Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: La Declaración Peligrosa De Tenshi-sama

Pasó una noche desde que Mahiru hizo su impactante anuncio y como siempre sus compañeros de clases estaban sin poder enfriar su interés por la persona preciada de la gran Tenshi-sama. Parece que estaban realmente interesados por la persona en la que Tenshi-sama estaba interesada, ella quien trataba a todos por igual sin importar el género, sin embargo, por más que le continuaran preguntándole a Mahiru ella no contestaba nada más, cuando le preguntaron a Chitose, la persona más cercana a ella, solo respondió que no sabía, por lo que su identidad continuaba desconocida. Era de ayuda para Amane que se tratara de “aquel hombre” y al mismo tiempo comenzó a enfriarse un poco.

— Bueno, si te vieran bien a la cara podrían darse cuenta, aunque si los vieron desde lejos no creo que se enteren.

Itsuki quien se encontraba viendo los artículos a un lado de él le mostro una sonrisa ante su preocupación.

Aquellas palabras tuvieron tanto impacto que no podía sacárselas de la cabeza, así que para poder estar a su altura, para poder gustarle decidió pulirse más a sí mismo, así que para ello se encontraba en una tienda de artículos deportivos junto con Yuuta e Itsuki.

Al faltar poco para los exámenes las actividades de los clubs se habían detenido, y actualmente el As del club de atletismo lo estaba acompañando para elegir zapatillas para correr.

— Al final te estas quedando con ese peinado y actitud así que no cambiarias demasiado, y desde que esa persona llegó, parece que tienes una mirada más dulce y gentil, casi no te pareces al Amane de la escuela.

— Fujimiya, sorprendentemente eres alguien fácil de entender.

— Cállense.

Él mismo sabe que la actitud que tiene con Mahiru es más suave que con los demás, pero que un tercero se lo señale lo hacía avergonzarse. Además tomando en cuenta que Yuuta recién se enteró de su relación, hacía que le dé aún más vergüenza.

Amane se encogía de hombros como si intentara huir de su propia vergüenza, mientras que Itsuki le mostraba una sonrisa ligera.

— Estas destinado a cambiar en el momento en que conoces a la chica que te gusta.

— … Cállate.

— Si, si, esconde tu verguiza, que tipo tan sincero.

— Dices cosas desagradables.

— Eres desagradable.

— ¡Yuuta! ¿¡Por qué incluso tú estás de su lado!? Era para que estuvieras del mío.

— No pero… Eso es…

— ¡Voy a llorar!

Itsuki hacía gestos para mostrar lo que había hecho, y se encogió de hombros de momento.

— Bueno, en cierto sentido la tienes difícil, incluyendo el performance de ayer.

— … ¿Performance?… Sí, de todas formas los rumores se iban a ir en un mal sentido entonces lo mejor era hacer que los rumores se dirigieran dentro de lo posible en el sentido que uno elija, de eso se trataba.

— Ah, ¿Así que esa fue su explicación? Por supuesto, puede ser así, pero dejando a los hombres de lado, creo que eso es algo que en definitiva no hacía falta con las chicas, al ser popular siempre habrá celos ya sean grandes o pequeños, y si insinúa que tiene una persona que es más apreciada para ella que todos los demás… Bueno, podríamos decir si no es alguien como Yuuta no tendría sentido.

— Ya veo.

— Y también, eso del control.

— ¿Control?

— … No, realmente no es nada, olvídalo, como sea, esa persona te ve como alguien especial, creo que también siente lo mismo que tú, si la presionas ganas, mejor dicho, derríbala, ser algo fuerte es importante en los hombres.

“Derríbala” en cuanto escuchó esa palabra recordó lo ocurrido durante la Golden Week y desvió la mirada.

(En definitiva no fue a propósito)

Ese fue un inintencionado accidente en el que terminó perdiendo el balance y quedó sobre ella, no fue algo a propósito. Además, sabía que Mahiru detestaría cualquier acción malintencionada como esa… O ese era su excusa. Pero era como si Mahiru esperara algo, como si lo estuviera aceptando, cuando vio esa expresión… No sabía si podría detenerse.

—… O… ¿Ocurrió algo? ¿Un evento de pervertido con suerte?

Se le comenzaban a calentar las mejillas mientras recordaba e Itsuki parecía exageradamente interesado.

