Fushi no Kami (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: Guerra De Papeles

Parte 5

 

 

“Gracias por tu preocupación,” se burló el Conde Gentoh. Obviamente era una excusa. El Príncipe Albert debería haber retrocedido después de eso, pero, habiéndose sentido menospreciado, continuó alimentando la llama.

“Sin embargo, ahora que lo pienso, ¿no será una gran carga para la Casa Sacula?” El Príncipe Albert respondió en un intento de fingir preocupación. Ah, ahora lo ha hecho. El Conde Gentoh parece estar listo para golpearlo.

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“Estás en lo correcto. De hecho, será difícil lograrlo solo, Su Alteza.” Intervine rápidamente. El Conde Gentoh probablemente no lo habría golpeado, pero salté por si acaso. “Es por eso que el Sacerdote Principal Birkan se ha ofrecido a prestarle su ayuda a Sacula de acuerdo con las enseñanzas de los tres dioses. Estoy conmovido por la misericordia de la Iglesia y, con el debido respeto, planeo donar yo mismo al presupuesto de esta empresa”. Miré al Conde Gentoh mientras decía eso. Necesitaba que supiera que por eso lo traje aquí.

“Los señores de la Alianza Fronteriza ya se han comprometido a ayudarnos. Le pido a Su Majestad que reconozca debidamente a los nobles que están tratando de salvar la vida de su gente”, dije, reconociendo a los aliados que habíamos ganado en esta difícil situación. Como protectores de todo el reino, la familia real no podría permanecer como simples espectadores. Ayudar a los que están en peligro es fundamentalmente algo bueno, y el rey debería actuar como protector de todo el reino. Con mi contribución al presupuesto, la operación debería seguir adelante sin contratiempos. La familia real probablemente solo quería información sobre la Alianza Fronteriza en constante crecimiento, pero no se la daré. Necesitaba hacer mi mejor esfuerzo por Ash.

Llegó el otoño, indicando que había pasado un mes desde la batalla en el Fuerte Fenix. Afortunadamente, todo iba según lo planeado con respecto a los refugiados en la región de Sacula. Ese parecía ser también el caso de las otras regiones dentro de la Alianza Fronteriza; las listas de verificación que confirmaban los suministros de socorro disponibles continuaban llegando día tras día. Con esto, ya no tuvimos que preocuparnos por la comida. La Oficina de Promoción de la Reforma Territorial se había convertido temporalmente en la Oficina de Respuesta a Desastres y, para mi alivio, todo había ido bien. Fue una buena noticia. Sin embargo, donde hay buenas noticias, también hay malas noticias. Las malas noticias llegaron en forma de un informe de Maika, quien dirigía el grupo de exploración hacia el territorio de Yanga.

“La situación es peor de lo que pensábamos”, me dijo Maika. Era la noche de su regreso y nos sentamos en nuestra cama. Ni siquiera había elaborado el informe todavía. Mi generalmente angelical Maika, cuya brillante sonrisa por sí sola fue suficiente para tranquilizarme, agarró mi mano y la frotó. Ella no parecía complacida. Ver a alguien con tanta experiencia en batallas como ella sintiéndose tan miserable… Significaba que la situación en el territorio de Yanga debía ser mala. Maika dejó escapar un suspiro y me dijo que no había sobrevivientes en ninguna parte entre la parte central de la región y la frontera suroeste.

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“Parecía que los sobrevivientes se dirigieron al sur de la región de Sacula o se dirigieron a las áreas dañadas del este y el norte del territorio de Yanga”. Maika, con una expresión pesada, continuó explicando que los cuerpos de los difuntos se habían dejado pudrir en masa en los pueblos y ciudades.

“Los refugiados que vinieron a nosotros tuvieron suerte. Quiero decir, tuviste la idea de que algo así sucedería e hiciste todo lo posible para darles la bienvenida”.

“¿Supongo que los que huyeron al norte y al este no tuvieron tanta suerte entonces?” Pregunté, acariciando su cabeza. Maika asintió en silencio.

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“Fueron tratados como bandidos. Me imagino que eso significaría que ha habido otros ‘bandidos’ similares en el pasado”.

