Accel World (NL)

Volumen 24

Capitulo 9: O-Oh…

Veintitrés de julio, cinco minutos para las cinco de la mañana.

Takanouchi Koto, también conocida como Cobalt Blade, fue a la cocina de su casa, de un piso, para tomar unos refrescos fríos y apoyar una botella en el delgado cuello de su hermana gemela, que todavía estaba sentada somnolienta en la cama.

“¡Uaaa!” Takanouchi Yuki, alias Manganese Blade, levantó la cabeza y miró a Koto con resentimiento en sus ojos. “¿¡Qué estás haciendo, Koto-chan!?”

“Lo lamento, pero no hay nada para comer. Toma un trago y recupera el sentido.”

“O-oh…”

Yuki le quitó la botella mientras seguía quejándose. Koto se sentó a su lado, abrió su propia botella y tomó un buen sorbo. La sensación ardiente del dióxido de carbono despojó fácilmente el resto de la somnolencia de su cabeza.

Yuki también, finalmente recobró la compostura y habló con una voz más clara:

“Bueno, Koto-chan, ¿qué piensas?”

“¿Sobre qué?”

“Sobre si ⌠Oscillatory Universe⌡ está preparando otra trampa.” “Hmm…”

Durante la reunión de ayer de las cinco Legiones, Koto y Yuki insistieron unánimemente en que lo primero que había que hacer no era atacar al Dios del Sol Inti, sino a ⌠Oscillatory Universe⌡. Por supuesto, lo primero que las llevó a desconfiar fue la preocupación hacia la astuta Reina Blanca, pero tampoco sabían con seguridad si White Cosmos estaba preparando una nueva trampa. Un mal presentimiento era su único argumento.

Tuvieron esta sensación unas horas antes del encuentro, cuando ambas se dirigieron a Minato III para comprobar la lista de oponentes. Solo se mostraba un nombre: la Reina Blanca White Cosmos. Cuando Koto lo vio, pudo sentir claramente la fría mano del miedo acariciándole el cuello.

‘Ella se burla de nosotros,’ pensó. ‘Demuestra estar lista para cualquier invasión y que no va a huir o esconderse’. Por supuesto, no la atacaron sin consultar a nadie, así que volvieron a Shinjuku en silencio. O mejor dicho, escaparon con la cola entre las patas.

Al principio pensaron que era una trampa de Cosmos, pero luego dudaron. No es posible llevar a un Enemy al campo de duelo normal. Asumiendo que la Reina Blanca no se escondía de la lista sólo por orgullo, la verdadera trampa debía estar esperándolos cerca de Inti. Con estos argumentos, Koto y Yuki fueron a la reunión, sin embargo…

“Sinceramente, no lo sé,” murmuró Koto y miró a su hermana entrecerrando los ojos.

Llevaban pijamas idénticos y hasta se recogieron el pelo de la misma forma, por lo cual parecían más o menos iguales.

“Tal vez haya trampas por todos lados, o tal vez no estén en ninguna parte. Es sólo que Lemon Pierrette de ⌠CCC⌡ tenía razón, aún tenemos que hacer ambas cosas…”

“Entonces el orden no importa, ¿verdad?” Yuki terminó con un suspiro, cerró la botella y la apoyó sobre la mesa junto a su cama.

Después de hacer lo mismo, Koto miró el indicador de tiempo. Cinco menos dos minutos.

Acordaron una asamblea general exactamente a las cinco. Por si acaso, querían ingresar con un margen de un minuto, pero ya habían acordado que los participantes debían entrar como mucho diez segundos antes del inicio. Un minuto en el mundo real serían dieciséis horas y cuarenta minutos en el Mundo Acelerado, y esto les daría a los observadores de la Legión Blanca (si es que están ahí) el tiempo suficiente para notarlos.

“¿Crees que Crow-kun vendrá?” Preguntó Yuki suavemente.

