Fushi no Kami (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: Guerra De Papeles

Parte 4

“Esto es solo una estimación aproximada, pero no lo creo. Tal vez sea mejor hablar con los otros miembros de su unidad y preguntarles si podrían compartir algunos de los suyos con el niño”.

No había necesidad de fingir que habría sobras, así que fui honesto con él. El distrito de refugiados ha crecido considerablemente en la actualidad. Planeamos eso y habíamos hecho mucho más, pero todavía había un límite en cuanto a lo que podíamos hacer.

“Bueno, ¡entonces supongo que todo lo que tengo que hacer es esperar!”

Aunque, para ser honesto, las cosas no van a mejorar. Suspiré. Ese hombre sabía que no sería capaz de obtener segundos, pero aun así decidió hacer una demostración de ello. Habíamos estado diciendo desde el principio que sería mejor que la gente compartiera la comida que tiene con los miembros de su unidad. Si lo pidieron amablemente, seguramente otros fuera de sus grupos también estarían dispuestos a ayudar.

Por supuesto, no todos lo harían, pero aquellos que estaban acostumbrados a cómo era aquí y sabían que podrían estar en la misma situación mañana estarían dispuestos a ayudar. Ve a hablar con ellos antes de que terminen. Si pierdes el tiempo peleando por eso aquí, nadie tendrá nada que compartir contigo. Y no cause problemas con nuestra distribución de alimentos; si lo haces, ninguno de los otros refugiados se compadecerá de ti. Incluso ahora, el hombre que se quejaba no se había dado cuenta de que las personas a su alrededor ya estaban comenzando a lanzar miradas peligrosas en su dirección. Eso es de esperar. A pesar de que tenían hambre y estaban haciendo fila, tuvieron que esperar más tiempo por su comida por su culpa. Sin mencionar que, si se salía con la suya, podría haber una posibilidad de que perdieran una porción.

Detrás del hombre, la causa de la discusión, aunque sentía pena por él, estaba Jack, luciendo muy incómodo. Si esto continuaba, el hombre— Ailos, ¿era? —su posición dentro del distrito de refugiados se volvería bastante incómoda, así que probablemente debería usar mi autoridad para callarlo. Haré que los guardias lo inmovilicen. No me gustaba recurrir a esto ya que no quería ganarme el desdén de los refugiados, pero Ailos estaba a punto de convertirse en el enemigo público número uno aquí. No hay nada más que pueda hacer…

Cuando le hice señas al soldado que había estado vigilando de cerca la situación, escuché fuertes pasos detrás de mí. Sabía quién era.

“Suiren, tenía un momento libre, así que vine a ayudar”.

Mi rostro se iluminó en respuesta a su profunda voz. Por otro lado, Ailos, luciendo como si acabara de pararse en la cola del dios dragón, miró por encima de mi cabeza. Era la razón principal por la que no le tenía miedo a Ailos y su imponente constitución: mi amante era más grande, más fuerte y muy amable. Ni siquiera tuve que mirar para confirmar eso, aunque fue amable, probablemente estaba mirando a Ailos. El hombre corpulento se congeló, y aquellos que lo habían estado mirando justo antes de repente se dieron la vuelta y actuaron como si no tuvieran nada que ver con lo que estaba pasando.

“Gracias, Glen”, dije sin darme la vuelta, apoyándome en mi gran, fuerte y amable compañero, permitiéndome un momento de debilidad. ¡Aah, ser apoyado por el cuerpo firme de Glen de esta manera es tan relajante!

A menudo había hablado de eso con Madre Yae. Estaba diciendo que podía sentir lo fuerte que era sir George al apoyarse contra él. La jefa Reina no nos dijo mucho, pero estaba asintiendo en ese momento, por lo que probablemente había experimentado lo mismo. Ah, esto no es bueno, primero tengo que resolver este argumento. Aunque parecía que estaba más o menos resuelto.

“¿Y bien, Ailos? ¿Necesitabas unos segundos?”

