Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: Una Ciudad De Androides.

Vale, así que Serena tardó un poco en requisar sus naves. El acorazado era enorme, y tuvieron que prepararse para remolcar las otras naves inmóviles, así que no podríamos salir durante un tiempo. Como no nos necesitaban para ayudar con eso, estábamos en espera en el hangar del Pelican IV.

Los ataques contra nosotros habían terminado, y la Unidad de Caza de Piratas había llevado a salvo a los desertores de vuelta a Cierra Prime. La unidad y el Pelican IV tuvieron que pasar por los procedimientos de administración y reabastecimiento, así  que nos libramos de la guardia  por un tiempo. Ganamos

80.000 Ener por día, haciendo un total de 240.000 Ener en los últimos tres días.

“¿No me darán una recompensa extra?” pregunté expectante.

“No eran piratas, así que…” Serena me ofreció una gran sonrisa, reafirmando que no había recompensa por los soldados imperiales

No creas que has ganado todavía, pensé. No es que pueda hacer nada al respecto. Tú eres la que manda, después de todo.

Además, mientras estábamos en espera, fuimos interrogados por los policías militares de la unidad de Serena. Afortunadamente, no tuvimos ningún problema. Después de todo, las grabadoras a bordo del Krishna y del Pelican IV dejaron muy claro que el enemigo disparó primero, sin previo aviso.

De hecho, los policías estaban horrorizados por mis maniobras de combate. “¿Cómo diablos hiciste eso?”, preguntó uno de ellos. “¡Ese desastre casi les cuesta la vida”. No olvidaría ese insulto pronto.

De todos modos, aquí estamos, esperando en Cierra Prime. En este momento, estábamos esperando una respuesta del abuelo de Chris para poder llevarla a casa sana y salva. Volver al planeta sería una opción, pero ya era hora de que se pusiera en contacto con nosotros, así que decidimos quedarnos en Cierra Prime.

“Entonces, nos vamos”, anuncié. Mei y yo estábamos a punto de salir juntos del Krishna.

Ya que estábamos aquí, pensé que era un buen momento para instalar la actualización de Mei. Después de todo, ya habíamos pagado por ella. Su fabricante, Oriental Industries, tenía una sucursal con un taller en la colonia. Tuve que preguntarme si tenían acceso a los materiales necesarios, pero todos los que visitaban Cierra Prime eran ricos, así que las piezas de androides de alta gama y el equipo necesario para ellos estaban más que disponibles.

“Me imagino que estará bien, pero Mei…” Elma suspiró. “Si las cosas se ponen difíciles, será mejor que lo protejas”.

“Por supuesto. Puedes confiar en mí”. Mei aceptó de buen grado la ridícula petición.

“¿Puedes incluso luchar?” Pregunté. “Todavía no te hemos personalizado, así que…”

“Personalizados o no, los androides estamos hechos con parámetros que superan a los humanos tanto en velocidad como en potencia”.

“¿De verdad?”

“Sí. Soy entre 1,5 y 2 veces más fuerte que un humano”.

Aún sin expresión en su rostro, Mei levantó los puños y los flexionó. Sus brazos parecían más débiles que los míos, pero dudé que mintiera, así que tuve que confiar en ella.

“Por favor, tengan cuidado”, dijo Mimi.

“Los hombres de mi tío pueden estar todavía escondidos en una emboscada, así que no bajen la guardia”, añadió Chris.

“Sí, no se preocupen. Hasta luego”. Me despedí de las chicas mientras salimos del Krishna.

Nuestros problemas de comida y agua se resolvieron fácilmente reabasteciendo a través de Serena, así que si queríamos, podíamos escondernos en el Krishna durante un mes. Desde el punto de vista de la seguridad, conseguir su ayuda fue un gran logro. Yo simplemente no quería depender demasiado de ella en caso de que empezara a hacer demandas imposibles más tarde.

