Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 5

Capitulo 12: Regreso A Casa Y Exposición De La Relación

 

 

— ¿Cerraste la puerta con llave?

— ¿Lo hice en frente de ti verdad?


En el pasillo en frente de la casa Mahiru le hizo esa pregunta y Amane sonrió con amargura. Normalmente no se tomaría la molestia de decirlo, pero parece que estaba preocupada ya que estarían una temporada afuera y le hizo ese recordatorio. A partir de ahora estarían en casa de los padres de Amane durante dos semanas, y durante ese tiempo de seguro que se percatarán de su relación.

— Lo vi, pero por si acaso.

— Si, si, ¿tú no te has olvidado de nada?

— No me olvidé de nada, el equipaje necesario ya lo enviamos, y en la mañana revisé de nuevo el equipaje de mano que llevaría, cerré las ventanas y las puertas, todo perfecto, Amane-kun, también recordé sacar la basura y el refrigerados de tu departamento así que puedes estar tranquilo.

— Gracias por tomarte la molestia.





No había manera de que llevaran cargando el equipaje de dos semanas por lo que ambos decidieron enviarlo de antemano en cuanto a eso no había fallas, además de que las cosas en la casa las habían revisado bien, y repasado de nuevo en su cabeza. Estaba agradecido de que hubiera sido tan detallada, tomó el equipaje de Mahiru y en cambio le dio la mano.

Mahiru parpadeó varias veces respondiéndole “esa parte de ti me gusta” y sujetó con firmemente su mano.

La casa de Amane se encontraba a una hora y un poco más de en Shinkansen8. Tomaron asiento en los lugares reservados y mientras disfrutaban del paisaje y platicaban en un instante llegaron al lugar. Después de eso Amane se sintió nostálgico al ver el paisaje desde la estación que no había visto en poco más de un año, dirigiéndose al lugar de encuentro mientras caminaba tomado de la mano de Mahiru.

— ¿Así que este es el lugar en dónde vives?

— Si, bueno, para llegar a mi casa necesitaremos tomar el metro o ir un poco en carro, por lo que no se si podría decirse que es este lugar…

Publicidad G-M1



No era una estación realmente grande, y la verdad es que necesitarían moverse por un tiempo más después de bajar del Shinkansen. El día de hoy Shihoko tenía todo el día libre así que habían quedado en que los recogería directamente a la estación, podría ser consideración… ¿o simplemente porque Shihoko quería ver rápido a Mahiru?

Después de todo le daba vergüenza que su mamá los viera tomados de la mano por lo que cuando la soltó, Mahiru pareció desanimarse, y se apresuró para tocarle ligeramente la espalda.

(Aun no les hemos dicho que estamos saliendo, así que perdóname al menos está vez)

El tomarse de las manos ya se había vuelto del día a día, por lo que tenía que tener cuidado de no tomarla de la mano en un descuido a medio camino. ¿Shihoko se dio cuenta de ambos? Comenzó a acercárseles con una gran sonrisa.

— Ha pasado mucho tiempo.

— Maa, ¡Mahiru-chan, bienvenida! ¡Qué bueno que viniste!

La primera a la que saludo fue a Mahiru, muy típico de Shihoko, Amane sonreía con amargura pensando en eso, Mahiru en cambio sonrió y bajó la cabeza para saludarla ante el impulso de Shihoko.

— Muchas gracias por invitarme, no podía menos preciar la invitación así que vine a saludarlos…

— Está bien, ¡nosotros queríamos verte! La verdad es que hubiera querido ir a verte durante las vacaciones de verano pero no veía la oportunidad… ara, Amane ¿Qué pasa?

— ¿No vas a saludar a tu  hijo?

Publicidad M-M5

— Ara, ara, bienvenido de regreso Amane, gracias por traer a Mahiru-chan.

— Si, si.

Sabía que era una broma por lo que no estaba especialmente molesto, pero antes de que en verdad se molestara agregó “moo, no te enojes, claro que estoy feliz de que regreses a casa” Si le decía eso con una sonrisa no había manera de que se enojara.

Había escuchado que Shihoko vendría a recogerlos pero era algo inusual que Shuuto no se viera por ninguna parte, debería de estar descansando, había pensado que vendrían ambos a recogerlos.

