Fushi no Kami (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: Guerra De Papeles

Parte 7

Podría haber usado la excusa de que no estaba acostumbrado a trabajar con la Iglesia, pero Ash había hecho lo mismo en el momento en que llegó a la capital real. También era muy consciente de la importancia del trabajo en red. ¿Por qué un nuevo caballero que acababa de llegar a la capital podría dar órdenes al Conde Sacula e incluso dar órdenes a la princesa? Bueno, eso es porque era Ash. Compararme con él fue sin duda un poco extraño, pero compararme con Amin con los nobles de la región central también fue extraño.

“Las regiones centrales actúan con demasiada lentitud. ¿Me pregunto por qué todavía tienen que decidir quién asumirá el cargo de vizconde Yanga?” Reflexione. Antes de que el desastre azotara la región de Yanga, el Conde Gentoh ya había comenzado a investigar quién podría hacerse cargo. ¿Quizás la situación había cambiado debido al ataque del demonio? Incluso entonces, dado que la situación había cambiado, eso significaría que sería mejor decidir antes sobre su sucesor.

Con la ausencia de un vizconde, los territorios vecinos no pudieron hacer nada. Probablemente podría salirse con la suya enviando emisarios, pero enviar poder militar sería visto como un intento de invadir. Incluso si ese poder militar estuviera allí para ayudar a entregar suministros de socorro. Mientras estaba ocupado con la Iglesia, el Conde Gentoh había pedido una audiencia con el rey para solicitar apoyo, pero como ya no podían usarlo como intermediario para llegar a mí, lo estaban pasando de un pilar a otro. Sin duda, el Príncipe Albert lo está haciendo. Albert había solidificado su facción dentro del palacio. Sin embargo, si bien tenía conexiones poderosas, el palacio también debería considerar su conexión con la Alianza Fronteriza…

¿Qué estaba pensando el rey? Aunque sospechaba, me di cuenta de que era incapaz de imaginar lo que pasaba por su cabeza. Se suponía que era mi padre por sangre, pero siempre mantuvo la distancia. Cuando lo pensaba, estaba mucho más cerca del Conde Gentoh, hasta el punto de conocer sus comidas favoritas. Es carne, por cierto. De preferencia frito.

Terminé de beber mi té de hierbas mientras reflexionaba. “Amin, solicita una reunión para mí con Su Majestad. Necesito hablar con él sobre el reemplazo del Vizconde Yanga”.

“Ya he solicitado uno”, respondió Amin. La felicité y ella respondió con un pequeño asentimiento, pero su expresión permaneció igual. Como era de esperar de ella, sin embargo, pude sentir una pequeña cantidad de orgullo. Ella había estado conmigo el tiempo suficiente para saber exactamente lo que quería hacer sin tener que pedírselo.

“Soy consciente de que Su Excelencia el Conde Sacula ha estado bastante irritado por todo últimamente. Parecía que estaba aterrorizado por lo que sus nietos le dirían si se demorara”, agregó Amin.

“Pude sentir eso. Primero debemos continuar la conversación antes de que Sacula asalte el palacio con sus fuerzas militares a cuestas”. Aunque tenía un poco de ganas de ver eso. Si eso sucediera, actuaría como guía en el interior. Incluso les abriría las puertas del castillo. Mientras me entretenía, entró otra criada y le susurró algo a Amin. Parecía que algo terrible había sucedido. Me di cuenta por la forma en que frunció el ceño.

“Su Alteza Alicia”. Me sentí nervioso como si estuviera a punto de recibir mi primer trabajo realmente importante. Amin miró hacia mí. “Su Majestad está en camino hacia aquí”.

Mi primer trabajo realmente importante fue aquí.

“¿Su Majestad? ¿Aquí?” Lo repetí. Amín asintió. “¿Por qué aquí de repente? ¿Por qué no en la sala de reuniones? O un banquete hubiera sido mejor…”

“No estoy al tanto de por qué”.

“Si, vale. Eso es… preocupante.” No me importaba que viniera aquí, simplemente no tenía idea de cómo abordarlo. Como venía hasta aquí, a mis habitaciones personales, asumí que quería un lugar donde pudiéramos ser padre e hija. En cualquier situación normal, ese habría sido el caso. Sin embargo, él nunca había hecho eso antes, así que no tenía idea de cómo actuar como una hija. De repente, me vinieron a la mente recuerdos de mi tiempo como Arthur. Cómo actué cálidamente con la gente en Sacula. Tal “Amin, prepara un té de hierbas. Um, mi favorito.” Como él venía a visitarme personalmente por primera vez, decidí tratarlo como tal. Sin duda iba a ser incómodo. Me reunía con él como mi padre por primera vez.

