Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 5

Capitulo 14: Encuentro Con El Pasado

— ¿Van a salir hoy?

Cuando los cuatro estaban desayunando Shihoko preguntó como si lo hubiera recordado. Les hizo saber que fue un error haberles dicho de antemano que iban a salir. Pero parece que no estaba bromeando “Si nos quedamos encerrados en casa solo nos aburriríamos” al parecer tomaron esa actitud.

— Bueno, no es como si fuéramos a jugar a un lugar en específico solo iremos a pasear por allí.

— Aun no hemos ido afuera, lo espero con ansias.

Han pasado tres días desde que llegaron, además de haber salido con Shuuto, prácticamente se la habían pasado en casa. Sus padres los estaban cuidando, pero no era como si pudiera estar por allí en lugares desconocidos.

— En serio solo hay parques y supermercados en los alrededores, aunque si fuéramos a la ciudad seria otra cosa.

— No, está bien solo con salir a pasear con Amane-kun, solo con caminar contigo estoy feliz.

—… Ya veo…

Lo sabía, no era como si Mahiru tuviera ansias de salir a alguna parte, el mismo hecho de salir, mejor dicho, esperaba con ansias pasar tiempo con Amane, esos sentimientos hacían que el corazón de Amane se calentara. Amane también estaba satisfecho con lo mismo, por lo que estaba feliz a la vez que algo avergonzado.

— ¿Cómo decirlo? solo pasándola como novios ¿verdad?

— ¿Cuando éramos jóvenes también éramos así cierto?

— No, Shihoko-san, no eras tan tranquila como Shiina-san.

— Ara, que duro.

— Aunque esa Shihoko también era linda.

— Maa.

Shihoko se ruborizaba mientras que Shuuto la alagaba con naturalidad, estaban de apasionados desde temprano en la mañana dejándolos de lado, Shihoko se llenó la boca del desayuno que era huevo con arroz. Era normalmente delicioso, pero pensó que después de todo la cocina de Mahiru era la mejor, Amane ya se había acostumbrado por completo a su comida que hizo que incluso la comida de Shihoko le fuese un poco insuficiente. “Le pediré el desayuno en otra ocasión” mientras pensaba en eso volteó a verla Mahiru estaba viendo a sus padres mientras jugaba con sus uñas con una mirada entre añoranza y envidia. Supo de alguna manera en que era lo que estaba pensando y Amane también se ruborizó un poco.

(… aunque creo que sería imposible hacer tanto)

Pero aun así se llevaban bien, sería bueno si pudieran hacer lo que Mahiru estaba dibujando para ellos, pensaba que quería volverse así, pero no podía decírselo. Volvió a ver a sus padres que se llevaban bien, y al imaginar su futuro terminó ruborizándose.

— ¿Entonces nos vamos?

Sus padres salieron a trabajar y Mahiru le dijo eso a Amane quien estaba sentado en el sofá. Aún era de mañana, pero no pensaban salir muy lejos, si acaso solo un simple paseo por el vecindario por lo que no debería de haber problemas aun por la mañana, Mahiru tenía planeado preparar Carbonara por medio día al regresar, por lo que no estarían demasiado tiempo afuera.

— Ya estoy lista.

— Bueno, solo iremos a pasear no necesitas muchas cosas… dejaremos para después salir a la ciudad.

— U… ¿Una cita?

— Si, una cita, una cita, hoy nos tomaremos un respiro.

No podría decirle que mañana mismo fueran a una cita, las mujeres deberían de tener que hacer toda clase de preparaciones por lo que ahora cuando mucho pensaban salir a pasear, puede que en cuanto a significado también fuese una cita, pero la sensación para ambos era diferente. Ya que tendrían la oportunidad seria de salir todo el día, y hoy cuando mucho solo saldrían a dar un paseo. Cuando salió la palabra Cita, Mahiru no pudo esconder su felicidad, mostro una gran sonrisa.

— Esperaré con ansias la cita.

— Si, pensaré en un plan así que espéralo con ansias.

— Amane-kun, si estamos juntos la verdad es que eso no importa.

— Lo sé pero ya que tenemos la oportunidad me gustaría hacerte feliz.

Ella misma había dicho que estaba satisfecha solo con estar con Amane, pero aun así tenía la intención de hacerla feliz como su novio.

— Bueno, tal vez la próxima semana, hoy paseemos tranquilamente.

— Si.

Le dio la mano y la tomó como si fuese lo más natural. Después de sonreír intentando disimular la vergüenza salieron de la casa.

A pesar de que no hubiera regresado a casa en un año, los alrededores de la casa no habían cambiado, avanzaban por el camino mientras que sentía algo de nostalgia, durante ese tiempo estaban tomados de la mano, al ser vacaciones varios estudiantes chicos y chicas pasaron y los veían con envidia, parecía que Mahiru se estaba divirtiendo. Solo con eso podría decir que era hermosa.

— ¿De qué te ríes?

— ¿Nn? Pensaba que eres hermosa y atraes la mirada de las personas a donde quiera que vas.

— Aunque no me importa enamorar a nadie más que a Amane-kun por lo que me da igual.

— ¿Te da igual?

—… A ti te dejaría verme todo lo que quieras.