— ¿Y papá?

— Shuuto está en casa haciendo la comida.

— Ya veo.

Siendo el caso entendía las cosas. A Shuuto le agradaba cocinar, por lo que de seguro habría preparado toda clase de cosas.

— Que bueno Mahiru, la comida de papá es deliciosa.

“aunque para mí no está a la altura de Mahiru” terminó tragándose esas palabras y Mahiru le mostró una sonrisa ambigua.

— ¿En serio? Lo esperaré con ansias.

— Fu fu fu, espera con ansias el sabor de nuestra casa.

— No es como si lo fueses a hacer tu mamá… bueno, aunque papá cocina más rico así que está bien.

— Eso fue innecesario.

Shihoko infló las mejillas con ese rostro que no parecía notar su edad, la verdad es que la habilidad de Shuuto para la cocina era mejor que la de ella. Entre semana cocinaba Shihoko y los sábados y domingos cocinaba Shuuto, estaban acostumbrados a separar así las cosas, aunque sabía cocinar Shuuto seguía siendo mejor con la cocina. No es como si la comida de Shihoko supiera mal, pero después de todo era un problema de condimentar lo que hacía que la de Shuuto supiera mejor, Por supuesto, estaba agradecido con ambos por el hecho de cocinarle.

— Bueno, la verdad no importa, Amane no es honesto, es lo mismo de siempre, pero más importante, ¿vamos a casa? Creo que llegaremos justo a la hora de la comida, el auto está de este lado, síganme.

No podían quedarse hablando demasiado tiempo en la estación por lo que no había nada que hacerle, les hizo una señal con la mano y se dirigieron en hacia la entrada de la estación. Amane volteó a ver a Mahiru.

— ¿Entonces nos vamos?

— Si

Asintió ligeramente y la tomó de la muñeca. La verdad es que lo mejor sería que no se tomaran de las manos, pero podrían terminar separándose… o eso era como se excusaría…

Mahiru abrió por completo los ojos, parecía algo feliz a la vez que se ruborizaba y sonreía, acortó su distancia y comenzaron a avanzar lentamente en comparación con Shihoko.

El viaje en el carro fueron de alrededor de 30 minutos, Desde el punto de vista de Amane y Mahiru el tiempo de viaje fueron de dos horas cuando por fin llegaron a la casa Fujimiya. No podría decirse que era una casa realmente grande, pero la casa que estaba frente a ellos era un tanto espaciosa, la cocina estaba bien equipada incuso habían habitaciones vacías, desde el punto de vista de Mahiru era más grande de lo que pensaba, lo que había hecho que abriera los ojos con sorpresa.

— Es bastante grande.

— Ara, gracias, La verdad es que tenemos una habitación extra porque quería tener una hija, pero las cosas no siempre salen como uno desea… Me alegro que hayas venido Mahiru-chan.

— ¿He? ah, este…

— Mamá, no bromees con Mahiru, le causas problemas.

— Ara, ara.

Estaba mostrando una sonrisa alegre, pero las reacciones de Mahiru eran un tanto torpes. Se encontraba agachada ruborizada, mientras que Shihoko parecía estarse divirtiendo imaginando cosas. Amane no tenía la intención de terminar con sus ilusiones, pero no podía decírselo.

— Vamos, hace calor, entremos a la casa de una vez.

— Si, si, no hay remedio.

— ¿Qué es lo que no tiene remedio?

No parecía tener señales de que su sonrisa se tranquilizara y Shihoko comenzó a empujarlos por la espalda, en verdad se veía contenta mientras les abría la puerta. Adentro se escucharon unas pisadas, de seguro Shuuto se habría dado cuenta que habían regresado a casa.

— Bienvenidos.

Tal y como se esperaba, se trataba de Shuuto quien ya los esperaba.

— Ya llegamos Shuuto-san, traje a Mahiru-chan.

— Shiina-san cuanto tiempo.

— Ha pasado un tiempo, me alegra ver que se encuentra bien.

Habría pasado alrededor de medio año desde la última vez que los había visto, después de todo parecía algo nerviosa, con Shihoko era francamente amistosa, no, podría decirse que se le pegaba tanto como para que no sintiera la distancia, pero con Shuuto, si se sentía una sensación de distancia.

