Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

“¿Qué debemos hacer, mi lady?” preguntó Anne.

“Hmm… Por el momento, llevémosla a los baños comunales”, instruyó Mia, sintiéndose un poco incómoda con la forma en que la chica los miraba.

Los baños comunales en el dormitorio de las chicas generalmente funcionaban con un horario fijo, pero las horas que ponían eran más bien una formalidad. Como el agua se obtenía de un manantial caliente, los baños estaban siempre calientes. En caso de necesidad, uno podía simplemente decir unas palabras amables al superintendente y se le permitía entrar a hurtadillas.

Una vez dentro, tenues rayos de luz plateada saludaban a los bañistas a través de una sección de vidrios de colores en el techo, permitiéndoles bañarse en una tina caliente de agua natural bajo el pálido brillo de la luna. Todo era muy atmosférico — y totalmente irrelevante para Mia, que no conocía ninguna actividad nocturna más placentera que estar profundamente dormida.

“En primer lugar, esto”, dijo Mia con una mueca mientras señalaba la ropa de la chica, “necesita ser lavada. Anne, ¿podrías preparar una muda de ropa para ella? Sólo dale algo de mi armario por ahora.”

“¿Y usted, mi lady?”

“¿Eh? ¿Yo?”

Se miró a sí misma y se dio cuenta de que estaba empapada de sudor. Esto no era sorprendente, considerando que acababa de correr por el pasillo para salvar su vida.

Dormir así… es definitivamente un poco asqueroso.

Con una inclinación de cabeza, saltó de la cama.

“Bien entonces. Creo que me voy a permitir un poco de ambiente también. Trae mi toalla también, Anne.”

Mia y Anne se dirigieron a los baños. Siguiéndolas de cerca estaba la chica, que no pronunció una sola palabra en todo el camino.

Me pregunto qué le pasa… ¿Está conspirando contra nosotras?

Temiendo una traición repentina, Mia siguió echando miradas desconfiadas a la chica mientras caminaban, pero no vio ningún signo de maldad. La única emoción que pudo discernir en su cara fue un poco de confusión.

Tan pronto como entraron en el vestuario, Anne comenzó a desnudar a la chica. Lo permitió sin quejarse y simplemente se quedó allí mientras le quitaban la ropa.

Hm, sin armas por lo que puedo ver… Y no parece exactamente una especialista en combate mano a mano, pensó Mia mientras observaba discretamente el proceso. Desnuda, la chica se veía más o menos igual a ella, excepto que más delgada. Sus costillas eran visibles, crestas duras en su pecho, lo que sugiere una larga hambruna. La piel pálida y las mejillas hundidas marcaban una tez generalmente poco saludable. Incluso su cabello, ahora que Mia lo pensó, se sentía áspero al tacto. A pesar de sospechar que la chica era cómplice de las Serpientes del Caos disfrazada de habitante de un barrio bajo, cuando estaba completamente desnuda, era una pequeña cosa lamentable, y Mia no pudo evitar sentir lástima por ella.

Me recuerda mi vida en el calabozo.

Ella sabía lo que era no tener nada que comer… y era duro. En retrospectiva, etiquetar a la chica como una tonta por cómo había reaccionado a la galleta parecía un poco mezquino. Si Mia hubiera sido la hambrienta y alguien le hubiera dado algo de comida… ¿O no?

¡No, aún así no iría tan lejos! Esta chica es definitivamente una especie de idiota.

“Mi lady…”

Fue sacada de sus pensamientos por Anne, que habló en un tono serio.

“¿Tengo permiso para usar su champú y su limpiador corporal? ¿Así como tu aceite perfumado para hidratar su piel?”

Ayudar a Mia con sus rutinas personales a diario había hecho de Anne una experta en el cuidado del cabello y la piel, y su orgullo profesional le exigía que aceptara el reto de rectificar la espantosa apariencia de la chica.

“Por supuesto que sí. Voy a lavarme el sudor de la noche, así que no me hagas caso. Ve a ayudarla a limpiar, ¿quieres?” dijo Mia antes de que sus labios se separaran en una sonrisa dentada. “De hecho, ¿por qué detenerse ahí? Ya hemos venido hasta aquí, así que mejor que te vayas. Quiero verla lo suficientemente guapa para asistir a un baile.”

Con eso, dejó que Anne hiciera su magia con la chica. Mientras tanto, se enjuagó rápidamente, se sumergió en la bañera y dio un profundo suspiro de placer.

Ahh… Ahora eso es de lo que estoy hablando… Necesitaba esto…

Ella estiró sus brazos y piernas en el agua caliente, sintiendo el calor aliviar el dolor en sus músculos. Aunque no había hecho ningún ejercicio intenso, la breve carrera por el pasillo resultó ser bastante agotador para un cuerpo tan poco acostumbrado al esfuerzo físico como el suyo.

Ups. No puedo estar relajándome demasiado aquí.

Sentado de nuevo en la bañera, miró hacia la chica, que parecía haberse rendido completamente a la embestida higiénica de Anne. Actualmente, se sentó allí con los ojos cerrados, balanceándose sumisamente al movimiento de las manos de Anne mientras se quitaba la suciedad del pelo. Era como ver a un gatito inusualmente dócil siendo bañado.

Quién en las lunas es ella, me pregunto…

Al principio, sospechaba que era una especie de saboteador enviado aquí por las Serpientes del Caos, pero esa sospecha se sentía cada vez más tonta a medida que avanzaba la noche.

Y ese susurro… ¿Qué quiso decir con eso?

“Dijo Madre Anne, ¿verdad?”

Eventualmente, una vez que la chica estuvo libre de suciedad, se unió a Mia en la bañera.

“Está bien. ¿Debería traer un poco de aceite perfumado y una muda de ropa para usted, mi lady?”

“Por supuesto. Gracias, Anne.”

Anne inclinó la cabeza y fue a buscar los artículos que había mencionado. La chica la vio irse hasta que la puerta de la casa de baños se cerró detrás de ella.

“Es realmente Madre Anne, pero…” murmuró en un tono preocupado. “Algo es extraño. Es ella, pero… más joven…”

Después de murmurar para sí misma durante un rato, la chica levantó la vista y aplaudió.

“¡Oh! Ya sé lo que está pasando ahora. Esto es un sueño.”

En un impresionante despliegue de lo que generosamente podría llamarse resistencia mental, procedió a categorizar sumariamente toda esta desconcertante situación como un sueño, eliminando así la necesidad de preocuparse más por ello. Algo acerca de la forma en que se estaba comportando le resultaba extrañamente familiar a Mia.

¿Q-Qué pasa con esta chica? ¿Y por qué tengo la sensación de que somos parientes?

Al examinarla más de cerca, ella también se parecía mucho a Mia. Su pelo limpio ahora tenía el mismo brillo argento, y sus adorables ojos azules eran similares tanto en color como en forma, y estaban muy abiertos y maravillados al ver a Mia.

“Ah, lo siento. Olvidé presentarme. Um… Encantado de conocerte. Mi nombre es Miabel Luna Tearmoon. La gente me llama Bel, y soy tu nieta.”

“…¿Eh?”

Pasó un tiempo antes de que Mia recordara cómo volver a subir la mandíbula.