Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Volumen 3

Capitulo 40: Reunidos De Nuevo…

 

 

Mia se sentó en el famoso Jardín Secreto de Saint-Noel por invitación de Rafina para almorzar juntas. Rodeada por los pétalos de rosa de las rosas de la princesa, se deleitó con su elegante fragancia mientras apreciaba la fina comida que Rafina le había preparado.

“¡Esto es realmente sabroso, señorita Mia!” exclamó la diminuta figura que estaba a su lado.

De hecho, la invitación de Rafina se había extendido también a Bel y Anne, y las tres estaban disfrutando de un almuerzo particularmente suntuoso. Bel especialmente era una bola de entusiasmo. La vista de sus mejillas distendidas y su amplia sonrisa mientras mordisqueaba su comida provocó una risa en Rafina.

“Dios, ahora no eres la cosa más adorable. La comida se ve el doble de bien cuando la comes”, dijo Rafina mientras miraba a la joven.

“Ejejeje, no puedo evitarlo. Es demasiado sabrosa.”

Las dos intercambiaron sonrisas antes de que Bel volviera a asaltar su plato mientras Rafina miraba con cariño desde el otro lado de la mesa. Fue una escena que causó cierta disonancia cognitiva para Mia, que hasta hace poco tenía la impresión de que Bel encontraba a Rafina tan aterradora como ella.

Esta chica realmente sabe cómo llevarse bien con la gente, ¿no? Quizás lo pase mejor de lo que pensaba… Se le ocurrió que la gente siempre llevaba una sonrisa amable cuando interactuaba con Bel. En cuanto a la edad, debería ser un año más joven que Abel y Sion, pero por alguna razón, todo el mundo la trata como a una niña pequeña.

“Dime, Mia.” Rafina dijo de repente cuando se volvió hacia ella. “Bel es alguien muy querida para ti, ¿verdad?”

“Por supuesto. Es mi preciosa nie—” Se atragantó con la palabra justo antes de que pudiera salir de su boca. “Uh, hermanita.”

“¿Oh? ¿Acabo de oír una vacilación de un momento? Toda una rareza, viniendo de ti, Mia. Mmhmhm… Veo que te preocupas mucho por tu padre”, comentó Rafina, que pensaba que Miabel era la hija ilegítima del emperador. No fue su culpa, por supuesto; Mia la había empujado hacia esa teoría.

Así que ella cree que estoy celosa porque papá fue y tuvo otra hija con otra persona… El hecho de que ella piense eso es un poco molesto, en realidad.

No odiaba a su padre ni nada, pero tampoco quería que la gente pensara que le gustaba tanto. Era… complicado. La pubertad y todo eso. En fin.

“Entonces, ¿qué pasa con Bel?”

“Oh, estaba pensando que si ella es alguien a quien quieres, definitivamente deberíamos arreglar para que tenga un asistente adecuado. De lo contrario, podríamos terminar accidentalmente dándole a las serpientes la oportunidad de ponerle las manos encima.”

“¿Un asistente… para mí?”

Bel la miró con perplejidad.

“Sí. Creo que es demasiado trabajo para Anne seguir cuidando de ti también.”

“Bueno, la Srta. Bel puede manejar muchas cosas por sí misma, así que no es una carga para mí”, dijo Anne, “pero lamento no poder asistir a las clases con Mi lady…”

Es cierto. No tienes ni idea de cuántas veces he deseado que Anne estuviera conmigo.

Mia estaba muy de acuerdo en que la mejor solución era asignar a Bel una ayudante de confianza propia. De hecho, ella misma había estado jugando con la idea. El problema era que nunca había sido capaz de encontrar una candidata adecuada.

Si Rafina tiene a alguien en mente, supongo— ¡Ah!

Se le ocurrió una preocupación y habló rápidamente.

“Aunque encontremos un asistente, me gustaría que Bel se quedara en mi habitación.”

“¿Hm? ¿No está muy apretado ahí dentro?”

Era… un poco estrecho, en realidad, pero asegurar que Bel estuviera siempre disponible para el interrogatorio era una prioridad para Mia.

“Lo estamos haciendo bien. No hay ningún problema. Hay un montón de cosas de las que me gustaría hablar con ella también, así que…”

“Dios”, dijo Rafina con una risa sorprendida, “realmente la consientes, ¿no?” Entonces, se puso un dedo en la barbilla y frunció el ceño. “Pero hmm. En ese caso, supongo que me encargaré de que Bel se quede en tu habitación en un futuro próximo.”

“Muchas gracias por su consideración.”

“Ahora bien, sobre el asistente de Bel. De hecho, tengo a alguien en mente…”

“¿Oh? Quién podría —”

Rafina aplaudió dos veces. A la señal, una chica apareció ante ellos.

“Es un placer volver a verla, princesa Mia.”