— No necesitas hablarme como si se tratara de un viejo.

— Ah, este…

— El problema es que no te vez como un viejo.

— Oya, que cosas tan alegres dices.

La verdad es que su padre tenía una apariencia que no parecía acorde a su edad, parecía realmente joven para estar en la mitad de la treintena, si tuviera que decir algo es que con el rostro infantil de Shuuto no podría decir que se trataba de su padre.

— En el poco tiempo que no te he visto tienes una mejor cara Amane.

— Solo han pasado medio año.

— Como decirlo, pareces más varonil, más confiado, además de que ahora si te arreglaste.

Normalmente se arreglaba así cuando salía a caminar con Mahiru, pero de seguro aun así no se vería con demasiada confianza, actualmente tenía confianza en sí mismo, parece que podían notarlo. Al hacérselo notar Amane se sintió inusualmente avergonzado, cuando apretó los labios Shuuto se rio en voz baja.

— Entonces Shihoko-san, ¿podría encargarte que le enseñes la casa? Aún tengo que preparar algunas cosas.

— Si, déjamelo a mí, es un poco pequeño así que tomémonos nuestro tiempo.

— Ah, eso es… con permiso.

A continuación Mahiru hizo una correcta reverencia, y después de que se quitaran los zapatos junto con Amane se pusieron las pantuflas. Era la casa en la que Amane había crecido por lo que no necesitaba algo como que le enseñaran la casa, pero estaba preocupado de que le podría decir Shihoko así que decidió acompañarlos. Shuuto regresó a la cocina mientras que Shihoko les hizo una señal con la mano diciendo “por aquí”

Los dormitorios y la habitación para invitados se encontraban en el segundo piso, lo más seguro es que quería empezar por allí, Amane también podría ir a su habitación para abrir ligeramente sus cosas, pero ahora que lo pensaba bien terminó por recordar donde estaba la habitación para invitados y no pudo decir nada.

(… el año pasado solo había una habitación donde no habíamos dejado cosas…)

Parece que habían creado la habitación vacía unida con un pequeño balcón con barandal dado a que solo tuvieron un hijo, no tuvieron más hijos por lo que al final se quedó sin usar pero la habitación estaba en buenas condiciones y se podría usar cuando sea. Ahora era de agradecer, y era una habitación que usaban los primos cuando se quedaban por mucho tiempo. No tenía pensado hacer nada, pero le dio la sensación de que le dolería la panza tenerla tan cerca.

— Entonces Mahiru-chan, puedes usar esta habitación.

Tal y como lo esperaba, la habitación a la que la guio era a la habitación de al lado.

Terminó dejando salir un suspiro.

— Muchas gracias por prepararme una habitación.

— Esta bien, en el segundo piso también está el baño y la habitación de al lado es la de Amane, siento que sus cuartos estén conectados por un balcón.

Estaban conectados por un balcón, al escuchar eso Mahiru terminó parpadeando y terminó desviando la mirada.

— La puerta del balcón se puede cerrar con llave así que puedes estar tranquila.

— No me preocupo por eso.

— Hazlo.

— Fu fu, yo preparé la habitación por la tarde si gustan pueden revisar sus cosas, también las cosas fueron llevadas a tu habitación Mahiru-chan.

— Si, muchas gracias.

— Está bien, bueno, nos vemos después.

Shihoko comenzó a bajar las escaleras con una sonrisa y después de corroborar que se había ido, dejó salir un gran suspiro.

— Lo siento, creo que es la única habitación disponible.

Publicidad M-M2

— Ah, no, está bien.

— Bueno, estamos saliendo por lo que puede que esté bien, ¿pero es como si no estuviéramos saliendo verdad? Se supone que no lo sabe pero aun así…

— Esta bien, además… si las habitaciones están unidas por el balcón podríamos ver juntos las estrellas.

Mahiru susurró en voz baja, y sonrió con amargura al ver que no estaba preocupada por que la asaltara por la noche, terminó sintiéndose feliz por que quisiera pasar la noche juntos.

—… bueno, puede que sea algo conveniente, vamos, arreglemos el equipaje.

— Si.