El rey se veía igual que cuando lo conocí para una audiencia en la sala de reuniones. Sin embargo, esta vez, apenas tenía seguidores, era evidente que se trataba de una reunión importante.

“Gracias por tomarse el tiempo de su ajetreado día para visitarme”. Lo saludé con bastante rigidez. Pero no pude evitarlo. Debería tratar de estar menos nervioso. El rey, quiero decir, mi padre, se sentó. Cambié mi mesa y silla, que fueron hechas especialmente por el taller Tallade en la ciudad natal de Tolly, por muebles más lujosos. Esta sala fue preparada originalmente para cuando yo regresara de Sacula y sin duda fue acondicionada en base a órdenes de mi padre. Mis muebles habituales encajan mejor con mi personalidad, pero para dar la bienvenida a mi padre, esto sería suficiente por ahora. Por otro lado, le había pedido a Amin que trajera un té de hierbas, lo que estaba permitiendo que se mostrara un poco de Sacula en mí. El Conde Gentoh probablemente diría que parecía que estaba tratando de enviar un mensaje.

Detuve a Amin que estaba a punto de servir el té y le quité la tetera. “Serviré a Su Majestad”. Cualquiera sería capaz de entender el mensaje que estaba tratando de enviar ahora. Este té fue mi respuesta a mi padre de repente queriendo reunirse conmigo. Empecé a imaginar cómo sería la reunión. Después de tomar un trago, sin duda me dirá lo que piensa. Era, después de todo, un sabor raro aquí en las regiones centrales. Comenzaré explicando de qué se trata, que se convertirá en una pequeña charla, luego la conversación iría desde allí de forma natural…

Después de que terminé de servir el té, tomé asiento. Mi padre aún no había alcanzado el té. Ahh, sí, sus sirvientes tendrán que probarlo en busca de veneno. Eso ciertamente era importante. Me pregunté si sería mejor para mí tomar un trago primero. Tomé la taza y la acerqué a mi boca. Podía oler el leve calor del té.

“Alicia, sobre el próximo Vizconde Yanga…”

Se sentía como si el calor del té se hubiera vuelto helado. Dejé la taza en su lugar, solté una risita y levanté la cabeza. Mi risa no vino de Alicia, vino de la princesa.

“Si su Majestad. Tenía planeado hablar contigo sobre eso. ¿Qué es?”

“Sí. Ya me lo imaginaba. He venido a explicar por qué todavía tenemos que elegir a su sucesor”.

“¿Es eso así?” Respondí, mi voz insinuando ligeramente mi sorpresa. Eso me confirmó más o menos que mi lugar no estaba aquí, yo pertenecía a mi verdadero hogar lejos de aquí. No importa eso, Vizconde Yanga… Eso era más importante que la Casa Sacula en este momento. no estoy herido ¿Por qué me lastimaría? Sentí una sensación de ardor en lo profundo de mis ojos. Fue un fuego que derritió cualquier sentimiento de tristeza que tuviera. Volví a mis sentidos, me froté los ojos y respiré. Tomando la frialdad de la atmósfera, la usé para suprimir el fuego dentro de mí. Me giré para enfrentar al rey de una manera tranquila.

“Cada detalle sobre el vizconde Yanga es importante. Tengo curiosidad por saber por qué aún no se ha decidido por un sucesor”.

“Los nobles están inquietos”. No entendí lo que estaba diciendo. El rey probablemente se refería a los nobles centrales. Probablemente no estaban contentos de que estuviera arrastrando los pies. ¿No había siempre nobles que no estaban contentos con algo?

“Escuché que el Príncipe Albert estaba formando su propia facción…”, respondí.

“Eso es lo que parece… sin embargo, sería más exacto decir que ya formó su propia facción”, dijo el rey. Le pregunté qué quería decir con eso y me dijo que la facción había crecido demasiado y estaba causando tensión internamente. “No me importó que se involucrara con las personas que originalmente estaban detrás del Marques Datara, sin embargo, ha habido conflictos sobre quién seguirá sus pasos. Parece ser problemático.

