Accel World (NL)

Volumen 22

Capitulo 2: Estoy Aquí, Metatrón

Parte 1

Un viento seco silbaba sobre la tierra roja. Haruyuki miró a su alrededor, sintiendo pequeñas piedras debajo de sus suelas metálicas sólidas.

Los edificios de oficinas alrededor del estacionamiento pagado se convirtieron en enormes acantilados angulares. Casi no había vegetación, no había pájaros volando en el cielo amarillo pálido. «Wasteland» ocupaba firmemente la primera o segunda línea en todas las calificaciones de los escenarios más interesantes.

Sin embargo, Haruyuki no albergaba mucho odio por este nivel. No puedes entrar en rocas enormes, el alivio es extremadamente simple, no hay trampas, en este escenario se crean todas las condiciones para concentrarte completamente en la lucha.

Por supuesto, ahora no había nadie con quien pelear, pero Haruyuki aún estudiaba los alrededores por si acaso. Asegurándose de que ni enemigos ni avatares de duelo estuvieran cerca, cerró los ojos escondidos bajo la visera de espejo.

— Estoy aquí, Metatrón.

Anteriormente, la conexión le tomaba casi un minuto, pero ahora, después de la primera invocación mental, un punto blanco parpadeante se iluminó en medio de la negrura mental. Un momento después, ella dejó de titilar, y Haruyuki levantó los párpados, o, mejor dicho, las lentes. Justo delante de sus ojos colgaba un icono tridimensional brillante.

Haruyuki no tuvo tiempo de decir nada cuando…

—¡Llegas tarde, siervo! —ya era una frase prácticamente tradicional, y el icono se desplomó con un ala sobre el casco de Silver Crow. —¿Sabes cuántas horas esperé después que te llamé?

—Lo, lo siento… solo que, en la realidad, lo siento, en el nivel más bajo, el tiempo fluye mil veces más lento que aquí…

—Así que deberías haberte mudado aquí dentro de un milisegundo después que llamé.

—¡Eso es imposible! —con voz lastimera exclamó Haruyuki y solo después recordó que no tenían tiempo para discutir.

El minuto que prometió a Kuroyukihime y el resto, expirará después de dieciséis horas y cuarenta minutos de tiempo ilimitado, pero cuanto antes regrese, mejor.

—N, no hablemos de eso… Uh, uh, ¿por qué me llamaste? Si es sin motivo, lo siento, pero una conferencia importante está por comenzar en mi mundo…

¡Slap-Slap-Slap!

—¡Tonto! Estoy extremadamente ocupada, jamás te llamaría si no fuera una emergencia… quizás me convierta, pero no esta vez.

—¿Ah…? ¿Y cuál es la necesidad? —aclaró Haruyuki.

Antes de contestar, el icono miró a su alrededor.

—Ahora estás… sí, no tan lejos. Espera aquí unos treinta segundos.

—¿Qué…? ¿Treinta?

¿No muy lejos de qué?, Haruyuki iba a aclarar al mismo tiempo, pero no tenía tiempo. El ícono tridimensional había completamente desaparecido.

No tenía más remedio que soportar el paisaje rodeado de rocas rojas y contar los segundos. Diez, veinte, veinticinco… de repente, hubo un sonido silencioso y resonante en lo alto que Haruyuki nunca había escuchado antes.

Ante el temor de un ataque sorpresa, tomó bruscamente una postura de lucha y levantó la cabeza, pero vio que algo blanco caía del cielo. Un avatar femenino con dos grandes alas y hermoso cabello plateado volando en el viento. Solo la segunda forma del enemigo de clase legendaria, el Arcángel Metatrón, podría verse así. En otras palabras, su verdadera forma.

Metatrón cayó en silencio al suelo frente al Haruyuki congelado. Sin abrir los ojos, la brillante belleza se acercó a Silver Crow y habló majestuosamente, volviendo su rostro exactamente hacia su visor.

—Mira, lo hice en veintiocho segundos. Así que sigue mi ejemplo y contesta las llamadas inmediatamente.

—¡E, e, e, espera!… E, e, e, eso… —Haruyuki levantó las manos apresuradamente y agarró a la chica arcángel por sus frágiles hombros. —¿Qué estás haciendo en este aspecto en el Campo Neutral Ilimitado… uugh, en un nivel promedio? En el mundo real, después de ir al edificio y la victoria sobre tu primera forma transcurrió casi un día, la primera forma debería volver a aparecer durante la transición. Tú volverás a ser atrapada dentro de ella… ¡Ah! Tal vez creaste una ilusión o un holograma tridimensional…

Expresando una sugerencia tras otra con voz nerviosa, Haruyuki, sin pensar, estiró los dedos y apretó los hombros de Metatrón…

—¡En el acto!