Mahiru sonrió como si se burlara con su risa traviesa, y Amane le respondió “entonces te veré mucho en casa” llevándola de la mano a un parque cercano. ese parque era amplio y había mucha naturaleza convirtiéndose un lugar en el que las personas del vecindario descansaban. Había un gran banco de arena en donde los niños jugaban haciendo ruido, también habían resbaladeros, los padres los veían sentados en las bancas cercanas, y otros cuantos estaban jugando con los niños. Era una vista del día a día que le provocaba una sonrisa.

— Todos parecen animados.

— ¿Sera que nosotros no somos tan animados? No podría correr así por todos lados.

— ¿Casi no te gusta correr verdad?

— No bueno, en cuanto a correr lo normal, aunque no me gusta correr a un paso definido como en las clases de gimnasia.

Había personas que odiaban las clases de gimnasia, y aunque no sean personas que odien usar el cuerpo, odian tener que seguir movimientos definidos, Amane era de ese tipo, en comparación le gustaba más mover su cuerpo a su propio ritmo, no le gustaban las clases de gimnasia pero no le desagradaba hacer ejercicio.

— ¿Entonces qué tal jugar mezclándote con los niños?

— ¿No nos veríamos sospechosos? Además, no hay manera que te deje para ir a jugar, ¿si llega alguien no podrías correr verdad?

— Bueno sí… pero pensé que podría estar bien, cuando era pequeña no solía jugar de ese modo…

“Casi siempre jugaba sola en un parque” agrego en voz baja y Amane tomó su pequeña mano.

—… Puede que hoy no podamos jugar así pero… algún día creo que tendremos la oportunidad.

— ¿He? … ah, ¿sí?

Mahiru parecía no entenderlo, pero pensaba que estaba bien si no lo entendía ahora. Cuando se graduaran tenía la intención de agregar –chan a la forma en que le decía por lo que ahora no hacía falta que se diera cuenta de algunas cosas. Quería pensar las cosas lentamente acerca de una familia con Mahiru. Pensaba que posiblemente no se negaría.

Sonrió al ver a Mahiru inclinando la cabeza para engañarla, y comenzó a caminar por el parque lentamente llevándola con gentileza de la mano. Caminaba lentamente lo más que podía por la sombra mientras observaban las flores, disfrutando del refrescante viento que pasaba entre los árboles, pasando el tiempo tranquilamente.

En ocasiones algunas esposas del vecindario que parecían estar paseando lo reconocían y saludaban con una sonrisa “ara pero si es el chico Fujimiya” aunque no era como si lo odiara, pero la sensación de comezón era más fuerte. Estaban caminando por un gran camino y decidieron acercarse a una máquina expendedora para comprar algunas bebidas y descansar sentándose en una banca que se encontraba en la sombra de un árbol.

— Ahora que lo pienso, ya te acostumbraste a nuestra casa.

Estaba bebiendo de la bebida deportiva que compró cuando le preguntó a Mahiru, ante el repentino tema parpadeó con sus ojos caramelo y después esbozó una sonrisa.

— Así es, es de agradecer.

— Mejor dicho, hasta parece que estas más acostumbrada que yo.

— E, ¿en serio?

— Si, si, al punto de parecer tu casa.

Mahiru había sido tratada con aprecio por la familia Fujimiya y ya se había acostumbrado a la casa, por supuesto, la cuidaban al grado de que aunque no estuviera Amane no tendría ningún problema estando con sus padres, Mahiru podría pasarla tranquilamente.

— ¿Te diviertes en nuestra casa?

— Si, fu fu, en verdad me alegro de haber venido a la casa Fujimiya. Shihoko y Shuuto son buenas personas.

— Bueno, te están consintiendo más que a mí.

— Amane-kun, no debes molestarte.

— No me molesto, estás conmigo después de todo.

—… Si.

“Si algún día se vuelve un miembro más de la familia Fujimiya…” estaba pensando en eso y aunque lo dejarán de lado era algo para alegrarse, para empezar, solo con que Mahiru estuviera allí estaba bien, veía como Mahiru siempre regresaba a sus brazos, por lo que no había ningún problema con que estuviera con Shihoko y Shuuto, se sentía un poco extraño en pensar que el tiempo que la pasarían juntos sería menor, pero en cuanto regresaran a casa podría tener a Mahiru para él solo.

Mahiru pareció ruborizarse con lo que le dijo y escondió su rostro abrazando el brazo de Amane, se veía tan linda que sin querer acarició su cabeza.

—… ¿Fujimiya?

En cuanto escuchó esa voz dejo de acariciarla. Cuando se dio cuenta sintió la presencia de una persona cerca, estaban tan centrados platicando que no se había dado cuenta cuando se acercó.

(Es cierto, regresé a casa, había la posibilidad de que me lo topara)

Realmente no quería recordar aquel tiempo, era como una pesadilla que quería evitar, se había alejado de su casa por lo que había cortado relaciones. Pero en una esquina de su corazón continuaba el pensamiento de la posibilidad de encontrarlo. Si pudo alejar la inseguridad de su cabeza era porque Mahiru se encontraba a su lado.

Tomó un respiro, bajó la mano que había dejado de mover y se volteó en dirección a la voz… allí. estaba la figura de un hombre que en cierto sentido le traía nostalgia