Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Volumen 2

Capitulo 31: Una Chispa Artificial

 

 

“¿Estás herida, Mia?”

“N-No, estoy bastante bien.”

Mia se inquietó mientras respondía, todavía un poco avergonzada por cómo Sion la llamaba por su nombre de pila.

“Excelente. Entonces, ¿podrías presentarme a das Fräulein a tu lado?”

Lanzó una rápida mirada a Lynsha, su actitud cortés pero su mirada hostil.

“Uh, yo, um, esto…”

Intimidada por su presencia, ella buscó palabras. Mia la miró, sintiendo una creciente pena por la chica mientras se marchitaba bajo la presión silenciosa de Sion.

“¡Sion! ¡Deja eso! Le asustas lo suficiente como estas, así que no lo empeores mucho más. Mira lo que le estás haciendo a la pobre niña”, dijo, dando un paso adelante para proteger a Lynsha detrás de ella. “Esta es Lynsha. Es miembro de los revolucionarios clandestinos, pero me ayudó a escapar. Ella compartió mucha información conmigo también. Ella me contó que el líder de los revolucionarios es su hermano mayor y… bueno, muchas otras cosas. Muchas cosas muy interesantes…”

No es que yo sepa a qué equivale todo eso, por supuesto, ella agregó mentalmente.

Ahora, el astuto entre ustedes podría haberse dado cuenta de esto, pero hay algo que vale la pena señalar aquí. Mia, ya ves, simplemente ha contado los eventos que ocurrieron. Eso es. Ella solo lo dijo como es. Sin giro, sin exageración. Ella solo se lo repitió directamente.

Sin embargo, del lado de Sion, esto es lo que escuchó: “En el tiempo que te llevó encontrarme, ya logré atraer a alguien con un conocimiento íntimo de los revolucionarios a nuestro lado”. Para sus oídos, parecía que Mia estaba diciendo que había extraído una gran cantidad de información valiosa.

Y la Gran Sabia lo vuelve a hacer. Su sabiduría realmente no tiene límites.

Incluso comenzó a preguntarse si Mia a sabiendas los había dejado secuestrarla para que ella pudiera aprender más sobre ellos. Su mejor juicio le dijo que eso no podía ser cierto, pero una parte de él sentía que no era del todo imposible… Por desgracia, su confianza en Mia ahora era tan profunda que estaba comenzando a tener teorías de conspiración en toda regla.

Al mismo tiempo, tuvo que preguntarse, ¿hubiera sido yo, qué habría hecho?

Miró al niño inconsciente a sus pies, que no parecía un captor particularmente desalentador. El escape probablemente habría sido una hazaña simple.

Sin embargo, tener la presencia mental para convencerlo de cambiar de bando probablemente esté más allá de mí.

Ella no solo escapó. Ella convirtió su captura en una oportunidad para aprender más sobre el enemigo. Cuanto más lo pensaba, más imposible parecía.

Diablos, dudo que la idea incluso se me pase por la cabeza.

No hace falta decir, por supuesto, que el pensamiento nunca se cruzó con el de Mia tampoco. Todo lo que ella realmente hizo fue mostrarle al chico algo descarado, e incluso eso volvió a morderla, por lo que básicamente no logró nada más que humillarse. De todas formas…

“¿Puedo suponer que estamos del mismo lado entonces?” preguntó Mia.

Lynsha asintió, pero el gesto fue cauteloso.

“Si vas a trabajar para detener la revolución, entonces te ayudaré.”

“Parar la revolución, eh…” dijo Sion. “La cuestión es que probablemente tengas que hablar directamente con el Rey de Remno. Hay que hacer algo con los impuestos pesados.”

El hizo una mueca. Hasta donde él sabe, la fuente de la frustración de la gente fue la creciente carga impositiva que tuvieron que soportar. El problema era bastante simple, pero resolverlo no iba a ser fácil. Lynsha, sin embargo, sacudió la cabeza.

“Realmente no. No es bajar los impuestos lo que mi hermano y su compañía están exigiendo. Es la liberación del canciller, Lord Dasayev Donovan, quien está detenido por el gobierno.”

Eso hizo que Sion se detuviera.

“…¿Qué quieres decir?”

“Lord Donovan habló en contra de la subida de impuestos, por lo que aparentemente Su Majestad lo encarceló para callarlo. El grupo de mi hermano está luchando por su liberación.”

“Para recompensar la protesta de principios con encarcelamiento… Qué locura.”

La conversación que había tenido con Rafina antes de su partida resurgió en su mente. Ella le había dicho que ‘algo sucedió’. Ahora, finalmente sabía qué, y ciertamente era razón suficiente para una revuelta.

