Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 5

Capitulo 8: No Me Tientes Por Favor

Ha pasado un mes desde que comenzaron a salir. Aun ni siquiera se habían besado y no sabía de qué manera debería tocar a Mahiru, no habían avanzado nada más alla de tomarse de las manos. La vez anterior se habían abrazado aun cuando estaba medio desnudo, pero los abrazos no se hicieron costumbre ni nada por el estilo, si se lo decía a Itsuki sin duda alguna se burlaría, por supuesto, pensaba que su decisión no estaba equivocada, pero entendía que sería extraño que lo señalara preguntándole que estaba haciendo como hombre.

Si tuviera que decir que quería profundizar su relación entonces quería hacerlo, pero tenía miedo de avanzar, si fuese rechazado o la asustara haciéndola llorar, no tenía la sensación de que pudiese arreglarlo, incluso él estaba consciente de que apestaba.

Volteó a ver de reojo a Mahiru sentada a su lado.

Habían pasado varios días desde que le dijo que podía tocarla, y al día siguiente no parecía poder tranquilizarse, pero al saber que Amane no le haría nada regresó a tener la actitud de siempre, siendo así se hizo sentir a si mismo incomodo, después de todo no podía hacer nada con el nerviosismo

—… ¿Ocurre algo?

Parecía que Mahiru se había dado cuenta de su mirada y le pareció extraño, aunque no parecía percatarse de los problemas de Amane.

— No, este, como decirlo… me preguntaba de qué manera debería tocarte…

A pesar de que quería tocarla no podía hacerlo descuidadamente, al decirlo de manera descuidada parece que Mahiru recordó lo que paso aquel día y abrió grande los ojos, su mirada comenzó a vagar por el lugar. Parece que estaba completamente consciente de eso, y al verla reaccionar así Amane terminó riendo.

— Este, Mahiru ¿Cómo te gustaría a ti?

—… ¿Me lo preguntas a mí?

— Bueno, si, ¿serás a la que tocaré verdad? No quiero hacer nada que no quieras, me gustaría ser lo más gentil posible.

Quería evitar con todas sus fuerzas lanzarle sus sentimientos a Mahiru y terminar dándole malos recuerdos, además, si sus padres se enterarán en definitiva lo culparían. Justo porque era la primera relación que tenía, quería ser lo más considerado que pudiera, para Amane si la hacía llorar o hacia que lo odiara le generaría un enorme peso en su corazón, por lo que quería cumplir con los deseos de Mahiru. Se le quedó viendo con eso en mente, y ella después de moverse un poco se apoyó en el hombro de Amane.

— La verdad, no me importa, puedes hacer lo que quieras, pero nada de tomarme por la barriga.

—… No tienes nada que donde pueda agarrarte.

— Ciertamente cuido mi físico, pero tenga o no carne en la barriga, a las chicas no les gusta que su novio las agarren de allí…

— No, no tengo la intención de hacer nada que no te guste… este… ¿en serio está bien?

— Te digo que está bien.

Mahiru estaba diciéndole que podía hacer lo que quisiera, pero después de todo aunque sea su novio le daba un poco de miedo que como hombre terminara tocándola todo lo que quisiera, podía sentir su hombro temblando al estarse apoyando.

Tenía la intención de aceptarlo, era algo feliz, pero después de todo pensaba que tenía que ser cuidadoso al no tocarla de manera forzada. Aunque quería tocarla demasiado, como resultado de pensarlo por alrededor de 10 segundos, Amane alejó la mano con la que se sostenía Mahiru, y comenzó a envolver su cuerpo gentilmente, abrazándola.

Amane pudo notar como Mahiru se había encogido con sus hombros temblorosos dentro de sus brazos, puso su mano gentilmente sobre su ella comenzando a darle ligeras palmaditas en la espalda. No pensaba hacerle nada que le diera miedo, con ese sentimiento en mente y gestos al tocarla Mahiru comenzó a relajarse entregándole el peso de su cuerpo.

—… No necesitas preocuparte, no te haré nada.