“Ah, uh, no, en realidad…” tartamudeó Ailos. Dio un paso atrás como si quisiera salir corriendo, pero se detuvo cuando miró a Jack.

“¡Ah, sí, eso es todo! ¡Como padre, no puedo simplemente dejar que pase hambre…!”

“¿Qué es eso, necesita algo para comer?” preguntó Glen.

Ailos estaba inclinado hacia adelante, pero se enderezó y respondió: “Sí”.

“Ya veo… En ese caso, ya que pareces estar en buena forma, te daré algo de comida si me ayudas con mi trabajo”.

“¿En serio?”

“Será un trabajo manual bastante difícil. La comida por aquí es importante”.

“¡Estoy bien con el trabajo manual! ¡Mi cuerpo está hecho para eso!”.

Ah, qué amable de tu parte, Glen. Supongo que no sería un gran problema de esa manera. Glen estaba ofreciendo trabajo como individuo y estaba dando comida a cambio como agradecimiento. Esto no era parte de nuestro sistema de distribución de alimentos ni de nuestro trabajo con los territorios fronterizos. Al escuchar eso, me imagino que otras personas pedirían trabajo esperando la misma recompensa, pero cuando Glen dijo trabajo manual duro, lo decía en serio… Me imagino que Ailos probablemente tampoco pediría hacerlo de nuevo. Él podría tener la tarea de buscar agua de un pozo o ayudar con los suministros de alimentos. Supongo que el trabajo es el más difícil…

“Bueno, Suiren, volveré después de que le dé trabajo a este hombre”.

“Bien hasta luego.”

Saludé a Glen, luego me volví para enfrentar la fila. Todavía había mucha gente. Me pregunto cuántas discusiones estallarían. Pensar en eso hizo que me doliera el estómago. Pero, bueno, ya estoy acostumbrado a eso. Esto no fue nada para el yo entrenado por Ash en el pueblo de Ajole.

¡Repartiré toda la comida hoy!

Perspectiva de Alicia

Un informe de seguimiento había llegado de Sacula. En el momento del primer informe, parecía que también estaban un poco perdidos. Desde entonces, recibimos actualización tras actualización, ¡algunas incluso llegaron antes de que termináramos de leer la última! El Conde Gentoh me había pedido que lo mantuviera informado sobre el asunto, diciendo que era algo que él mismo luchaba por hacer. Solía ayudar a Ash con tareas similares, ¡así que sé exactamente qué hacer!

Una vez que tuvimos (algo) sentido de la situación actual en Sacula, el Conde Gentoh celebró una reunión de la Alianza Fronteriza en la mansión de la capital para compartir la información con sus miembros.

“Oye, ¿es esto cierto?” espetó un oficial diplomático de Nepton, sonando como si no supiera qué hacer con todo esto. Se disculpó brevemente por hablar fuera de lugar y luego reformuló un poco su pregunta. “¿Cuánto de esto es verdad?” Trató de decirlo de otra manera, pero salió exactamente igual.

El Conde Gentoh había planteado tres puntos principales con respecto al estado actual de Sacula. Primero, una horda de doscientos hombres lobo cargaron desde el territorio de Yanga hacia Sacula, pero fueron repelidos con éxito. En segundo lugar, el territorio de Yanga había sufrido graves daños y dos mil refugiados habían llegado a Sacula, y ese número seguía aumentando. Otros territorios vecinos enfrentaron una crisis similar. En tercer lugar, Sacula estaba acogiendo a tantos refugiados como podía, y ese enfoque había inspirado a otros señores a prestar su ayuda. Los señores de la Alianza Fronteriza, liderados por el oficial de Nepton, probablemente estaban pensando algo así: el primer punto era difícil de creer, el segundo simplemente no podía ser cierto y el tercero era absolutamente increíble.

Las regiones fronterizas conocían demasiado bien la fuerza de una horda de demonios. Había pocos que no perderían toda esperanza al escuchar noticias de cien hombres lobo cargando. Aunque ese puede no ser el caso para aquellos en Sacula. Sin mencionar que habían luchado contra dichos hombres lobo y habían salido increíblemente, en su mayoría, ilesos.