“Leal es el súbdito que dice la verdad incómoda. Tuvo el coraje de ser honesto con el rey. Lamentablemente, el rey parece carecer del coraje para escuchar y la sabiduría para considerar las consecuencias de dañar a alguien que habla en nombre de la gente…”

Mia notó que los ojos de Sion se contraen un poco. Ella vio un indicio de ira destellar sobre ellos. La vista le recordó un día en la línea de tiempo anterior cuando Sion había venido a verla a la mazmorra. Sus palabras sonaron en sus oídos tan claramente como cuando las escuchó por primera vez.

“El conde Rudolvon estaba dando comida a personas hambrientas — personas que usted y su familia abandonaron. Él es su salvador. ¿Qué crees que pasaría si matas a alguien así? Era tan obvio, y sin embargo…”, había dicho con una sacudida despectiva de su cabeza. “¿No se detuvieron ustedes para considerar las consecuencias de sus acciones?”

En ese momento, Mia no pudo responder nada. El hecho era que el conde Rudolvon había sido ejecutado y las masas afligidas, furiosas por su muerte, se habían levantado en la revolución. Lo que dijo Sion era cierto, pero… aun así…

Se había mordido el labio, reteniendo una ola de quejas que amenazaban con extenderse. En ese momento, lo que ella había querido por encima de todo era arremeter contra él. Ponerse de pie y gritar en vehemente desafío a su cara arrogante y presuntuosa de que lo que él había dicho no tenía sentido.

Simplemente no puedo ver a papá haciendo algo así.

El padre de Mia, el Emperador de Tearmoon, no mataría porque eran populares entre las masas. No tenía interés en tales asuntos. De hecho, si le hubiera preocupado cómo era percibido por su gente, el Imperio probablemente no se habría deteriorado tan severamente.

Algo no cuadraba. Se pegó a sus pensamientos como un slime, sin forma e invisible pero terriblemente desagradable. Sin embargo, frente a la crítica fulminante de Sion, finalmente permaneció en silencio, llevando sus dudas a la tumba. Ahora tenía una segunda oportunidad para expresar esos pensamientos. Ella tomó toda la frustración e indignación, la confusión y la duda, y las convirtió en una breve observación…

“Sabes, algo simplemente no agre—”

…Que fue ahogado rápidamente por los gritos frenéticos del amigo del niño inconsciente, que finalmente apareció.

“¡O-Oye! ¡Gente! Tenemos un serio… ¿problema?”

Se congeló cuando vio a Mia, parada con las muñecas desatadas. Confundido, sus ojos se volvieron hacia Sion, que arqueó una ceja y agarró la empuñadura de su espada. El niño inmediatamente chilló, giró sobre sus talones y comenzó a correr en la dirección opuesta. Apenas logró dar tres pasos antes de que Sion lo golpeara en la cabeza. Hubo un agudo destello, y lo siguiente que supo fue que estaba en el suelo mirando a lo largo de la espada desenvainada de Sion. Su borde afilado brillaba amenazadoramente, y volvió a chillar.

Siento lástima por él… pensó Mia mientras observaba, la triste vista del niño encogido de terror se superponía con sus propias experiencias pasadas. ¡Oh, espera un minuto! ¡Este es el chico delincuente es el que me dijo que saltara para él! Hmph! ¡Que refrescante!

Ella rápidamente cambió de simpatizar con él a saborear su sufrimiento. Mia no era de las que habitan. Era uno de sus puntos fuertes.

Sonriendo de oreja a oreja, se sentó y observó cómo el niño estaba obligado a sentarse humildemente sobre sus piernas en sumisión. Lynsha se acercó y se arrodilló frente a él.

“¿Qué pasa? Dijiste que había un problema grave. ¿Qué es?”

“¡Lynsha! ¿Qué está pasando? Por qué son—”

“Más tarde. Solo respóndeme primero.”

“E-Está bien… Entonces, nuestros camaradas ya comenzaron las cosas. Ocuparon la estación de guardia local y se apoderaron de todas las armas. Ahora se dirigen a la casa del alcalde.”

“¿Qué? ¿No se suponía que las cosas empezarían mañana? Por qué ellos… ¿Ese tipo Jem les dijo que lo hicieran?”

“No, fue tu hermano. Hizo el llamamiento él mismo. Dijo que tenemos camaradas en un enfrentamiento contra el ejército, y que no podemos permitirnos que esperen más. Entonces, para ayudarlos, fue a la plaza del pueblo a buscar apoyo para una redada en la estación de guardia.”

“Ugh, ese es él bien…” Lynsha presionó una palma en su cara y dejó escapar un breve y frustrado aliento. “¿Y? ¿Qué tan malo fue?”

