Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 4

Epilogo: No Hay Nada Más Fuerte Que Una Doncella Enamorada

Después de que la nave del conde Dalenwald terminara sus reparaciones en el Sistema Kormat, llegamos al vecino Sistema Dexar sin mayores problemas. Ya me lo esperaba; el usurpador Balthazar ya había sido capturado, y el conde se había encargado él mismo de los coconspiradores de Balthazar.

No sé cómo forzaron a Balthazar para decirles todo, pero en un universo tan avanzado, sin duda había maneras de hacer que la gente hablara. No me sorprendería saber de sueros de la verdad o formas de extraer información directamente del cerebro.

“Decidimos dirigirnos al Sistema Vlad. Saldremos de viaje el día mañana”, le dije a la persona que estaba al otro lado de la pantalla holográfica de mi habitación.

“Ya veo… Entonces, ¿no quieres tomarte las cosas con más calma?”. Chris frunció ligeramente el ceño, decepcionada.

“Bueno, no queremos quedarnos mucho tiempo. El Sistema Dexar está bajo la cuidadosa protección del conde, así que no hay mucho trabajo para nosotros como mercenarios”.

“Oh…” Chris bajó la mirada con tristeza. Quería marcharme sin despedirme, pero había terminado llamándola porque me sentía demasiado culpable.

“Así que, Hmm… Sí. Supongo que es el adi-”

“Te volveré a ver”, me interrumpió antes de que pudiera terminar. Miré de nuevo a la pantalla, donde Chris estaba sonriendo. Parecía un poco más   más madura que de costumbre. “Lo digo en serio. Asegúrate de volver a verme, ¿de acuerdo? Una vez al mes estaría bien”.

“Uh… Una vez al mes probablemente no sucederá. ¿Qué tal dos veces al año?”

“Si así debe ser, entonces dos veces al año funcionará. Estaré esperándote, mi querido caballero”.

“Um, nuestro contrato ha terminado, así que no tienes que…”

“Todavía no te he liberado de tu deber. Sigues siendo mi caballero, incluso ahora”. Chris me dio una gran sonrisa. Parecía más contundente que de costumbre, un rasgo que no había notado en ella hasta ahora.

“Ja, ja… Alguien se ha vuelto un poco arrogante, ¿eh?”.

“Soy la heredera del Conde Dalenwald, después de todo. No puedo seguir siendo una princesita débil”. Chris hinchó el pecho mientras respondía, como si estuviera orgullosa de su estatus. Es cierto. No se puede ser una débil princesita para siempre. “Volvamos a vernos, Hiro. Estaré esperando”.

“Haré lo que pueda.”

“Si no vienes, entonces iré y te capturaré. Incluso si necesito usar toda mi autoridad como Condesa”.

“Eso sí que da miedo. Intentaré ir a verte. Lo prometo”. Después de nuestro viaje junto, la princesa adormilada en la cámara de crio sueño se había vuelto un poco más dura. Las enseñanzas de Mei deben haber demasiado bien. “Nos vemos.”

“De acuerdo”.

Intercambiamos sonrisas y colgamos. Ya no me sentía culpable.

***

“¡Bien, hora de despegar!” Anuncié mientras tomaba el asiento del piloto principal en la cabina. “Todos, hagan sus comprobaciones”.

“Los sistemas están todos en verde. La munición está bien, el combustible está bien. Podemos despegar cuando sea”. Elma trabajó en su consola en el asiento de copiloto a mi lado, comprobando cada uno de sus elementos.

Los sistemas de autodiagnóstico del Krishna mostraban todos los sistemas en verde, pero estaba pensando que sería mejor hacer una puesta a punto general de la nave pronto. El único problema era que no existía ninguna otra nave como ella en ninguna parte. Las partes podrían terminar siendo ordenadas especialmente, pero siempre y cuando que pudiéramos encontrar al fabricante, podrían rehacerlas para nosotros.

“¡Nuestra comida, agua y productos médicos también están llenos!” nos informó Mei después de revisar nuestra carga. El reabastecimiento y la gestión del almacenamiento de la nave era su trabajo ahora. Originalmente se lo había dejado a Mimi, pero Mei era extrañamente insistente en que era un trabajo que le compete como sirviente.

“Muy bien. Mimi, haz una solicitud de salida”.