“Por supuesto que sí,” esta vez Koto respondió inmediatamente. “Pero si fracasa, él también terminará en el Exterminio Infinito.”

“Eso no lo detendrá,” dijo Koto firmemente, cayendo de nuevo en la cama.

Por supuesto, era la cama de Yuki, pero usaban los mismos colchones, así que no había diferencia.

Yuuki se acostó a su lado. Conectaron sus Neurolinkers con un cable, Koto conectó un segundo cable al servidor doméstico y estableció un temporizador de apagado automático. Ese fue el final de los preparativos. Faltaban treinta segundos.

“Definitivamente ganaremos.”

“Sí, lo juro por el Estilo Infinity.”

Yuki sonrió, a Koto la había avergonzado durante mucho tiempo decir el nombre en voz alta. Una cosa es cuando estaban en la escuela primaria, pero casi todos los graduados de la escuela secundaria no querían ser avergonzados por esas palabras.

“A la cuenta de tres,” continuó Koto, dejando de lado los pensamientos extraños. “Uno, dos, tres.”

““[Unlimited Burst]””

***

Por primera vez desde la Conferencia de los Siete Reyes, entraron al Campo Neutral Ilimitado bajo la luz de una luna azul. Rodeadas de edificios de mármol blanco de estilo gótico.

Convertida en Cobalt Blade, Koto miró hacia el cielo nocturno y susurró:

“¿‘Moonlight’, entonces? Lástima que no sea un escenario de agua, pero tampoco está mal.”

“Sí, no está mal. No tiene características desagradables ni cosas inflamables,” asintió Manganese Blade.

Koto, como siempre, miró furtivamente la cara de su hermana. Ella no cambiaba mucho cuando pasaba del mundo real al Acelerado, pero era como si Yuki se convirtiera en otra persona mucho más apasionada y directa. A veces, Koto apenas podía creer que su hermana estaba detrás de Manganese Blade.

Por otro lado, Yuki se encontró con la mirada en silencio de Koto y continuó:

“Pero no hay sol en Moonlight, por lo que será difícil detectar una emboscada de ⌠Oscillatory⌡ si es que la hay. Vamos a tener que renunciar a cualquier posibilidad de exploración.”

“En efecto…” Koto asintió, haciendo sonar la armadura del avatar samurai.

El lugar de reunión para los participantes en la campaña contra Inti era la misma plaza de armas del edificio del Ministerio de Defensa. Koto y Yuki vivían a menos de un kilómetro de distancia, pero, aunque todavía faltaban dos horas y cuarenta minutos para concluir el plan de preparación, era imposible relajarse. Koto acarició su fiel katana, la cual estableció para que apareciera en el avatar inmediatamente, sin la ejecución de ningún comando, y se dirigió al norte, destruyendo pequeños objetos en el camino para obtener energía.

Se las arreglaron para caminar trescientos metros, evitando carreteras principales, pero al final se toparon con la autopista Koshu. No había manera de rodearla, así que se acercaron a una esquina de la pared y miraron cuidadosamente, Koto al este y Yuki al oeste. Sólo después de asegurarse de que no había Enemys u observadores en la ancha carretera, corrieron al otro lado.

Ingresaron a los callejones y caminaron hacia el norte de nuevo. Finalmente, una torre de mármol apareció al frente. En el mundo real, en ese lugar había una torre de radio que se había convertido desde hace tiempo en un símbolo del Ministerio de Defensa.

En su camino a la atracción iluminada por la luna, cruzaron la calle Yasukuni y pasaron por una estación de control del Ministerio de Defensa. Una docena de Burst Linkers ya las estaban esperando en la plaza. Como Koto y Yuki vivían muy cerca, los otros que llegaron antes que ellas debieron haber desobedecido las instrucciones y se sumergieron no en diez segundos sino en once o doce. Sin embargo, nadie parecía quejarse al respecto y los avatares permanecían parados tranquilamente contra las paredes en compañía de sus compañeros de Legión.