“No fue una gran batalla, aparentemente. Había alrededor de una docena de guardias en la estación, pero tu hermano trajo a un par de cientos de personas desde la plaza del pueblo. El capitán de la guardia se asustó y salió disparado. Pero tengo que decir, ¿tu hermano? Él es realmente algo.”

“Sí, él y su lengua de plata… Es un genio cuando se trata de persuasión. Si fuera rey, apuesto a que la gente se alinearía para pagarle impuestos.”

Lynsha suspiró nuevamente antes de volverse hacia Mia y Sion. “Bueno, lo escucharon. A la casa del alcalde, entonces. Vámonos.”

¿Eh?

Mia miró a Lynsha como si la niña fuera tonta. ¿Qué quiso decir con ‘vamos’?

Ohoho, qué chica tan tonta, solo asumiendo que la vamos a seguir. Como si fuera a acercarme a un lugar tan peligroso…

“Eso suena bastante peligroso…” llegó la voz de Sion de acuerdo.

¿Mira? Incluso Sion lo piensa:

Ella miró en su dirección para encontrar la mayor sonrisa de ‘hagámoslo’ que jamás haya visto. El estómago se me cayó hasta el fondo.

“Pero si insistes absolutamente, entonces te acompañaré”, dijo con una voz firme y un agarre aún más firme de su espada.

“Erm, eh, pero…”

Ella tartamudeó. Antes incluso de que tuviera la oportunidad de protestar con algo en el sentido de “¡Detén tus malditos caballos!” La expresión de Sion ya había cambiado a un ceño perplejo.

“¿Hm? ¿He juzgado mal algo? Veamos… Ah, por supuesto…” dijo en un murmullo bajo antes de asentir, evidentemente habiendo respondido a su propia pregunta. “No te preocupes por los demás. Sé que dije que quería reunirme con ellos lo antes posible, pero estamos mirando la garganta de este ejército, y no voy a dejar pasar la oportunidad de sondear el vientre de la bestia. De lo contrario, sería un desperdicio de tus esfuerzos”.

“¿M-Mis esfuerzos? Bueno, en realidad, yo—”

“Menos hablar, más caminar. Vamos, vámonos”, instó Lynsha.

Mia, que había estado en modo obediente cautivo durante demasiado tiempo, se puso de pie reflexivamente. Unos segundos más tarde, las implicaciones de su situación se dieron cuenta por completo.

Espera un minuto… ya no puedo decir “no”, ¿verdad?

Habían pasado el punto en el que el resultado podría ser influido por cualquier cosa que ella dijera. Ella inmediatamente cambió de marcha.

Bueno, mientras Sion esté aquí, probablemente me protegerá. Además, tenemos a la hermana del líder del ejército revolucionario con nosotros. Hm, ahora que lo pienso, tal vez no sea tan peligroso después de todo.

Después de todo, Mia no era una persona para habitar. Era uno de sus puntos fuertes. Y ella todavía tenía curiosidad. Algo definitivamente no cuadraba, y ella quería saber por qué.

“Por cierto, me he estado preguntando, ¿quién es exactamente este tipo Jem?” preguntó Sion casualmente mientras caminaban.

“Es uno de nuestros camaradas. Mi hermano dijo que lo conoció en la taberna.”

“¿Fue él quien te dijo que secuestraras a Mia?”

“Si. Dijo que ella sería un obstáculo para la revolución.”

“Debe ser de la misma pandilla que los que atacaron nuestro carro entonces… Pero esos dos muchachos…”

Sion recordó su encuentro con la pareja de jóvenes secuestradores. Ambos habían sido tan agresivos que no podrían haber sido entrenados para luchar.

Están muy lejos de los asaltantes de carretas…

Su rumia fue interrumpida por un cambio abrupto en el escenario cuando el callejón dio paso a un muelle, donde se amarraron una serie de pequeñas embarcaciones. La vista se amplió en una vasta extensión de vías fluviales. Había la energía de un mercado ocupado en el aire.

“Ah, no se me había ocurrido hasta ahora, pero el río en el que caímos corre cerca de aquí, ¿no?” señaló Mia.

“Lo parece. Lo que hace de este lugar un centro de tráfico…” respondió Sion antes de asentir para sí mismo. “Entiendo. Dime, ¿fue ese tipo Jem quien eligió esta ciudad como escenario de esta revuelta?”

Lynsha le dirigió una mirada perpleja. Antes de que ella pudiera responder, él continuó.

“Si es así, entonces él sabe lo que está haciendo. Está escogiendo sus objetivos con cuidado, y no es coincidencia que haya golpeado aquí primero. Este tipo de maniobras calculadas también coincide con la forma en que operaban nuestros asaltantes de carretas.”

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