— Cállate de una vez.

— Itsuki, eres de lo peor.

— ¿¡Por qué estas de su lado desde hace rato!? Yuuta, tú también quieres que tengan avances ¿Verdad?

— No quiero ser aliado de alguien que tiene esa sonrisa, pero bueno, creo que Fujimiya tiene muchas cartas bajo la manga.

— Para mí ambos son mis enemigos.

Era un sentimiento complicado que Yuuta tenga esa valoración de él, pero estaba consciente de que no actuaba mucho como hombre por lo que no podía decir nada.

— Bueno, bueno, te daremos un empujón en la espalda, y sé que realmente no me tomas como a alguien cercano, pero creo que eres muy cercano para ella, y que eres el único en el que confía de corazón, después de todo está inusualmente alerta de todos ¿Verdad? Solo tiene ojos para ti.

— … Ya sé que confía en mí, también que le agrado como persona, pero…

— ¿Por qué eres tan pesimista? Ten confianza, Eres un buen tipo, eres un buen tipo que se esfuerza cuando tienes un objetivo, vamos, si no tienes confianza entonces hagamos musculo, los músculos están conectados con la confianza, si tienes musculo tu posición mejorará, su tu posición mejora Mahiru podría verte como alguien más de confianza, siendo fuerte físicamente, y de seguro tendrás más confianza en ti mismo.

— Estas bastante confiando en eso.

— ¿Estás vendiendo algo?

Pensaba que lo decía por experiencia propia pero Yuuta sonrió como si estuviera vendiendo algo y le pegó ligeramente en los hombros a Amane.

— Bueno Fujimiya tiene algo de músculos de espalda por lo que deberías de tener algo de balance, ya que tienes la intención entonces es hora de pulirte.

—… Me esforzaré.

— Yuuta en el físico, yo en lo mental, somos el círculo perfecto.

— No siento más que inseguridad contigo.

— Que grosero.

— Es una broma… Cuento contigo un poco.

— ¿¡Un poco!? No eres nada honesto.

Comenzó a picarle las costillas con el codo, y Amane lo ignoró mientras sonreía y volteó a ver a Yuuta, Ya se había probado las zapatillas que había elegido, también otras cosas que necesitaba, si se quedaban demasiado tiempo en la tienda terminarían estorbando, así que levantó las cosas que tenía para dirigirse a pagar.

— Kadowaki, vayamos a pagar.

— Es cierto, yo también compraré cosas nuevas para correr.

— ¿¡No son demasiado crueles ignorándome!?

Parece que entendió lo que querían decir ya que les lanzó una extrañamente desanimada voz, ambos se quedaron viendo y terminaron riendo.

— … Eso tenemos, así que puede que esté menos tiempo en casa para poder hacer ejercicio.

Al llegar a casa y después de terminar de comer todo lo que le había preparado Mahiru, le contó que en adelante habría tiempo en el que no estaría en casa. A pesar de que sea elección suya el ir a correr, terminaría causándole problemas a Mahiru con quien pasa la mayor parte del tiempo. Ella estaba relajándose en el sofá como siempre después de comer, y abrió grandes sus ojos color caramelo como si estuviera sorprendida por lo que acababa de decir.

— Eso es repentino, podría modificar el menú… El ejercicio es algo bueno, pero ¿Por qué tan de repente?

— … Simplemente me gustaría pulirme más como hombre.

No era como si pudiese decirle que quería que Mahiru lo aceptara, que quería ser adecuado para ponerse de pie a su lado, que quería gustarle, pero en cuando escuchó la lógica que le dio, Mahiru se echó a reír.

— Ara, esa es una frase que no pensaría de Amane-kun, hace medio año no tenías una vida saludable.

— Oye, no te burles… Los estudios y el ejercicio se pueden hacer por gusto y no hace ningún daño.

— Bueno, eso es cierto pero…

Se le quedó viendo como si quisiera decirle “pero es extraño”, pero no le dio mucho seguimiento. Parecía fascinada mientras le sonreía, y comenzó a picarle en las mejillas.

— … Solo no debes hacer algo imposible, Amane-kun, eres alguien que se esfuerza mucho después de todo, si es algo que decidiste sé que terminaras haciéndolo, pero pídeme ayuda antes de que pierdas el control.