El ala derecha del arcángel se desplegó e hizo clic sobre Haruyuki en la frente. Lo más probable es que ella intentara poner la menor fuerza posible en el golpe, pero el clic de una de las criaturas más fuertes del mundo acelerado, sin contar a los Dioses, aún no podía compararse con la bofetada del ícono tridimensional.

—¡Fghu! —emitiendo un grito inarticulado, Haruyuki voló hacia atrás, dio la vuelta en el aire y se estrelló contra la pared roja.

Cuando Metatrón le dio un clic en la frente, instintivamente tragó parte del daño con ablandamiento. Sin ello, no habría perdido ni una quinta parte de su salud, sino mucho más.

Sin embargo, el aturdimiento del clic monstruoso no fue de inmediato. Saliendo de la pared, Haruyuki se cayó impotente y se golpeó la cabeza contra el suelo. Lo más probable es que, desde un lado, se pudiera ver cómo las luces blancas bailaban alrededor del casco, simbolizando la contusión.

—Wow, volaste más lejos de lo que esperaba —se acercó Metatrón.

Esta vez ella estiró ambas alas, envolviendo a Haruyuki alrededor de ellos y levantándolo del suelo. El brillo blanco como la nieve de las alas no restauró su salud, pero lo llenó de calor y curó todos los efectos del aturdimiento.

— Uh… —gimió Haruyuki. —Eres cruel, Metatrón…

—Es tu culpa por levantar las manos —ella se dio la vuelta de manera fotográfica, sin dejar que Haruyuki saliera de sus alas. —Sin embargo, ahora probablemente te diste cuenta de que no era una ilusión.

—Sí, incluso yo lo entendí. Pero… ¿por qué estás aquí? Tu primera forma en el edificio ha sido resucitada por mucho tiempo…

Todos los enemigos derrotados del Campo Neutral Ilimitado fueron resucitados junto con la transición, y Metatrón, como los otros Santos, no eran una excepción. Las transiciones ocurrían aproximadamente una vez cada siete días en tiempo interno. La escuadra de Haruyuki ganó a la primera forma anoche, y más de dos años han pasado desde entonces en el campo de juego. Durante este tiempo, ha habido innumerables transiciones.

Metatrón asintió suavemente en respuesta, sin abrir las pestañas:

—Sí, mi primera forma realmente se ha recuperado y se encuentra en las profundidades del edificio.

—Um, deberías haberte ido de nuevo dentro de ella, ¿verdad?

—También creí que debería, sin embargo…

Metatrón suspiró y cortó la frase, cosa que sucedía con poca frecuencia. Haruyuki se quedó mirando su cara.

En general, hasta ahora, casi siempre hablaba con Metatrón a través de su ícono tridimensional, o a través de su encarnación etérea en el nivel más alto. Se puede decir que por primera vez tuvo la oportunidad de considerar adecuadamente su apariencia real.

Los rasgos faciales no eran diferentes de los humanos… pero al mismo tiempo, a primera vista, se hacía evidente que ella no era humana. No es que parezca artificial o demasiado hermosa. Su apariencia era verdaderamente divina, como correspondía a un verdadero ángel.

—Durante las conversaciones con el ícono tridimensional, olvidé quién es Metatrón realmente…

—Haruyuki susurró con reverencia en su corazón.

Quizás Metatrón leyó su mente. Sea como fuere, continuó, acariciando la armadura de Silver Crow con sus alas.

—A juzgar por todo, el sistema… no esperaba que mi segunda forma pudiera cumplir con la transición fuera de mi rango, o, como tú lo llamas, los cuartos del jefe. Cuando derroté mi primera forma por primera vez, en la superficie del campo, regresé a la fortaleza antes que ocurriera la transición, así que no noté ninguna desviación… Sin embargo, ahora la transición no me devolvió al primer estado.

—Uh, eso es… —Haruyuki apenas podía digerir la complicada explicación de Metatrón. —Si la transición ocurre mientras estás dentro del lugar en cuestión, se te devolverá dentro de la primera forma… pero al estar afuera, puedes estar en la forma verdadera todo el tiempo… ¿no?