“¡Oh, Dios mío! ¡Bueno, si no es Lynsha! ¡Hace tanto tiempo que no nos vemos!”

El inesperado reencuentro trajo una sonrisa a la cara de Mia. La última vez que vio a Lynsha fue al final del incidente en Remno, y eso fue hace varios meses. Había oído que con Abel y Rafina apelando en su nombre, se había librado de las duras penalizaciones, pero aún así era reconfortante ver que le iba bien en persona.

“Me alegra ver que tienes buena salud.”

“Tanto yo como mi hermano fuimos infinitamente afortunados de haber sido agraciados por su benevolencia y misericordia. Lo apreciamos de todo corazón y esperamos que acepte nuestra más sincera gratitud.”

Lynsha bajó su cabeza en una reverencia muy formal.

“Vaya, qué actitud tan inusualmente condescendiente… ¿Qué te pasa?”

Mia la miró con el ceño fruncido. La Lynsha que recordaba había sido considerablemente más informal en su discurso.

“U-Um, ¿nada? Sólo pensé… Quiero decir, eres la princesa de Tearmoon, así que no puedo permitirme ser irrespetuosa…”

“¿Irrespetuosa?” Mia se rió. “Si no te hice pasar mal después de que tus amigos me durmieran y me secuestraran, ciertamente no lo voy a hacer ahora porque no estás usando suficientes palabras grandes. Por favor, no te molestes con el lenguaje elegante. Me da escalofríos cuando hablas así.”

El tono de broma de Mia tomó a Lynsha por sorpresa, y se congeló por un segundo. Luego, después de mirar a Rafina para confirmarlo, se encogió de hombros y dijo: “Está bien. Si tú lo dices.”

“Ahora entonces. ¿Asumo que esto significa que vas a ser la asistente de Bel? Eso suena maravilloso. Muchas gracias por aceptar esta tarea.”

Se sonrojó un poco por el sincero agradecimiento de Mia y respondió rápidamente, “No, me agradezca. Tener la oportunidad de estudiar en Saint-Noel es un sueño hecho realidad.”

Lynsha definitivamente no era amiga de las Serpientes del Caos. Eso la hizo más digna de confianza. Además, la adversidad que habían superado juntos en Remno había establecido una relación personal entre ellas.

“Mmhmhm, Lynsha estaba tan feliz de poder ayudarte, Princesa Mia,” dijo Rafina, “que aceptó el trabajo en el acto.”

“Espera, qué— ¡S-Señorita Rafina!”

Mia disfrutó de una buena risa a expensas de la nerviosa Lynsha antes de volverse hacia Bel.

“Bel, esta es Lynsha. Es del Reino de Remno, y me ayudó mucho en el pasado.”

“¿En serio? Encantada de conocerte, Lynsha. Me llamo Miabel, pero por favor llámame Bel. La Srta. Mia es mi abu—”

“Hermana. Como hija ilegítima de mi padre, sus circunstancias no pueden hacerse públicas, pero es mi hermana pequeña.”

“Lo tengo. No me entrometeré.”

Rafina esperó tranquilamente a que terminaran antes de decir con una sonrisa educada, “Maravilloso. Está decidido entonces. Pero antes de seguir adelante, hay una persona más que me gustaría presentarles. ¿Mónica? Entra, por favor.”

A su señal, apareció una señora con uniforme de sirvienta.

“Encantada de conocerla, princesa Mia. Soy Mónica Buendía.”

“…¿Mónica? Oh, ¿podría ser usted la que estaba con Abel?”

Recordó haber oído el nombre antes. Lo cual fue una hazaña impresionante en sí misma.

Estoy bastante segura… de que ella es la que hizo sonreír un poco a Abel cuando me habló de ella.

Escuchar a Abel hablar felizmente de una mujer que no conocía la puso un poco celosa en ese momento.

Hmph, así que tú eres Mónica. Huuuuuh. Bueno, entonces… Veo que a Abel le gustan las mujeres mayores.

Miró a la mujer con un descontento moderado cuando sus mejillas empezaron a parecerse a las de una ardilla demasiado glotona.

“Nos hiciste un inmenso favor en su momento, princesa. Gracias a usted, mis compañeros agentes recibieron clemencia.”

“Oh, déjeme asegurarle que el sentimiento es mutuo. De no haber sido por tí, Remno seguramente habría enfrentado un destino mucho peor.”

Rápidamente desinfló sus mejillas y puso una sonrisa educada.

¡Hmph! ¡No dejaré que me quites a Abel! ¡Lo juro!

Sin embargo, por dentro, los guantes ya se habían quitado.

Así, a través de los arreglos de Rafina, los que se oponían a las Serpientes del Caos continuaron reuniéndose. Al mismo tiempo, un mensaje para Mia llegaría desde el imperio. En cuanto a su contenido…

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