“¡Sí, sí!” Mimi trabajó su propia consola para enviar una solicitud de salida a la Autoridad Portuaria de Dexar Prime.

En poco tiempo, nos dieron permiso. Liberé el acoplamiento al hangar y lentamente volé el Krishna hacia afuera.

“La emoción de despegar nunca desaparece, no importa cuántas veces lo haga”.

“Estoy de acuerdo. Yo también estoy emocionada”.

“Lo entiendo”.

Hablamos mientras avanzamos por el puerto y saltamos hacia la interminable extensión del espacio.

“Bien. Mimi, prepara la navegación”.

“Sí, sí. Preparando la navegación”. Mimi utilizó su consola de operadora para fijar el sistema estelar objetivo en nuestro HUD. Giré la nave en esa dirección y aceleré.

“Comienza a cargar el motor FTL”.

“Entendido. Cargando el motor más rápido que la luz. Comenzando la cuenta atrás”. Siguiendo mis órdenes, Elma comenzó la carga.

“Cinco… cuatro… tres… dos… uno… Activando el motor FTL”.

Luego vino su característico boom cuando el Krishna comenzó a moverse más rápido que la luz. Las estrellas en la distancia comenzaron a dibujar líneas detrás de ellas. Era un espectáculo extraño, no importaba cuántas veces lo viera.

“Conectado con éxito al hipercarril”, continuó Elma.

“Hipervelocidad   cargando.    Cuenta    atrás:    Cinco,    cuatro,    tres,    dos,    uno.

¡Hipervelocidad activada!” El espacio se deformó y la luz se distorsionó. En el siguiente instante, un arco iris interminable llenó nuestro campo de visión mientras la Krishnase sumergió en el hiperespacio.

“De acuerdo. Esperemos que la próxima misión termine pacíficamente”.

“Yo también lo espero…” Mimi se estremeció junto a mí.

“No va a suceder”, suspiró Elma.

“¡No te rindas así!” le contesté a la elfa ya resignada mientras el Krishna se elevaba por el extraño espacio multicolor.

Nuestro siguiente destino era el Sistema Vlad, un sistema lleno de fábricas donde nos esperabas las instalaciones de Space Zwerg.

***

Y se marchó…

Hubo un boom cuando Hiro y su acorazado negro se convirtieron en una flecha de luz que desaparecía. Se fue a un lugar donde nunca podría alcanzarlo, pero no tenía elección en el asunto. Él era un pájaro, nacido para desplegar sus alas a través de la gran extensión del espacio.

Si obligara a un pájaro tan libre a entrar en una jaula, ¿qué pasaría? Sólo puedo imaginar que dejaría de ser quien era. Si yo deseaba estar con él, entonces había una, no, quizás había dos maneras.

La primera sería convertirme en un pájaro, llamar a todo el espacio mi hogar como él. La segunda sería hacer un lugar donde ese pájaro pudiera descansar sus alas. Yo no podría volar con él. La carga de mis alas era simplemente demasiado pesada para volar junto a él. Tal vez podría si me desprendiera de la carga del deber… pero no podía. Me lo dejaron mi propia madre y mi padre, después de todo.

“¿Se han ido?” Mi abuelo estaba de pie detrás de mí. Sus ojos se dirigieron a la pantalla holográfica donde el Hiro había estado hace unos momentos. Su expresión era severa. “Christina, creo que lo sabes, pero…”

“Lo sé, abuelo”. De cualquier manera, yo era una niña impotente. Tan impotente que ni siquiera podía hacer la jaula necesaria para atrapar a ese hombre. ¿Cómo podría alguien como yo hacer un hogar para que un pájaro tan libre pudiera descansar sus alas? “Una heredera del nombre del Conde Dalenwald no puede ser impotente para siempre”.

“Ese es el espíritu. Sigamos trabajando duro”.

“Sí, abuelo”. No tenía poder ahora, pero ¿qué pasará dentro de un año? ¿Dentro de dos años? ¿O tal vez incluso tres, cuando llegara a la edad adulta? Eso probablemente marcaría un verdadero punto de inflexión. Tenía que ganar el poder para ser reconocida no como una niña impotente, sino como la capaz Condesa Dalenwald.

Mi abuelo también me ayudaría. Tenía el respaldo de toda la autoridad del Conde Dalenwald. Nada sería imposible. Para tomar prestadas las palabras de Mei, “No hay nada más fuerte que una doncella enamorada”