“Siento que si vas a liderar una facción, deberías poder mantener cierto control sobre ella…” Eso fue todo lo que pude decir. Estaba avergonzado por mi hermano. Nos trató como enemigos, formó su propia facción y luego todo se volvió demasiado para él.

“Hacer que crezca inesperadamente es el resultado del poder”. El rey me miró mientras explicaba sus razones para proteger al príncipe, esperando que yo estuviera de acuerdo. Pero me quedé en silencio.

“¿Puedo preguntar qué tiene eso que ver con que el sucesor del vizconde Yanga aún no se haya decidido?”

“Perdóname por ser vago, pero el problema no es con la Casa Yanga en sí, sino contigo, Alicia”.

“¿Yo? Quiero decir, sé que di mi opinión como intermediario la última vez…” Sin embargo, eso no significaba que fuera solo mi idea. Se refería a lo que la Alianza Fronteriza, y mi propia facción, tenían que ganar, pero parecía que los nobles centrales eran sensibles a que yo me abriera paso en la conversación.

“Dije que estaba siendo vago. Hay rumores de que eres tú el siguiente en la línea de sucesión al trono.”

Miré fijamente. “¿Qué?”

Hoy en día, si me hubieras dicho que los aviones vuelan, me habría parecido más fácil de creer. Sin embargo, eso habría sido una buena noticia. Esta fue una mala noticia.

“¿Soy el siguiente en la fila? ¿Quién pensaría eso? Gracias a mi tiempo en el ‘balneario’, no tengo un entrenamiento especial, y solo he podido asistir a las reuniones oficiales. Seguramente, es imposible que yo sea el heredero.”

“Normalmente, ese sería el caso, pero con la muerte de todos mis hijos mayores, los únicos vástagos que me quedan son tú y Albert”.

¿Por qué diablos la gente pensaba que yo sería el siguiente en la fila? No importa cómo lo pensara, la idea de convertirme en reina me llenaba de pavor.

“También hay quienes desean que ese sea el caso. Incluso personas dentro de la propia facción de Albert. Es decir, aquellos que no están contentos con su liderazgo”.

“Esto me está dando dolor de cabeza… Entonces, ¿quieres decir que esas personas no desean el éxito de Albert y, en cambio, quieren que yo tome su lugar?”

“Para poner las cosas claras, los seguidores de Albert no están muy contentos con él y, como resultado, su nombre ha aparecido más de una vez. Parece que están aprovechando la oportunidad. Y para empeorar las cosas, fuiste y trabajaste con la Iglesia para enviar suministros de socorro”.

“¿Para empeorar las cosas?” “¿Fuiste y trabajaste con la Iglesia?” Sus palabras me confundieron aún más.

“Para esas personas, mientras Albert está sentado sin hacer nada para abordar la situación en el territorio de Yanga, ven a Alicia trabajando junto con la Iglesia para enviar suministros, cumpliendo con su deber como miembro de la familia real. Han comenzado a unirse para hacerte, alguien conocido por su competencia, el heredero en lugar de Albert”, continuó el rey.

“Sin decirme ni una palabra. Si realmente quieren que yo sea un gobernante, no están haciendo un gran trabajo al demostrarlo”. Probablemente era más una forma de asustar a Albert para que gobernara mejor su facción. Yo era solo una moneda de cambio por la que pretendían estar preocupados. Si realmente los aceptara, algo con lo que nunca soñaría, sin duda se callarían y me abandonarían. Además, si ese tipo de historia estuviera circulando sobre mí, entonces la gente rápidamente haría acusaciones cada vez que algo tenga mi nombre adjunto. Tristemente, pude entender por qué.

“Su Majestad, sé que ya he dicho esto una vez antes, pero no tengo absolutamente ningún interés en ser su heredero. Si estoy causando problemas a la familia real, no me importa si me despoja de mi estatus real”.

“Esa simplemente no es una opción”.

“No es imposible. Su Majestad debe haber visto los informes sobre el Vizconde Yanga y su influencia en Sacula y las regiones remotas. Hay muchas maneras. Podrías enviarme a una casa diferente como adoptado, o enviarme para ser prometido.” No podía imaginar estar comprometida con nadie más que Ash, pero eso era algo que tenía que aprender como hija de la realeza.

“Eso simplemente no funcionará. Habría muchas consecuencias si la princesa fuera expulsada de esa manera. Estas cosas no se deciden tan fácilmente”.

