunas… ¿Cómo te las arreglaste para equivocarte en la parte más importante? No deberías hacerlo como emperador, sino como mi padre, que se alegra de ver a su hija de vuelta.”

“¿Hm? No veo cómo me equivoco. Cuando estás aquí en la capital, toda la gente del imperio se regocija, y cuando te vas a Belluga, toda la gente del imperio se desespera. Por lo tanto, como el que orquestó tu regreso, Ludwig merece mi aprobación enfática como emperador. La lógica me parece perfectamente acertada.”

Siguió el silencio, durante el cual el Emperador de Tearmoon se recostó contra su trono con toda la satisfacción de alguien que acababa de dejar claro un punto simple e incontrovertible. Un viejo amigo levantó la cabeza dentro de la, bueno, cabeza de Mia, y la saludó con consternación.

Ah, ahí estás, dolor de cabeza palpitante. Supongo que me has echado de menos.

Aunque ella sabía que su padre se obsesionaba con ella en exceso, la profundidad de su irrazonable capricho la tomó una vez más por sorpresa.

A veces, siento que si le pidiera muy amablemente que pensara seriamente en arreglar el imperio, todos nuestros problemas se resolverían…

Estaba a pocos centímetros de llegar a una profunda comprensión de la verdad cósmica, pero por desgracia, lo dejó pasar, pensando que era demasiado bueno para ser verdad.

Tengo que decir, sin embargo, que nunca cambia, ¿verdad?

Algo en la alegría desenfrenada del hombre al verla era demasiado serio para despreciarlo. No lo hizo menos molesto, por supuesto, pero ella no pudo evitar sentir una pizca de alegría por su bienvenida. Tal vez tres partes de placer y siete de molestia, decidió.

“Bien, entonces. ¡Para conmemorar la feliz ocasión de tu regreso, Mia, declaro que de ahora en adelante, este día será conocido como el Día de Mia! Durante los próximos diez días, todo el imperio lo celebrará, con festividades que abarcarán—”

“¿Qué tal si lo dejamos para la próxima vez, de acuerdo?”

Dos partes de placer y ocho de molestia, en realidad.

Oh, pero… Supongo que lo hice involuntariamente con su reputación con toda la situación de Bel…

Se sintió un poco culpable sabiendo que Rafina ahora tenía algunas dudas infundadas sobre su carácter. Molesto o no, ella todavía tenía una debilidad por el hombre.

“Padre, por supuesto que estoy encantada con la propuesta de que la gente de nuestro imperio celebre mi regreso, pero me imagino la idea de que los dos compartamos una agradable y tranquila cena esta noche”, dijo con una amable sonrisa.

El emperador echó un vistazo a su tierna expresión…

“Ooooh… Ooooooh…”

…Y se echó a llorar. Como cascadas paralelas, bajaron a ambos lados de su cara.

“Mia… Mi querida Mia… quiere cenar conmigo… ¡Ooooh, qué felicidad! ¡Qué fortuna! ¡Cena será entonces! ¡Haré que los chefs preparen la más extravagante de las obras maestras culinarias! Y haré que los soldados quemen los bosques para que tengamos la más fresca y tierna de las cosechas a la parrilla —”

“Por favor, detente. Estoy perfectamente bien con la sopa de tomate ambermoon para la cena, así que, ¿qué tal si la tomamos?”

El resultado final: media parte de placer, nueve y media de molestia.