Con una expresión triste, Maika murmuró que las áreas este y norte habían sufrido más que el área atacada por hombres lobo. Luego envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me abrazó. Mientras enterraba su rostro en mi pecho, cambié directamente a consolarla. Le devolví el abrazo con todas mis fuerzas.

“Gracias Maika. Gracias a ti, siento que puedo trabajar aún más duro para dar la bienvenida a los refugiados”.

“Mhm”. Maika asintió en respuesta, su suave aliento me hacía cosquillas en el pecho. Le di a Maika un beso en la mejilla y comencé a procesar la información que había recibido de ella.

Había pasado un mes desde la batalla, y el número de refugiados dentro de la región de Sacula había aumentado a seis mil. Tres mil de ellos estaban en la ciudad de Itsutsu, y los otros tres mil estaban en otras partes del territorio. Cien refugiados adicionales se distribuyeron en varios pueblos y ciudades de los territorios vecinos. Quería enviar más a nuestros vecinos, y había habido ofertas de muchos señores, pero habría sido difícil enviarlos a grandes distancias. Si bien los refugiados recibirían un mejor trato allí, estaban demasiado agotados. La logística simplemente no funcionó. También había regiones que estaban recibiendo refugiados del territorio de Yanga directamente, y por lo que la Alianza Fronteriza pudo confirmar, ese número superaba los diez mil. Si el informe de Maika era algo por lo que pasar, aún habría más por venir.

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No quedaba nadie en el punto de crisis, pero parecía que incluso más refugiados habían comenzado a surgir de las áreas del norte y el este. Parecía que eran personas que no habían podido encontrar asilo, habían renunciado a su propio territorio y ahora buscaban otro lugar para vivir. Después de ser expulsados de sus hogares por bandidos, sin duda terminarían aquí.

“Supongo que si la mitad de los refugiados vienen a Sacula, ¿habrá otros diez mil?”

“Creo que habrá mucho más”. Maika corrigió mi estimación aproximada mientras continuaba enterrando su rostro en mi pecho. “Los refugiados están siendo expulsados de otros territorios, por lo que también vendrán aquí”.

“¿Es eso así?”


A menudo lo olvidaba ya que los tratábamos como solicitantes de asilo, pero en este mundo, primero fueron considerados bandidos. En este mundo, no había planes establecidos sobre qué hacer con los refugiados.

“Sí, me estaban hablando de eso. Cuando los expulsaron, les dijeron que Sacula los tomaría en su lugar. Como sabían que yo era de Sacula, querían saber si realmente podían venir aquí”.

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“Aquellos que los echaron sin duda se sintieron muy mal al ver a estas personas arriesgando sus vidas”. Como pensaba, la sociedad en su conjunto tenía mucho más espacio para mejorar. Dado que todos estamos aquí como humanos, debemos hacer todo lo posible para vivir de manera positiva y libre. Como mínimo, deberíamos poder extender una mano a alguien que claramente está luchando.

“Ash, eres increíble”.

“¿Hmm? Siempre estoy feliz de escuchar tus elogios, pero ¿por qué de repente?” Pregunté mientras continuaba acariciando su cabeza. Finalmente me miró, con una sonrisa tan brillante como el sol.

“Pude mirarlos a la cara y decirles que todo estará bien. Pude decirles que si venían a Sacula, estaría bien. Pude decirles que teníamos todo preparado y que estábamos listos para recibirlos”. Ella sonrió y continuó contándome lo aliviados que estaban los refugiados cuando les dijo que podía ayudar.

“Si no estuvieras aquí, Ash, no hubiera podido decirles eso. Quiero decir, ¿recibir tantos refugiados como eso? Por lo general, eso sería imposible. Nadie lo ha hecho hasta ahora, y nadie ha dicho nunca que lo haría tampoco”.

“¿Es eso así? Siento que, antes de la batalla, dije que lo haría y todos estuvieron de acuerdo de inmediato. Todos ustedes me ayudaron a ponerme a trabajar en un plan, ¿recuerdan?”


“Porque fuiste tú quien lo dijo. Porque tú lo dijiste, todos pensaron que era posible. Todos pensamos que les mostraríamos a todos que podemos hacerlo. Queríamos hacer todo lo que pudiéramos”.