“¿Puedes guiarme hasta allí?” Le pregunté a Mei.

“Sí. Déjalo en mis manos”, respondió Mei, guiándome desde el distrito del puerto y al ascensor, que nos llevó al distrito que albergaba el taller. Casi parecía estar disfrutando. Era un cambio sutil, pero había un poco de ánimo en su paso. Tal vez era mi imaginación, pero me hizo sentir bien.

Después de un rato, llegamos a nuestro destino. Excepto…

“Oh, cielos…” Suspiré.

“¿Hm?” Mei ladeó la cabeza.

Tal vez esta visión era normal para ella, por lo que no me podía entender. “Degenerado” no era exactamente la palabra que buscaba. Para decirlo sin rodeos, el lugar parecía un poco decadente.

Mujeres androides -supongo que se las puede llamar femdroides- estaban por todas partes. Los escaparates estaban llenos de androides que parecían mujeres y niñas. Los androides masculinos eran una visión sorprendentemente rara.

Iban desde lo adorablemente delicado hasta lo delgado y voluptuoso. Incluso algunas bailaban en barra con ropa reveladora, como para demostrar sus posibilidades potenciales. En las profundidades de los callejones, podía ver algunas androides atractivas tratando de atraer a los clientes. Sólo podía imaginar que hay burdeles gestionados por androides por ahí.

Por supuesto, los androides femeninos no eran los únicos aquí. Los hombres humanos estaban naturalmente por todo el lugar, y había algunas mujeres también. Junto a ellos caminaban pequeñas… ¿chicas? ¿Chicos? En realidad, no me importa, y voy a necesitar un poco de blanqueador para el cerebro después de esto, pensé para para mí mismo.

“¿Pasa algo?”

“Oh, no. No te preocupes”.

Mei estaba confundida por mi reacción, pero no habría entendido mi problema de todos modos. Esta vista debe haber sido como una ciudad natal para ella, como la infancia. Para estas chicas, este era el lugar donde conocerían a su nuevo Maestro y dejarían sus hogares por primera vez.

Cruzamos la ciudad de los androides juntos, Mei haciendo una cara extraña, llegamos al distrito lleno de oficinas y talleres de fabricantes de androides. Las cosas parecían un poco menos perturbadoras. Aunque sólo un poco, porque cada oficina tenía Holo-publicidad frente a la entrada mostrando sus modelos más nuevos (niñas androides) y las más vendidas (Bellezas mortales). ¡Ni siquiera las censuraron!

“¿Ya estamos llegando?” Pregunté, preocupado de que me arrestaran en cualquier momento.

“Sí, ya lo veo”. Mei señaló un edificio con el nombre de la empresa escrito en letras enormes. Pensé que era una oficina, pero parecía ser un taller. Era más de tres veces el tamaño de los otros talleres.

“Es enorme…”

“Oriental Industries tiene la mayor cuota de mercado de todos fabricantes de androides en el Sistema Cierra”.

“¡No es broma!” Con una mayor cuota de mercado, naturalmente tendrías más androides por ahí, lo que lleva a una mayor necesidad de mantenimiento.

Mei me llevó al taller de Oriental Industries. Allí, una mujer en el mostrador de recepción miró hacia nosotros. Mirando de cerca, ella no era en realidad una mujer de carne y hueso; parecía ser un androide, también.

“¡Pasen! Bienvenidos al taller oficial de Oriental Industries. Hoy es la actualización de Mei, ¿correcto? Vengan por aquí”.

Ella discernió lo que necesitábamos antes de que yo dijera nada y sonrió con alegría sin límites. Tan pronto como se levantó de su asiento, otro androide se acercó a ocupar su lugar. “Los androides no tenemos necesidad de palabras entre nosotros”, explicó.

“Interesante”. Eso tenía sentido. Deben utilizar un método de intercambio de datos que fuera imperceptible para los humanos. Dos androides intercambiando palabras no sería más que una pérdida de tiempo y esfuerzo.