Dos mil refugiados equivalían a la población de todo un barrio de la ciudad. Si fueran solo cien o doscientas personas, albergarlas podría ser factible, pero manejar números diez veces mayores era difícil de comprender. Podría causar problemas. Sin mencionar que, si el número de refugiados ya había alcanzado ese nivel, ¿cuánto más podría aumentar? El informe era difícil de creer.

Proponer planes probablemente fue problemático. Acoger a personas con solo la ropa que llevaban puesta significaba que tendrían que proporcionar comida, ropa y alojamiento a varios miles de personas. Una decisión inimaginable.

Todos los miembros de la Alianza Fronteriza tenían sus ojos puestos en el Conde Gentoh, probablemente dudando de la credibilidad del informe, especialmente con respecto al tercer punto: imagino que esperaban que esa parte, al menos, no fuera cierta. El Conde Gentoh se cruzó de brazos y asintió.

“No se trata de cuánto es cierto… Quiero decir, parece que ya han comenzado”.

“¡Su excelencia! ¡Seguramente puedes ver cuán imprudente es esto!” El oficial de Nepton se puso de pie y golpeó la mesa.

“¡Deberías detener esta admisión de refugiados! Si tomas uno, eso te lleva a diez más, que luego te llevará a cien más, ¡hasta que te sientas abrumado! Ha sucedido antes. ¡Aquellos que se quedan atrás terminan atacando asentamientos porque sienten que han sido menospreciados!”

“Eso es cierto”, respondió el Conde Gentoh. La expresión de su rostro mostró claramente que entendía las consecuencias mucho más que este joven oficial. Luego miró hacia el techo.

“Sacula siempre ha sido débil,” continuó Gentoh. Era el líder de una región conocida por ser la más fuerte del reino, y habló como si se dirigiera a la cima del Árbol del Mundo. “Ha sucedido innumerables veces en el pasado. Al no poder cultivar aldeas, ciudades atacadas por demonios, territorios que se encuentran con desastres, todo resulta en refugiados. Nuestra debilidad siempre conduce a refugiados y bandidos”. Habló en un tono sombrío. Era una historia donde las personas rara vez se salvaban, siempre terminando en la muerte.

“Lo recuerdo demasiado bien”, recordó el Conde Gentoh. “Ordené a personas tan débiles que apenas podían sostener una hoz que fabricaran lanzas con ramas de madera y ahuyentaran a los bandidos. Nunca me había sentido tan avergonzado en mi vida”. Los miembros mayores entre los asistentes miraron hacia abajo, recordando recuerdos similares.

El oficial de Nepton, al no haber experimentado nada remotamente similar, continuó discutiendo. “Entiendo que el desastre del territorio Yanga es sin duda algo que causará dolor a las personas cercanas a las regiones fronterizas. Sin embargo, independientemente de eso, ¡eso no significa que tengamos la capacidad para lidiar con eso!”

“¿Es eso lo que piensas?” respondió el Conde Gentoh. Por supuesto, Gentoh entendió de dónde venía. Pero… “Parece que nuestros jóvenes compañeros en Sacula no están de acuerdo”. Parecía complacido, ondeando el informe del territorio que había dejado a cargo de su hijo como una bandera. “Nos hemos vuelto más fuertes. Nos hemos vuelto tan fuertes que cuando decimos que haremos algo, podemos hacerlo. Por eso hemos decidido acoger a los refugiados. Nadie en Sacula escuchará y obedecerá lo que diga algún anciano que decidió retirarse a la capital real. Todo lo que puedo hacer es apoyarlos en sus esfuerzos”.

