Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Espera… Soy sólo yo o estoy en serios problemas ahora mismo…

Los instintos de Mia, finalmente despertados de su estupor inducido por los dulces, le estaban lanzando una terrible advertencia: esta petición era incomparablemente más peligrosa que el reciente intento de revolución en Remno.

¡D-Dulces lunas! Necesito averiguar cómo rechazar su oferta…

Empezó a devanarse los sesos por una estrategia de salida, sólo para descubrir que era demasiado tarde.

“Como el Príncipe Sion explicó tan generosamente, las serpientes están en todas partes. Por eso son los únicos con los que puedo hablar ahora mismo.”

“Hm… ¿Mm? Espera un minuto”, dijo Abel con el ceño fruncido, “si reaccionan al libro sagrado, ¿no puedes usarlo para eliminarlos?”

Sion agitó la cabeza. “No, eso probablemente no funcionará. ¿Recuerdas lo que pasó con los Cuervos Blancos? El instigador central del incidente fue en efecto Jem, pero fue el resto de los miembros los que hicieron el trabajo de campo.”

“Entiendo… No es sólo esta sociedad secreta de Serpientes del Caos a la que nos enfrentamos. También es la gente que están manipulando…” reflexionó Abel.

“Exactamente”, dijo Rafina. “Son gente astuta que tendrá mucho cuidado de evitar situaciones que puedan exponerlos a ser Serpientes. Nunca aparecerán en lugares donde puedan ser objeto de una lectura del libro sagrado. A lo sumo, enviarían a una de las personas que están manipulando.”

“Cuando lo pones así, es una especie de milagro que hayamos logrado capturar a ese tipo Jem”, dijo Abel mientras miraba a Mia con un sentimiento de admiración.

“Lo es, en efecto. Y a pesar de las circunstancias, todavía tengo una habitación llena de gente en la que puedo confiar plenamente. Creo que debo considerarme afortunada”, dijo Rafina con una amable sonrisa mientras se volvía hacia Mia también. “Nada de esto hubiera sido posible sin tu ayuda, Mia. Estoy tan contenta de tenerte como amiga.”

“¡Uh, erm, ni-ni siquiera lo mencione! Somos, um, amigas. Y los amigos se ayudan entre sí, ¿verdad?”

“Ciertamente lo hacen”, coincidió Rafina con un agradable asentimiento.

“Entiendo… Bueno, si Mia está a bordo, entonces ciertamente no puedo echarme atrás. Mi reino también fue víctima directa de sus acciones, así que me encantaría ayudar”, dijo Abel con un firme asentimiento.

Espera, ¿qué? ¿Yo… Yo estoy a bordo? ¿Cuándo dije eso? Estoy bastante segura de que nunca—

“En ese caso, cuente conmigo también. Considerando que incluso lograron infiltrarse en la agencia de espías de mi reino, no es un problema que pueda permitirme ignorar. Ya que no se sabe quién puede estar de su lado, prefiero tener un círculo de personas de confianza con las que pueda compartir información.”

Mientras Sion prometía su apoyo, Tiona rápidamente siguió su ejemplo.

“No sé qué puedo hacer, pero me gustaría ayudar también.”

Mia, enfrentada al desarrollo de una nueva realidad incómoda…

Mmmm, la exquisita dulzura de esta galleta… realmente da en el clavo. Deliciosa. Simplemente deliciosa.

…Había optado por el viejo escapismo.

¿Cómo es posible que los dulces sepan tan bien? ¡Oh, ya lo sé! Esto es un sueño, ¿no? ¡Tiene que serlo! Muy pronto, me despertaré por la mañana diciendo, “Awww, y estaba a punto de comer un poco más también.” Mira. Haré que suceda ahora mismo. Voy a alcanzar esa tarta tan tentadora, y me despertaré justo antes de tocarla…

No funcionó. Sin inmutarse, alcanzó el siguiente trozo. Y luego el siguiente. Incluso después de devorar todo lo que había en la mesa, no se despertó. Sin embargo, recibió una buena regañina de Anne más tarde por comer tanto que tuvo que saltarse la cena.

“Ugh… Supongo que no fue un sueño después de todo…”

La noche siguiente, después de aceptar finalmente que los eventos del día anterior eran reales, Mia comenzó a actuar. Después de todo, había luchado con su destino en la guillotina hasta la sumisión y se ganó una nueva vida. Puede que no parezca una superviviente empedernida, pero era muy consciente de que cuanto más tiempo pasara, más probabilidades había de que una mala situación empeorara mucho, mucho más.

Esto no cambió el hecho de que Mia generalmente deseaba evitar cualquier cosa que se asemejara remotamente al trabajo duro. Siempre que fuera posible, prefería hacer trampa y ahorrarse el esfuerzo. De acuerdo con esta inclinación suya, comenzó a anhelar algo que facilitara las cosas.

“Oh, desearía tener algo que me indicara el camino para poder evitar todos los peligros del camino. Algo como ese diario…”

Para su consternación, no se materializó tal cosa. Su diario seguía sin aparecer. Concedido, aunque hubiera reaparecido, tampoco estaba particularmente emocionada por leer sobre sus días previos a la guillotina.

“Hablando de eso… ¿No he visto un artículo similar recientemente?”

Algo le había hecho decir algo como “Oh, supongo que esto es igual que ese diario” no hace mucho tiempo, y se esforzó por recordar qué.

Entonces, se dio cuenta.

