Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

“No nos quedemos por aquí. ¿Qué dice que nos dirigimos adentro para esta charla?”

El trío de Mia siguió a Lambert a la mansión.

“Entra, entra”, le ordenó. “Bienvenido a… bueno, no es exactamente mi humilde hogar, pero entiendes la idea.”

Hablaba con aire despreocupado mientras paseaba con el paso elegante de un noble por el salón principal.

“Veamos… creo que la oficina estaba bajando por aquí…”

Abrió una puerta elaborada y los condujo a una habitación señorial que definitivamente parecía la oficina de una persona poderosa. Una lámpara de araña colgaba del techo. Era de diseño simple, pero seguía siendo, ya sabes, una lámpara de araña. Bien limpia y transparente, su resplandor cristalino deslumbró.

“Hah. Qué nervios”, dijo Lambert, señalando oblicuamente el accesorio caro antes de caminar descaradamente hacia el escritorio de la oficina. “Nos quitan todos esos impuestos, ¿y en esto es en lo que lo gastan?”

Se dejó caer en la silla del alcalde y se apoyó contra el respaldo.

“Hm. De aspecto costoso”, comentó con los labios fruncidos,” pero no particularmente cómodo.”

“¡Lambert! ¡Basta ya! ¿Cuál es el punto de todo esto? ¡¿Qué logrará?!”

“Cállate, Lynsha. Esto es política, y tú eres una mujer. No tengo intención de hablar de lo primero con lo segundo. Es una pérdida de tiempo.”

Se reclinó más en su silla para mirarla por encima de la nariz.

Eso me recuerda. Remno tiene una cultura dominante de machismo, ¿no es así?

La opinión de Mia sobre Lambert inmediatamente cayó en picada. Bueno, tan en picada como pudo, teniendo en cuenta que no había sido muy alto para empezar.

“Lo que me interesa mucho más… son estos dos”. Lambert miró de Mia a Sion antes de que su sonrisa se volviera cordial. “Pero ah, parece que he olvidado mis modales. ¿Dónde están el té y los dulces? Te debes estar preguntando. Tome asiento primero, y me los traerán.”

¡Mi dios, té y dulces! ¡Este hombre sabe cómo dar la bienvenida a un invitado!

La opinión de Mia sobre Lambert se volvió hacia arriba. Fue solo una pequeña recuperación, pero lo puso por encima de los gustos del Príncipe… cómo se llamará el hermano de Abel. Sin embargo, todavía estaba por debajo de los Legionarios Diamantes; Mia era amante de los hombres grandes, y él no pertenecía a esa categoría.

“Aprecio la cordialidad, pero creo que todos estamos a la vuelta de la esquina, así que creo que deberíamos ir directamente al grano.”

Sion ignoró el sofá de invitados y permaneció de pie, sin apartar la vista de Lambert. No había una pizca de laxitud en su mirada cautelosa. En cuanto a Mia, ya estaba cómodamente incrustada en los cojines del sofá. Incluso movió un poco su trasero para encontrar el lugar más cómodo posible para recostarse y hundirse en su suave abrazo. Al igual que Sion, no había un indicio de laxitud en su mirada cautelosa. Excepto que el suyo se dirigió a la puerta, esperando la llegada del té y los dulces con enfoque depredador.

“Bueno, coloréeme intimidado, alteza. Parece que los rumores son ciertos; Sion Sol Sunkland de hecho puede infundir miedo en los corazones de sus oponentes con una sola mirada.”

Lambert aplaudió bromeando mientras bromeaba. Los ojos de Lynsha se abrieron ante este comentario, pero el príncipe en cuestión no se conmovió.

“Aún así, tengo que decir”, continuó, “que el príncipe de un reino marche sin vigilancia a un lugar como este… Ciertamente estás a la altura de tu nombre, Su Alteza Temerario Audaz”.

“Entonces lo sabías.”

“Por supuesto que lo sabía. De lo contrario, no te habría dejado guardar tu espada”, dijo, aún descansando en su silla.

“Entiendo. Supuse que nos tomabas por meros niños y nos considerabas inofensivos”. Sion apoyó deliberadamente su mano sobre la empuñadura de su espada y entrecerró los ojos hacia Lambert. “¿Entonces? ¿Cuál es el trato aquí? ¿Por qué diste la bienvenida a un par de ostensibles enemigos e incluso nos dejaste conservar nuestras armas? ¿No somos un peligro para la revolución? ¿Qué obtienes de esto?”

“Tengo mis razones. Para ser sincero contigo, oh, Príncipe Heredero de Sunkland, contaba con la ayuda de tu reino. Después de todo, esto”, señaló en dirección a la multitud afuera,” es un poco insuficiente para nuestros propósitos.”

“Lo que estás solicitando es intervención militar. Les recordaré amablemente que movilizar un ejército no es tan simple como reunir una turba.”