La oficial de Nepton se mordió el labio, aparentemente todavía tenía algo que decir. Pero el Conde Gentoh asestó el golpe final. “Mi región ha decidido que lo harán. ¿Crees que nos retractaríamos de algo tan fácilmente? ¡Son las personas que hicieron de Sacula lo que es ahora! Sentí una repentina pero refrescante ráfaga de viento a mi alrededor. Ah, recuerdo este sentimiento. El viento en Sacula. Ese vendaval fuerte pero suave estaba preparando una tormenta incluso aquí. “Ha… ¡Aha ha!” No pude contener la risa, lo que provocó que todos se giraran para mirarme. “Heh heh, lo siento. Simplemente no pude evitar pensar que esto es muy Sacula…” Era increíblemente Sacula. Las emociones profundas y la absoluta terquedad, estos pequeños recordatorios nostálgicos del lugar al que esperaba volver algún día trajeron una cálida sonrisa a mi rostro. Es por eso que necesito hacer todo lo posible para protegerlo. Sin dejar de sonreír, miré a mi alrededor a las caras sorprendidas de todos los señores.

“Yo, la princesa Alicia, valoro la decisión de Sacula y prometo hacer todo lo posible para apoyarlos”.

Hubo un murmullo en la habitación. Si bien la respuesta parecía positiva, también parecían vacilantes. Es un comienzo. Incluso si se mantienen al margen ahora, una vez que vean que podemos producir resultados, sin duda se sentirán convencidos de unirse a nuestra causa. Lo sabía porque eran como yo solía ser. También solía quejarme a menudo, diciendo que las cosas eran imposibles y que no se podía hacer nada. Sin embargo, cuando las personas están envueltas en la oscuridad, se sienten atraídas por la luz. Seguramente les iluminaremos el camino.

“En cuanto al apoyo, estoy considerando usar la autoridad de la iglesia para asegurar los suministros. Esperaba que Sacula aceptara refugiados”. Sonreí y miré al Conde Gentoh, quien se encogió de hombros con una mirada que decía: “tú sabes más que yo”.

“Ya me he reunido con el padre Birkan. Sospecho que tomará medidas una vez que le haya dado este informe”, continué. Eso provocó algunos murmullos en la sala: ya estaban ponderando la magnitud de la autoridad de la iglesia. “No hay precedentes para albergar a tantos refugiados, así que entiendo su preocupación”. Ha habido muchas cosas sin precedentes últimamente. Descubrimos el vuelo, las regiones fronterizas impidieron que las regiones centrales monopolizaran cierta tecnología, y una chica ganó el Torneo Real de Lucha con Espadas, lo que llevó a la formación de la Alianza Fronteriza. Cada día era diferente, pero todos lo afrontábamos juntos.

“De ahora en adelante, convirtámonos en ese precedente. La iglesia se sumará al poder de la Alianza Fronteriza, de la cual Sacula es el corazón mismo. Con esto, podremos ayudar a las personas de maneras pequeñas que antes no eran posibles”. Quiero decir, esto es un asunto menor. No es como si estuviéramos formando un nuevo país en medio de una crisis demoníaca como lo hizo una vez el primer rey Sodra. Al igual que aquellos que una vez construyeron y protegieron los cimientos de este país, simplemente estábamos tratando de proteger lo que teníamos y continuar. Estábamos en un punto de inflexión en la historia.

“Trabajemos juntos”, continué. “Esto realmente no es gran cosa. Si las personas están heridas, te acercas y las ayudas, como lo harías con un familiar o un amigo. Estamos haciendo lo mismo que un reino, excepto en una escala mayor. Es hora de que las regiones fronterizas se expandan”.

Por supuesto, no esperaba que los señores se dejaran influir inmediatamente por mis palabras. Las palabras son viento. Tendría que iluminar el camino como lo haría Ash. “Tengo un plan. Sin duda los de Sacula ya están pensando lo mismo, pero no creo que tengamos que apoyar a los refugiados por mucho tiempo”. Porque vamos a ayudar a reconstruir la región de Yanga. Ya habíamos estado planeando la caída del Vizconde Yanga, y nuestra búsqueda estaba en marcha para su reemplazo. Las cosas estaban peor ahora de lo que habíamos planeado en ese momento, pero aún estábamos preparados para liderar una elección para un nuevo vizconde, manipulando el proceso para nuestro beneficio.