— No necesitas preocuparte, tengo un entrenador.

— ¿Kadowaki-san verdad?

— No es un especialista entrenando, pero puede enseñarme muchas cosas ya que soy primerizo.

— Entonces mi especialidad para Amane-kun es la cocina, cocinaré pensando en el balance nutrimental como es debido.

Parece que dependiendo de la constitución física y el ejercicio es necesario cambiar los alimentos acorde a estos, también la cantidad. Si de verdad quisiera construir un buen cuerpo, en el caso del Amane que es delgado debería de aumentar la cantidad de comida, pero podría terminar poniéndole mucha carga a Mahiru, por lo que le tranquilizaba entrenar a lo mucho dentro de lo que podía. Actualmente ya está siendo cuidado por lo que le dolería un poco aumentarle los pedidos, pero Mahiru no parecía desagradarle.

— Como decirlo, perdón.

— No, si es algo que decidiste me gustaría apoyarte, pero no se te olvide que tenemos exámenes.

— No lo he olvidado, todos los días repaso.

— Eso es bueno.

Le acariciaba la cabeza con una voz dulce mientras le decía “Qué bueno, qué bueno” y Amane no tenía la fuerza para quitarla, pero sentía un poco extraño que le hiciera eso y solo se le quedó viendo.

— … No me tomes por tonto, puedo estudiar al mismo tiempo en que entreno.

Desde antes ya tenía una personalidad seria y tomaba las clases como deben de ser, por lo que la gran mayoría ya lo había entendido durante las clases. También gracias a que estudiaba en casa básicamente no tenía problema con sus vida escolar, esos esfuerzos solo se inclinarían un poco hacia el ejercicio, y no haría nada como hacer que sus estudios empeoraran, además estaría tomando más en serio sus estudios, quería evitar hacer cualquiera de las dos cosas a medias, no pensaba que pudiese estar al lado de Mahiru sin hacer un esfuerzo como ese.

— Parece que estás cansado ¿Quieres que te consienta un poco?

— Oye.

— Puedo hacerlo siempre que me lo pidas.

“Pon” llevó su mano a su pecho con una sonrisa, terminó poniendo fuerza en sus labios al recordar la ocasión anterior en la que Mahiru había llevado su rostro a su pecho. En ese entonces lo había visto deprimido y lo abrazó para consolarlo, pero para un hombre en su edad algo como eso era difícil en muchos sentidos. En ese entonces estaba débil mentalmente y terminó siendo consentido por ella, ciertamente tampoco tuvo la libertad como para disfrutar la sensación, pero ahora era diferente, Si Mahiru hiciera lo mismo en esta ocasión terminaría saboreando la sensación de su cuerpo, estaba consciente de eso así se contuvo.

— … Me da miedo que hagas lo que pida.

— Si es algo que pueda hacer, pero bueno, realmente no es la gran cosa, por supuesto, también tiene su precio.

— Olvídalo, creo que me da más miedo ese precio.

— ¿Sabías que el amor y los servicios gratuitos en verdad llevan consigo una sensación de satisfacción? Por el contrario hay muchas cosas que exigen un pago.

— Por cierto, ¿Cuál sería el pago que pides?

— … Escucharías algo que quiera pedirte.

Pensaba que Mahiru no pediría ningún objeto o dinero, y al pensar que lo que podría pedir era bastante lindo no pudo más que sonreír.

— Bueno, si es algo que puedo hacer podemos hacer un intercambio.

— Soy codiciosa.

— Eso me pregunto.

— En serio… Amane-kun, dices eso porque no sabes que tan codiciosa puedo llegar a ser.

— Entonces inténtalo y pídeme algo.

Si siguen las cosas así de seguro pediría algo grande, y al darle curiosidad terminó preguntándole, pero Mahiru extrañamente infló las mejillas. ¿Qué era lo que le diría? Observó fijamente esos ojos color caramelo, y ella comenzó a caminar varios pasos. ¿Podría ser un patrón en el que en realidad no tenía nada que pedir?

O por el contrario, ¿En serio saldría con una petición tan grande que estaba dudando? No podía saberlo. Cuando se le quedó viendo fijamente, el rostro de Mahiru comenzó a enrojecerse.

— E, entonces… Este…

— ¿Si?

— So… so…

— ¿So?