—Estoy segura de que dije exactamente lo mismo —dijo Metatrón con frialdad, aun honrándolo con un asentimiento.

—Pero ¿por qué me hablaste anoche como un icono?

Esta pregunta tampoco la tomó por sorpresa.

—Lo que ustedes llaman anoche sucedió hace 15212 horas, pero el punto es que estaba a cien kilómetros de distancia. Yo soy demasiado perezosa para volar.

—¿Cien kilómetros? ¿Funciona esto en Gunma o Shizuoka? —Haruyuki casi preguntó, pero se las arregló para descubrir que estas palabras no le dirían nada a Metatrón.

Ayer, después de regresar a Suginami en el mismo autobús, los miembros de la Legión realizaron un breve interrogatorio en la casa de Haruyuki y se fueron a casa alrededor de las seis de la tarde.

Quedándose solo, Haruyuki encontró arroz y sopa de frijoles en la nevera, cenó, se lavó, tomó una siesta y, a las nueve de la noche, volvió al Campo Neutral Ilimitado.

Esta vez no iba a pelear, sino a cumplir su promesa de encontrarse con Metatrón una vez más después del final de la batalla. Esperaba agradecerle por la ayuda que había brindado tantas veces y hablar de todo, pero cuando Metatrón apareció frente a él en forma de un ícono tridimensional, sus primeras palabras fueron ‘Nos entrenaremos, siervo’.

En los entrenamientos, Metatrón no entendía las peleas entre Burst Linkers, en principio, no estaba interesada en las tácticas de combate y los trucos. Ella se fijó un solo objetivo, fortalecer el vínculo que la une con Haruyuki. Aparentemente, a ella no le gustaba el hecho que, durante la batalla reciente, en el nivel más alto, Snow Fairy de la Legión Blanca casi había cortado sus vínculos.

Se mudaron al techo de un edificio alto, no lejos de la casa de Haruyuki. Allí intentó, con los ojos cerrados, sentir dónde estaba Metatrón; jugando a las escondidas con ella en todo el edificio; aprendió a hablarle en silencio; y durante los descansos cazó a enemigos y mantuvo conversaciones interminables con Metatrón. Estuvieron en el campo durante casi dos meses de tiempo interno, y la capacitación realmente dio resultados tangibles. Ahora, no solo Haruyuki podía convocar a Metatrón con un solo pensamiento, sino que Metatrón también aprendió a enviar señales a la cabeza de Haruyuki.

Aquí es de donde vino el silencioso timbre que Haruyuki escuchó en el auto. De hecho, con un halo, Metatrón brilló levemente sobre su cabeza.

Después de un largo entrenamiento, Haruyuki regresó a su habitación y se acomodó en la cama, esperando que esta vez durmiera hasta la mañana. Se quitó el Neuro Linker, cerró los ojos y se sumergió pacíficamente en la somnolencia, unos tres segundos…

Después de eso, una llamada de Metatrón de repente sonó en su cabeza. En el mundo real. Después se quitó el Neuro Linker.

De hecho, Metatrón ya había interrumpido a Haruyuki en el mundo real, en sus sueños. Sin embargo, estaba durmiendo con el Neuro Linker alrededor de su cuello. Cuando la campana sonó ayer por primera vez, Haruyuki pensó lo que escuchó, pero después de la segunda y la tercera se dio cuenta de que estaba equivocado. Llevando apresuradamente su Neuro Linker, regresó al Campo Neutral Ilimitado, donde Metatrón, como esta vez, lo reprendió por su lentitud.

—En otras palabras, ¿durante nuestro entrenamiento estuviste a unos cien kilómetros de distancia? ¿Y sin embargo lograste llamarme en el nivel más bajo?

—No me gusta la palabra llamar, es feo. Hmm… continúa diciendo que te doy una señal de llamada.

—¿Señal de llamada?

Parece que ella ha dado un paso más para convertirme en un verdadero siervo, pensó Haruyuki, aunque logró mantener su compostura. Luego, trató de hacer la pregunta otra vez, pero Metatrón lo interrumpió, levantando su mano derecha y apuntando suavemente su cabeza hacia la frente.

—¿Cuánto tiempo más debo repetir para que lo entiendas, siervo? Nuestra conexión se establece en el nivel más alto, y las distancias en promedio no son importantes allá. Pero por qué la señal de llamada llega incluso al nivel más bajo… Simplemente no tengo la más mínima idea.