— No… No tengo miedo ni nada como eso… este… es como si fuera… más vergonzoso… o tuviera expectativas…

— ¿Expectativas?

—… Este… un beso… o algo así…

Mahiru susurró aquello mientras acercaba su mejilla al pecho de Amane, ahora era el momento de que el cuerpo de Amane comenzara a temblar.

— A… Amane-kun, te gusto mucho, me tratas con aprecio como si fuese un tesoro… lo entiendo pero… me gustaría… sentir… lo mucho que me quieres…

Mahiru estaba diciendo cosas realmente lindas. Normalmente ya estaba mostrando su lindura con todo su esplendor, pero gracias a esa Mahiru quien se mostraba a su novio un nivel especial de encanto, la cabeza de Amane junto con su razón estaban tambaleándose, Cuando se dio cuenta estaba por abrazarla con fuerza por lo que no podía mas que morderse los labios para contenerse.

— No tengo la intención de apresurar las cosas, tampoco quería pedirlas… pero…

Mahiru lo decía con una expresión entre vergüenza y pena con los ojos humedecidos, Mahiru no pudo soportarlo.

—…. No me odies…

Parece que le llegó el pequeño susurro de Mahiru, estaba temblando insegura, lo veía con los ojos llorosos como si le fuera un problema que la mal entendieran.

— Si me dices algo como eso no podré detenerme y no dejaré que te vayas. Mientras decía eso abrazó el cuerpo de Mahiru con fuerza.

— Creo que deberías apreciarte un poco más a ti misma.

— Lo, lo hago pero, me gustas, me gustaría que me hicieras lo que quieras Amane-kun.

— Detente, esas palabras… harás que mi razón como hombre se tambalee.

—… ¿Tambalee?

—… Si, sabes lo mucho que me gustas y aun así dices eso es porque en verdad eres un pequeño diablillo.

A pesar de que pensaba que en definitiva no le pondría una mano encima lo estaba incitando, no había manera de que la torpe de Mahiru hiciera algo como eso, es decir, Mahiru lo estaba seduciendo sin saber nada, pero de ese modo era más temible.

Parece que Mahiru se percató de la expresión de Amane al intentar contenerse y volteó a verlo con algo de color en sus mejillas.

—… Amane-kun, confió en ti.

— Me da la sensación que estas tomando esa confianza como rehén.

— No, no tengo esa intención… al verte dudar así… como decirlo… me sentí feliz… no, no es como si estuviese divirtiéndome con eso, pensé que en verdad me tratabas con aprecio, como decirlo… en verdad me amas…

Cuando estaba susurrando de nuevo voleó a verla.

— Hace mucho, Koyuki-san me enseño muchas cosas, por lo que sé que las personas como Amane-kun son realmente extrañas, escuchas los sentimientos de los demás, respetas sus sentimientos, me respetas, me tratas con aprecio, lo sé, por eso es que incluso me estás dando la oportunidad de elegir de antes.

Al tratarla con aprecio quería responder adecuadamente a sus sentimientos,.. Y quería que sus sentimientos le llegaran como es debido, pero sobre eso Mahiru quería que Amane hiciera lo que quisiera.

Amane había perdido las palabras volvió a demostrárselo.

— Creo desde el fondo de mi corazón que me alegro que me gustaras Amane-kun.

Mahiru le mostró una sonrisa de felicidad llena de mor, y Amane llegó a su límite… llevo los labios a sus blancas mejillas. Sintió sus mejillas suaves que no podrían comprarse con los de él mientras intentaba mostrar sus sentimientos y al separar su boca gentilmente, noto como comenzaba a tomar color.

— Este… ¿Un beso en la mejilla está bien?

Terminó besándola de impulso ¿pero hubiera sido mejor avisarle de antemano…? Comenzó a hablar un poco arrepentido, pero extrañamente ella estaba sonriendo feliz.

—… me da la sensación de que no necesitas preguntar eso después de que te di permiso.

— ¿No hay nada que hacerle verdad?…e… este… estaba en mi limite, como decirlo… perdón por hacerlo por mi cuenta.