“Huh. Voy a ser condenado. Ahora, ¿no es eso lo más extraño de escuchar de parte de Su Alteza Sion Sol Sunkland, defensor de la justicia y defensor de todo lo que es correcto y justo? ¿No sientes nada después de presenciar el estado de este reino? Un político sensato que se preocupa por la gente es encarcelado y se imponen fuertes impuestos mientras el tirano de un monarca se vuelve loco, ¿y usted va a hacer la vista gorda?”

Sion en realidad no había visto la indigencia de la gente por sí mismo. Sin embargo, si el Rey realmente había arrojado a un súbdito leal a la cárcel por tener el coraje de hablar en contra de una política defectuosa, entonces era cierto que no podía simplemente esperar y observar.

“Todo bien. Supongamos, entonces, que Sunkland le promete nuestro apoyo. Sin embargo, no veo cómo puedes asegurar tu supervivencia hasta que llegue la ayuda.”

Eso trajo una sonrisa a los labios de Lambert. Se tocó la cabeza con el dedo.

“Piensa en dónde estamos. Este lugar está a medio camino entre la capital y el condado de Donovan. Lo que significa…”

Los ojos de Sion se entrecerraron.

“…Vas tras sus operaciones logísticas, ¿verdad? Planeas cortar la línea de suministros de la Legión Diamante y aislarlos de la capital”, dijo mientras cruzaba los brazos pensativamente.

Por supuesto, todavía estaban dentro de las fronteras de Remno, por lo que incluso si su estación de suministro fue allanada podrían recibir provisiones de otras partes del país. Sin embargo, cambiar la ruta de la logística llevaría tiempo, y la confusión resultante seguramente afectaría la moral de los soldados. Si los revolucionarios hubieran liderado una revuelta en esta ciudad con la intención específica de aprovechar su utilidad geográfica de esta manera…

Tenía la impresión de que eran una chusma desorganizada. ¿Estaba equivocado? Una alarma sonó en su cabeza. Líder y Agitador, eh… No puedo decirlo con certeza por el momento, pero parece un hombre que sabe lo que está haciendo. Sería imprudente subestimarlo.

En su mente, aumentó el nivel de precaución para Lambert un poco más.

Mientras tanto, lo que estaba pasando en Mia…

¡Mi Dios! ¡Galletas! ¡Con lindos y pequeños diseños para comer!

…Estaba aplaudiendo mentalmente la llegada de sus dulces tan esperados. Se metió una en la boca antes de que alguien tuviera la oportunidad de pronunciar una palabra e inmediatamente sostuvo sus mejillas con sensual deleite mientras se fundía en pura y azucarada bondad en su lengua. Solo después de saborearlo bien, se volvió hacia el hombre que le había traído las galletas.

Este hombre… sabe lo que está haciendo. Será mejor que no lo subestime.

Por extraño que parezca, los dos llegaron a la misma conclusión.

“Entonces, ¿qué piensas, Príncipe Sion? ¿Son mis palabras locura o perspicacia?” preguntó Lambert, sonriendo con aire de suficiencia mientras colocaba un mapa de Remno en el escritorio. “Personalmente, creo que son estos últimos.”

La capital de Remno se encontraba en la región norte del reino. Al mirar el mapa, la ciudad de Senia estaba en la parte inferior izquierda, donde residían Mia y compañía. Se podía ver una línea gruesa al lado de la ciudad, que marcaba una carretera importante a través del centro del reino que conducía al condado de Donovan en el sur.

“Entonces esta es la ruta de suministro que planeas cortar”, murmuró Sion mientras trazaba su dedo a lo largo de la línea. “Si esta carretera está bloqueada, ¿hay otra manera de pasar?”

“La hay, pero no será fácil. Lo más probable es que les lleve un tiempo prepararse.”

Remno tenía una cosa de la que debería estar orgulloso… y no era su poderoso ejército. En realidad, fueron los anchos caminos que atravesaban su reino.

¿Qué dijo Keithwood nuevamente? Si la memoria sirve… Que la verdadera fuerza de Remno radica en sus carreteras que conectan dominios nobles entre sí, lo que proporciona la base para la movilidad extrema de la fuerza de respuesta rápida del ejército.

Incluso la infantería, que normalmente tiene movilidad limitada, podría cargarse en vagones y transportarse a gran velocidad, ampliando significativamente las opciones estratégicas y tácticas de Remno. Además, las carreteras aseguraron que las líneas de suministro pudieran mantenerse sin problemas y de manera eficiente. Estas cualidades liberaron su unidad de élite — la fuerza central de respuesta rápida — para desplegarse con precisión concentrada. Habiendo perfeccionado su sistema defensivo, si luego se expandieran un poco más — para continuar mejorando sus capacidades, entonces el vector de su atención podría cambiar de adentro hacia afuera, y su aparato militar cambiaría de una égida de orden a un arma para invasión.

Entonces, para eso es esta ronda de impuestos pesados.

Al ver que Sion estaba sumido en sus pensamientos, Lambert le dio otro pequeño empujón.

