Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 5

Capitulo 13: Es Claro Que Estaré A Tu Lado

El trayecto fue cansado, lo que decían y hacían sus padres era cansado, por lo que terminó despertándose a una hora en la que no podían decir que era de mañana, siendo más específicos, a medio día. Al levantarse las sabanas cayeron al suelo, y bostezó después de levantarlas.

(… creo que no teníamos planes para hoy)

Irían a salir los cuatro tal y como lo deseaba Mahiru, pero aún no se lo habían dicho a sus padres, debido a que regresaba a casa se habían tomado un par de días de vacaciones por lo que se supone que estarían en casa. Por eso es que no debería de haber problemas con despertarse tarde, pero aun siendo vacaciones de verano le daba la sensación de que estaba siendo demasiado despreocupado.

Se levantó y comenzó a cambiarse lentamente, una vez terminado se dirigió a la sala de estar y al llegar, Mahiru se estaba en la mesa con Shihoko y Shuuto como si fuese lo más natural del mundo. Mahiru parecía estar observando algo grande como un libro mientras sus ojos se movían levemente.

— Buenos días ¿Qué están viendo?

— Ah, buenos días.

Mahiru saludó sin tener un fragmento de sueño, y de nuevo volvió a bajar la mirada. Amane también bajo la mirada preguntándose que era, cuando se llevó la mano a la cara.

—… Oigan, ¿Qué hacen enseñándole mi álbum cuando no estoy?

Susurró después de ver sus fotografías de niño que apenas recordaba. Sus padres eran del tipo de personas que gradaban con aprecio los recuerdos y eventos conmemorativos, además de que tener un álbum no era nada extraño, el problema era que se lo estaban mostrando a Mahiru.

El álbum que estaba completamente abierto mostraba fotografías de Amane pequeño, comparado con ahora podría verse más lindos, pero la mayoría lo mostraban de manera torpe. Mientras se veía a si mismo chasqueó la lengua, pero Shihoko lo fulminó con la mirada intentando que no rompiera el ambiente.

— ¿hay fotografías más lindas de ti? Entonces lo hubieras dicho antes.

— ¡No es eso! Me refiero a que las están viendo sin permiso.

—… ¿no puedo verlas?

— No es eso pero… como decirlo… es un poco vergonzoso.

— Eres lindo.

— Que aun hombre le digan lindo no es un alago.

En comparación con verse genial, lo lindo sin duda alguna no era un alago. Aunque entendía que se refería a que era lindo cuando niño, no era como si se alegrase. Cuando volteó a otra parte noto que los tres estaban riendo.

— Ara, que importa, Mahiru-chan estaba realmente concentrada en Amane.

— Y en definitiva es para sonreír.

— El Amane-kun de ahora…

— A Shiina-san en verdad que le gusta Amane, como padre, que una chica tan educada este al lado de mi hijo es para alegrarse.

Ante las palabras de Shuuto Amane terminó encogiéndose. Posiblemente se avergonzó por ser alagada, pero mientras que no estaba terminaron mostrándole fotografías de su negra historia por lo que estaba más avergonzado que nada. Amane se sentó derrotado en el sofá y sus padres continuaban sonriendo.

— No te enojes. Es verdad que tienes a tu lado una linda chica que te aceptará como seas.

—… Bueno si pero…

— Bueno, si tuviera que decir que hay algo triste es que no nos los reportaron.

— Uu…

¿Sería que fue por lo que le había dicho? ¿O porque se lo había preguntado directamente a Mahiru? No lo sabía, aunque parece que Shuuto también sabía que Amane estaba saliendo con Mahiru.

—… Es vergonzoso tener que decirles cuando estoy saliendo con alguien.

— Pero aun así quería que nos dijeras, bueno, aunque ya me había dado a la idea.

— Es que, en el momento en que Amane trajo a una chica a la casa… para empezar ustedes dos son fáciles de entender.

— Cállate, ¿qué tiene de malo que estemos saliendo?

— En serio, no eres nada honesto, ¿Está bien que hallas elegido a este chico? Mahiru-chan.

— Este, es bastante vergonzoso pero… me gusta también ese Amane-kun.

— Ara ara.

— Puedo estar tranquilo sabiendo que se llevan tan bien.

Después de ver a Mahiru con una sonrisa los dos padres voltearon a ver a Amane, el cansancio de Amane comenzó a aparecer, ya ni siquiera tenía la intención de reaccionar.

(… fue un gran fallo traerla a casa)

Debido a la personalidad de sus padres ya se había imaginado que cosas como esta pasarían, pero después de todo se sentía realmente incómodo. Parecía que estaban recibiendo más cálidamente a Mahiru que a su propio hijo.

“Haa…” Suspiró. Llevó el álbum a sus piernas, Mahiru se encontraba viendo las fotografías de manera divertida, después de todo había muchas fotografías de Amane cometiendo errores, también había fotografías conmemorativas, pero las cosas que solían hacer los niños eran aún mayores.

Incluso había una fotografía en donde estaba vestido de mujer.