“No se trata de poder o no poder… De todos modos, decida rápidamente un sucesor para la región de Yanga”.

“No podemos. Alicia, ¿no lo entiendes?” ¿No entiendo? Sí, no entiendo.

Para nada.

“Su Majestad, ¿planea abandonarlos mientras sufren?”

“Sé que esto causará mucho dolor a Gentoh y a los demás. Sin embargo, si perdono el caos que está causando en la capital, traerá peligro a la familia real. En ese caso, simplemente no podemos prestar apoyo. Como rey, a veces tengo que renunciar a algunas cosas”. No entiendo. Ni siquiera quiero entender. Que cobarde Una familia de cobardes. El problema era que los nobles centrales y la familia real estaban demasiado entrelazados. Para proteger eso, simplemente expulsaría a las personas que viven en las regiones remotas. ¿Cómo podrían estar de acuerdo con tirar la vida de las personas?

“En ese caso, supongo que te estás preparando para abandonar también la Alianza Fronteriza. Estaré de pie junto a los señores de la región fronteriza en su ira”.

“Por favor, cálmate, Alicia. Si haces algo más, solo crearás más problemas”.

¿De verdad me está pidiendo que me calme? Planeo derribar todo el poder de la Alianza Fronteriza y la Iglesia. El brillo en mis ojos probablemente le dijo todo lo que necesitaba saber. El rey dejó escapar un suspiro y se puso de pie.

“Alicia, date cuenta de que este es el comienzo de mucha confusión”. Metió la cuña con fría ira.

“¿Qué he hecho?”

“Aquí en la región central hacemos las cosas de cierta manera. Tenerte aquí siempre estaba condenado al fracaso. Le advertí a Albert que no se involucrara con la Iglesia también”. ¿Qué clase de excusa es esa? ¿Quién fue el que no pudo protegerme del Marques Datara? ¿Quién fue el que me devolvió la llamada? ¿Quién estaba haciendo todo lo posible para amasar una gran facción? ¿Cómo había hecho algo malo? Solo vine aquí para ayudar a Ash… ¿Lo hice mal? Probablemente había una mejor manera. Si hubiera sabido que terminaría así, habría abordado mejor las cosas. Yo era el que estaba equivocado.

“Te voy a poner bajo arresto domiciliario. No podrás salir del palacio sin permiso.” Qué frío. Sus palabras eran tan gélidas como un viento del norte. Me hicieron estremecerme e incapaz de hablar correctamente. Se sentía como si hubiera regresado al tiempo antes de conocer a Ash.

“Es por tu propio bien, Alicia. También hay rumores de que la gente planea deshacerse de ti para que no interfieras con Albert. No quiero perder más de mis hijos”.

¿Tus niños? ¿Tengo que pasar por esto porque soy tu hijo? Tuve que contenerme para no llorar en ese mismo momento. El hombre que se hacía llamar mi padre salió de la habitación. La habitación se sentía helada.

Las sirvientas y los sirvientes, preocupados por mí, empezaron a hablar. tengo que responder. Pero, ¿qué digo? ¿Cuál es la forma correcta de responder? Ni siquiera lo sé. Esto no está bien. ¿Qué tengo que hacer? Tengo que hacer algo, pero no puedo. Una vez que deja de moverse en el frío, es difícil comenzar a moverse nuevamente. Pero saber eso no ayudó en nada. Miré la taza sobre la mesa. La taza estaba llena del mismo té de hierbas que me llenó de calor en ese día frío, pero el contenido de esta taza se había enfriado.

“Ash…” Te extraño. Murmuré hacia esa luz distante en una región lejana.

Perspectiva de Gentoh

La reunión de la Alianza Fronteriza en la capital se sintió más como un grupo de personas mayores charlando mientras tomaban un té. Si bien hubo algunos temas en los que estábamos en desacuerdo, eran asuntos que debían tratar los territorios. No había muchas razones para que aquellos estacionados lejos en la capital no fueran amistosos entre sí. Por supuesto, si algo estaba mal, sería fundamental discutirlo, pero era mejor que aquellos que no se vieron afectados mantuvieran las cosas civilizadas. Por eso era importante reunir burócratas tranquilos con poco interés personal. Si no lo fuéramos, probablemente terminaríamos discutiendo con los nobles centrales hasta el final de los tiempos. En cuanto a mí, mis vasallos me preguntaron si estaría bien que estuviera estacionado permanentemente en la capital real. Supongo que ese fue el caso de muchas otras casas también.