Nos llevaron a lo que parecía una cafetería, pero no había no había otros clientes más que nosotros.

“¿Qué pasa con este lugar?” pregunté.

“¡Mientras su compañera es mejorada, usted es libre de relajarse aquí! Estaremos encantados de traerle un refresco cuando quiera”.

“¿Oh?”

“Iré a trabajar directamente en mi actualización”, dijo Mei. “Por favor, cuida de mi maestro en mi ausencia”.

“¡Sí, con mucho gusto!”

Mei se inclinó y se marchó. Después de despedirla, decidí que quedarme de pie sería raro y me senté en el mostrador, donde esperaría a que terminara su actualización.

“¿Quieres algo de beber?”

“Hmm… ¿Qué tal un té frío, o algo así?”

“¡Entendido!” La recepcionista se inclinó y se deslizó detrás del mostrador. Ella también era un androide, pero era mucho más efusiva. Yo había puesto la emocionalidad de Mei cerca del mínimo, por lo que era fría y sin expresión. ¿Esta chica estaba configurada casi al máximo? No podía entenderlo.

“¡Y aquí tienes!”

“Gracias. ¿Cuánto tiempo dura la actualización?”

“En el caso de Mei, es menos una actualización y más una remodelación, así que Dudo que tome tanto tiempo”.

“¿Remodelación?”

“¡Sí! Por ejemplo, cambiar sus fibras musculares, reemplazar las articulaciones desgastadas, y otros trabajos de mantenimiento ligeros se hacen en actualizaciones normales. Pero en el caso de Mei, todo, desde su estructura hasta sus fibras musculares y el procesador central serán cambiados. A fin de cuentas es más rápido rehacer su cuerpo desde cero y luego migrar sus datos”.

“Huh…”

Supuse que era como una actualización de la computadora. Si vas a cambiar la memoria y los refrigeradores de la CPU y similares, entonces podría ser más rápido reemplazar toda la cosa -placa madre, CPU, y la unidad de potencia por igual- creando una nueva PC por completo y sólo transferir los datos. Yo no lo entiendo, pero supongo que si eso es lo que los profesionales dicen, entonces debe ser cierto.

“Debería tardar unas dos horas. Si quieres, puedo darte consejos sobre tu futura vida con Mei”.

“Oye, eso suena muy bien. Adelante”.

A lo largo de las dos horas de espera, la recepcionista me dio lecciones sobre el mantenimiento simple, el equipo necesario para mantenimiento y otras cosas, y a quién llamar y qué hacer cuando había problemas. Mi cartera resintió un poco, pero decidí llamarlo el coste de aprender… aunque me sentí como si me hubieran tomado el pelo.

***

“No pareces muy diferente”. Ladeé la cabeza hacia Mei cuando ella regresó. Los principales cambios eran una nueva contextura y músculos, una nueva fuente de energía, y un cerebro positrónico, así que tal vez era natural que no se viera diferente por fuera.

“Correcto. Mi apariencia no fue cambiada. ¿Debemos alterarla?”

“No, estás bien cómo estás”. Sacudí la cabeza enérgicamente. Ella podía no parecer diferente, pero ahora, Mei era una Maidroid más poderosa que cualquier robot de batalla normal. Podía enfrentarse a mí con una armadura de poder, siempre y cuando tuviera un arma adecuada.

“Además, la actualización me ha hecho capaz de realizar ciertos servicios”.

“¿Ciertos ‘servicios’…?”

“Sí. Me han dotado de un sensor de sabor y me han instalado un programa de cocina, por lo que podré cocinar alimentos que no se pueden hacer con cocinas automáticas. Además, tengo un fino sentido del tacto, por lo que puedo dar intrincados masajes de todo tipo”.

“Los masajes son agradables. Quizá pida uno después de hacer ejercicio”.