Creció un poco lento y se podía decir que hasta a mediados de la secundaria tenía una cara infantil, y para diversión de Shihoko lo había vestido de mujer y subido a sus piernas. Cuando estaba en segundo año por fin se notó su crecimiento y ya no pudo hacerlo, pero gracias a eso cuando le decían que tenía rostro femenino terminaba acordándose de eso.

(… que nostalgia)

Había intentado alejarse del lugar en el que creció, pero para bien o para mal, no planeaba ver todo de manera dolorosa, solo que no le agradaba la idea de la posibilidad de volver a encontrarse con ellos ahora que había regresado, si acaso pensaba eso.

Cerró el álbum intentando quitarse los malos pensamientos de encima y Mahiru volteó a verlo.

— Ah… este… ¿estás enojado?

— ¿Por qué dices eso? simplemente pensé que era algo nostálgico.

Mahiru se había encogido de hombros pensando que se había puesto de mal humor y regresó el álbum sobre la mesa. No era como si quisiera que Mahiru se preocupara, tenía las miradas cálidas de sus padres encima pero aun así llevó su mano a la cabeza de Mahiru para acariciarla. Mahiru abrió grande los ojos, y comenzó a sonreír plácidamente. Tal y como lo esperaba Shihoko estaba riendo al verlos pero la ignoró, acariciando gentilmente la cabeza de una Mahiru insegura.

Al tercer día de haber regresado a casa Mahiru ya se había acostumbrado por completo a la casa.

— Ara Mahiru-chan, eres buena.

Los tres tenían delantales en la cocina, parece que estaban llevándose bien mientras hacían dulces, Amane no tenía suficiente poder de combate por lo que no lo invitaron así que se encontraba solo en la sala de estar viéndolos desde lejos. Ahora que los estaba viendo podía apreciar como era que Shihoko y Shuuto cuidaban de Mahiru, parecían ser más gentiles que con su propio hijo, ya estaban pasándola felizmente.

No era como si no entendiera el sentimiento de sus padres por consentir a la linda novia de su hijo, pero básicamente dejaron a su hijo de lado. La verdad es que no le importaba pero que lo hayan dejado de lado terminó haciendo que tuviera sentimientos complicados. Si Mahiru podría disfrutar el cariño de la familia que tanto añoraba entonces se alegraba que no hiciera falta nada más.

(La verdad no importa, una vez que regresemos al departamento estaremos juntos)

Entendía que en cuanto regresaran pasaría el tiempo a solas con Mahiru como hasta ahora, pero aun así era un sentimiento complicado. Por ahora Mahiru estaba concentrada platicando con los dos, tanto Mahiru como sus padres estaban ocupando por lo que al sentirse incomodo decidió huir de la sala de estar regresando a su habitación.

Amane se sentó en la mesa de su habitación y abrió un libro de texto en lo que los esperaba. No tenía nada que hacer y ahora estaba en su habitación y en su casa por lo que podía relajarse, pero no tenía nada con que matar el tiempo además de eso. Después de todo entrando de las vacaciones de verano tendrían unos exámenes y necesitaba estudiar poco a poco, aunque desde antes no era como si le gustara mucho. Mató el tiempo mientras la pasaba estudiando como todo un estudiante.

Seria gracias al esfuerzo invertido todos los días resolviendo problemas, o que sus padres se lo dijeran siempre, pero ahora se había vuelto alguien más digno de estar a un lado de Mahiru con sus esfuerzos, y comenzaba a ver resultados.

Pensaba que deberían de estar alegres en la cocina mientras resolvía un problema, y encerraba con rojo la respuesta. Sin embargo a pesar de que se suponía que era un ambiente tranquilo comenzó a sentirse mal.

(Desde antes era evidente para mí pasarla solo, ¿desde cuando comencé a sentirme insatisfecho que no hubiera nadie a mi lado?)

Sin duda alguna eso fue culpa de Mahiru. Se le había hecho obvio que Mahiru estuviera a su lado, y ahora que se encontraba solo se sentía insatisfecho. Comenzó a darle vueltas al a pluma roja y suspiró. Terminó con el libro de referencia pronto, y cuando estaba dejando la pluma se escucharon tres golpes en la puerta.

— Amane-kun.

Después del sonido al tocar la puerta se escuchó la voz de Mahiru. Pensó que habría de estar cocinando, pero al ver el reloj habían pasado alrededor de dos horas por lo que podrían haber terminado.

— ¿Qué pasa?

— No, este, en algún momento desapareciste así que…

— Solo estaba estudiando, tenía tiempo libre.

No pensó que hubieran pasado dos horas, de seguro así de concentrado había estado. No, posiblemente lo correcto sería decir que se sentía incómodo y para escapar terminó estudiando.

—… ¿En serio? Este… ¿puedo entrar?

— Claro pero, ¿Está bien que no hables con mis papás?

—… Ahora quiero hablar contigo.