Sin embargo, hoy había una atmósfera sedienta de sangre entre los miembros generalmente sensatos. Nuestros enemigos realmente lo han hecho ahora, enojando a los miembros normalmente bondadosos de la Alianza Fronteriza hasta este punto. La doncella de Su Alteza la Princesa Alicia, Amin Remenge, se sentó en el lugar de Su Alteza y dio un informe sentado donde Su Alteza siempre se sentaba. Como se esperaba de una trabajadora de palacio, su apariencia era limpia y ordenada, y su expresión no vacilaba mientras hablaba, era más fuerte de lo que parecía. Le iría excepcionalmente bien en Sacula.

“El siguiente es un mensaje de Su Majestad el Rey. Su Alteza debe permanecer confinada en sus aposentos personales bajo la protección de la guardia real y tiene prohibido salir a menos que esté escoltada por mí u otros asistentes. Su Alteza la Princesa Alicia envía sus disculpas por no poder asistir hoy”, informó Amin.

“Comprendido. Su Alteza no necesita disculparse. Ella no es la culpable”, respondí, y todos los asistentes asintieron con la cabeza. No importaba si por lo general estaban en desacuerdo, estábamos todos juntos en esto. Me incliné hacia adelante para presentar una pregunta. “Entonces, con Su Alteza la Princesa bajo arresto domiciliario, ¿cuándo reuniremos a las tropas?”

El plan era atacar el palacio y recuperar a Su Alteza la Princesa Alicia. Actúa ahora, preguntas después. Los asistentes no parecían demasiado sorprendidos por esto. ¿Qué esperabais todos? Su Alteza Alicia era el único miembro de la realeza a la que respetábamos, e hizo todo lo que pudo para satisfacer nuestros deseos, por lo que deberíamos estar agradecidos. Simplemente no podíamos fingir ignorancia sobre lo que estaba sucediendo. Soy el jefe de la Casa Sacula. Me enorgullece el hecho de que nunca he dejado ni el más pequeño de los favores sin pagar. Afirmando que temían que los nobles centrales intentaran dañar a Su Alteza, los miembros de la realeza la habían confinado en una pequeña habitación, protegida solo por algunos débiles guardias. No podemos garantizar que esté a salvo allí; bajo mi protección, ella sería capaz de moverse libremente y no sufriría ningún daño. Los atacaremos de frente y la recuperaremos.

“El Barón Nepton y Sir Argos estarán encantados de unirse a usted, Su Excelencia Conde Gentoh. Sin embargo, le pedimos que primero espere”, intervino el oficial Raino, impidiéndome lanzarme directamente a un ataque. Tenía una sonrisa sedienta de sangre en su rostro, por lo que aparentemente estaba de acuerdo con la idea de atacar. “Sin duda será fácil. Los soldados centrales son débiles y serán barridos como una rama suelta en la furia de un mar tormentoso. Pero no puedo evitar pensar en las consecuencias: puede terminar siendo un desperdicio”.

“¿Un desperdicio? Personalmente, encuentro que Su Alteza Alicia está atrapada en el palacio ya es un desperdicio”. Al ver lo bien que lo había hecho en la preparación de los suministros de socorro, estaba planeando dejarle la gestión de la Alianza Fronteriza. Quería que ella lo dirigiera para que yo no tuviera que perder el tiempo dándole vueltas a cosas molestas.

“Estoy de acuerdo con usted. Sin embargo, si tuviéramos que atacar el palacio, ¿no sería más difícil sacarles dinero más tarde? Si les creamos problemas ahora, ni siquiera podríamos asegurar una compensación…”

“Hmm, eso es cierto…”

Mucha gente asintió de acuerdo con el razonamiento del oficial Raino. Yo también entendí su punto. Barón Nepton era muy versado en finanzas. Sabía que esto terminaría con la corona negándonos cualquier compensación por los daños causados por la caída del territorio Yanga. Era tentador contenerse: necesitábamos esos fondos.

“Entonces, ¿qué sugieres? ¿Planeas permanecer en silencio?” Yo pregunté.