Dos filas de columnas griegas con bases redondas atravesaban la plaza pavimentada de mármol, formando un corredor entre ellas y las paredes, y los legionarios de ⌠Leonids⌡ estaban reunidos en el este. Cuando Koto y Yuki se acercaron a ellos, fueron recibidos por la encantadora voz de un enorme avatar. Era Frost Horn, uno de los fuertes intermediarios de la Legión Azul.

“Buenos días, Coba – Manga.”

“Hola, Horn y al resto,” dijo Yuki.

Un coro de voces le respondió en voz baja. ⌠Leonids⌡ nunca se había distinguido por tener un gran número de chicas, así que hoy entre la docena de participantes de la campaña sólo había chicos. Koto, por supuesto, estaba acostumbrada desde hace mucho tiempo, pero a veces envidiaba a las legiones que tenían más chicas que ellos.

“Tenemos dos horas más, pueden relajarse por ahora,” dijo Koto. “Seguramente muchos quieren dormir, pueden recostarse por allí.”

“¿¡Cómo se puede dormir antes del inicio de la operación más importante para rescatar al General Knight!?” Un avatar en miniatura exclamó con una voz joven mientras daba un paso al frente.

Se llamaba Cerulean Runner. Llevaba una armadura japonesa, al igual que Koto y Yuki, y luchaba con una katana real, aunque corta. En el futuro, esperaba convertirse en un gran espadachín, pero constantemente lamentaba el hecho de que el juego le diera a su avatar un casco en forma de sombrero de paja. A pesar de todos sus esfuerzos, no parecía un samurái, sino un ashigaru^*.

Por otro lado, el nombre Runner también lo obtuvo por una razón, y ya en su quinto nivel fue considerado uno de los avatares más rápidos de ⌠Leonids⌡. Si continuaba desarrollándose en esa dirección, él podía aprender técnicas muy interesantes.

“Si empiezas a malgastar energía ahora, no durarás hasta la batalla,” advirtió severamente Koto a la joven esperanza de su Legión. “Descansar cuando se puede es parte de nuestro deber.”

• Los ashigaru eran soldados rasos milicianos en el Japón medieval. Durante el período

Muromachi estos soldados fueron contratados por los shōgun como ejército personal.

“¡Entendido!”

Runner aceptó inmediatamente, mirando hacia algún lugar en el lado opuesto.

“¿Pasa algo malo?” Preguntó Yuki.

“Oh, e-em… En realidad, soy fan de “Heliosphere”, así que… ¿Puedo correr hacia ellas para pedirles un autógrafo?”

Hasta donde Koto sabía, “Heliosphere” se llamaba un trío de cantantes muy populares de ⌠Prominence⌡.

“Haz lo que quieras,” permitió ella con un suspiro.

“Oh, yo también iré entonces,” repentinamente intervino Frost Horn.

“¡Oh! ¿¡Horn también eres fan de Heliosphere!?” Runner se sobresaltó.

“Yo incluso estuve en su primer concierto,” Horn rodeó a su camarada con el brazo. “¿Quién te gusta más?”

“¡Por supuesto que Blaze Heart, su líder!”

“A mí me gusta más Freeze Tone.”

“Oh, bueno, ella también es buena.”

“Bien, vamos. Serás el primero en hablar.” “Uh, ¿no sería mejor que empezaras tú…?”

Koto observó en silencio el intercambio de ambos avatares, luego simultáneamente con Yuki sacudió la cabeza y miró alrededor de la plaza.

El grupo más grande era la unidad de ⌠Great Wall⌡, ubicados en el norte frente a las mismísimas puertas del ministerio. La esquina sureste estaba ocupada por ⌠Aurora Oval⌡, al suroeste se encontraba ⌠Crypt Cosmic Circus⌡. Y finalmente en el oeste, las unidades de ⌠Nega Nebulus⌡ y ⌠Prominence⌡ estaban juntas.