—Algo debemos estar pasando por alto… —pensó Haruyuki, pero una vez más no expresó sus pensamientos, en lugar de intentar volver al tema anterior.

—Bueno, bueno… entonces, ¿dónde estabas cuando regresamos a Tokio? Si regresaste al Consejo, la transición te regresaría a la primera forma, pero ¿necesitabas descansar y dormir en algún lugar para recuperarte? Sobre todo porque estabas agotado en la batalla contra la Legión Blanca.

—Todavía no estás lo suficientemente cerca como para preocuparte por tu ama, siervo — respondió ella con una voz indiferente, como siempre, pero al mismo tiempo volvió a tocar su casco con un movimiento sorprendentemente suave.

Luego, finalmente, extendió sus alas y las puso detrás de ella, liberando a Silver Crow.

—Nosotros, las criaturas, no percibimos el tiempo para nada como ustedes, guerreros, pero tienen razón, a veces necesito apagar todos los sentimientos y reducir la velocidad del pensamiento. Así que me fui de Tokio.

—¿Qué…? Ah, así que es eso. Sí, ni un solo Burst Linker te atacará a cien kilómetros del centro.

—No me gusta la forma en que lo pones… puedes pensar que me escapé porque tenía miedo de pelear. Además, el resto no es la única razón por la que fui a Fuji.

—¿Fuji? ¿Realmente has estado en el monte Fuji?

Haruyuki volvió una mirada perpleja desde la cara de la niña arcángel al cielo amarillo en el oeste. Además de la neblina azulada que cubría el horizonte del páramo, numerosos acantilados bloqueaban la vista, por lo que no vio la silueta del volcán. Sin embargo, otra montaña llamada Fuji no existía a cien kilómetros de Tokio, por lo que Haruyuki inmediatamente dirigió las siguientes preguntas.

—Entonces, durante tu entrenamiento, ¿tu cuerpo estaba en el Monte Fuji? Pero ¿por qué volar allí? ¿Curarte las heridas?

Sin abrir los ojos, Metatrón se dio la vuelta y respondió con una sola palabra.

—Secreto.

—¿Se, secreto?

Hace tiempo que entiende que, si Metatrón quiere ocultar algo, preguntarle a ella es completamente inútil. De mala gana, Haruyuki, sin embargo, hizo una nota mental de que había algo en Fuji, y que definitivamente debería regresar allí algún día.

—Bueno, en serio —trató de dirigir la conversación en una dirección diferente —en Tokio no es tan fácil encontrar un lugar donde puedas descansar bien y sentirte cómodo… los cazadores de enemigos pueden aparecer en cualquier parte…

Por supuesto, él no creía que las tropas, que por lo general cazaban a enemigos de clase animal y salvaje, podrían derrotar a Metatrón, uno de los enemigos legendarios más fuertes, pero cualquier cosa podría suceder en el mundo acelerado. Además, si los Burst Linkers se dan cuenta de que el verdadero cuerpo de Metatrón había abandonado el edificio donde residía, algunos podrían reunir un destacamento especial para combatirlo. Por ejemplo, la legión de Oscillatory Universe, que logró cambiar el rumbo de la batalla de ayer por el territorio.

Y esta vez, Metatrón no disipó las preocupaciones de Haruyuki.

—De hecho, este lugar no es muy conveniente porque aquí no puedo apagar fácilmente mis sentidos. En caso de apuro, podría pedirles a los otros santos que me refugien en sus fortalezas, pero no quiero hacerlo. Ciertamente requerirán de mí un pago inusual.

Ya que la cuestión del pago inusual seguramente volvería a llevar la conversación a otro sitio, Haruyuki de alguna manera logró mantener su curiosidad y continuó.

—En otras palabras, buscabas un lugar donde los Burst Linkers no estuvieran seguros… Sin embargo, con estas palabras me viene a la mente en primer lugar…

Haruyuki miró de oeste a este mientras hablaba.

En el mundo real, estaban en el centro del distrito de negocios, por lo que los edificios de gran altura los rodeaban por todos lados, pero desde el este había menos rascacielos que ahora se han convertido en afloramientos rocosos. En el medio, Haruyuki vio una estructura gigantesca, un muro de piedra que se extendía de sur a norte.