“Por supuesto que no. Los señores de la Alianza Fronteriza nunca abandonarían a Su Alteza la Princesa Alicia. Creo que esa es la opinión de todos aquí”, dijo la oficial Raino mientras miraba alrededor de la habitación. Nadie miró hacia otro lado, todos encontraron su mirada. Los que no estaban de acuerdo se habían saltado la reunión. O, al menos, ninguno de esos cobardes está aquí hoy. “Primero protestemos la decisión con todas nuestras fuerzas. Parece que la familia real y los nobles centrales planean usar la elección del próximo vizconde como un medio para tratar de ganar poder”, dijo la oficial Raino mientras miraba al oficial del vizconde Sukuna. Como miembro de la casa más experta en información, el oficial frunció el ceño y asintió.

“Es menos una rivalidad entre facciones y más que el Príncipe Albert no puede controlar las luchas internas dentro de su propia facción. Parece que la elección de Yanga se ha convertido en una oportunidad para tomar el poder: los señores quieren convertir a sus propios candidatos en el nuevo vizconde”. El oficial continuó: “Pero mientras se peleaban, otros se agruparon. Todo se ha convertido en un caos”.

“Mientras discuten sobre eso, se olvidan de que somos nosotros los que tenemos que lidiar con las consecuencias”, respondí.

“No, simplemente no les importa. Todo es un juego para ellos. Si esto tuviera un efecto directo en las regiones centrales, ¿no crees que la familia real se apresuraría a tomar el control de la situación?” Como siempre, el vizconde Sukuna fue sencillo pero tranquilo. Nunca tuvo miedo de decir las cosas sin rodeos. Perdona las arrugas entre mis cejas. A esta edad, soy el tipo de persona que hace una mueca incluso cuando come algo que no me gusta.

Incluso en medio de la lucha, pensé que era un buen amigo del rey. Me dolía saber que el rey no tenía reparos en hacer daño a alguien importante para mí. Todavía recordaba con cariño los tiempos en que íbamos a beber y lo escuchaba desahogarse. Fui porque quería, pero probablemente pensó que estaba bien beber conmigo ya que no tenía participación en las regiones centrales. Sentí que como ahora estaba involucrada con las regiones centrales, todo era diferente. Los tiempos han cambiado.

“Como dijo el vizconde Sukuna, esta es una situación bastante complicada para las regiones centrales”, declaró el oficial Raino. “Sin embargo, para la Alianza Fronteriza, en realidad es bastante simple. Todo lo que tienen que hacer es decidir. Así que deberíamos presionarlos para que se apresuren y tomen una decisión”. Sin duda, los demás asistentes pensaron que eso sería suficiente. Pero no estuve de acuerdo.

“Vamos a protestar todos los días, todos juntos, todo el tiempo, bajo el pretexto de que no podemos seguir adelante con otros deberes hasta que esto se decida. ¿Cómo suena eso?” El oficial Raino continuó. Lady Amin, que sabía más sobre cómo funcionaban las cosas aquí, asintió con la cabeza al oficial Raino, que tenía una gran sonrisa en su rostro.

“Probablemente sería una buena idea pensar en algunas razones y luego enviarlas a diferentes departamentos dentro del palacio. Puedo proporcionar varios métodos para hacerlo”, continuó Amin.

Probablemente sería una buena idea comprar la mayor parte del periódico aquí en la capital real. Aunque temporal, es probable que el precio del papel se dispare.

Una vez que decidimos nuestros próximos pasos, la reunión se levantó. Si bien los nobles centrales estaban subestimando en gran medida a la Alianza Fronteriza, si enviáramos una gran cantidad de quejas, eso debería ser suficiente para forzar una reunión para decidir el próximo vizconde de Yanga. O eso pensaban los miembros (razonablemente) más sabios de la Alianza Fronteriza. A diferencia de nuestros miembros más combativos que pensaron que sería mejor que nos preparáramos para atacar el palacio en cualquier momento. Yo era uno de estos últimos. Incluso llegué a comprobar que el peto de la doncella principal no estuviera oxidado.

Probablemente debería prologar que todos en la mansión de la capital estaban entrenados para la batalla. Aunque los estacionados allí probablemente no eran tan hábiles como los nobles de la región central. Para abrumarlos con números, teníamos que asegurarnos de que incluso las criadas y los cocineros pudieran luchar. Este tipo de mentalidad había demostrado ser útil en el pasado, por lo que podría volver a serlo. Justo cuando estaba a punto de pedirles que prepararan el equipo de la doncella principal, Amin habló.

“Su Excelencia, disculpe por preguntar tan pronto después de la reunión, pero ¿podría tener un poco de su tiempo?”