“Mantente al mando,” susurró Koto a Yuki y caminó por el centro de la plaza.

Se dirigía hacia el principal rival de Yuki, “Iron Hand” Sky Raker.

⌠Nega Nebulus⌡ había crecido considerablemente últimamente, incluso sin considerar la fusión con ⌠Prominence⌡, cinco o seis personas ya se habían unido a Legión Negra. Sin embargo, Silver Crow, la figura clave de la batalla de hoy, no estaba entre ellos.

Al notar la presencia de Koto, Raker se levantó de su silla de ruedas y acomodó su sombrero blanco de ala ancha con su mano derecha.

“Buenos días, Cobalt. Gracias por venir.”

“Si. ¿Crow aún no…?”

“No, pero no te preocupes. Llegará a tiempo,” interrumpió Raker.

Detrás de ella, Cyan Pile, Lime Bell y Ardor Maiden asintieron al mismo tiempo.

Todos creían en Crow incondicionalmente. Pero, aunque Koto entendió esto, la incertidumbre opresiva no desapareció. Crow, como ella lo entendía, siempre era una de esas personas que asistía a cualquier reunión con un gran margen de tiempo a favor.

“No lo dudo, pero déjeme recordarle que Crow es el elemento más importante de la operación de hoy. Tal vez no lastimaría a alguien solo…”

“Ir a su casa,” iba a decir Koto, pero no tuvo tiempo, porque un monstruoso estruendo llegó desde el oeste.

“¿¡Qué fue eso!?” Gritó Koto, pero Raker ya se dirigía a la salida sur de la plaza.

Koto corrió tras ella, al igual que los oficiales de las otras Legiones. Habiendo salido corriendo a la calle Yasukuni, Koto miró hacia el oeste.

La tierra volvió a temblar. Manteniéndose de alguna forma en pie, Koto vio una enorme sombra que se movía hacia su dirección desde cerca de la estación de Akebonobashi.

“¡Enemy!” Gritó Koto y en respuesta, la voz de Raker respondió con una rara agitación:

“Es un Clase Bestia… ¡Un Flameblower^*!”

Similar a una Oniscidea^*, este Enemy de al menos siete u ocho metros de alto, corría hacia ellos, sacudiendo la tierra por la pisada de sus innumerables y poderosas patas. Bajo las estrechas aberturas de los ojos se podía ver una boca y una larga trompa. Ésta podía jugar el papel de aguijón, pero no era su arma principal. Como uno podría adivinar debido a su nombre, este Enemy…

El monstruo de repente levantó su trompa, apuntando a tres avatares que estaban escapando frenéticamente veinte metros delante de él. A juzgar por el color, uno de ellos pertenecía a ⌠Great Wall⌡, otro a ⌠Leonids⌡. Al parecer, tenían prisa por asistir a la reunión y accidentalmente llamaron la atención de este poderoso Enemy.

“¡Salten a un lado!” Ordenó Koto y los tres saltaron en diferentes direcciones al instante.

Un segundo después, una llama roja salió desde la trompa del Enemy. Con un rugido ensordecedor, barrió más de diez metros a lo largo de la calle Yasukuni, formando un muro de fuego de la altura de un puente. Los tres avatares apenas habían logrado escapar del fuego, pero el Flameblower no se detuvo, ni siquiera mientras exhalaba, y ya estaba muy cerca de ellos. Era poco probable que pudieran esquivar el siguiente ataque.

“¡Manganese, vamos!” Exclamó Koto.

“¡Sí!” Respondió Yuki.

Ambos avatares patearon el suelo y se precipitaron hacia ellos, tomando las empuñaduras de las espadas. El resto de los oficiales corrieron tras ellas.