El centro de la zona de Chiyoda y el centro del mundo acelerado. El Palacio Imperial…

—Nadie interferiría contigo allí”. ¿Por qué no pudiste elegir un lugar lejos de la puerta de los dioses y simplemente…

… ¿Volar sobre la pared? Haruyuki estaba a punto de terminar, pero la condescendiente voz de Metatrón lo interrumpió.

— Siervo, si pudiera, tú también penetrarías en la zona 00 cuando quieras.

—Ah… Oh, cierto…

Haruyuki recordó un sueño… o, mejor dicho, los recuerdos de Chrome Falcon, que le había dado el parásito de Chrome Disaster, y estaba molesto.

Aunque Falcon realmente no sabía cómo volar, poseía un salto instantáneo, la capacidad de teletransportarse a distancias cortas. Usándolo varias veces seguidas, podía moverse por el aire, y fue esto lo que le permitió saltar por encima de las paredes del Palacio Imperial. Sin embargo, incluso entonces, el campo de supergravedad que rodeaba las paredes del palacio casi lo matan, además, el sistema Brain Burst no dejaría tal trampa sin atención y pronto llenó el vacío. Por lo que Haruyuki sabía, era inútil confiar en cualquier habilidad supernormal, tan pronto como uno se acercó a la pared evitando el largo del puente que conducía a la puerta, el Burst Linker sería arrastrado a la zanja y moriría.

Incluso Sky Raker, cuyos motores de cohetes desarrollaban más empuje que las alas plateadas de Haruyuki, admitió que esta protección era demasiado dura para ella. Lo más probable es que nadie pudiera saltar por encima de las paredes del palacio. Y era poco probable que el sistema haga una excepción incluso para las criaturas más fuertes conocidas como santos.

—Además… —cuando Haruyuki se marchitó y se quedó en silencio, Metatrón volvió la cara hacia el Palacio Imperial y continuó. —La última vez que irrumpimos en la zona 00, aferrándonos unos a otros, decidí que la próxima vez entraré allí como legionaria de Nega Nebulous, después de la victoria final sobre los dioses.

Las palabras ‘como legionaria Nega Nebulous’, pronunciadas por la boca de Metatrón, sorprendieron y encantaron a Haruyuki, pero él optó por mantenerlas en un rincón apartado de su alma, sin hacer ningún comentario. Tenía la sensación que, si soltaba al menos algo de eso ahora, Metatrón podría tratarlo de nuevo con severidad.

Miró de nuevo al palacio. En uno de los huecos entre las rocas, había el borde de una enorme y formidable puerta en la pared de la fortaleza. Como ahora estaban al oeste de la residencia imperial, las puertas gigantes deberían pertenecer a las puertas de Hanzo… o las Puertas Occidentales, como se les llamaba comúnmente en el mundo acelerado. Hace tres años, durante la batalla que destruyó a la primera Nega Nebulous, fue cerca de estas puertas que lucharon contra el Dios Byakko, Kuroyukihime y Fuuko.

Solo lograron escapar de la feroz embestida de Byakko y sobrevivir. Más tarde, la Legión revivida logró salvar a Ardor Maiden y Aqua Current, quienes fueron selladas en las puertas sur y este, respectivamente. Graphite Edge, quien fue sellado en el norte, en algún momento él mismo escapó del exterminio infinito, aunque dentro del Palacio Imperial.

Haruyuki y sus compañeros siguieron con confianza el camino que los llevaría al segundo asalto al Palacio Imperial, uno de los objetivos principales de su Legión. Pero incluso ahora, tal perspectiva parecía lejana, en gran parte debido a otros asuntos pendientes.

Y lo más importante, la victoria final sobre la Sociedad de Investigación sobre la Aceleración.

Deben aplastar a la organización que trajo tanta maldad a este mundo, devolver el armamento mejorado robado de Niko, los motores de cohetes de Invincible, destruir a Disaster Armor II, nacida de los kits ISS, y salvar a Wolfram Cerberus, el eterno rival y nuevo amigo de Haruyuki.

Solo después de esto, Haruyuki y la Tercera Nega Nebulous podrán continuar su viaje. Y para cumplir sus planes, deberán demostrar en cuatro minutos de tiempo real en la Conferencia de los Siete Reyes que la Sociedad de Investigación sobre la Aceleración se esconde dentro de la Legión Blanca.

Reforzando su propia determinación con estos pensamientos, Haruyuki intentó volver al tema principal.