“¿Hmm? Claro”, respondí. Lady Amin fue una de las primeras asistentes que me envió Lady Alicia. A diferencia de los de las regiones centrales, ella era rápida y minuciosa. Dudo que me haya detenido simplemente para una charla ociosa.

“¿Ha habido noticias de Su Alteza Alicia?” Yo pregunté. Pensé que eso era de lo que ella quería hablar, pero extrañamente, Amin pareció vacilar con su respuesta.

“No. He decidido discutir esto contigo por mi propia voluntad. Puede que vaya en contra de los deseos de Su Alteza Alicia, pero pensé que tenía que decirle esto…”

Esto es aún más extraño. Puede haber habido ocasiones en las que Lady Amin había estado un paso por delante de su ama, pero nunca había ido en contra de su voluntad. Tenía la expresión de una madre que trata desesperadamente de proteger a su descendencia.

“Puedo decir que este es un asunto bastante importante. ¿Debo pedirles a los otros asistentes que se vayan?”

Lady Amin tenía una mirada preocupada en su rostro mientras sus ojos se movían por la habitación. Parecía que quería que les pidiera a los demás que se fueran, pero no fue lo suficientemente valiente como para salir y decirlo.

“Me disculpo sinceramente…”, dijo Amin.

“No es necesario, nadie se molestaría por la solicitud de una mujer tan hermosa. Si estás tan preocupado por eso, el palacio me envió un poco de té. ¿Te importaría unirte a mí?” Yo pregunté.

“Está bien, prepararé algunos dulces”. Los demás sin duda estarían felices por esto también. Las regiones fronterizas no eran de las que olvidan fácilmente un favor. Tampoco olvidan fácilmente la traición.

“Entonces, ¿cuál parece ser el problema?” Yo pregunté.

“Parece que Su Alteza Alicia estaba terriblemente herida por lo que sucedió últimamente…”, comenzó Amin.

“Ella fue puesta bajo arresto domiciliario por su propio padre. Es de esperar. Eso es todo lo que un viejo guerrero como yo realmente puede decir…” Conocía a Su Alteza Alicia desde hacía poco tiempo, pero era una persona diligente, amable y amistosa. Solo podía imaginar cuánto dolor tenía ella.

“Incluso en tiempos difíciles, le resulta difícil no preocuparse por quienes la sirven. Un rasgo maravilloso para tener como miembro de la realeza”. El príncipe y el rey podrían aprender un par de cosas de ella.

“Entonces, ¿me estás preguntando cómo levantarle el ánimo?” No me importó que me lo pidieran. Quería invitar a Alicia aquí por unos días, podría comer sus comidas favoritas y usar la cocina como quisiera. Sin embargo, ni siquiera pude reunirme con ella, y mucho menos hacer que se quedara aquí. ¿Qué diablos le estaban haciendo los miembros de la realeza a esta adorable joven?

“Me preguntaba si sería posible enviar una carta…”

“¿Una carta? Por supuesto, eso es lo que podemos permitir”.

“Su Alteza Alicia expresó un deseo después de su charla con Su Majestad. Pensé que sería bueno hacerle saber…”

Lady Amin estaba luchando con sus palabras. Por lo general, hablaba con bastante claridad, incluso si no tenía nada bueno que decir, por lo que su vacilación y secreto eran realmente extraños.

“Creo que Su Alteza Alicia no esperaba que yo escuchara, pero no podía soportar verla así…”

“Hm, puedo ver por qué dudaste”. Es por eso que ella estaba luchando por decir de qué se trata esto. Amin estaba tratando de revelar lo que su ama estaba tratando desesperadamente de ocultar. Se podría decir que se estaba excediendo como asistente. Sin embargo, también eran amigos. Como era de esperar de Arthur. Al igual que Sir George admiraba a Itsuki, parecía que mi hijo menor también era admirado por un buen amigo.

“Por qué, en las regiones remotas, no es inusual que un maestro se haga amigo de sus asistentes. Aunque pocas veces se oye hablar de ello por aquí. Creo que está bien que hables de eso. También podría terminar ayudando a mi hijo menor”.

“Gracias”, dijo Amin en voz baja. “Alicia mencionó que quería ver a Ash”.

Ese es un simple deseo. Podría pensar en cualquier razón antigua para llamar a mis caballeros. Aunque no tendrán que aguantar esto por mucho más tiempo, no pensé que sería bueno permitir que Arthur continuara así.