Por un lado, ningún Enemy de Clase Bestia puede resistir el poder de una docena de Burst Linkers de alto nivel, pero por otro lado, no era tan simple. El enorme cuerpo del Flameblower estaba lleno de combustible, por lo que un golpe demasiado fuerte con algún proyectil podría terminar en una gran explosión. Típicamente, este monstruo se controlaba usando ataques de largo alcance de avatares tiradores desde una gran distancia para evitar pérdidas accidentales, pero ahora era imposible hacerlo. Si los observadores de ⌠Oscillatory Universe⌡ estuvieran estacionados en el Jardín Kitanomaru, definitivamente notarían la explosión cerca del Ministerio de Defensa, porque la distancia hasta ese lugar no excedía los dos kilómetros. No solo revelarían el plan de las Legiones a sus enemigos, sino que también tendrían tiempo para prepararse.

“¡Hey, Coba-Manga! ¿¡Que vamos a hacer!?”

Alguien alcanzó a Koto y le gritó un apodo conocido a ella y a Yuki. Mirando de reojo, vio a la segunda Reina Roja Scarlett Rain a su lado. Estaba dos cabezas por debajo del avatar de Koto, pero podía fácilmente superarla en velocidad.

“¡Es peligroso destruir a ese bicho bolita así como así!” Gritó Rain.

“Sí, lo sé.” Respondió apresuradamente Koto. “Llamaremos su atención, lo sacaremos de aquí y escaparemos de él. ¡Vuelva a la plaza, Reina!”

Con esa última palabra, Koto trató de recordarle al Rain que era la única de los Reyes que había escapado del Exterminio Infinito y por lo tanto era una aliada invaluable y extremadamente importante, pero Rain sólo aceleró en respuesta, empezando a superar a Koto.

“¡Pfft, no quiero! Coba, sabes que los Clase Bestia no son tan fáciles de arrastrar, ¿verdad?”

Por supuesto, ella lo sabía. Cuanto más fuerte sea el Enemy, más compleja será su Inteligencia Artificial y captar su atención con trucos primitivos se vuelve más difícil. Si Koto y Yuki le dieran simplemente un golpe al Enemy en las piernas una vez, este adivinaría que solo están tratando de distraerlo y seguiría corriendo como si nada hubiera pasado.

El Flameblower estaba a cien metros de distancia. El Enemy levantó la trompa y apuntó a los avatares que huían desesperadamente. Estaban tan cerca que habrían sido golpeados por sus poderosas y puntiagudas piernas si trataban de saltar a los costados.

Podrían haber dejado morir al trío de perdedores, renacerían para cuando la operación diera comienzo. Pero si lo hicieran, Koto y el resto de los oficiales se rebajarían al nivel de la ⌠Acceleration Research Society⌡, quienes fácilmente sacrifican a sus camaradas.

Koto y Yuki tensaron los brazos que estaban sujetando las armas.

El Movimiento Especial de ambas, «Borderless Cut»^* , se hacía más poderosa y lograba un alcance mucho más largo cuanto más tiempo se aferraban a la empuñadura de las espadas, mientras estas estuvieran en la vaina. No había pasado ni un minuto desde que escaparon de la plaza, pero el ataque debería por lo menos alcanzar al Enemy.

Sin embargo, fueron superadas por la Reina Roja, quien, a una velocidad insuperable, sacó un arma de su cadera y golpeó la trompa del Enemy con un par de disparos increíblemente bien dirigidos. El Enemy aulló con la cabeza en alto, como si tocara una bocina. Su trompa escupe llamas era mucho más difícil de destruir de lo que parecía, y más importante, esto no impedía que el Enemy exhalara más fuego, pero un golpe lo suficientemente fuerte a ese lugar podía noquear al Enemy por unos segundos.

Al notar que el acosador había disminuido la velocidad, los tres avatares inmediatamente se movieron, tratando de llegar a Koto y Yuki lo antes posible. Sin embargo, las hermanas estaban dispersas a los lados.

“¡Corran directamente al Ministerio de Defensa!” Gritó Yuki, señalando hacia atrás.