Puede que estuviera siendo considerada, de no ser así no se habría tomado la molestia de ir hasta su habitación. “aun me falta” se arrepintió mientras decía “adelante” abriéndole la puerta. Al otro lado se encontraba Mahiru quien parecía algo nerviosa, tenía consigo una bandeja en la que traía lo que habían cocinado, chou à la crème¹⁰ con café ole para dos personas.

— Con permiso…

Entró tomando en cuenta los modales haciendo que incluso Amane se sintiera incomodo. Se apresuró para limpiar los libros de texto para hacerle un espacio y Mahiru dejara la bandeja. Los chou à la crème se veían esplendidos, se veían tan bien como para poder decir que se venderían en una tienda de repostería, y si fue Mahiru quien lo hizo de seguro seria delicioso.

— Acabamos de hacerlas, aunque no se han enfriado mucho…

— Nn, gracias.

Era de agradecer que incluso se hubiera tomado la molestia de llevárselos por lo que le dio las gracias honestamente, por algún motivo Mahiru parecía incomoda.

—… Amane-kun… ¿estás enojado?

— ¿Por qué lo dices?

— Como decirlo, el ambiente que emanas… es difícil acercarse.

Parece que podía ver a través de él pero no era como si en verdad estuviera molesto, simplemente tenia sentimientos complicados mientras se sentía solo, no era para nada enojo, para empezar, ni sus padres ni Mahiru habían hecho nada malo, solo era que él se estaba nublando por su cuenta.

— No estoy enojado pero… solamente me sentía solo cuando te alejaron de mí

— ¿He? este… eso es…

— Lo siento, se bien que ustedes se están divirtiendo, solo es cosa mía.

Amane se encogió de hombros mientras reía con amargura diciendo “en verdad soy un niño” y tomó un poco del café. Mahiru estaba necesitada de una familia, por lo que solo debería de haberlos visto desde lejos, fue su culpa el haber huido cuando no había lugar para él. Pensó que si Mahiru estaba feliz entonces con eso estaba bien, pero no le agradó la idea de quedarse solo, y había elegido quedarse solo de ese modo, que se malhumor era por mero egoísmo, no había manera de que se desquitara con Mahiru ni con sus padres.

Amane dejó la tasa habiendo tomado un respiro, mientras que Mahiru lo veía en silencio… y saltó hacia su pecho. Más que saltar, se acercó a su pecho y al hacer eso Amane se quedó confundido. Se preguntaba qué era lo que pasaba de pronto, pero por ahora le acarició ligeramente la espalda y Mahiru levantó la mirada para verlo directamente a los ojos.

—… Estar con Shihoko y Shuuto es entretenido y divertido, pero lo mejor es estar a tu lado.

Susurró eso mientras acercaba los labios a la mejilla de Amane. Cuando sintió la suavidad de sus labios Mahiru alejó su rostro. Sus mejillas estaban enrojecidas y sus ojos húmedos, que sin pensarlo Amane bajo sus labios a la mejilla de Mahiru.

(… Parezco un tonto)

Se enojó por su cuenta, era un idiota, a pesar de que Mahiru estaba pensando en él.

Volvió a hacerle saber cuánto le gustaba, los sentimientos que estaban desbordando terminaron llegando a su mejilla. Pero aunque sea en la mejilla, no estaba muy acostumbrado a los besos, era lo mismo para Mahiru, cuando Amane alejó sus labios estaba temblando. Al principio le fue tan vergonzoso que quería huir, pero Amane la estaba abrazando suave y gentilmente que eventualmente le dejo su cuerpo y entrecerró los ojos plácidamente. De vez en cuando Mahiru se acercaba a su mejilla para besarlo pero era tan linda que no podía hacer nada más que abrazarla.

— Mahiru.

Después de besarle la mejilla se le quedó viendo a los ojos. Mahiru ya se encontraba viéndolo hacia arriba con una expresión entre felicidad y vergüenza.

— ¿Te gustaría que saliéramos mañana solos? Mamá y papá saldrán a trabajar.

— ¿Los dos solos?

— Aun no te he enseñado el lugar, aunque no es como si hubiera algo que no halla en donde estamos viviendo ahora.

Solamente quería estar con ella, y Mahiru abrió grande los ojos, mostrando una sonrisa más grande que cuando se besaron.

— Vamos… este… Si es contigo iré a donde sea.

— Si.

— Me, me gustaría estar un poco más así hoy… Shihoko-san también me dijo que pasara un tiempo contigo.

— Eso es meterse de más… o eso me gustaría decir pero lo prefiero así.

Parece que los padres de Amane también se estaban preocupando por él. Se sintió más estúpido y se rio incluso haciendo temblar su cuerpo, y Mahiru se alejó lentamente. Parecía que un Shock para Amane pero apuntó a los pastelillos “me gustaría probar los chou à la crème que hiciste” y de inmediato pareció ruborizarse.

—… ¿Comemos juntos?

— Si

Mahiru se sentó a un lado de Amane y en lugar de abrazarlo lo tomó de la mano mostrándole una cálida sonrisa.