“Sí”. Mei asintió con la cabeza.

No es que tenga que decirlo a estas alturas, pero Mei tenía funciones para… cositas. Puede sonar como una exageración, pero esas funciones eran en realidad un factor importante en identidad de la Inteligencia Mecánica

Ugh. Necesitaba despejar mi mente de nuevo.

“¡Cuídala bien!” La recepcionista dijo, extrañamente emocional.

“Oh, sí. Supongo que sí”. No sabía qué decir. Para las chicas, esto era como su primera salida al mundo real, algo que valía la pena felicitar. Pero desde mi perspectiva, sólo estaba llevando a casa una sirvienta con la que podía hacer lo que quisiera.

Me sentía un poco culpable. Estaba a punto de llevar a esta sirvienta de vuelta con las chicas a las que amaba y con las que hacía el amor. Eso me pesaba mucho.

Quiero decir, no compré a Mei sólo por eso. Era una fantástica guardaespaldas, y sus funciones mentales -que iban más allá de los límites humanos- serían una parte importante de nuestra futura guerra informática. Si la consideras una secretaria que también es muy buena luchando, entonces yo diría que Mei era una ganga.

Entonces, ¿por qué debería sentirme culpable? No debería… ¿verdad?

Volví a mirar en silencio a Mei, observando su aspecto: cabello largo, negro y brillante. Ojos negros como la obsidiana tras sus gafas de montura roja. Su rostro sin expresión, pero de una manera que sólo acentuaba sus encantadoras rasgos. Una cofia blanca de sirvienta en su cabeza, el perfecto atuendo victoriano, y dos voluptuosos pechos. Mei era realmente una elegante belleza.

“¿Sí?” Al encontrar mi mirada extraña, Mei ladeó la cabeza de nuevo. Tal vez fue una acción calculada; cada una de sus acciones parecían ser perfectas. Tenía el inexplicable poder de atraer mi atención sin que me diera cuenta.

“Lo siento, no te preocupes por mí. Es que… no pareces diferente, pero pareces tener mucha más… presencia”.

“¿Quizás puedes sentir mi mayor fuerza?” Mei levantó su puño derecho y lo flexionó de nuevo. ¿Le gustaba hacer eso? La incongruencia entre su apariencia fría y las acciones tontas era algo lindo.

“U-umm…” Tartamudeé. “¡¡¡Oh, claro!!! Hemos pedido algunas armas para ti, también. ¿Cómo funciona eso exactamente?”

“¿Te gustaría verlas?”

“Sí, por favor”, accedí, lo que provocó que Mei me mostrara un orbe negro.

“¿Qué es eso, una especie de granada?” pregunté.

“Es un metal de alta densidad que se utiliza en el revestimiento de las naves. Cuando se lanza con mi fuerza, puede atravesar una armadura de poder estándar e infligir un daño fatal a la persona que se encuentre dentro. También soy capaz de contenerlo variando mi velocidad de lanzamiento”.

“Vaya… qué miedo”.

Mei entonces sacó un palo de metal negro de cuarenta centímetros de largo de la nada. Era sencillo, pero maldita sea de verdad parecía muy duro. “Y esto es un bastón de autodefensa hecho con el mismo material. Cuando se balancea con mi fuerza, puede romper la armadura de poder estándar y dañar la a la persona que la lleva dentro”.

¿Por qué mencionaba siempre las armaduras de poder? ¿Eran las IA simplemente naturalmente competitivas? ¿Realmente se sentía celosa de las armaduras de poder siendo una máquina que ni siquiera es sensible?

Mei mostró algunas de sus armas personales, todas las cuales eran primitivas, objetos de fuerza bruta. Parecía que tenía una preferencia por el combate cuerpo a cuerpo.

Continuó explicando las cosas. “El Krishna tiene armas ópticas más que suficientes, así que decidí que debía reforzar nuestras capacidades de corto alcance”.