Hizo esa sugerencia para esconder su vergüenza ¿Mahiru se dio cuenta? Estaba riendo entre dientes mientras entraba en la habitación. Recién ahora estaba sintiendo que era verdad que pasaría en esa habitación durante dos semanas, tomó la mano de Amane y puso un pie dentro de la habitación.

En el medio día estarían recibiéndola, invitándola con la comida de Shuuto. Él al igual que Mahiru, era del tipo de personas que podía cocinar cualquier cosa, parece que estaba cocinando una variedad de comida japonesa a petición de Shihoko. Por supuesto, aunque se diga variedad, se trataba de pescado y bistec, además de varias ensaladas.

— ¿Nuestro hijo no te ha causado molestias?

En cuanto terminaban de comer, tras darse un descanso Shuuto le preguntó eso a Mahiru, por cierto, Shihoko estaba encargada de limpiar la mesa por lo que ahora no se encontraba en el lugar, se escuchaban los sonidos de las vajillas desde la cocina mientras lavaba.

— Molestias… no algo como eso…

— Puedes decir honestamente que has estado cuidando de él.

—… Es fácil estar al lado de Amane por lo que no pienso que me cause molestias, siempre es divertido.

— ¿En serio?

No dijo nada además de eso para no terminar hablando de más, pero había terminado hablando sinceramente.

— Amane, no necesitas avergonzarte al menos dale las gracias.

—… siempre le soy agradecido.

— Si, lo sé.

Mahiru desvió la mirada intentando disimular el rubor de su rostro mientras se reía como si una campana sonara. Pero le era vergonzosó y volvía a cerrar la boca y repetía el proceso, “después de acordaras de esto” le dijo Amane en voz baja, pero ella continuaba con su hermosa sonrisa, no parecía que le hiciera efecto. No pudo soportarlo y también desvió la mirada, Shuuto al verlos comenzó a reír.

— No eres nada honesto, bueno, aunque eso es algo lindo de Amane.

— Decirle lindo a un hombre ¿Me estás tomando por tonto?

— Ciertamente, Amane es lindo.

— Mahiru, después hablaré contigo.

— Si, después hablarás conmigo.

Lo dijo alegremente y no pudo decir nada. Cuando pensaba que estaría nerviosa parecía que ya se había relajado. O puede que simplemente este mostrándose de la manera acostumbrada como lo hacía con Amane. Allí estaba Shuuto viéndolos de manera divertida, pero como si hubiera recordado algo comenzó a parpadear.

— Ah, es cierto Shiina-san, ¿podrías venir de compras conmigo? Hay algo que me pidió Shihoko-san.

— ¿Qué haces intentando llevártela?

En esta ocasión fue Amane quien reaccionó dejando caer la mano sobre la mesa, y Shuuto continuaba sonriendo sin cambios.

— No haré nada como estar de coqueto como lo hago como Shihoko.

— Lo sé.

— Amane, tú te quedaras.

— ¿¡Por qué!?

— Bueno, si la persona en cuestión está con nosotros nos estorbaría.

— ¿¡Me dijiste estorbo!?

— Si.

Asintió como si nada para después comenzar a ignorarlo viendo directamente a Mahiru.

— ¿No quieres acompañar a este anciano?

— No, no es eso, si está bien conmigo.

— Bueno, ¿entonces nos vamos? De paso me gustaría que me ayudaras a elegir un regalo pasa Shihoko.

Sonrió mientras esperaba una respuesta pero Mahiru parecía tener problemas.

— Re, ¿regalo? ¿Están celebrando algo…?

— Los regalos que le da papá a mamá por lo regular los hace cuando no se celebra nada.

Shuuto era un hombre que era realmente gentil con las mujeres. En especial con la mujer que amaba, su esposa Shihoko, no necesitaba que fuese algún día especial para darle algún regalo. Quería ver el rostro de felicidad de Shihoko-san como muestra de su amor, con eso como pretexto salieron de la casa para comprar algo. ¿De seguro en esta ocasión invitó a Mahiru para tener la opinión de una mujer? O posiblemente el gran objetivo era para hablar con ella de algo relacionado con Amane.

Publicidad M-M3

—… Amane-kun, te pareces mucho a Shuuto-san.

— Yo no hago algo como eso.

