Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Volumen 3

Extra 14: Libro De Juegos Otome II – [4-A] ¡Tratado De Agricultura!

“‘Un tratado de agricultura’… ¡Hm, eso es exactamente lo que el imperio necesita ahora mismo!”

Si podía o no entender un libro con la palabra “tratado” en su título era algo que todavía se podía debatir, pero sin embargo, lo cogió con ganas…

“¡Ah!”

…Sólo para que su mano chocara con otra. Levantó las cejas con sorpresa y miró en su dirección.

“Ah, Su Alteza…”

Era su antigua archienemiga, Tiona Rudolvon. Sus cejas coincidieron con las de Mia en elevación.

“Vaya, Tiona. Qué coincidencia. ¿También has venido a leer algo?”

“Sí. Hay libros sobre agricultura aquí en Saint-Noel, y quería que mi hermano pequeño los leyera, así que los estoy copiando a mano. Cuando termine, se los enviaré.”

“Entiendo. Es muy considerado de tu parte.”

El hermano menor de Tiona, Cyril, era un niño prodigio que llegaría a desarrollar una nueva variedad de trigo. Si estaba tratando de ayudarle a aprender, lo último que quería hacer Mia era interponerse en su camino.

“En ese caso”, dijo Mia, retirando rápidamente su mano, “este libro haría mucho más bien en tus manos que en las mías. Iré a leer otra cosa.”

Retrocedió unos pasos. Luego dio unos cuantos más. Después de todo, Tiona era una de las personas que había participado en el corte de su cabeza en la línea temporal anterior. Ese tipo de cosas dejaba una marca; solía haber algunos rencores que se trasladaban a futuras reuniones. Y lo que es más importante…

Es que se siente muy raro ser buena amiga de ella…

Mia ya no podía sentir ningún odio genuino hacia Tiona, pero no estaba del todo segura de si debía tratarla como una amiga íntima. Era… complicado. Sin embargo, antes de que pudiera dar más pasos atrás, Tiona habló.

“Um, Su Alteza… Me gustaría agradecerle de nuevo. Formalmente. Por ayudar a mi hermano pequeño. Desde que se enteró de que iría a la escuela que está construyendo, ha sido muy feliz.”

Sus ojos brillaron, puros y rebosantes de emoción.

“Me alegra escuchar eso, pero realmente me das demasiado crédito. No he hecho gran cosa.”

“Eso no es cierto. Te estoy muy agradecido. Y también lo está mi padre. Las palabras apenas pueden expresar lo agradecidos que estamos…”

En este punto, Tiona había acumulado tanta gratitud que Mia estaba empezando a sentirse un poco incómoda. No era que ella hubiera hecho nada de eso por Tiona, Cyril simplemente era un beneficiario de su póliza de Mia Primero. Siempre le remordía la conciencia al recibir tantos elogios inmerecidos. Peor aún era saber que Tiona la había ayudado mucho durante su campaña electoral, inclinando aún más la balanza de los favores.

“¿Alguien… te dio algún problema después? ¿Algún acoso o cosas así?”

Por lo tanto, Mia devolvió el golpe. Procedió a dejar caer un yunque — en su opinión — de bondad y consideración en su lado de la balanza. Tiona contempló la pregunta durante un segundo. Luego cerró los ojos y se puso la mano sobre el pecho.

“Gracias, Su Alteza. Lo estoy haciendo bien. Estoy orgullosa de ser una noble del imperio, y vivo cada día de mi vida sabiendo que mis acciones se reflejan en el conjunto.”

“Entiendo… Me alegro de que te vaya bien”, dijo, sacando distraídamente un libro de la estantería mientras seguía a Tiona de vuelta a la sala de estar.

“Por cierto, ¿qué está leyendo, Su Alteza?”

“Oh, bueno, estoy…”

Sólo entonces se le ocurrió mirar el libro que tenía en la mano. Sus ojos se posaron en el título escrito en la portada y se quedó paralizada. Decía “Aritmética avanzada”, y su contenido era sin duda aún más difícil de entender que el del libro de Tiona.

“Vaya, no puedo creer que esté leyendo un material tan difícil, Su Alteza.”

Atrapada entre su orgullo y la mirada reverente de Tiona, Mia tragó saliva y dijo: “¡Claro! Como princesa del Imperio Tearmoon, necesito asegurarme de saber aritmética avanzada como mínimo.”

Y así, se vio obligada a pasar la tarde esclavizada por un libro increíblemente abstruso mientras luchaba contra sus propios párpados y su insistencia en cerrarse. Para un observador externo, la escena de las dos chicas en la biblioteca era la de unas amigas disfrutando de un tiempo de estudio tranquilo. Para los conocedores, existía la ironía de sus circunstancias pasadas — antiguas enemigas, antes cazadora y víctima, ahora compartiendo la pacífica compañía de la otra.

En la Biblioteca con Tiona