“¡Oh, ahora lo recuerdo! ¡Era ese libro de historia! ¡Quizás encuentre algo relevante ahí!”

El libro contenía una descripción del futuro que se desvanecía ante sus ojos. Ella había repasado el libro unas cuantas veces más después, pero el pasaje nunca reapareció. Ahora, sin embargo, tenía la sensación de que podría cambiar. Pensando que cuanto antes lo descubriera mejor, se levantó de la cama y se dirigió a la biblioteca.

La biblioteca de la Academia Saint-Noel estaba situada en el área común de un edificio que unía el dormitorio de los chicos con el de las chicas. Los libros eran artículos valiosos, y la entrada a la biblioteca estaba vigilada por el personal, pero el acceso no estaba muy restringido. Mientras los libros permanecieran en la biblioteca, podían ser leídos libremente no sólo por los estudiantes sino también por los asistentes, lo que la convertía en un lugar bastante concurrido. A menos, por supuesto, que todos se fueran de vacaciones.

No había un alma a la vista cuando Mia entró, y rápidamente vio el libro que estaba buscando.

“Bien, bueno. No puede ser tan fácil…”

Recorrió el libro de principio a fin, pero el pasaje en cuestión no se encontraba en ninguna parte.

“Oh, espera un minuto… ¿No mencionaba ese pasaje que era en realidad un extracto de algún otro libro? ¿Qué era? Crónicas de la Princesa Mia, ¿creo?” Ella hizo una pausa. Con una mueca, dijo el título en voz alta otra vez. “Crónicas de la Princesa Mia…”

A ella no le gustaba el tono de ese título — por una buena razón. Imagina, si quieres, que estás mirando un libro cuyo título es tu nombre, seguido de “Crónicas”. ¿Cómo te haría sentir eso? Un poco morboso, ¿no?

“…¿Realmente quiero leer algo así? Suena como el tipo de libro que me dejará deprimida.”

Aún así, trató de buscarlo, pero en ningún lugar de los estantes pudo encontrar un libro titulado “Crónicas de la Princesa Mia”. Fatigada por su búsqueda, se sentó en una silla cercana.

“Ah, figuras. No es que tuviera muchas esperanzas para empezar”, murmuró para sí misma en un intento de aliviar su decepción. “Oh, lunas, cómo me gustaría tener alguna guía… No tiene que ser tan detallado como ese diario, pero algo… Una estrella polar que me guíe en mi camino…”

Miró con nostalgia al techo.

“Tal vez algo caiga del cielo…”

Por unos segundos, ella se divirtió con la última fantasía de los indolentes. Cuando se hizo evidente que ningún salvador descendería del techo, suspiró con tristeza y se levantó para irse.

De repente, un brillante destello de luz dorada atacó sus ojos.

“¡¿Hyaah?!”

Dejó escapar un grito tan fuerte que le habría valido una severa reprimenda del bibliotecario ausente antes de caer de espaldas al suelo.

“¡¿Q – Q – Qué en las lunas?! ¡¿Qué está pasando?!”

Rápidamente se alejó de la fuente de luz en sus manos y en su trasero. Sólo después de poner algo de distancia entre ellos se detuvo para echarle un buen vistazo. A medida que el brillo disminuía lentamente, apareció la débil forma de una persona. Se frotó los ojos, preguntándose si la estaban engañando.

“¿Q — Qué… es eso?”

En ese momento, se le ocurrió algo — algo muy alarmante. Esta era una biblioteca muy grande y vacía, y ella estaba aquí sola. Además, su posición actual cerca de la pared del fondo estaba muy alejada de la entrada donde estaba el miembro del personal. El aire aquí era viciado, y estaba incómodamente oscuro y tranquilo. Básicamente, era un lugar bastante espeluznante.

Ahora, para aclarar las cosas, Mia no era del tipo que cree en fantasmas. Oficialmente, de todos modos.

“O-Ohohoho. ¿Fantasmas- Fantasmas? No seas tonto. Sólo los niños creen en ellos. No existen realmente. N-No hay monstruos de un solo ojo… ni hadas malvadas que te quiten los dientes… ni demonios que posean tu cuerpo… ¡Ninguno de esos son verdaderos!”

Después de todo, era una mujer madura, de veintitantos años por dentro. Sería ridículo para ella seguir creyendo en fantasmas y goblins. Los adultos como ella simplemente no —

Patter… Patter…

Se congeló. El sonido vino de la luz, que de repente notó que se acercaba. Parpadeó y se atenuó, revelando más de la figura claramente humana que había dentro mientras se arrastraba por el suelo hacia ella.

Mia gritó. Más bien quería gritar, pero su voz se había ido. Abrió y cerró la boca repetidamente en un despliegue lamentable. Su mente quería llamar a Anne, pero el miedo le había quitado el aliento. Entonces, la figura fantasmal extendió la mano con uno de sus delgados brazos, y el puro horror de esa visión fue suficiente para ponerla en acción. Actuando por puro instinto primario, se puso en pie de un salto y salió, corriendo a toda velocidad en un silencio aterrador hasta su habitación, tras lo cual se sumergió rápidamente en su cama y le tapó con las mantas.

…Más tarde, cuando Anne consolaba a la llorona Mia en su cama acariciándole suavemente la cabeza como se hace con un bebé que llora, dijo: “Oh, mi lady, está bien. Los fantasmas no son reales. Probablemente sólo tuviste una pesadilla. Ya, ya…”

Por el bien de la reputación de Mia, Anne eligió mantener los eventos de esa noche en secreto.