— Pero si me has regalados lindos peluches y cosas pequeñas cuando las encuentras.


Amane le compraba a Mahiru cosas que parecían vérsele bien siempre que podía, pero parece que en verdad le gustaba, también era como agradecimiento por estar a su cuidado todos los días. Puede que en vedad se parezca algo a Shuuto, pero no pesaba que estuviera a su nivel.

— No bueno, estoy a tu cuidado todo los días.

—… ¿será por eso?

Cuando Amane le respondió como si fuese una excusa, Mahiru parecía un poco atónita pero a la vez contenta mientras le mostraba una sonrisa traviesa. Shuuto también los veía con una sonrisa. Amane ya no podía con eso y terminó huyendo en dirección a la cocina con el pretexto de ir a ayudarle a Shihoko.

— Ara, Amane, ¿estás bien sin quedarte a platicar con Mahiru-chan?

— Mahiru acompañó a papá a comprar algunas cosas.

Al voltear a ver de reojo a la sala de estar ambos se estaban preparando para salir, le dio algo de miedo por la forma despreocupada de sus padres.

— Ah, parece que Shuuto-san quería preguntarle algo a Mahiru, es una buena oportunidad.

— ¿Que planea preguntarle?

— Bueno, ¿No será acerca de lo normal? No es como yo supiera todo de Shuuto-san.

Amane se encontraba secando una variedad de ollas que le pasaba Shihoko y las ponía en su lugar para después regresar. Durante eso Mahiru y Shuuto salieron de la sala de estar, y al desaparecer viendo su espalda tras la puerta ahora se le quedo viendo fijamente a la puerta, regresaba a donde estaba Shihoko, recibía la vajilla lavada, la secaba y las dejaba en su lugar para repetir. Normalmente le ayudaba a Mahiru por lo que estaba acostumbrado y no le era pesado, pero cuando Shihoko vio como lo hacía se quedó con los ojos abiertos.

— Parece que ahora te mueves bastante bien.

— Gracias.

— Estoy más tranquila de que Mahiru este a tu lado.

— ¿Qué clase de persona de mierda piensas que soy?

No era un hombre que pudiera dejarle todo a Mahiru, se sentía mal dejarle la mayoría de las cosas, aunque Mahiru estuviera haciendo la comida Amane estaba haciendo lo que podía hacer, debía de ser considerado. Era algo evidente que le cuidaría, entrecerró los ojos a ver a Shihoko y ella seguía impresionada dejando salir un “nee, Amane”

— ¿Qué pasa?

— ¿Hasta dónde has ido con Mahiru-chan?


— Pfff.

Le llegó una pregunta que no pensaba que le llegaría en ese momento, y Shihoko solo terminó de lavar los platos con naturalidad. Amane tomó el plato por reacción y comenzó a quitarle el agua, pero aun así no podía esconder que le había afectado.

— ¿Por qué reacciones así? Claramente emanan un ambiente de que están saliendo, no pueden esconderlo.

Si decía eso no podía negarlo. El ambiente que emanaban era diferente a la primera vez que se vieron, podría ser evidente que estuvieran saliendo, pero planeaban esconderlo frente a sus padres.

—… ¿Acaso es malo?

— No, mejor dicho, es más que recibida, siempre quise una hija.

—… Ya veo.

— Aunque al ver ese ambiente entre ustedes pensé que ya habrían recorrido todo el camino.

— ¡Waa!.. ¡Claro que no!

Y le dijo algo increíble haciendo que levantara las cejas, pero Shihoko no parecía que estuviera haciendo una broma.

—… Mamá, en definitiva no le digas eso a Mahiru.

— Claro que no le diría algo como eso, pero, quiero una hija así que tengo expectativas.

Entendía que su madre quería a una hija pero por la condición de su cuerpo no podía así que no la culpó dejando de mover la boca.

— No le pongas presión a Mahiru.

— Lo sé, por eso es que tengo que evitar que la alejes.

— ¿En verdad piensas que alejaría lo que en verdad quiero?