“Me parece justo”. El hangar de carga ya estaba lleno de cosas como rifles láser y lanzadores láser. Mei prefería las armas que pudiera ocultar.

“¡Entregaremos todo en su nave al final del día!” La recepcionista sonrió.

“Vale, gracias”. Me encontré cansado mientras miraba por encima de las armas cuerpo a cuerpo de Mei.

“¡Por fin, vamos a ocuparnos de la adaptación!”

Parpadeé. “¿El ajuste…?”

“¡Sí! Necesitamos que veas -y sientas- que todo está alineado a tus especificaciones. No queremos que después digas que algo anda mal”. La recepcionista hizo un círculo apretado con sus dedos pulgar e índice, y luego comenzó a empujar su otro dedo índice dentro y fuera del círculo.

“¡¡¡Oh, vamos!!!” Exclamé, avergonzado.

La recepcionista parecía confundida por esto. “Es importante, sabes”.

“Vamos, en serio. ¿Quién estaría de acuerdo con eso en el acto?”

“Alrededor del noventa por ciento de los clientes están de acuerdo. ¡Al fin y al cabo, para eso estamos aquí!”

“¡Eso es demasiado! ¡Tampoco mirándome fijamente voy a decir que sí!”

“Aun así, no debes estar en contra. ¿Verdad?” La recepcionista, que hasta ese momento no era más que efusiva, ahora ofrecía una sonrisa tortuosa. ¡En eso tiene razón!, pensé. “De cualquier manera… Mei, las reglas son reglas”.

“Sí”. Mei se aferró a mi brazo y comenzó a tirar de mí. Ooh, me gusta esa sensación…

¡Maldita sea, eres fuerte! ¡Demasiado fuerte! Estoy tratando de mantenerme firme,

¡pero sigo siendo arrastrado!

“Espera”, protesté. “Mei, cálmate un segundo. ¡Mimi y las demás están esperando en la nave!”

“¿De verdad estás tan en contra?” Mei me miró con tristeza.

¡Espera, espera, espera! ¡Esto va en contra de las reglas! No puedes poner tus emociones en tu cara de esa manera. ¡¡He puesto tu emocionalidad a Casi cero!!

“No…” Suspiré. Sabía cuándo admitir que había perdido una batalla.

“Entonces eso lo resuelve”. Mei volvió a su habitual mirada inexpresiva y comenzó a tirar de nuevo.

Espera un momento. Cuando dije que íbamos a mejorar a Mei, ¿acaso Mimi y Elma no vinieron conmigo porque sabían que esto iba a suceder? Es posible que sea así. ¿Eso significa que están de acuerdo? Sí, tiene que ser eso. Voy a correr el riesgo con esa suposición. ¡Bien, estoy listo! ¡¿Qué clase de servicio me dará esta maidroide hoy?!

¡Estoy listo para la batalla!

***

“¡Tengan una buena vida!” La recepcionista androide nos despidió con la sonrisa más grande del mundo.

¿Una buena vida? Huh… ¿Ser compradas es como casarse para estas chicas? ¿Acaso la personalización y el precio de compra como una dote inversa o algo así? …Creo que, voy a dejar de pensar en ello.

“¿Hm?” Mei ladeó la cabeza de nuevo. Ella caminó un poco más cerca de mí después de nuestra experiencia en el taller. Si estiro la mano, podría tocar su suave mano. “¿Pasa algo?”

“No”, respondí. “Nada de nada”.

Ella sonrió casi imperceptiblemente. Al ver esto, no pude evitar sonrojarme. Ella había sido increíble. Como… increíblemente increíble. Tan impresionante que arruinó mi vocabulario. No voy a entrar en detalles, pero básicamente fue como si encajáramos perfectamente. Fue una experiencia verdaderamente trascendental

Volvimos al Krishna con un poco de ánimo en nuestros pasos. Cuando llegamos, extrañamente, había hombres con rifles láser custodiando la puerta. Sus armas no parecían ser de uso militar, pero teniendo en cuenta que sus uniformes y armaduras coincidían, debían ser soldados de alguna organización.