— … A… Amane-kun, también acaríciame la cabeza.

¿Qué estaba diciendo? Allí final parecía bastante alborotada intentando engañarlo haciendo que comenzara a sonreír.

— ¿Esta bien algo como eso? ¿No tienes nada más?

— Eso está bien.

Le interesaba lo que seguía, pero no quería terminar haciendo que se molestara y tal y como se lo pidió, llevó su mano sobre su cabeza. En ocasiones la acariciaba, pero era extraño que sea ella quien se lo pida, algo como eso no podría contar como un pago, mejor dicho, si a Mahiru no le molestara a él mismo le gustaría hacerlo, con esa pequeña petición solo hizo que pensara lo linda que es. Cuando Amane le estaba acariciando la cabeza Mahiru claramente estaba sonriendo.

— Aunque no sé de dónde eres codiciosa.

— Soy codiciosa, solo quería que me tocaras más.

— ¿Tocarte?

Dejó de moverse sin pensarlo, y Mahiru volteó hacia arriba para ver con su suave mirada el rostro de Amane.

— Amane-kun, me gusta que me toques, no es como que me guste algo especialmente, solo que creo que tu mano se siente muy bien.

— Ah, ya veo.

Mahiru estaba respondiendo a casi todo lo que no había preguntado y como siempre tenía una linda expresión mientras acercaba su cuerpo. Debido a que estaban muy cerca podía sentir más fuertemente su dulce aroma, los latidos de su corazón comenzaron a acelerarse.

(… ¿Intenta matarme…?)

Que la mujer que le gusta le diga que quiere que la toque… Si dice eso un chico normal terminaría tocándola todo lo que quisiera. Sabía que Mahiru le estaba pidiendo ser cercanos gracias a la confianza que le tenía, pero era una invitación muy fuerte para un joven sano en esa edad.

— Amane-kun, no me tocas innecesariamente, pero cuando lo haces tienes una manera de tocarme muy gentil. Es bastante cómodo y tranquilizador, además sé no harías nada pervertido.

— … Soy yo el que no puede calmarse, eres una chica, no deberías dejarte tocar tan a la ligera.

— A mí no me importa.

— A mi si, intenta decirle a un hombre que te toque, te atacará.

Es como si en verdad no pensara que era un hombre, le advirtió un poco pero le respondió con una sonrisa “… ¿Quieres tocarme?” Claramente no estaba nada alerta por lo que su orgullo como hombre fue ligeramente lastimado, en algún momento comenzó a jalar sus mejillas. Al menos la estaba tocando aunque no como se lo pidió, parecía estar insatisfecha.

— No lo diré afuera a menos que… Amane-kun lo pida.

— Eso es peor, idiota.

Que le diga algo como eso inconscientemente… Estaba agradecido de manera que ni siquiera podría ponerlo en palabras, esa acción que solo se le perdonaría a él, solo con ello su razón se vio afectado. Amane estaba desesperado para que su corazón no saliera volando y terminó siguiendo un pensamiento inadecuado, abrazándola y la llevó a su pecho.

No podía perdonarse otra forma de tocarla además de esa. Mahiru parpadeó moviendo sus largas pestañas ante las acciones de Amane, y terminó sonriendo tímidamente, su expresión tenía consigo tranquilidad, y Mahiru dijo un poco avergonzada.

— … Eres cálido, eventualmente serás bochornoso.

— Me alejaré.

— No… Después de todo tus manos son cálidas y grandes, muy diferentes a las mías.

— Tus manos son pequeñas y delgadas, me siento intranquilo solo de tocarlas.

— No se romperán tan fácilmente, lo sabes.

— … Nunca tocaría a una chica de manera violenta.

Además era la chica que más apreciaba en toda su vida, no había manera de que hiciera algo como ser violento, también pensaba en el fondo de su corazón que quería protegerla, nunca pensaría en hacer algo como romperla. Sabiendo sentía que con solo poner algo de fuerza se rompería, por lo que comenzó a acariciar su mano como si tocara una obra de arte hecha de vidrio, Mahiru cerró sus ojos color caramelo.

— … Por eso confió en ti y puedo dejar que me toques.

Esa sonrisa inocente la hacían ver más adorable, tanto como para querer hacerla solo de él, Amane también sonrió de la misma manera que Mahiru.