“No tenemos que dejar que todos los pueblos y aldeas perezcan solo porque son atacados por demonios. Podemos elegir un área que esté levemente dañada y reconstruirla constantemente. A medida que avanza la construcción, podemos comenzar a enviar refugiados de regreso. Tendremos que continuar proporcionándoles bienes, pero una vez que los refugiados puedan recuperar una apariencia de sus vidas, debería volverse cada vez menos una carga”. Podía entender querer apartar la mirada del peligro que se nos presentaba. Fue suficiente para llevarte a la desesperación. Sin embargo, eso no significaba que no tuviéramos esperanza. Se nos presentó un camino peligroso, pero si solo damos un paso a la vez, finalmente llegaremos al final.

“Por supuesto, será una carga para la Alianza Fronteriza. Pero les pido que piensen diez, veinte años adelante. La población del territorio de Yanga se ha reducido y varias ciudades y pueblos han quedado en ruinas. Probablemente tomaría diez años reconstruirlos, pero si resistimos las dificultades ahora, cosecharemos las recompensas dentro de muchas décadas”. Para cosechar esas recompensas, todo dependía de cómo actuáramos ahora. Si podemos tolerar el dolor y dar un paso adelante, entonces podremos seguir trabajando hacia nuestro objetivo final.

“La parte más difícil durará un año, como máximo dos años… Después de eso, podremos reducir gradualmente el apoyo. El futuro de una Alianza Fronteriza más grande nos está esperando”. Pude ver el camino que necesitábamos caminar. No iba a ser fácil. La luz era tenue y el camino estrecho y lleno de obstáculos. Sin embargo… “No es imposible. Esto puede sonar como una fantasía, pero se puede hacer realidad. Y por esa razón, es primordial que trabajemos juntos”.

Me pregunto si mis palabras los alcanzarán e iluminarán la oscuridad. Me pregunto si estoy iluminando el camino, como lo haría Ash. Miré alrededor de la sala a los asistentes. Todos eran mayores que yo y ricos en experiencia. Sin duda alguna vez tuvieron las mismas esperanzas que sintieron que tenían que abandonar.

“Su Alteza la Princesa Alicia”. Alguien había respondido, pero luego fue seguido por una risa.

“Por qué, si me hubieras avisado de antemano qué harías tal actuación, te habría echado una mano”. Era el oficial de Nepton. Momentos antes, también estaba declarando en voz alta su propia postura, pero no pudo evitar mostrar una sonrisa amarga.

“Un discurso maravilloso. Diste una descripción general del plan y luego mostraste lo que tenemos que ganar. Sin mencionar, entregado con una pasión tan ardiente a la que nosotros en la Alianza Fronteriza somos muy aficionados. Estas regiones centrales no me han desalentado tanto como para no poder entusiasmarme con el discurso correcto”, dijo el oficial de Nepton.

La suya era una región donde la brisa marina soplaba ferozmente. Deben estar acostumbrados a caminar directamente hacia una tormenta.

“Está bien. Como dijo una vez el dios mono, “la cooperación es el mejor bastón, y si vas a recorrer un camino largo, necesitarás uno robusto”, continuó el oficial de Nepton. “La Casa de Nepton se convertirá en el bastón de Su Alteza y de la Alianza Fronteriza, y lo apoyaremos en este camino durante muchos años más”. Pronunció un discurso igualmente elegante al mío.

Me aseguré de incluir las palabras “Alianza Fronteriza” para presionar a los demás. Estaba más o menos insinuando que si alguien retrocediera ahora, pondría a toda la alianza en desventaja. Era fácil decir que había encendido algo de pasión en la habitación, reavivando el fuego en sus corazones. Era hora de recorrer el camino que nadie más en el reino había recorrido jamás: el camino para salvar a los refugiados de Yanga.