“Son los soldados personales del conde Dalenwald”, explicó Mei. “Quizá los colocó allí por seguridad”.

“¡¿Qué dices?! ¿Eso significa que el abuelo de Chris está aquí?”

“Sí. Llegó mientras probábamos nuestra adecuación. Como no pudimos volver al Krishna inmediatamente, simplemente podemos explicar que estábamos fuera adquiriendo equipo de seguridad”.

“S-seguro.”

¿Adecuación, eh? ¡Ja, ja, ja! Esa es una palabra adecuada, ¿no? Aunque para justos, la parte del equipo de seguridad no era una mentira.

“Entonces, ¿cómo debemos contactar con él?” Pregunté.

“Recibiste un mensaje en tu terminal, al que respondí y pedí que Mimi y Elma se lo hicieran saber”.

“Oh, genial”.

Preguntarle cómo había accedido a mi terminal sería una pérdida de tiempo. Mei era una máquina perfecta, completa con un cerebro positrónico. También tenía grandes habilidades de combate. Una parte de mí quería dejarle todo el trabajo a ella, pero ese era el camino a la depravación.

¡Maldita sea!, ¡No caeré en la depravación maquinal! juré solemnemente mientras nos acercábamos al Krishna, donde los soldados claramente desconfiaban de nosotros. También susurraban algo en sus auriculares. ¿Estaban pidiendo refuerzos? Chicos, es mi nave.

“¡Alto!”, ordenó uno. “Ni un paso más”.

“Lo que tú digas, hombre. Pero no me quemes con ese rifle láser”. Me detuve como se me indicó. No tomaría mucho tiempo para demostrar que esta era mi nave, así que ¿por qué armar un escándalo? Probablemente eran subordinados del abuelo de Chris, de todos modos. Mei estaba totalmente tranquila también. Sin embargo, si realmente fueran enviados por el tío de Chris, ella los habría detenido en un instante.

“Confirmación recibida. Capitán Hiro, ¿sí?”

“Sí. Ustedes son enviados del Conde Dalenwald, ¿verdad?”

“Eso es correcto. Fuimos enviados para proteger a Lady Christina”.

“Ya veo. ¿Puedo entrar ahora?”

“Por supuesto.” Los dos guardias despejaron el camino, así que subí la escalera y entré en el Krishna. Estaba un poco preocupado de que me dispararan por detrás, pero no lo hicieron. Nunca se puede estar demasiado seguro, después de todo.

Nos reunimos todos en la cafetería. Para decirlo sin rodeos, el estado de ánimo de uno era bueno.

Mimi se aferraba a Chris, ni siquiera miraba hacia mí. Los ojos de Elma estaban pegados a su propio terminal. Mientras tanto, Chris parecía estar aturdida. ¿Fue porque salí solo con Mei a Oriental Industries y me “adecuaba” con ella? O era porque el Conde Dalenwald se puso en contacto con ellas, yo no estaba allí, y no les contesté porque estaba demasiado ocupado ¿O tal vez fueron ambas cosas?

Sí, probablemente ambas cosas. ¡Pero no me voy a disculpar! “¡Estoy en casa!” Anuncié.

“¡Tch!”

Bueno, no importa. “¡Lo siento!” Un solo chasquido de la lengua de Elma fue todo lo que se necesitó para hacerme caer al suelo y rogar. Fue mi culpa por no responder a sus mensajes, de todos modos. Fue sobre todo por culpa de que Mei se me insinuara, pero me parecía mal culparla por completo.

“Me disculpo. Esto también es culpa mía”. Mei se puso de rodillas junto a mí y se inclinó en señal de disculpa. Al vernos, Elma se rascó la cabeza culpablemente.