—También espero con ansias el día en que, hombro con hombro contigo, desafiaré a los Cuatro Dioses. Pero primero tenemos que conformarnos con la Sociedad… Definitivamente te contaré los resultados de la conferencia, que se llevará a cabo en el nivel inferior, pero en este momento todavía quiero saber por qué me…

El delgado dedo de Metatrón tocó nuevamente el visor del espejo de Haruyuki, interrumpiendo su discurso.

—Antes de hablar sobre este tema, realmente necesitamos encontrar otro lugar. Hablaste tanto que querías estar en un ambiente más relajado…

—¡¿También soy el culpable?! —Haruyuki estaba indignado, aunque sabía que, en respuesta a tal pregunta, seguramente habría escuchado un ‘sí’ seguro. Sin embargo, él también habría estado más tranquilo en su corazón si Metatrón, que no quería volver a la mazmorra, encontrara un nuevo refugio para ella.

—Uh, bueno… el Palacio Imperial no es bueno, rechazas otras mazmorras. Los edificios en diferentes escenarios pueden convertirse en rocas o bloques de hielo, sin mencionar el hecho que los Burst Linkers pueden destruirlos…

Haruyuki todavía estaba desconcertado cuando Metatrón de repente volvió su rostro lejos de él. Mirando hacia el cielo occidental con los ojos cerrados, pronunció palabras inesperadas.

—¿Qué piensas, Sky Raker?

—¡Uh!

Sorprendido, Haruyuki se dio la vuelta y solo vio los mismos pilares rocosos de color rojo. Pero después de unos segundos, escuchó un crujido silencioso, el causante era una silla de color plateado.

Por supuesto, había un avatar azul de una mujer con metal líquido que fluía en el viento seco, vestida con un sombrero de ala ancha y un vestido blanco como la nieve. La oficial superior Nega Nebulous, Sky Raker, apodada la Mano de Hierro.

Raker, es decir, Fuuko, se acercó a Haruyuki y Metatrón, y una sonrisa apareció en la elegante máscara facial.

—Genial, Metatrón. Pero pensé que nunca me notarías.

El arcángel se sonrió a sí mismo.

—Por supuesto, soy inteligente, además ahora recibo información sobre el mundo no solo a través de los ojos y oídos de mi sirviente. Sentí que te escondías detrás de una roca tan pronto como aparecías en este lugar.

—En realidad, no iba a esconderme… —La sonrisa de Fuuko se volvió un poco tensa, sus ojos marrones miraron a Haruyuki. —Ayer, karasu-san hizo un excelente trabajo durante la batalla por el territorio, así que decidí recompensarlo con mi tiempo.

—Gra, gracias, estoy muy agradecido —asintió Haruyuki, tirando de su cabeza en sus hombros. — Pe, pero ¿por qué has venido aquí, maestra?

No tenía idea exactamente cuándo apareció ella detrás de la roca, pero para eso, definitivamente necesitaba decir la orden casi simultáneamente con Haruyuki. Ella no tendría tiempo para hablar con Kuroyukihime, lo que significa que decidió perseguirlo por su propia iniciativa.

El avatar de color del cielo respondió con voz ligeramente abatida.

—Escucha, karasu-san, inesperadamente has declarado que fuiste llamado por Metatrón y recitaste el comando Unlimited Burst. ¿Realmente no tendrías sospechas en nuestro lugar? Pensé que podría ser una trampa de los enemigos… bueno, es decir, la Sociedad de Investigación sobre la Aceleración, y corrí tras de ti. Es cierto, ahora veo que ella realmente te llamó, y es muy interesante para mí, ¿desde cuándo están tan conectados?

—N, no, no, no entiendes… lo siento, me asusté…

—Entonces nos explicarás exactamente cómo te llama Metatrón en el mundo real, karasu-san. Y en el futuro explica todo a fondo antes de huir a algún lugar.

Ella habló con una voz suave y gentil, pero cualquiera que supiera lo terrible que realmente era Raker se estiraría inmediatamente frente a ella.

—¡Sí, lo haré!

Sin embargo, Haruyuki se encontraba en una situación bastante difícil. Después de todo, Sky Raker es su maestra, y Metatrón es su ama autonombrada…

—Estoy de acuerdo en que Silver Crow podría haber explicado todo mejor… —De repente, la chica arcángel interfirió en la conversación y flotó lentamente hacia la silla de ruedas. —Pero no es su culpa que haya tratado de responder a mi llamada lo antes posible y estar en el nivel medio, Sky Raker.