Desde hace mucho pensaba que incluso estaba dispuesto a alejarse con tal de que Mahiru fuese feliz, pero ahora no podía decirlo. Ahora que se habían acercado, tenía el sentimiento de que no quería alejarse de ella mientras la trataba con cariño, quería hacer feliz a Mahiru, estaba tan enamorado como para desear que ningún otro hombre la viera. Además de que no tenía la intención de alejar su mirada de ella. Al decírselo Shihoko se quedó atónita por un momento pero después se aclaró la garganta y comenzó a sonreír.

— Fu fu, creo que en eso te pareces a Shuuto, antes y ahora siempre me ha amado sin cambios.

— Heredé lo torpe de mi padre también después de todo.

— Eso me pregunto, tal vez le pregunte bien a Mahiru.

— Oye, detente.

Si le preguntaba algo como eso Mahiru terminaría pasando vergüenza diciéndole todas las situaciones de torpeza por las que habían pasado, tenía que detenerla con todas sus fuerzas.

A pesar de que le dijo que se detuviera y la fulminaba con la mirada no parecía que surtía efecto, en cambio dijo de manera divertida “espero con ansias cuando Mahiru regrese” Amane acercó aún más las cejas.

Pasaron varias horas desde que Mahiru salió de la casa junto a Shuuto y faltando poco para que Shihoko terminara de preparar la cena ambos regresaron. En definitiva Shuuto se habría burlado mientras estaba afuera, por lo que de momento Amane mató algo de tiempo acomodando su equipaje, y planeaba preguntarle a Mahiru en cuanto regresara a casa.

El día de hoy estarían usando los muebles que ya habían en la casa por lo que casi no trajo nada, y Shihoko limpiaba las habitaciones de manera periódica por lo que era un lugar en el que podría estar sin avergonzarse, pero Mahiru parecía un tanto nerviosa. ¿Sería porque por fin habían logrado quedarse a solas? ¿O seria porque Shuuto le dijo algo? No lo sabía, pero parecía que no podía tranquilizarse, mientras se sentaba en un cojín que se encontraba en el suelo.

— Bienvenida Mahiru ¿Estás cansada?

Le preguntó mientras dejaba las bebidas de cebada sobre la mesa y sonrió después de parpadear.

— Sí, también tomando en cuenta el tiempo del traslado este lugar es bueno para relajarme sin mover el cuerpo.

—Ya veo… ¿y? ¿Qué fue lo que te preguntó papá para que estés así de nerviosa?

Parece que había acertado Mahiru suspiró después de desviar la mirada. No pensaba que fuera la culpa de Mahiru, pero Shuuto tendría muchas cosas que decirle, aunque no podría decir si eran cosas serias o al contrario solo terminó jugando con ella.

— Maldición, maldito padre… ¿Qué te dijo?

— No fue la gran cosa, Cómo te ha ido hasta ahora, y lo lindo que eras cuando estabas pequeño.

—… ¿qué fue lo que le preguntaste?

No recordaba lo que pudo haber hecho siendo pequeño por lo que no sabía si hubiera algo que sería malo que le dijeran, pero si Mahiru le preguntara de seguro Shuuto le habría respondido con algo, puede que sea un tema para reír desde el punto de vista de los padres, pero para Amane le daría vergüenza y no era nada para reírse. Al ver con los ojos entre cerrados a Mahiru buscando respuestas ella desvió la mirada.

— E… eso es…

— ¿Por qué estás desviando la mirada?

— Amane-kun eres lindo, entendí claramente eso.

Una respuesta que no era una respuesta, Amane solo suspiró.

— ¿Qué pasa?

Publicidad M-M4

— Si no lo dices como se debe le tocará esto a las chicas malas.

Se estiró hacía Mahiru que estaba a su lado y la hizo sentarse entre sus piernas comenzando a abrazarla por la espalda y de ese modo tocando su estómago. Con eso Mahiru se sorprendió volteando hacia arriba para verlo mientras se movía un poco.

— A… este… ¿Amane-kun?

— ¿Eres débil con las cosquillas verdad?

— E… ¡espera por favor! ¡Hablémoslo!

— Esto sucede porque no lo confesaste todo desde el principio.

Cuando comenzó a tocarla en los costados sobre la ropa el cuerpo de Mahiru claramente estaba estremeciéndose. Mientras sentía el cuerpo de Mahiru que no tenía nada de grasa de más, comenzó a mover los dedos por las líneas que dibujaban sus caderas y Mahiru terminó dejando salir un pequeño gemido.