“Lo siento… no era mi intención atacarte tan fuerte. Sólo quería   hacerte retorcer un poco”. Ella se levantó y se puso en cuclillas junto a nosotros, disculpándose.

“¿Segura que no estás enfadada?” Preguntó Mei.

“No estoy enfadada. Además, sólo quería meterme con Hiro, no contigo. No has hecho nada malo, Mei”.

“Gracias”, respondió Mei.

Elma tomó la mano de Mei y la ayudó a levantarse. Cuando me levanté, Elma extendió la mano y me dio una bofetada en la cabeza.

“¡Y tú deberías pensar en lo que has hecho! La nobleza tuvo que esperar por ti”.

“De acuerdo”. Acepté dócilmente y me levanté. “Entonces, ¿qué le pasa a Mimi?”

“¿Recuerdas que dije en mis mensajes que el abuelo de Chris estaba aquí? ¿Y cómo ella iba a trasladarse a su nave? Mimi comenzó a sentirse sola desde que supo ya no van a dormir juntas”. En una inspección más cercana, los ojos de Chris parecían un poco rojos, también. Parecía casi maternal con la forma en que acarició la cabeza de Mimi con su propia mano pequeña.

“Oooh, claro”, respondí. “¿Qué pasa con todo eso?”

“No has leído mis mensajes en absoluto, ¿verdad?”

“Lo siento mucho”. Volví a agachar la cabeza. Pasaron tantas cosas que mi mente aún está borrosa. Por favor, perdóname.

Tras un suspiro, Elma explicó: “Se puso en contacto con nosotros a través del gremio de mercenarios. Dijo que quería ver a Chris, pero tú y Mei no estaban aquí. No estábamos del todo cómodas sin ustedes, aunque enviara guardaespaldas, así que le pedimos que esperara hasta que volvieran. Él y Chris ya hablaron por video chat, así que probablemente no habrá ningún problema, pero no podemos tomar decisiones sin el capitán aquí”.

“Me parece justo. Entendido”. Yo era el dueño de la nave y su capitán. Nobleza o no, sería un poco problemático que Elma decidiera por su cuenta entregar a nuestra invitada. “¿Así que le dijiste que yo iba a contactar con él cuando volviera?”

“Sí. Vas a tener que hablar cara a cara con la nobleza. ¿Estás preparado para eso?”

“¿Qué quieres decir?”

“La forma en que hablas. El conde es un noble de nacimiento, así que no puedes hablarle como a esa teniente comandante de pacotilla”.

“¿No puedo?”

“No puedes en absoluto”.

Bueno, eso era molesto. Mientras me preguntaba cómo iba a tratar con esto, Mei levantó la mano tímidamente. “Si quieres, puedo interferir en tu Holo pantalla y crear las respuestas perfectas”.

“Mmm, no sé si quiero confiar totalmente en ti de esa manera. Vamos a probar a mi manera primero. Si no funciona, ustedes dos pueden intervenir y ayudar”.

“Lo que usted diga, Jefe”.

“Sí, Maestro”.

Habiendo obtenido su consentimiento, me dirigí hacia Chris y Mimi. “¡Allí lo tienen! Sé que duele, pero vamos a la cabina. Tiene la pantalla holográfica más grande, y está hecha para las video llamadas de todos modos”.

“Mimi…” Dijo Chris en voz baja.

“Aww…” Mimi soltó de mala gana a Chris, con lágrimas aún en los ojos. Al menos no estaba escupiendo mocos por todas partes. Habría mirado hacia otro lado si lo hubiera hecho.

“Ustedes dos pueden lavarse la cara y venir a la cabina”, les dije. “Elma y Mei, vengan conmigo. Mei se pondrá detrás de mí sólo en caso de que ocurra alguna locura”.

“Entendido”.

“Sí, Maestro”.

Con eso, asentí a las chicas y me dirigí a la cabina.