Al mismo tiempo, sentí el peso de la responsabilidad. ¿Quién sabía cuánto daño causaría esto a otras personas? Se me hizo un nudo en el estómago y sentí ganas de salir corriendo. Aah, Ash siempre se las arreglaba para seguir sonriendo, incluso cuando tenía que llevar un tipo de responsabilidad similar. No puedo huir. Cuanto más aprendo sobre ti, y cuanto más trato de seguirte, más me enamoro de ti. Sonreí cuando sentí que la llama dentro de mí ardía de nuevo.

Ahora que había puesto en acción la Alianza Fronteriza, el siguiente paso eran las regiones centrales. Aunque estaba sucediendo muy lejos, todavía había una gran horda de demonios. Incluso los señores de la región central que habían disfrutado de cien años de paz tenían que reconocer lo peligrosos que eran los demonios, y aunque no tenían prisa por actuar, sí querían estar al tanto de la situación.

Sin embargo, no había información del epicentro, la región de Yanga. Los señores de la región central habían tratado de exprimirlo del Conde Gentoh, pero el problema era que él los despreciaba absolutamente. Cuando fue convocado a un banquete real en el pasado, afirmó que estaba ocupado y que de todos modos no podía soportar a los nobles de la región central. Una vez, intentaron que sus esposas y consortes interrogaran a la esposa de Gentoh en una fiesta de té, ¡pero resultó que estaba soltero!

Si los señores centrales iban tan lejos para obtener información de Gentoh, entonces probablemente fueron ellos quienes persuadieron al rey para celebrar esta reunión. Había convocado una reunión del consejo real. El Conde de Sacula sólo lo aceptó en su deber de noble.

“Entonces, ¿por qué está Alicia aquí?” preguntó el príncipe heredero que estaba sentado a la derecha del rey.

“Su Excelencia el Conde Sacula me invitó a estar aquí debido a mi familiaridad con los eventos en curso en las regiones remotas. Planeo solo dar mi opinión donde sea necesario. Su Majestad también me dio permiso para estar aquí, Su Alteza el Príncipe Albert”. Mi hermano siguió siendo condescendiente incluso en las reuniones oficiales, así que respondí siendo demasiado formal con él. Honestamente, fue agotador.

Me pregunto si le molestaba que la princesa que hasta ahora no tenía lugar en la política, o mejor dicho, no podía tener ese lugar, ahora se ganó la autoridad suficiente para poder asistir a una reunión del consejo real. Después de todo, yo era el segundo en la línea de sucesión después de Albert, por lo que probablemente le molestó hasta cierto punto. Incluso entonces, se le había dado un asiento a la derecha del rey, lo que significaba claramente su posición como heredero y, sin embargo, todavía desconfiaba de que finalmente recibiera una invitación, incluso solo como informante. Si fuera Ash, me habría recibido con una sonrisa, deseoso de saber más. Supongo que Ash es de un calibre diferente. Aunque, ¿realmente podría decir eso? Ash parecía disfrutar casi cualquier cosa, así que no creo que “calibre” sea la palabra correcta aquí.

Mientras mis pensamientos volvían a Sacula una vez más, el Conde Gentoh se puso de pie lentamente y dio su informe.

“En primer lugar, me gustaría descartar la idea de que el ejército de Sacula ha invadido el territorio de Yanga. Mi informe de hoy se refiere específicamente a lo que está sucediendo en el territorio de Sacula. Hemos recibido información sobre la situación en el territorio de Yanga de parte de los refugiados y nuestros enviados que se reunieron con el vizconde de Yanga antes del ataque del hombre lobo. Ya tengo—”

Albert interrumpió antes de que el Conde Gentoh pudiera terminar. “¿Qué estaba haciendo ese grupo de enviados?”

“Ya le he informado de esto a Su Majestad,” respondió el Conde Gentoh, mirándolo molesto. Claramente estaba pensando: “¿No estuviste en esa reunión?”

“En los últimos años, ha habido una afluencia de residentes de la región de Yanga que huyen a Sacula. Debido a las repetidas amenazas, simplemente enviamos a los enviados como advertencia y para pedirles que se mantuvieran en línea. ¿Es aceptable esa explicación?” Era evidente por el tono de voz del Conde Gentoh que no estaba contento.

