Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

La titular de la Gran Sabia del Imperio, Mia Luna Tearmoon, disfrutaba de sus vacaciones de primavera de la forma más elegante. En su habitación en el dormitorio femenino de la Academia Saint-Noel, estaba elegantemente tendida en su enorme cama. De vez en cuando, rodaba elegantemente de un lado a otro, hasta que estaba en el borde. Luego, como para hacer alarde de su gran tamaño, rodaba — otra vez, elegantemente — de vuelta en la otra dirección. Para un poco de variedad, ocasionalmente se giraba y rodaba — repito después de mí, elegantemente — a lo largo en vez de hacerlo de lado a lado. A veces, incluso abrazaba su almohada y la enrollaba con ella.

“¡Ahh! Estoy tan aburrida”, se quejaba mientras pasaba el tiempo elegantemente.

Elegantemente era, por supuesto, un eufemismo para una degenerada perezosa.

No se suponía que fuera así. Tenía la intención de pasar sus vacaciones de primavera en el imperio, dedicándose a todo tipo de actividades divertidas hasta que empezara la escuela. Las circunstancias, sin embargo, la habían confinado a Saint-Noel. Después de salir a salvo del Reino de Remno, en lugar de hacer una parada en casa, se había ido directamente a Saint-Noel, donde permaneció hasta las vacaciones de invierno. Eso resultó ser una muy mala idea. Su prolongada ausencia del imperio significó que cuando regresó, fue recibida por un emperador de ojos llorosos y excesivamente propenso a los abrazos.

“¡Ohhh! ¡Mia! ¡Mi querida hija Mia! ¡¿Qué demonios has estado haciendo ahí fuera?! ¡¿Y por qué no has vuelto a casa antes?!”

“Ahhh, estoy tan terriblemente aburrida. No hay nada que hacer. Chloe no está aquí. Abel tampoco está aquí…”

Los amigos con los que solía pasar el tiempo estaban todos ausentes de la academia. Rafina seguía aquí, por supuesto, pero no era exactamente ese tipo de amiga; aunque estaba dispuesta a asistir a cualquier reunión a la que Rafina la invitara, no tenía ganas de buscar a la chica de otra manera. Como resultado, sus actividades se limitaban a pasear por la ciudad de la isla con Anne probando los diversos dulces que se ofrecían, montar a caballo de vez en cuando y tener una sobredosis de sueño.

En otras palabras, vivía la vida de una vagabunda autocomplaciente.

“Mi lady…”

Anne entró en la habitación y, al presenciar la horrible visión de su atrozmente indolente maestra, respondió con… ni decepción ni disgusto. En cambio, miró a Mia con una expresión tierna, como si estuviera mirando a una adorable hermanita.

Últimamente, Anne se había dado cuenta — de que a Mia no le gustaba mucho estudiar. Después de haberla ayudado a estudiar para sus finales hace unos días, Anne había visto de primera mano lo duro que tenía que trabajar para aprender el material. Había visto como Mia, con lágrimas de frustración en sus ojos, garabateaba desesperadamente notas mientras peinaba los libros de texto. Al final, fue recompensada por sus esfuerzos al colocarse entre los veinte primeros de su grado. Como referencia, sólo había unos ochenta estudiantes en su grado, pero aún así, estar en el primer trimestre fue un logro brillante para Mia que habría sido totalmente impensable en la línea de tiempo anterior. La causa de su desesperación era, por supuesto, el clásico culpable — la postergación. Después de no haber estudiado bien hasta que llegó la final, se llenó el corazón y ahora estaba totalmente agotada. El letargo de rebote que se exhibía le recordaba a Anne a sus hermanas menores, y no pudo evitar sonreír cariñosamente al verlo.

Veo que estudiar para los exámenes no es el fuerte de Mia.

A pesar de este nuevo descubrimiento, el respeto de Anne por Mia no vaciló en lo más mínimo. De hecho…

Es apenas mayor que mis hermanas pequeñas… pero esos pequeños hombros suyos están cargados de tanta responsabilidad…

…Que su reverencia por Mia sólo se profundizó. Había algo que se agitaba al saber que la sabiduría de su querida señora no era de un don natural sino el resultado de un esfuerzo honesto, y fue zozobrada por una ola de emoción.

Por eso que… Tengo que asegurarme de que hago todo lo que puedo para apoyarla.

En silencio, ella hizo su resolución de nuevo año escolar.

Cuando pueda permitirse el lujo de relajarse, tengo que ayudarla a relajarse, y cuando sea el momento de ponerse en forma, tengo que ser duro con ella. Ella es el tipo de persona que entenderá siempre y cuando me explique bien, así que tengo que pensar en qué cosas puedo hacer para aliviar su carga.

Sin que Mia lo supiera, su doncella estaba a punto de convertirse en su manager también.

Viendo que eran las vacaciones de primavera, Anne tenía toda la intención de dejar que Mia se quedara tranquila, pero eso no sería suficiente por hoy.

“Mi lady”, dijo al acercarse a la cama.

Uno de los párpados de Mia se levantó lentamente en un perezoso reconocimiento.

“Mmmmm… Anne. Buen momento… Te importaría sentarte y cantar una canción de cuna para —”

“Mis más sinceras disculpas, mi lady, pero tal vez desee reconsiderar su siesta. La Señorita Rafina la ha invitado a su fiesta del té de la tarde.”

“¿Mi Dios? ¿Señorita Rafina? ¿Pero no acabo de asistir a una ayer—?”

“Según la invitación, el Príncipe Abel llegará hoy, así que esperaba que se uniera a ellos por la tarde.”

“¡Por las Lunas! ¿Es así?” El otro ojo de Mia se abrió también, y su expresión se iluminó inmediatamente. Se sentó en su cama, y su voz perdió el sueño. “Pensé que volvería más tarde. Oh, ¿podría ser que se enteró de que me quedo en la academia, así que volvió temprano por mí?”
Anne vio con cariño como Mia pasó de ser una perezosa enrolladora de camas a una princesa capaz que conocía y amaba.

“¡Anne, escoge un vestido para mí! ¡No hay tiempo que perder!”

La Gran Sabia del Imperio había regresado en toda su gloria de líder — del cuello para arriba, por lo menos. El resto de ella estaba vestida con un pijama arrugada que había soportado abusos significativos.