— Qué persona tan educada, en serio, no harías algo que me desagradara… bueno, sería un problema si me diera cosquillas pero, en no me desagradó.

Después de decir eso Mahiru acercó sus labios a la mejilla de Amane para regresársela y después de que Amane se quedara congelado acercó sus labios a su oído.

— No hay manera de que a tu novia le desagraden tus besos. (¡¡Haaa…!!)

En verdad fue malo que lo hiciera inconscientemente, mientras contenía eso dentro de sí mismo, Amane llevó nuevamente los labios a sus blancas mejillas cual porcelana. Dentro de su cabeza apenas lograba mantenerse cuerdo a la fuerza, y solo pudo abrazar con fuerza el pequeño cuerpo de su novia entre sus brazos.

— Si piensas que es malo detenme, en ese momento en verdad que será malo

— ¿Malo? ¿Qué cosa?

— Me da la sensación de que perdería el control, no la tengo fácil, a pesar de que es sé que es algo patético.

—… ¿Si pierdes el control que pasaría?

— Posiblemente te haría llorar.

No quería forzarla a nada tampoco hacerla llorar, pero después de todo había algo que lo hacía no poder contenerse. Estaba disfrutando de la sensación al estarla abrazando, por lo que el hecho de que se hubiera contenido hasta este punto era cercano a un milagro. Posiblemente Mahiru le permitiría seguir avanzando, se había hecho a la idea pero no se podía permitir avanzar demasiado al querer tratarla con aprecio. En cambio, para poder acostumbrarse poco a poco.

Ahora percibía su dulce aroma con más fuerza mientras Amane presionaba sus labios lentamente contra su cuello. Solo acariciaba su cuello con sus labios, su piel era tan blanca que casi se podían ver sus venas, el esbelto cuerpo de Mahiru estaba temblando, pero no parecía desagradarle, más bien era como si le diera cosquillas.

Lentamente comenzó a deslizar sus labios y cuando llegó a la base de su cuello el dulce aroma había llenado sus sentidos, y de ese modo la mordió ligeramente. Por supuesto, no era al punto de hacer fuerza con los dientes, la tocaba ligeramente, solo con eso terminó haciendo que Mahiru dejara salir un “Hyaa” pero no hacía nada como intentar huir, solo tomó con fuerza la ropa de Amane, dejándolo hacer lo que quisiera.

Eso fue demasiado que su razón estuvo a punto de salir volando pero logró contenerse por poco y al final Amane en un intento de esconder su límite terminó chupando ligeramente.

Al ver su piel blanca solo con un lugar teñido de color sintió algo de culpa, cariño, excitación y un deseo de conquista. Amane terminó sintiéndose algo adolorido pensando que después de todo era un hombre pervertido. Cuando levantó la cara Mahiru tenía el rostro completamente rojo con los ojos con lágrimas, aunque su mirada no tenía ninguna señal de que le hubiera desagradado, más bien estaba llena de vergüenza.

— Lo siento, en verdad fue mi culpa.

Se había propasado, inmediatamente después de que lo entendió levantó la cabeza y Mahiru separó lentamente los labios que estaba apretando. De ese modo vio cerca del cuello de su camisa y le mordió entre el cuello y el hombro, incluso le dio la sensación de escuchar un lindo sonido de “ham” se esforzó para hacer lo mismo que Amane le había hecho pero falló, más bien era como si estuviera por comer algo, moviendo la boca de una manera similar.

Después de un tiempo Mahiru separó sus labios, pero no solo no había dejado una marca, no había cambiado para nada, cuando lo veía sintió la mirada de Amane y le regresó una mirada llena de confianza y dulzura.

—… una y una.

Tenía sus quejas, pero el tono de su voz y el hecho de que no pudiera dejarle ninguna marca la hizo verse tan linda que estaba por morir. Ya no solo tenía ganas de abrazarla, incluso le dieron ganas de llevársela, pero logró contenerse de algún modo, y en cambio Amane susurró “tonta” volviendo a acerar el rostro a su cuello.