“Oh… ¡Está bien!”

“¡Lo sentimos mucho!”

“¡Acaben con él!”

Después de unas pocas palabras, los avatares se precipitaron por la calle Yasukuni.

Luego de frenar bruscamente, Koto y Yuki dieron instrucciones:

“¡Dispérsense y bloqueen la calle!”

“¡Los que tengan resistencia al fuego al frente!”

“¡Entendido!” Un coro de voces respondió y los avatares que siguieron a las hermanas rápidamente se separaron y cubrieron a lo largo de la calle. Además de Rain, de la Legión Negra vinieron Sky Raker y Aqua Current, de la Legión Púrpura Aster Vine y Mov Wear, de la Verde Iron Pound y Suntan Schaefer, de la Roja Blood Leopard y de la Amarilla… vinieron Tangerine Ringer y Saxe Lauder.

Un batallón de tan fuertes luchadores podría haber perforado fácilmente el fuerte caparazón del Flameblower, pero eso causaría una explosión. Lo que significa…

“¡Lo mataremos sin hacerlo explotar!” Ordenó Koto.

“¿En serio…?” Preguntó Iron Pound desde el flanco izquierdo. “Incluso teniendo un grupo como este, tardaremos al menos una hora en derribarlo…”

“Debemos hacer todo lo posible para salvar a los Reyes. ¡No hay otra manera!” Le recordó Yuki y Pound tuvo que asentir con la cabeza junto con los demás.

No importa lo que digan, casi ninguno de los oficiales pensó seriamente que la batalla de hoy sería fácil.

Mientras tanto, el Flameblower se recuperó y se detuvo ante los doce veteranos. Las mandíbulas cerca de la trompa estaban abiertas de par en par y complejos patrones de chispas brillaban en los ojos negros tallados.

El caparazón del Enemy estaba pintado de rosa y solo una coraza sobre su cabeza parecía oscuro escarlata, casi negro. Debajo de esta estaba el único punto débil, es decir, el sistema nervioso central. Si era destruido, el Flameblower moriría sin explotar, y los vencedores no sólo obtenían Burst Points, sino que ocasionalmente caían cosas valiosas e incluso equipos. Los cazadores de Enemys, especialmente los valientes, a veces trataban de aprovecharse de este truco, pero la coraza en la cabeza del Flameblower era extremadamente difícil de romper. Los movimientos especiales del Burst Linker más fuerte sólo lo arañaban ligeramente y a un destacamento de treinta Burst Linkers le tomaría de cuatro a cinco horas lograrlo. Iron Pound tenía razón al decir que incluso el más fuerte (sin incluir a los Reyes) de los Burst Linkers del Mundo Acelerado, tardaría al menos una hora.

Sin embargo, no quedaban otras opciones.

“¡Tiradores: golpeen la coraza en la frente, sin equivocarse! ¡Tropas de Asalto: ataquen la trompa y traten de no quedar atrapados entre sus patas! Antes de atacar, miren hacia dónde se dirige la llama y agáchense. ¡Tanques: protejan a las Tropas de Asalto!”

“¡Entendido!” Los avatares respondieron a las órdenes de Koto.

El escudo estaba a cinco metros del suelo. Desgraciadamente, demasiado alto para que Koto y Yuki pudieran golpearlo con ataques ordinarios. Sin embargo, al menos podrían liberar «Borderless Cut» sobre él, que fue cargado todo el camino desde la plaza.

“¿Lista, Yuki?”

“¡Siempre lista, Koto!”

Mirando y entendiéndose sin palabras, abrieron ampliamente sus piernas y doblaron las rodillas.

“«Borderless…»” Pronunciaron sincrónicamente, pero fueron interrumpidas por un grito que vino desde una dirección completamente inesperada:

“¡NO, DETÉNGANSE!”

El fuerte grito llegó desde detrás del Flameblower, aunque ninguno de los miembros del grupo había intentado acercarse al Enemy por la parte trasera.