Era fácil entender por qué. Desde que se programó esta reunión, se había estado quejando de que todo lo que decía iba a ser criticado. Con su territorio actualmente en peligro, estaba más irritado que de costumbre. El príncipe Albert pareció algo molesto por su respuesta, pero el rey intervino rápidamente.

“Eso se ha reconocido. Me enteré de las fechorías del Vizconde Yanga en la última reunión”, dijo el rey antes de pedirle al Conde Gentoh que continuara.

El conde dejó escapar un suspiro y recogió el informe. “En primer lugar, se ha visto una horda de hombres lobo tras los refugiados que huían del territorio de Yanga. Si bien no tenemos un número específico, parece estar entre doscientos y trescientos. Probablemente en el extremo inferior de esa escala”.

Hubo voces tanto de incredulidad como de duda; todavía parecían dudar del informe. El Conde Gentoh frunció el ceño, pero no parecía demasiado molesto por su respuesta, parecía haberlo esperado.

“Es difícil determinar el número exacto, así que no me molestaría en pedir detalles si fuera usted”, agregó.

“¿Eres al menos capaz de calcular el número de hombres lobo asesinados?” preguntó uno de los asistentes. Estaban dando a entender que las regiones remotas no podían hacer un trabajo tan simple, pero ese pensamiento era ridículo. Si fuera un número que pudiéramos contar, entonces no estaríamos aquí preocupándonos de que las regiones remotas sean atacadas. Los señores de la región central aún no podían aceptar la realidad de lo que estaba sucediendo.

“Hay más de lo que podemos contar, ya ves”, respondió el Conde Gentoh.

Su respuesta probablemente no tuvo mucho sentido para los dudosos señores. Era difícil imaginar que los demonios, o los humanos, en realidad, estuvieran en tal número que no pudieras determinar cuántos había. A mí también me tomó un poco de tiempo entenderlo. Pero, bueno… venía de Ash, después de todo.

“Logramos interceptar a la horda usando nuestra nueva arma estacionada en nuestro fuerte terminado. Afortunadamente, nuestras fuerzas solo sufrieron bajas leves, aunque podría haber habido lesiones más graves o muertes antes o después de la batalla”.

Hubo algunos asistentes riéndose disimuladamente en respuesta. Me di cuenta de lo que estaban pensando: si íbamos a mentir, ¿por qué al menos no intentaríamos hacerlo sonar creíble con algunos números exagerados? El resultado de la batalla sin duda sonaba demasiado conveniente.

No podía dejar que siguieran pensando en esto como un simple juego de niños, así que era hora de que tirara mi sombrero al cuadrilátero. Levanté suavemente la mano. El rey asintió, dándome permiso para hablar.

“Tengo algo que agregar al informe de Su Excelencia el Conde Gentoh. He recibido información del Sacerdote Principal Birkan. Como todos saben, con la excepción de los nacidos y criados fuera de la capital, la Iglesia envía sacerdotes a los territorios”. Esta vez, mi fuente no era de Sacula. Si los asistentes hubieran escuchado esta información del Príncipe Albert y los señores de la región central, definitivamente habría parecido como si Sacula estuviera mintiendo. Las expresiones de los señores cambiaron al darse cuenta de que esta información provenía de mí, un conocido partidario de Sacula.

“Según la información de la Iglesia, había entre doscientos y trescientos demonios en la región de Yanga, y había cincuenta dragones. También concluyeron que los dragones volaron hacia las montañas mientras que alrededor de la mitad de los hombres lobo inundaron Sacula”, continué.