— ¡Hii!

Había reaccionado tan bien que no pudo evitar continuar estimulando su piel con los dedos. ¿Cómo decirlo? Le dio la sensación de que podría deslumbrar un poco en su pecho y eso sería malo, pero ahora no podía detenerse.

— Pff, espe… Ah… Amane-kun…

— En verdad eres débil con las cosquillas.

En verdad pensaba tocarla gentilmente, pero Mahiru terminó abrazando sus rodillas con la respiración entrecortada. “que linda” estaba pensando, ¿pero estaba bien llevarse por los sentimientos? Le comenzaba a tocar en lugares que podrían ser peligrosos para mantener la razón, podría ser que regresó en si ya que Mahiru volteó a verlo. Lo estaba fulminando con la mirada llena de lágrimas, en toda clase de sentidos su cazaron dio un salto.

— A, Amane-kun, tonto, que cruel.

— Eso ocurrió porque no hablaste de inmediato.

— No hablamos de la gran cosa, fue de cuando estabas en la bicicleta de pequeño y terminaste estrellándote contra un poste de luz, o que estabas pegadito a Shihoko-san diciéndole “Okaa-tan9 te quiero mucho”, querías ser tan genial como Shuuto y usabas el gel por tu cuenta, si acaso solo esas cosas.

— ¡Peor de lo que me imaginaba!

Recordó cosas que había olvidado y que lo hacían avergonzarse, sin pensarlo terminó presionando la cara contra su mano. Recordaban lo que decían cuando era niño, pero era al punto de que ni siquiera quería saber las cosas vergonzosas que hacía.

— Creo que eras lindo.

— Eso no es un consuelo, olvida eso.

—… no hay manera de que me pueda olvidar de Amane-kun.

Aunque no lo quisiera de seguro ya se le había grabado en los recuerdos, para bien o para mal ante esas palabras que resonaban un poco de mal humor Amane se arrepintió pensando que pudo haberse pasado, comenzando a acariciar suavemente su espalda.

— Si, si, perdón.

—… A la próxima que me hagas cosquillas de susurrare al oído algo que me contaron.

— Ah, ¡no un ataque mental!… entendió, entendido, perdón.

Mahiru se dejó abrazar honestamente por Amane acomodando la cabeza en su pecho.

— Mahiru-chan, puedes entrar primero a tomar una ducha.

Después de la cena casi era hora de tomar un baño, y Shihoko le dijo aquello a Mahiru quien estaba sentada a un lado de Amane viendo la tele.

— Podría entrar después…

— Eres la invitada, no puedes ser considerada he… si no te gusta entrar sola podría prestarte a Amane en este momento.

— ¿¡Qué tonterías estás diciendo!?

Shihoko se encogió de hombros después de decir algo increíble con una sonrisa. “prestarle a Amane” es decir, ¿Que entraría junto con Amane a tomar un baño? Para empezar no había manera de que Mahiru asintiera, a pesar de que hace poco la había visto en traje de baño y apenas lo resistió, no podría pensar siquiera verla desnuda. Tal y como lo esperaba Mahiru se puso completamente roja. Desvió la mirada un poco hacia Amane, y es pues de eso el color subió aún más a su rostro, posiblemente se lo imaginó desnudo y se sintió aún más avergonzada. Amane pensó en lo mismo pero prefirió no pensar demasiado.

— Eso sería… este… desnuda seria…

— Ara, podría prepararles las toallas.

— No gracias…

— Ara, ara, no necesitas avergonzarte, Shuuto y yo entramos juntos seguido.

— Eso es…

— Mahiru, no lo tomes tan directamente, si tuviera que decir que entran seguido a tomar un baño entonces es cierto, pero no necesitamos llegar a ese extremo.

Shihoko solo se estaba burlando, no es como si en verdad lo estuviera sugiriendo, sus padres siempre estaban juntos, cuando salían a pasear primero se tomaban la mano con una sonrisa, cuando dormían lo hacían en la misma cama. No importa por donde se viera estaban muy enamorados, desde el punto de vista de su hijo era algo vergonzoso y de seguro sería una pareja famosa por los alrededores.