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Recordé cómo se veían todos cuando propuse por primera vez qué hacer en nuestra reunión previa a la batalla. Hablando de eso, todos tenían una expresión rígida cuando la batalla terminó. Pensé que era natural considerando lo difícil que sería aceptar y manejar a tantos refugiados, sin embargo, me preguntaba si en realidad provenía de que se dieron cuenta de que tenían que seguir sus corazones y hacer lo correcto.

“A todos les roban las sonrisas, pero tú, Ash, eres quien las devuelve”.

“No soy solo yo. Lady Renge y Lady Suiren, Lord Itsuki y Su Excelencia el Conde Gentoh, el Oficial Raino y el Vizconde Sukuna, muchas personas me prestaron su fuerza y, como resultado, pudimos lograr lo que nos propusimos”. Por supuesto, Maika y la Princesa Alicia también. Maika se sonrojó cuando sonreí y le acaricié la mejilla.

“Ash, siempre eres así. Cuando las personas piensan que algo es imposible o que no pueden hacer nada, siempre estás allí con una expresión tranquila. Emites esta luz misteriosa y, de repente, todo se siente posible”. Maika comenzó a contar con los dedos la cantidad de cosas a las que había llevado esa luz misteriosa.

“Hiciste que nuestro estudio fuera divertido, ayudaste a que nuestra aldea tuviera éxito, inventaste medicamentos para curar enfermedades, reintrodujiste la apicultura, inventaste nuevos métodos para la agricultura, descubriste el vuelo, averiguaste cómo recuperar una aldea que una vez había desaparecido y encontraste a nuestra buena amiga, la Princesa.” Acarició su rostro contra mi pecho mientras recordaba juguetonamente nuestros recuerdos juntos.

“Ash, me encanta lo brillante que brillas. Sigamos iluminando el camino con tu luz maravillosa.”

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“Por supuesto. Cualquier cosa para ayudarte, Maika.” Después de eso, escuché la suave respiración de Maika mientras dormía. Hacía tiempo que no la veía tan agotada. “Gracias”, susurré mientras continuaba acariciando su cabeza.

Fushi no kami Volumen 7 Capítulo 1 Parte 5 Novela Ligera

 

 

Perspectiva de Suiren

Fui anormalmente cobarde.

Fui tan cobarde que dudé en pedir ayuda a alguien. Aun así, sentí que me había vuelto algo más fuerte. El hecho de que pudiera pararme frente a una carga de refugiados mientras golpeaba una sartén y gritaba órdenes fue una buena evidencia.

Naturalmente, como alguien que nació cobarde, por lo general estaba exhausto después del trabajo. Cuando me di cuenta de que tendría que hacer todo esto de nuevo mañana, perdí un poco de mi cordura. Sin embargo, no tuve las agallas para abandonar mi trabajo. Tampoco tuve las agallas para traicionar todo lo que habíamos aprendido del incidente del pueblo de Ajole. Nunca podría mostrar ese lado lastimoso de mí mismo a Renge y Glen. Ahí es donde radica mi fuerza. Pensar que no quería albergar ningún sentimiento de vergüenza hacia los que me habían ayudado y los más importantes para mí no era la forma de pensar más progresista. La razón por la que pudimos llegar tan lejos en este camino incierto fue gracias a la luz detrás de nosotros que iluminó el camino por delante. Ese fue el caso hoy también.

“Ha habido un informe de Maika, la líder del grupo de exploración”.

Escuché que Lady Maika había regresado de su aventura en el territorio Yanga. Renge y yo llegamos a la conclusión de que la razón por la que Ash nos había convocado se debía a los resultados de ese informe.

“Hemos podido discernir cuántos refugiados más podemos esperar que salgan del territorio de Yanga, así que los llamé a ambos aquí hoy. Entiendo que ambos están ocupados, sin embargo, esto afectará su trabajo actual”, comenzó Ash.

Como era de esperar, nos había llamado aquí para darnos una actualización sobre el número de refugiados. Ese es Ash, está bien, siempre es rápido con su trabajo.

“Según el informe, estimamos que el número total de refugiados, esto incluye a los que ya hemos recibido, alcanzará los veinte mil”.

Si esto continúa, la Oficina de Respuesta a Desastres colapsará sobre sí misma. Claro, la luz de Ash le permite volar por el cielo, pero como una persona normal que está confinada en el suelo, nunca podría alcanzarlo, ni en esta vida, ni en ninguna vida.