Coto y Yuki interrumpieron simultáneamente sus Movimientos Especiales y desviaron los lentes que funcionaban como los ojos de sus avatares.

El cuerpo del Enemy cubría la mayor parte de la vista de la calle Yasukuni, pero aun así vieron algo que se giraba suavemente a la izquierda en el cruce con Kudanshita.

El extraño no huía, un par de alas extendidas brillaban con la luz de la luna. En el Mundo Acelerado sólo había dos Burst Linkers capaces de, no sólo flotar, sino de volar a propia voluntad. Uno de ellos, Sky Raker, estaba ahora a la derecha de Koto. Y el otro era…

“…Crow-kun,” susurró Yuki o Koto.

Se quedaron congeladas, viendo al avatar volador terminar su curva, casi arañando el asfalto con la punta de su ala y dirigiéndose hacia la parte trasera del Flameblower. El Enemy sintió que algo andaba mal y empezó a desviar su trompa, pero el avatar ya había logrado llegar volando hasta un lado del monstruo y elevarse sobre él, evadiendo su ataque. Habiendo ganado algo de altitud, el avatar giró en un ángulo increíblemente agudo y apuntó a una fuerte placa de armadura sobre su cabeza.

El Avatar, Silver Crow, tomó la empuñadura de la espada en su muslo izquierdo mientras volaba.

‘¡Estás demente!’ Pensó Koto. El escudo en la frente del Flameblower era más fuerte que la mayoría de los cuerpos de los Enemys de Clase Legendaria. Si intentara cortarlo a esa velocidad, el retroceso sería tal que la espada saldría volando de sus manos.

Sin embargo, cuando Crow sacó la espada y golpeó el escudo escarlata, no voló ni una sola chispa. La espada atravesó, aumentó su profundidad y giró a la derecha en un arco, saliendo y brillando en el aire antes de caer de nuevo.

El golpe se veía muy extraño. Al principio, la espada se movió tan rápido que la mirada de Koto apenas pudo seguirla, luego bajó la velocidad ligeramente al tocar el escudo y finalmente lo cortó como si no hubiera encontrado resistencia en absoluto.

Nunca antes había visto algo como esto… Aunque no, si lo había visto. Fue hace mucho, mucho tiempo, cuando Koto y Yuki recién habían empezado a visitar el Campo Neutral Ilimitado…

“¡La coraza está rota!” Gritó Koto, interrumpiendo sus recuerdos. “¡Prepárense para disparar!”

Silver Crow voló hacia la izquierda.

Una cruz brillante apareció en la coraza y la placa explotó desde el interior, partiéndose en cuatro partes. Un cerebro parecido a una medusa, emitiendo un siniestro brillo púrpura, apareció en el interior.

“¡Fuego!” Ordenó Koto, y un torrente de ataques multicolores, por parte de la Reina Roja y otros avatares de largo alcance, volaron hacia adelante.

Un grupo inexperto en su lugar podría haber accidentalmente hecho explotar todo el cuerpo del Enemy, pero los representantes más fuertes de las Legiones no cometieron ni un solo error. El cerebro tembló con los disparos, se infló como un globo y estalló, salpicando un líquido brillante. Las tres escalas de salud del Enemy se vaciaron instantáneamente, la luz de sus ojos tallados se desvaneció, parpadeó un par de veces y se cerraron. Sus piernas se debilitaron y el Enemy de Clase Bestia se derrumbó sobre la carretera.

Después de un momento, el Flameblower se desmoronó en numerosas partículas y los Burst Linkers se regocijaron por la victoria. Koto tampoco pudo resistirse en apretar su puño izquierdo, pero dejó su mano derecha en el mango de la hoja y fue en busca de Silver Crow, quien se había ido volando.

El héroe de la batalla se paró en el borde de la calle Yasukuni de espaldas a Koto y enfundó la espada en la vaina. Estaba a punto de llamarlo…

Pero de repente se congeló al mismo tiempo que Yuki.

