Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Tan pronto como terminaron las clases, Mia se dirigió a la habitación de Rafina que, a pesar de albergar a la hija de la persona más poderosa de Belluga, se encontraba en el mismo dormitorio que Mia y las otras chicas. Rafina no vivía lejos de la academia, y era perfectamente posible para ella viajar desde su casa, pero ella vio la importancia de tener un discurso frecuente con la próxima generación de líderes de todo el continente y eligió residir en el dormitorio.

“Vamos, vamos a entrar”, le dijo Mia a su nieta, que se escondía a sus espaldas.

Bel la miró con una expresión rígida por el nerviosismo.

“Um, Abu — quiero decir, señorita Mia, ¿está segura de que esto está bien?”

“Bueno, eso depende de ti, ¿no? Mientras no te equivoques y me llames ‘abuela’, estoy bastante segura de que estará bien.”

“Hmmmph, eres tan malvada.”

Mia empujó a la puchera Bel delante de ella y llamó a la puerta.

“Disculpe, Señorita Rafina.”

“Ah, entra Mia.” Rafina le dio la bienvenida con una sonrisa antes de mostrarle una ceja a su compañera. “Vaya, ¿quién será?”

“Ella… es en realidad la razón por la que estoy aquí hoy. ¿Puede entrar conmigo?”

“Bueno, ciertamente no me importa, pero…” Ella frunció el ceño. “Me has dejado en un pequeño aprieto. Sólo preparé suficientes tartas para dos.”

“¡Vaya! ¡Eso sí que es un aprieto!”

La preocupación genuina nubló la expresión de Mia.

Una vez dentro y cómodamente sentadas, Mia se sintió profundamente aliviada al descubrir que Rafina logró producir otra porción de tortas de té, que puso sobre la mesa y ofreció a Bel junto con una taza de té negro. Luego se llevó su propia taza a la nariz y respiró lentamente y con gusto antes de dirigirse a Mia.

“Entonces, ¿decías?”

“Bueno, verás… Sobre eso…”

Mia no respondió inmediatamente. En vez de eso, hizo un pequeño espectáculo, deteniéndose a sorber su té como si fuera reacia a contestar. El té tenía un dulce y calmante aroma a flores, que era perfecto para sus propósitos. Siguiendo la corriente, respiró profundamente mientras calmaba sus nervios.

“Esta chica, um… Es en realidad mi hermana menor.”

Con calculada vacilación, dio la respuesta que había preparado de antemano, hablando en un tono que sugería que apreciaría mucho que Rafina no se entrometiera.

“Huh. Bueno, ahora. Tenía la impresión de que Tearmoon sólo tiene una princesa…” Rafina dijo con el ceño fruncido.

Mia inclinó su cabeza en un asentimiento conspirativo.

“Y tendrías razón. Oficialmente, soy la única hija del emperador, así que, ya sabes…”

Extraoficialmente, Mia seguía siendo la única hija del Emperador de Tearmoon, pero de todos modos…

Lo siento, padre, pero voy a necesitar que tu reputación se vea afectada por mí.

Ella se alejó, dejando las palabras sin decir, pero la intención obvia. Su enfoque de guiño y asentimiento también tuvo el efecto de sugerir que el tema era incómodo y que prefería no hablar de ello. Afortunadamente para ella — su historia estaba tan llena de agujeros que se desmoronaría a la menor sonda — la astuta Rafina captó la señal inmediatamente y evito de una mayor investigación.

“Ah. Por supuesto. No es sorprendente para el líder soberano de un imperio, supongo. Después de todo, si algo te pasara, y tú fueras su única heredera… Dios mío, el pensamiento lo mantendría despierto todas las noches.” Asintió con la cabeza en señal de comprensión antes de dirigirse a Bel. “Entiendo. Así que esta es tu hermana. Se parece bastante a ti, ahora que la he visto bien. ¿Y cuál es tu nombre?”

“Ah, siento no haberme presentado antes. Mi nombre es Miabel Luna Tearmoon. Me alegro de conocerla, Empera— ¡Ow!”

Mia le dio al pie de Bel un pisotón silencioso, cubriendo el consiguiente grito con una fuerte interjección de “Ohoho, ¿no es ella la cosa más adorable?” Entonces, rápidamente cambió de tema.

“De todos modos, me gustaría pedirle un favor, Señorita Rafina. Sería posible…” dijo, poniendo una mano en el hombro de Bel, un toque de nerviosismo entrando en su voz, “¿Que ella se inscribiera en esta academia?”

Ser estudiante de la Academia Saint-Noel era un privilegio en sí mismo. Había mucha gente en el Imperio de Tearmoon, sin escasez de dinero o estatus, que no podía ser admitida. Por el contrario, mientras Rafina los considerara dignos, era totalmente posible que los nobles del interior como Tiona o incluso los plebeyos asistieran. Mia estaba acostumbrada a salirse con la suya lanzando su peso imperial, pero incluso su metafórica circunferencia tenía sus límites; este no era un problema que pudiera resolver con la fuerza política bruta.

“Así que desea inscribir a su hermana aquí…” Rafina le echó un vistazo rápido a Bel. “Bueno, difícilmente puedo rechazar una petición de una amiga.”

“Muchas gracias, Señorita Rafina.”

Mia dejó salir un aliento aliviado e inclinó su cabeza en una reverencia de gratitud. Esto divirtió a Rafina, que se rió un poco.

“Oh, Mia, espero que no audiciones para ninguna obra de teatro hoy, porque su actuación hasta ahora ha sido terrible.”

“…¿Eh?”

“Honestamente, Mia, ¿realmente parezco el tipo de persona que se entromete? Si querías mantener tus circunstancias en privado, podrías haberlo dicho en vez de hablar de forma tan indirecta. Aunque, supongo que es un reflejo de lo mucho que te preocupas por ella, lo cual encuentro maravillosamente entrañable.”

Rafina le dio a Bel otra mirada y educadamente inclinó su cabeza hacia ella.

“Es un placer conocerte, Miabel.”

“El placer es todo mío, Señorita Rafina. Y por favor llámame Bel.”

Todavía había algo de tensión en la voz de Bel, pero su comportamiento con Rafina se estaba relajando. Viendo que las dos habían roto el hielo, Mia pensó que su trabajo aquí había terminado. Alcanzó las tortas de té.

“Por cierto, Mia, hay algo que me gustaría discutir contigo también. ¿Todavía tienes algo de tiempo?”

Viendo que Rafina no había terminado con ella, retiró de mala gana la mano y la mirada de los pasteles.

“Por supuesto, espero poder ser de ayuda. ¿Qué te gustaría discutir? ¿Es sobre… ellos?”

El único tema que parecía lo suficientemente importante y relevante en este momento era el de las Serpientes del Caos, así que la sorprendió cuando Rafina sacó a relucir un tema completamente ajeno.

“No, se trata de otra cosa. Verás, las elecciones al consejo estudiantil se acercan pronto…” Lentamente, Rafina levantó la vista de su regazo y la miró directamente a los ojos de Mia. “Y me gustaría que te unieras como miembro.”