¿Veinte mil? ¿Veinte mil? Me las había arreglado para mantener un buen seguimiento de los suministros de alimentos que necesitábamos en mi cabeza, pero esto lo arruinó todo de una sola vez. Ah, eso es todo. Este es definitivamente el sonido que escuchas cuando todo está a punto de colapsar. Miré a Renge que estaba de pie a mi lado; ella sin duda escuchó lo mismo que yo. Su rostro estaba despojado de color.

“¿Veinte mil…?” Renge preguntó, tratando de confirmar que no escuchó incorrectamente, casi como si estuviera suplicando que ese fuera el caso. Sin embargo, Ash no respondió.

“Quiero decir, eso es absolutamente…”

Imposible. Sin embargo, no me atreví a decir esa parte. Incluso si fuera imposible, todavía tenía que hacer todo lo que estuviera a mi alcance. Había decidido que haría algo. Es por eso que nunca podría decir que es “imposible”. Sin embargo, nunca anticipamos estos números, lo que significa que los planes de distribución de alimentos en los que Renge y yo habíamos trabajado tan duro estaban comenzando a desmoronarse. Todo lo que había construido en mi cabeza ahora estaba en ruinas. Aah, esto realmente apesta. ¿Cómo llamarías a esto? ¿Agotamiento? ¿Impotencia? ¿O simplemente vieja desesperación?

Justo antes de que comenzara la reunión, todos estábamos trabajando duro, incluso si había problemas y no teníamos todo lo que necesitábamos. Era natural que estuviéramos exhaustos. No había habido un día en el que no me doliera el estómago. Incluso entonces, nos las arreglamos para llegar tan lejos sin darnos por vencidos… Mi cabeza se sentía pesada. No podía mirar a Ash a los ojos. Me pregunté si estaba siendo agobiado por la desesperación. Si ese fuera el caso… Si solo por un segundo, ese fuera el caso, realmente no fue gran cosa. El fuego que ardía dentro de mí era más fuerte, más grande y más feroz. Odio esto. A pesar de que lo intentamos tan duro. Realmente pensé que podría devolverles su ayuda. Realmente sentí que me había vuelto más fuerte. Odio que nuestros planes se desmoronen y no haya nada que podamos hacer al respecto. Lo odio. Lo odio tanto. Todavía estoy demasiado débil. No tengo ninguna fuerza. Lo odio tanto que podría llorar.

Pero aún no había terminado. Si pudiera superar esta desesperación, todavía podría hacer algo. Tuve que hacer algo. no pude parar Tuve que continuar. Tuve esta fuerza todo el tiempo, había estado conmigo desde que el pueblo de Ajole cayó ante los treants.

En primer lugar, tuvimos que empezar desde cero. Ah, esto podría ser perfecto. Todos mis planes convertidos en polvo no podrían haber sucedido en un mejor momento. Casi dejo escapar una risa.


“Al igual que los del pueblo de Ajole, necesitamos ayudar a los refugiados a recuperarse por sí mismos. Necesitarán un lugar para quedarse, un lugar para conseguir comida… en otras palabras, necesitamos tierra”.

Al escuchar las palabras de Ash, volví a la época justo antes de que cayera el pueblo de Ajole. Con el apoyo de Itsutsu, el instituto de investigación nos enseñó técnicas agrícolas y nos ayudó a revitalizar nuestras granjas. Nuestro plan era ayudar a los refugiados a hacer lo mismo. Probablemente podríamos hacer eso. Probablemente tengamos los medios para hacerlo. Pude despejar las nubes oscuras en mi cabeza. Sorprendentemente, puede que no haya necesidad de construir algo de nuevo. Los cimientos ya estaban puestos.

“Tenemos bastante tierra aquí en las regiones remotas. Para aquellos que deseen emigrar, hay una amplia selección de parcelas que me gustaría que cultivaran. Había estado deseando revitalizarlos de todos modos, pero carecía de los medios para hacerlo”.

Detrás de esas nubes oscuras había un sol brillante y cálido. No, no era un sol en absoluto. Era un sueño que brillaba igual de brillante. Como una planta, me elevé hacia él, bañándome en su calor.

“Puedes ayudar con esto, ¿verdad, Lady Suiren?” Ash preguntó.

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