“¿Estás segura de que ese es Crow?” Susurró su hermana, pero Koto no pudo responderle, porque ella se hizo la misma pregunta.

Figura delgada, armadura de plata y lo más importante: un par de alas extendidas en su espalda. La apariencia de Silver Crow ante ellas era dolorosamente familiar, pero por alguna razón parecía que no estaban mirándolo a él, sino a un poderoso veterano, uno al cual ellas no podrían siquiera compararse…

Sky Raker y Aqua Current pasaron por los costados de las hermanas congeladas.

“¡Karasu-san!” Exclamó Raker, y Crow finalmente se dio la vuelta.

La fascinación se disipó cuando Crow corrió hacia Raker con un andar un poco torpe. Se detuvo justo delante de ellos, se paró recto y se inclinó profundamente.

“¡Lo siento por llegar tarde!”

“¡Estábamos preocupados! ¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo?”

“Bu-bueno… estaba haciendo un poco de ejercicio extra. Después de terminar con el entrenamiento, por así decirlo…”

“¿¡Ella te hizo entrenar hasta el inicio de la operación!? ¡Arrojaré a esa maldita desde un rascacielos!”

“¡N-no-no-no! Fui yo quien decidió quedarse después de terminar el entrenamiento…” Silver Crow se rascó culpablemente la parte de atrás de su cabeza.

“Como hemos visto, has dominado su técnica a la perfección, por lo que sus lecciones fueron buenas,” lo elogió Aqua Current.

“Oh, eso fue casualidad… Apenas pude adentrarme en el estilo, no más…”

Finalmente, Koto no pudo soportarlo más y preguntó por encima del hombro de Raker:

“Crow, te ves un poco nervioso. ¿Estás seguro de que estás listo para la operación de hoy?”

Al darse cuenta de Koto, Crow volvió a enderezarse y asintió con confianza. “¡Por supuesto, Cobalt!”

La respuesta fue complaciente para su alma, pero cuando Koto se acercó, notó numerosos arañazos y manchas negras de óxido en la armadura de Crow.

“Pareces bastante agotado. Si quieres, podemos retrasar un poco el comienzo de la batalla.”

Era raro que Koto mostrara tanta preocupación por Crow, pero él sólo agitó la cabeza.

“No… creo que estoy uh… estoy en una especie de trance de combate ahora mismo.”

“¿Trance?” Yuki intervino. “¿Esa es la razón por la que lograste cortar la coraza del Flameblower?”

“Creo que sí. Pienso que, si me duermo, saldré de este estado, así que es mejor avanzar ahora mismo.”

Al pensar en ello, Crow fue envuelto en el aura de un veterano por un momento. ¿De qué tipo de entrenamiento estaba hablando? ¿Quién era la “maldita” que mencionó Raker? Desgraciadamente, Koto no tuvo tiempo de hacer estas preguntas. Silver Crow tuvo tiempo de terminar su entrenamiento y estaba listo para jugar un papel clave en el ataque. Y si es así, el trabajo de Koto era darle todo el apoyo posible.

“Está bien. En ese caso, empezaremos exactamente a las cinco como estaba previsto. Tómate un pequeño descanso mientras puedas.”

“Espero que te desempeñes tan bien como ahora en tu próxima pelea, Crow.”

Con estas palabras, Koto y Yuki se dieron la vuelta en sincronía. Los avatares, de pie a la distancia, rodearon a Crow como si estuviera al mando. Alguien lo admiró en voz alta, otro trató de hacer preguntas (estos intentos fueron detenidos por Raker), Koto y Yuki sólo caminaron silenciosamente de vuelta a la plaza del Ministerio de Defensa, escuchando lo que sucedía a sus espaldas. Koto sintió un extraño entusiasmo y algo le dijo que no era sólo por la victoria sobre el Enemy.