“Sabes, hablar de método y tácticas está muy bien, pero ¿no hay algo más importante? Seguramente sabe, Príncipe Sion, que el gobierno de este reino ha enviado a la Legión Diamante — una fuerza militar excesivamente poderosa, para reprimir a su propia gente. ¿Eso solo no los descalifica para servir como nuestros líderes? Somos afortunados de que la lucha aún no haya comenzado, pero una vez que lo haga…”

Sion apretó los labios. Las implicaciones eran terribles, y eso solo justificaba las críticas dirigidas contra el gobierno. Estaba a punto de producirse una masacre unilateral, y sería condenado si iba a esperar y dejar que sucediera.

La situación es sin duda complicada… pero el hecho es que cargaron a su gente con fuertes impuestos, y luego encarcelaron a su propio canciller por atreverse a hablar en nombre de la gente. ¿No es eso solo un acto lo suficientemente atroz como para declararlos incapaces de gobernar? No esperaba mucho de este viaje aparte de darle a Mia algo de compañía, pero… ¿Debería estar contando mis bendiciones? Si no hubiera venido, no habría aprendido sobre la realidad sobre el terreno aquí, y no habría llegado a conocer personalmente a estos revolucionarios. Tal vez esta es una oportunidad para—

Un tintineo de cerámica sacó a Sion de su espiral de pensamiento. Su cabeza giró bruscamente hacia la dirección del sonido, donde Mia acababa de dejar su taza de té en su plato. Echó la cabeza hacia atrás y, con los ojos cerrados en una mirada de puro placer, dejó escapar un suspiro profundo y satisfecho, presumiblemente por el sabor del té que acababa de tomar. La sonrisa que lucía formó suaves hoyuelos en sus mejillas, que se acentuaron con el resplandor de un leve sonrojo. Había un aire de despreocupación en ella que era evidente y… casi deliberado. E inmediatamente, lo golpeó.

Sol abrasador… Casi me atrapa.

La neblina de calor en su mente se disipó, y la claridad fría se instaló. Miró al hombre delante de él.

Líder y agitador, ¿eh? Veo que es particularmente talentoso en esto último.

Lambert era un orador convincente y una fuerza a tener en cuenta. Empleó palabras con la habilidad de un estafador, imbuyéndolas con un encanto que se abrió paso en el corazón de uno.

“Lo que quiero”, dijo el agitador, “es cambiar este reino… en uno donde la injusticia ya no reine.”

“Por cierto…” Sion intervino. Pensando que no era prudente seguir escuchando hablar a un estafador, cambió el tema. “¿No se suponía que éramos obstáculos para la revolución? Escuché de algunos de tus amigos que un tipo que se llama Jem había mencionado algo al respecto.”

“Ah bien. Eso me recuerda…” Lambert sonrió y miró a Mia. “He tenido la intención de hacer algo al respecto también, Su Alteza Mia Luna Tearmoon.”

“¿Eh?”

Ella le dio una mirada como ciervo miraba a los faros.

“Es moralmente imperativo que nuestro movimiento de resistencia tenga éxito, y me gustaría que ustedes eviten hacer algo que lo impida.”

Mientras Lambert continuaba orando, las palabras de Jem hicieron eco en su mente. El hombre le había informado que el Príncipe de Sunkland y la Princesa de Tearmoon iban a ingresar secretamente al reino. El príncipe Sion debería convertirse en un aliado, pero la Princesa Mia era una amenaza potencial para la revolución. Por lo tanto, necesitaba ser eliminada de una manera que no pareciera demasiado sospechosa para Sion.

Pero gracias a mi estúpida hermana, eso nunca va a suceder ahora.

Si avanzaba e intentaba dañar a la Princesa Mia a simple vista, arruinaría cualquier posibilidad de que tuviera que ayudar a Sion. Eso significaba que tenía que recurrir al siguiente mejor plan.

Necesito que la princesa Mia se una a nuestro lado o al menos mantenga la boca cerrada.

Afortunadamente, estaba tratando con una niña pequeña. Había escuchado todos los rumores, pero al final del día, ella era solo una niña pequeña. Una niña pequeña.

No puede ser tan difícil convencerla de que nos ayude.

Con ese pensamiento en mente, se volvió hacia ella con una sonrisa.

“En cualquier caso, estoy seguro de que estás muy cansada de todos los viajes de hoy. Si lo desea, puede pasar la noche en esta mansión. Ciertamente no es un palacio, pero al menos disfrutarás de un baño y una cama grandes.”

“¡Mi Dios! ¡¿Un baño?!”

Al ver que los ojos de Mia se habían duplicado al mencionar un baño, Lambert supo que tenía esto en la bolsa.

La princesa de Tearmoon es fanática del baño, ¿eh? Parece que los rumores estaban en lo cierto.

Le pareció que no pasaría mucho tiempo antes de que la tuviera en la palma de su mano. Sintiéndose seguro de su victoria, comenzó a planificar lo que debía hacer después. Este tipo de comportamiento tenía un nombre: contar los pollos antes de que nacieran.