Algunos todavía dudaban de mí, pero les dije que lo abordaran con la Iglesia. Deberían ir a confirmarlo ustedes mismos. Por lo menos, eso es lo que estaba haciendo el padre Birkan. Si bien era amigo de Sacula, o mejor dicho, de Ash, no estaba incitando a una organización tan grande a actuar solo por eso. Usó su autoridad dentro de la Iglesia para obtener evidencia y confirmarla por sí mismo. Cuando el padre Birkan dijo que verificaría los hechos, estaba insinuando que hacerlo sería útil para Sacula, y ese fue exactamente el caso. Me aseguraré de contarle a Ash lo que el Padre Birkan ha hecho por nosotros. Después de todo, Birkan me había estado molestando para que lo hiciera. Sabía que Ash se aseguraría de recompensarlo generosamente como agradecimiento.

Parecía que finalmente comenzaban a darse cuenta de que la cantidad de demonios que el Conde Gentoh había informado era correcta.

“Conde Sacula, usted dijo justo antes que su casa no sufrió muchos daños”.

“Si eso es correcto. Reunir un ejército fue una carga para nuestros recursos, sin embargo, no perdimos a ningún hombre en la batalla. Nuestra fuerza militar permanece sin cambios,” respondió el Conde Gentoh. No necesitábamos perder tiempo tratando de convencer a los escépticos restantes. En cambio, dado que estamos estimando las ramificaciones del ataque del demonio, la familia real debe pensar en una compensación.

“El problema no es de Sacula sino de la región de Yanga. Por lo que hemos escuchado de los refugiados, parece que todas las aldeas y algunas ciudades han sido casi destruidas”, explicó el Conde Gentoh.

“¿Has podido confirmar ese hecho?”

“Deberíamos enviar un grupo de exploración a la región, pero desafortunadamente, con todos ocupados con los refugiados, nos faltan manos. Ah, Su Majestad, ¿podríamos enviar un grupo de exploración desde Sacula a la región de Yanga?” preguntó el Conde Gentoh.

“Dado que aún no hemos recibido ningún informe oficial de la Casa Yanga, enviar un grupo de exploración es todo lo que podemos hacer. No veo nada malo en ello”, respondió el rey.

“Así es. Simplemente irán allí para confirmar la situación de primera mano”, confirmó el Conde Gentoh. “Sacula planea seguir recibiendo refugiados y ofreciéndoles protección”.

“¿Protección?”

“Sí, protección. En Sacula hemos decidido brindarles alimento, ropa y albergue”.

Probablemente era mejor ignorar a aquellos que parecían pensar que era una idiotez. Era mejor tomar nota de aquellos cuyas caras cambiaron de color al escuchar su declaración. Como, por ejemplo, lo adivinaste, el Príncipe Albert.

“Espera, Conde Sacula. Los ciudadanos del territorio de Yanga no son sus ciudadanos”.

Esa fue la respuesta de alguien que no quería que la Casa Sacula ganara más poder del que ya tenía.

“Soy muy consciente. Por eso dije que los protegeríamos, lo que significa que los acogeremos temporalmente hasta que la situación en el territorio de Yanga se estabilice. Los refugiados tienen el estómago vacío y ningún lugar a donde ir. Mucha gente en mi región no soportaría dejarlos así”.

“Entonces, ¿no es que planeas robarle a Yanga a sus civiles antes de desmantelar lentamente la región para usurpar al vizconde?”

El Conde Gentoh miró al Príncipe Albert como si fuera un idiota. Incluso si estuviera planeando algo así, no es como si simplemente lo admitiría. Pero incluso entonces, ¿qué intentaría hacer el Príncipe Albert al respecto, si fuera el caso?

“Hablando por Sacula, todos queremos que se resuelva la situación en la región de Yanga. Si tiene dudas sobre nuestras intenciones, podemos dejar de ayudar a los refugiados, pero serán sus palabras las que los condenen. ¿Te parecería bien? respondió el Conde Gentoh. Si Albert quería quejarse, entonces tendría que estar preparado para que el bandolerismo y la violencia resultantes se asocien para siempre con su nombre. Sin mencionar que si eso sucediera, la familia real perdería toda su reputación.

“No estoy diciendo eso. Casa Sacula es una familia muy honesta. Solo me estaba asegurando de que no hubiera malas intenciones”.