(De cualquier forma eso es demasiado para mi)

Amane quien terminaría cambiando de color y no por el agua caliente, entrar juntos al baño sería demasiado duro.

— Ara joven, no estaría mal.

— ¡Como si fuese a hacer eso en casa!

— Solo escucho como si pudieran hacerlo cuando estaban halla.

—…Se requiere consulta.

Si la palabra “se requiere consulta” era algo conveniente era porque la había pasado mal la otra vez en la piscina, Mahiru estaba moviendo la mirada a todas partes, pero parece que estaba intentando disimular el hecho de que no podía decir que no quería entrar con él. Honestamente aunque entendiera que para ambos jóvenes en muchos sentidos sería muy vergonzoso, era algo que anhelaba levemente, pero seguramente no lo haría.

Shuuto quien escuchó la conversación hasta ese punto sonrió con amargura e hizo una ligera mueca en los labios al ver a Amane.

— Shihoko-san, no te burles demasiado de ellos.

— Si.

Cuando Shuuto le advirtió Shihoko se hizo más tranquila por lo que en verdad les estaba agradecido.

— Vamos mamá ya déjala.

— Ah, sí, tomaré esa una ducha.

— Que aburrido Amane, entonces, nos vemos Mahiru-chan.

Se despidió de Mahiru como si se fuese a quedar halla. Amane se cansó de golpe con eso y Shuuto estaba sonriendo plácidamente.

Una vez que Mahiru salió de tomar la ducha ahora era el turno de Amane. Tenía que entrar así antes de que sus padres entraran de acaramelados en la tina. Así que tomó la ducha estando nervioso por entrar en el agua que había usado Mahiru. Una vez que terminara de ducharse seria el turno de sus padres así que terminó quedándose a solas con Mahiru en la sala de estar.

— Se llevan bastante bien.

Mahiru veía la espalda de Shuuto alejarse mientras que el avanzaba abrazando a Shihoko por la cadera, y sin pensarlo terminó susurrando eso.

— En mi caso estoy acostumbrado a verlos así, es lo de siempre.

—… Creo que es una buena familia.

— Bueno si, pero de vez en cuando siento que se me quemará el pecho.

— Fu fu fu.

—… Déjame preguntarte… ¿Estarás bien estando aquí? ¿No te es cansado?

— Está bien, ellos dos me tratan muy bien…este, como si en verdad fuera su hija…

— Bueno, mis padres siempre quisieron una hija después de todo, que una chica tan linda llegue con ellos es claro que quieran consentirla.

— Ah, sí.

La presencia de Mahiru era una gran alegría para ellos, por supuesto, Mahiru podría ser la que más problemas tenga por su personalidad, pero justo porque se trata de Mahiru que le agradó a Shihoko.

— Como decirlo, ten cuidado con la forma de consentir de mis padres, desde que me hice grande se quedaron hambrientos, te darán lo que sea que les pidas.

Sus padres, en especial Shihoko, si es algo que Mahiru deseara de seguro se lo cumplirían con una gran sonrisa.

— Eso sería… pero…

— ¿Pero?

— Me… me gustaría que saliéramos todos juntos…

Añoraba poder salir en familia, en verdad lo dijo en voz tan baja como un suspiro, Amane sintió como le apretaba el corazón por un instante. Para Mahiru quien paso por un mal ambiente familiar de seguro deseaba un lugar parecido al que tenían Shihoko y Shuuto. Si tenía la oportunidad de hacerlo verdad entonces lo haría, pero no era algo que Amane pudiera decidir por su propia cuenta.

— Ya veo, dile a mamá, mejor dicho, me imagino que no sabrías a donde ir por lo que creo que ella terminará eligiendo el lugar.


Por eso es que no tocó demasiado el tema y decidió pasar el día con Amane y su familia.

— Si no le dices que quieres ir a algún centro de ocio o centro comercial terminaran llevándote a lugares extraños.

— Fu fu, si vienes entonces no me importa a donde sea.

— Si le dices eso Mamá te llevara a lugares extraños…

Al escuchar las palabras de Amane, Mahiru sonreía con diversión lo que le hizo tranquilizarse. Cuando le dijo de los lugares extraños a los que le habían llevado antes, la sonrisa de Mahiru se hizo más grande.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios